«Odio la palabra ‘carrera’. Mi modo de entender la música y de serlo pasa por otro lado», dice Wang. (Foto: Liliana Morsia)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de octubre de 2018. (RanchoNEWS).- Yuja Wang es una estrella. En ese ámbito de la industria cultural que se acepta llamar «música clásica», la pianista china brilla con una personalidad musical arrolladora y el toque de excentricidad de quien desafía las convenciones. No es la primera en hacerlo, claro, ni será la última. Pero le toca hacerlo en estos tiempos, por lo que su condición de artista sobresaliente se define en la eventual correspondencia entre la manera en que conduce sus virtudes y las expectativas de una época dominada por la imagen y definida por la fugacidad y vaguedad de los cánones.
Yuja nació en China –como Lang Lang, otro pianista estrella de esta época– en una familia de artistas. Tiene un pasado de niña prodigio, una historia de concertista que contradice el estereotipo que describe a los artistas chinos abundantes en recursos técnicos y escasos de musicalidad, una discografía con cosas notables y un gusto por la moda que la lleva a elegir para sus conciertos vestidos vistosos que exaltan su físico menudo y agraciado. Es sobre esto que cierta mirada parcial se regodea en reducirla a una mezcla de femme fatale en technicolor y producto chino de alto rendimiento pianístico. Pero esa capacidad de sorprender es mucho más que vestidos entallados, faldas cortas y tacos altos. A los 31 años, Yuja ha dejado claro que es, por sensibilidad e inteligencia, una artista fuera de serie, ligada a la mejor tradición de pianistas de la música clásica.
Santiago Giordano la entrevista para Página/12
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