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La casa de los sonidos cuenta con 500 soportes materiales relacionados con su vida y obra. (Foto: Arturo Bermudez)
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iudad Juárez, Chihuahua. 17 de marzo de 2014. (RanchoNEWS).- La Fonoteca Nacional resguarda en una de sus bóvedas un disco analógico de 33 revoluciones, donde apenas se alcanza a escucha al poeta, ensayista y diplomático Octavio Paz, en medio de una tertulia, recitando su poema Niña. Una nota de Leticia Sánchez Medel para Milenio:
Es una grabación doméstica en la que su amigo Francisco Tario presenta a Octavio Paz, explicó Lidia Camacho, fundadora y directora de la Fonoteca Nacional.
«Esta es una de las joyas de la Fonoteca Nacional, que está siendo restaurada», dijo mientras reproducía en su iPad dicho tesoro auditivo que forma parte del acervo que dejara el escritor, nacido el 31 de marzo de 1914.
Aunque no se conoce la fecha en que fue grabado dicho material, los especialistas en conservación, calculan que pudo haber sido realizado en la década de los 40.
MILENIO pudo corroborar que en el disco, de apenas 30 centímetros, se escucha a Tario preguntar: «¿Saben ustedes quién es Octavio Paz? Nació en el siglo pasado (…) y les va a leer un poema». Ante la presentación que hace su amigo y vecino, Octavio Paz dice: «Me atrevo a recitar a pesar de mi horrenda voz, porque esta es una locura contagiosa: nombras el árbol y el árbol crece lento y pleno…»
Cuando termina el poema, una de las acompañantes de Octavio Paz, dice llamarse Elena, y canta una canción. ¿Qué Elena será? No se sabe con precisión…
Lo reviven y recuerdan
La Fonoteca Nacional se suma al homenaje nacional que se le rinde a Octavio Paz, con motivo del centenario de su natalicio, impulsado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Para fortuna de la institución que preserva el patrimonio sonoro de México, en ese inmueble reconocido como Casa Alvarado, pasó los últimos meses de su vida el Premio Nobel de Literatura, 1990.
«Aquí vivió con su esposa Marie Jo Paz, a partir de diciembre de 1997, luego de que se incendiara su departamento en Paseo de la Reforma, y hay que recordar que él murió en abril de 1998». Lidia Camacho como directora de la Fonoteca Nacional, habló del legado que aquí se conserva y con el cual se ha podido diseñar un programa conmemorativo, desde el ámbito sonoro.
«Iniciaremos el 25 de marzo con nuestro ‘Jardín Sonoro’, el cual se inundará con una instalación artística muy hermosa que se llama Paz en el agua, con la voz del propio Octavio Paz; esta propuesta se hizo a través de un multicanal».
Asimismo, se lanzará la estación de radio por internet Estación Violenta, inspirada en una obra de Paz, y estará dedicada fundamentalmente al autor de El laberinto de la soledad (1950). «A partir del 30 de marzo se podrán consultar a través de la Web y de los dispositivos móviles, las entrevistas realizadas a Paz, destacando una en particular que le hiciera Carlos Monsiváis y difundida por Radio UNAM. Desde el momento que un usuario consulte nuestra página, se encontrará con todo lo relacionado a la obra de Paz, así como encuentros con personalidades y congresos. Creo que será muy importante recordar y revivir estas reflexiones a la distancia».
Lidia Camacho, adelantó que para el mes de junio se ha programado en las instalaciones de la Fonoteca Nacional un «slam» de poesía dedicado a Octavio Paz. «La idea es que durante 24 horas se esté leyendo poesía de Paz, de forma ininterrumpida, donde se convocará a los poetas, incluidos los poetas sonoros».
Para noviembre se montará un «Altar Sonoro» dedicado al autor de Libertad bajo palabra, que consistirá en una producción artística.
La Fonoteca Nacional, detalló Lidia Camacho, cuenta con un archivo de voces de Octavio Paz enriquecido con algunos materiales que proceden de la XEW; de Voz Viva de México, de Radio UNAM; del Instituto Mexicano de la Radio, y de la colección Voces del Fondo de Cultura Económica.
«Con este tipo de material el público puede darse cuenta del valor que cobra la conservación y preservación de estos archivos sonoros históricos, que de otra manera sería imposible recuperar. En esta conmemoración propusimos, en algunos casos, reproducir los materiales tal como están; en algunos otros, retomaremos ciertos aspectos de determinadas entrevistas que se le hicieron a Octavio Paz y las reutilizaremos para nuevas propuestas radiofónicas, con fines educativos y culturales».
Desde el momento que se definió lo que se haría para conmemorar el centenario del natalicio de Octavio Paz, en la Fonoteca Nacional se buscaron los 500 soportes materiales relacionados con la vida y la obra de quien como diplomático abandonara la embajada de México en India, en protesta por la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968.
Las puertas de la Fonoteca Nacional están abiertas a todos aquellos interesados en la obra del poeta, ensayista y diplomático mexicano: basta con que acudan a la Audioteca Octavio Paz a consultar y a escuchar de viva voz al poeta.
«...aprender de nuevo a mirar, a oír a pensar»
En diciembre de 1997, cuando Octavio Paz se cambia a vivir a Coyoacán, a la Casa Alvarado, un inmueble del siglo XVIII, José Miguel Ullán, el gran poeta y periodista, le hace una entrevista para El Cultural, evoca Lidia Camacho, directora de la Fonoteca Nacional.
En esta publicación Paz dice que «los poetas son incapaces hoy día de oír los innumerables sonidos del mundo, de hacer que resuenen en su escritura», siempre con el tema de la sonoridad, sobre todo, al parecer él renegaba mucho de la poesía actual.
Asimismo, evoca que el poeta advierte: «Volverán los monasterios, pero no con las religiones en el centro, sino como refugios para aprender de nuevo a mirar, a oír, a pensar».
Frente a esa reflexión, Lidia Camacho se plantea: «¿no es la Fonoteca Nacional uno de sus monasterios, uno de esos refugios para aprender a escuchar?» Quizá, indica, «Paz de alguna manera estaba adelantándose al nacimiento de una institución como ésta: la casa de los sonidos de México».
La Fonoteca Nacional se localiza en Francisco Sosa 383, barrio de Santa Catarina, Coyoacán, en la Ciudad de México.
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