Camarotes, 1948. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de octubre de 2018. (RanchoNEWS).- «La vida es un juego perdido de antemano», dijo Max Beckmann al acabar la guerra. Razón no le faltaba pero el artista alemán, contra lo que pueda parecer, no era «un pesimista convencional. Sus obras también son sensuales, vitalistas, eróticas y crueles», explica Guillermo Solana, director del Museo Thyssen-Bornemisza que le dedica Figuras del exilio, la primera muestra en España en más de 20 años. Con un corpus compuesto por 52 obras entre pinturas, litografías y esculturas la exposición, hasta el 27 de enero, permite penetrar en el clima y la esencia de su momento histórico.
«Beckmann es el gran pintor de la historia del siglo XX y sus obras son el testimonio de los sucesos que van desde la primera a la segunda guerra mundial», sostiene Tomàs Llorens, comisario de la muestra. El exilio, por supuesto, marca un estilo que empieza a estar atravesado por metáforas y alegorías sobre la pérdida de la identidad. La primera sección se adentra en la vida de un Beckmann que vive y trabaja en Fráncfort antes de la Primera Guerra Mundial, unos años en los que empieza a ser reconocido como pintor. Sin embargo, con el ascenso del nazismo en 1933 es despedido de la escuela de arte en la que imparte clases, «los museos tienen que descolgar sus obras y sus futuras exposiciones son canceladas», recuerda el comisario.
Saioa Camarzana reporta para El Cultural
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