C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de octubre de 2021. (RanchoNEWS).- Con los cien años de la Secretaría de Educación Pública, conmemorados este mes, comienza la cuenta regresiva hacia el centenario del muralismo mexicano. Al tomar posesión, José Vasconcelos inició un proyecto educativo que impulsó la producción artística como vehículo de renovación nacional y constructora de identidad colectiva. Las escuelas y bibliotecas inauguradas contarían con murales de los artistas más destacados del momento, en los que se representaría la cultura mexicana y se resaltarían los valores de la Revolución. Los libros y revistas editados por la Secretaría, a su vez, serían ilustrados por los mismos pinceles para crear así un nuevo imaginario que abarcara todos los aspectos de la creación intelectual y sentara las bases de una nueva sociedad.
EL PRIMER ARTISTA en integrarse al vasconcelismo fue Roberto Montenegro, quien en 1921 comenzó a pintar en el antiguo colegio jesuita de San Pedro y San Pablo (hoy, Museo de las Constituciones) el primer mural del movimiento artístico que revolucionaría el panorama de las artes en México y que, con el paso de los años, tendría un impacto en todo el continente. La obra de Montenegro, por lo tanto, no es para nada menor en la historia del arte mexicano; sin embargo, su nombre ha sido sistemáticamente excluido de los discursos y narrativas del muralismo mexicano. Las claves para entender este borramiento las encontramos, entre otras cosas, en la obra misma con la que inauguró esa corriente.
El texto de Veka Duncan es de su columna Al margen del suplemento El Cultural de La Razón