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martes, febrero 10, 2015

Noticias / Francia: El electricista de Picasso, a juicio por su sospechoso tesoro

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Pierre Le Guennec y su esposa, Danielle. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de febrero de 2015. (RanchoNEWS).- El mundo se quedó de piedra cuando, allá por 2010, salió a la luz que un electricista francés jubilado llamado Pierre Le Guennec y su esposa, Danielle, habían guardado durante 37 años en el garaje de su casa en Mouans-Sartoux (en Alpes-Maritimes), como si tal cosa, nada menos que 271 obras de Picasso, entre las que se incluían seis óleos de pequeñas dimensiones, 28 litografías originales, grabados, collages y cuadernos de dibujo. Informa desde París para El Mundo Irene Hernández Blanco.

El electricista contaba que a principios de los años 70, había instalado un sistema de seguridad en la casa de 35 habitaciones en Notre-Dame-de-Vie en la que Picasso vivía entonces y que había acabado haciéndose amigo del artista, hasta el punto de que un día éste había decidido regalarle un puñado de obras. Según su versión, él no había dado importancia a esas obras y las había almacenado en el garaje. Pero en 2010, enfermo y viejo, había decidido hacerlas autentificar para dejar a sus dos hijos las cosas en orden antes de morir.

La historia era como un cuento de hadas hecho realidad: un modesto e ignorante jubilado, convertido en millonario gracias a la generosidad de un artista famoso por su endiablado carácter que se había encariñado de él y le había legado obras valoradas en total en más de 70 millones de euros. El problema es que podría ser exactamente eso y nada más que eso: un cuento.

Si es uno cuento o no es lo que debe decidir el Tribunal de Grasse (sureste de Francia) donde hoy a arrancado el juicio contra Pierre Le Guennec y su mujer, acusados por los herederos de Picasso de haber robado esas obras al artista y de haberlas ocultado durante 37 años.

La historia arranca en enero de 2010, cuando Claude Ruiz Picasso (uno de los hijos del pintor y al frente de la Picasso Administration) recibió una primera solicitud de autentificación por parte de los Le Guennec, paso esencial antes de proceder a su venta. Claude Picasso se quedó boquiabierto. No era sólo que nunca hubiera habido en manos privadas semejante cantidad de obras de Picasso; es que ninguno de esos trabajos estaba recogido en el inventario de obras del pintor realizado bajo la supervisión de Maurice Rheims. Nadie los conocía. Pero por otro lado, al verlos y a pesar de que ninguno estaba firmado no tuvo dudas: habían salido de la mano de Pablo Picasso.

A Claude Picasso también le llamó la atención que las obras hubieran sido todas ellas realizadas en un periodo muy bien definido, entre 1900 a 1932, y que su padre hubiera decido regalar trabajos que había estado guardando con celo durante 40, 50, 60 o 70 años. Aquello no le cuadraba...

El 23 de septiembre de 2010, los herederos de Picasso presentaron una denuncia por robo y ocultamiento contra el electricista y su mujer. Y hoy, tras cuatro años de instrucción, el juicio ha arrancado. Se calcula que durará tres días y, si son declarados culpables, Pierre Le Guennec y su señora podían ser condenados a cumplir hasta cinco años de prisión y a pagar una fuerte multa.

«La cuestión no es si Picasso era generoso o no», asegura el abogado de la familia del artista. «Picasso no era un inconsciente respecto a sus obras». Y lo mismo afirma Maya, hija de Picasso y parte civil en el juicio al igual que el resto de herederos- «Mi padre nunca habría regalado un conjunto así a Le Guennec. Siempre que hacía regalos los elegía con cuidado y los dedicaba y firmaba. Es imposible», asegura en declaraciones a una emisora de radio.

El electricista y su mujer, sin embargo, siguen insistiendo en que acabaron intimando con Picasso y su mujer entonces, Jacqueline, y que recibieron las 271 obras como regalo.



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