Rancho Las Voces: Fotografía / Entrevista a Óscar Fernández Orengo
LA QUINCENA RETORNARÁ CON LA EDICIÓN 21 EL 19 DE ENERO DEL 2025 Las cinco ediciones más leídas del 2024 / 20

miércoles, febrero 11, 2015

Fotografía / Entrevista a Óscar Fernández Orengo

.
Retrato de Juan José Campanella, director de 'El secreto de sus ojos', ganadora de un Óscar. (Foto:Ó. Fernández Orengo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 11 de febrero de 2015. (RanchoNEWS).- El cine es el amor de su vida. En la firma de su primer DNI escribió Óscar y en vez de seguir con Fernández Orengo puso en pequeñito «y su ilusión por el cine». Comenzó a estudiar el oficio, pero la escuela le decepcionó y al ver una exposición de Sebastián Salgado, encontró otro camino sedujo. Comenzó como amateur, con Diane Arbus, Robert Frank, David Goldblatt o Henri Cartier-Bresson como referentes y ahora es el fotógrafo de los cineastas. Lo entrevista Alejandra Elorza para El Mundo:

El proyecto, que define como «una carta de amor», comenzó en 2001 y ya ha «registrado la existencia» de más de 400 cineastas españoles y latinoamericanos. ¿Su horizonte? Ya lo ha alcanzado, siglo XX y primera década del XXI, pero no cesado de retratar. Fernández Orengo ha logrado crear su marca: si ve un retrato en formato panorámico y en blanco y negro, probablemente sea suyo.

Este  «cineasta frustrado», eso dice ser Orengo, ha expuesto en Lima, Londres, Buenos Aires, Tetuán o Casablanca, entre otras ciudades. Ahora está en Madrid, del 3 de febrero al 3 de abril con la exposición Cineastas contados... de ambos lados, que se puede visitar de forma gratuita. A un lado de la Casa de América los 27 retratos inéditos de cineastas hispanoamericanos, al otro lado, con el jardín del emblemático edificio como si fuese el Océano Atlántico que separa España de Latinoamérica, los 25 retratos de cineastas españoles.

Usted 'se encontró' con la fotografía

El buen fotógrafo nace. Diane Arbus, la fotógrafa a la que más admiro, vivía la fotografía como una manera de vivir, no como profesión. Nació fotógrafa.

Y una buena fotografía, ¿también se encuentra o se crea?

Puedes llegar por ambos caminos. Cuando retrato hay una búsqueda y hago muchas fotografías que sé que no sirven pero que me van a llevar a la buena, y cuando llega siento un input que me dice: «Ya la has encontrado».

¿Dónde le gustaría ver expuesto su trabajo?

No tengo un dónde, sino un qué: ver todos mis retratos juntos.

¿Tiene trabajos suyos en las paredes de su casa?

Sólo uno al que tengo mucho cariño, el retrato de Terence Davies, un cineasta inglés al que considero uno de los más grandes de la historia del cine.

¿Utiliza Photoshop o alguna herramienta de edición fotográfica?

Cuando disparo una fotografía tengo el 90%. El otro 10% es ajustar. La edición de la fotografía la interpreto como laboratorio analógico. Sólo controlo mínimamente contrastes, color o saturación.

¿Por qué eligió el formato panorámico?

La cámara XPan salió al mercado y tenía algo muy atractivo: poder fotografiar en panorámico y en el formato clásico de 35 mm, tenía dos cámaras en una. Había paisajes panorámicos, pero no retratos. Cuando fotografié a mi primer cineasta, Joaquín Villaronga, probé y el resultado me gustó.

¿Y el blanco y negro?

Esto sí lo tuve muy claro. Una razón es que los trabajos de todos mis referentes eran en blanco y negro y quería ese punto clásico. La otra es técnica. El color es muy complejo de trabajar, depende de la luz, el espacio e incluso la ropa del personaje. El blanco y negro es más versátil, voy con un trípode y un reflector y puedo trabajar en cualquier condición de luz.

¿Por qué directores de cine y no actores, por ejemplo?

Era una excusa para conocerlos y, además,creo firmemente que a través de la imagen se llega al conocimiento. Quería informar a la gente en un espacio de tiempo muy breve: la imagen. Quería que la gente descubriera cineastas, a grandes cineastas que ni los críticos conocen. Cristian Sánchez, por ejemplo, uno de los renovadores del cine chileno y referente para Pablo Larrain o José Luis Torres Leiva.

Directores contados, ¿por qué este nombre para la exposición?

Contados en el sentido de que todos cuentan, lo que quiero es documentar su existencia.

En los retratos muy pocos sonríen, ¿prefiere rostros serios?

A no ser que sea una instantánea, una sonrisa cazada al instante y natural, una sonrisa escenificada empeora el retrato.

Los directores de cine le muestran esos espacios simbólicos para ellos...

Y es algo que favoreció al proyecto. Un festival de cine es el peor sitio para fotografiar a un director de cine, están agotados. Los espacios que eligen los definen y están más relajados.

Si usted fuese un director de cine y yo fuera Óscar Fernández Orengo, ¿dónde pediría que le retratase?

En la filmoteca, es mi lugar. La cultura hace crecer al hombre, si nos alimentamos de cultura seremos mejores personas, no seríamos tan salvajes. Me gustaría morir de abuelito viendo una película en la filmoteca, sería el colofón a mi carrera.

Un director de cine está en frente de su cámara de fotos y usted mira a través del visor, ¿cómo sabe cuándo disparar?

Es una figura que invade un espacio y cuando encuentro la armonía entre ambos, disparo.

¿A qué director de cine le gustaría retratar y todavía no lo ha conseguido?

Buñuel, que murió, es mi cineasta más amado. He fotografiado a su hijo, Juan Luis.

Tiene un retrato frente a sus ojos, ¿en qué se fija?

Me fascina la mirada y la fisionomía.

La fotografía, ¿es reflejo del mundo en el que vivimos?

Por supuesto, documenta la época en la que vivimos. La fotografía tiene la virtud de permitirte vivir épocas que no has conocido. El poder de la foto es conservar la memoria.

¿Qué le encantaría ver a través de su cámara y qué no le gustaría ver jamás?

Me gustaría ver más armonía y gente más sensible. No me gustaría ver más episodios como el de Charlie Hebdo, radicalismos o abusos de poder como pasa en la política.

¿Tiene 'Instagram'? 

No, pero sí cuelgo fotos en Facebook. Ahora documentamos nuestra vida, antes hacías una foto en ocasiones especiales. Es cierto que ha dado un giro, pero reivindico la fotografía como obra, y para que la foto llegue a su esplendor debe estar impresa, en papel.



REGRESAR A LA REVISTA