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La Cámara Lambdoma está nominada para el Premio Internacional de Arte Público convocado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Shanghái. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de febrero de 2015. (RanchoNEWS).- De 125 proyectos de arte público desarrollados en los cinco continentes durante la última década, La Cámara Lambdoma de Ariel Guzik (Cd. de México, 1960) está nominada para el Premio Internacional de Arte Público, convocado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Shanghái. Reporta desde la ciudad de México para Excélsior Sonia Avila.
Un jurado formado por académicos, curadores y artistas seleccionaron 32 obras que a partir de ocupar el espacio transforman el entorno social o natural. Así, la instalación sonora que Guzik produjo en 2009 ex profeso para el Cárcamo de Dolores en el Bosque de Chapultepec se enlista con proyectos de África, China, Australia, Brasil, Honduras, España, Italia, entre otros.
Los seleccionados se presentarán en un catálogo e integrarán una exposición en el marco del Foro de Arte Público que el Instituto Nacional de las Artes Creativas e Industriales de la Universidad de Auckland realizará en julio próximo. Además siete proyectos —uno de cada una de las regiones investigadas— recibirán reconocimiento especial, y de estos se elegirá al ganador.
Para Guzik, quien representó a México en la 55 Bienal de Arte de Venecia, el reconocimiento es «afortunado» en el sentido de que concentra la mirada de académicos y especialistas en el arte público, quienes hacen un paneo sobre la producción estética en plazas abiertas que, hasta cierta medida, se han mantenido en la periferia de la escena internacional.
En el caso de La Cámara Lambdoma resulta aún más oportuno, pues consideró es una obra poco promovida, pero, paradójicamente, vista por miles de personas. «Ese bosque (de Chapultepec) es un universo en sí mismo, no podría hablarse de una modificación objetiva de ese espacio por cuenta de la Cámara Lambdoma. Por el contrario, formar parte de un parque público de esa naturaleza, le da un sentido de pertenencia a esta obra», refiere en entrevista.
El principal reto que representó la producción de La Cámara –señala– fue integrarla de manera discreta en el entorno del Cárcamo construido por la dupla Diego Rivera y Ricardo Rivas en 1950, pero a la vez capaz de convertir las ondas energéticas del agua, el aire, el sol y la atmósfera en sonido, a través un órgano de iglesia hecho de latón y cobre.
«Si bien el mueble de controles del instrumento es algo protagónico, los órganos, registros y torre meteorológica, dada su naturaleza orgánica, se integran al espacio como si siempre hubieran estado ahí. La estética de la instalación fue concebida como una visión futurista proyectada desde la época en la que fue construido el recinto, en los años 50», detalla el fundador del Laboratorio de Investigación en Resonancia y Expresión de la Naturaleza (1998)
Quien por 25 años ha investigado el binomio arte-ciencia detalla que sus obras más allá de formalidades estéticas responden a una interacción directa con el espectador tal como sucede en Cordiox, pieza sonora que llevó a Venecia, o Espejo Plasmaht, su primer proyecto entre 1980 y 1995. Ello hace que el espacio nutra la expresividad de sus instalaciones, y entonces se forme un diálogo entre el entorno, la obra y el espectador.
«Generalmente fuera de los espacios restringidos de la cultura como los foros y museos, el arte público puede ser tan sutil como una espontánea expresión callejera o tan estridente como un bodrio monumental producto del poder y la corrupción. En todos los casos, una manifestación de alcance público conlleva una gran responsabilidad».
La Cámara es una intervención sonora que evoca el agua, elemento protagónico del mural Origen de la vida que Rivera hizo en el espacio. Un sensor captura la sonoridad del caudal natural del cárcamo y de la atmósfera para generar un «canto» cuyos matices dependen de las condiciones meteorológicas.
Está conformada por un sensor, dos juegos de pipas que integran el órgano de armónicos y de subarmónicos, una torre de recolección de señales meteorológicas para controlar tesituras y un tablero de mecanismos y controles visible al público. Todo se integra en un órgano de cobre y latón.
«La sonoridad del órgano es sutil, y hace uso de las cualidades acústicas del edificio que fueron originalmente concebidas por Rivas para una capilla que hace resonancia con el fluir del agua», describe quien ha participado en la Feria Internacional de Arte Arco 2005 y la Bienal de La Habana 2003.
El proyecto fue parte de un programa de restauración de la Fuente de Tláloc, el mural de Rivera y el edificio del Cárcamo, en el Bosque de Chapultepec, entre 2009 y 2010.
Reconocimiento global
El Premio Internacional de Arte Público fue creado en 2011 por Forecast Public Art (editor de Public Art Review, en Estados Unidios) y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Shanghái, con el objetivo de difundir la práctica de arte público en todo el mundo.
El reconocimiento derivó en la creación del Instituto para el Arte Público, establecido para promover el proceso de investigación sobre los proyectos seleccionados, y eventualmente apoyar foros de discusión sobre las prácticas estéticas en plazas abiertas en el mundo.
En septiembre de 2014 se convocó a un grupo de 20 investigadores independientes para conformar un jurado en donde se representara a siete regiones alrededor del mundo. Los miembros del jurado pasaron dos días deliberando 125 proyectos, de los cuales seleccionaron 32 finalistas.
Destacan El parque en Nueva Delhi, India, del artista Sreejata Roy en un barrio obrero; Escuela Flotante Makoko en Nigeria; Canciones Olvidadas en Sydney, Australia, una instalación permanente con 180 jaulas de pájaros, y La geometría de la conciencia en Santiago de Chile, del artista Alfredo Jaar como memorial de las víctimas de la dictadura militar de Pinochet.
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