Rancho Las Voces: Textos / El desarrollo de mi pintura por Hermann Nitsch
La vigencia de Joan Manuel Serrat / 18

miércoles, febrero 25, 2015

Textos / El desarrollo de mi pintura por Hermann Nitsch

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Brot un Wein. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de febrero de 2015. (RanchoNEWS).- El fundador del accionismo vienés autorizó a Excélsior publicar tres textos de su autoría que revelan sus postulados plásticos. A continuación reproducimos El desarrollo de mi pintura:

El color fue una de mis principales preocupaciones muy al inicio. La pintura es una cuestión de color. Desde el resplandor en los grandes maestros, sobre todo en los colores del Greco y Rembrandt, así como los brillantes, casi como rayos de sol, colores de los impresionistas, hasta el de las obras del presente, me han todos cautivado. En música el color es expresado a través de la armonía. Un arte de sonoro color emergió en la polifonía desde temprana edad, vía Bach, vía el cromático Tristán y el tórrido sonido de la escuela de Schönberg hasta el presente.

Mis pinturas más tempranas incorporan colores de todo el rango en la escala. Sin embargo, el color adquirió una nueva tarea cuando mi pintura se desenvolvió como pintura de acción, y fue entonces absuelta de las múltiples tonalidades, usada como sustancia, deviniendo sangre y limo, el color de la carne. Sangre e intestinos se volvieron constitutivos. El rojo devino la llave, la nota dominante. Un arcaico monocromo emergió. Todo se ajustó al color del éxtasis, al ofrecimiento sacrificial para ser inmolado, a la pasión, a la sangre, a la carne. El color al que atañe la sangre y la carne de Dios era celebrado constantemente.

Conforme el rojo se consagra en vino se vuelve ebrio como la sangre de Dios. Sustancias usadas como sustento, con un metabolismo bebible, fueron y son empleadas en mis pinturas de acción. El color de la agresión, de la muerte, del exceso es al mismo tiempo el color de la vida en su grado más intenso. La sangre es sangre de vida. Las profundidades de la muerte se enfrentan a la semilla del renacer.

Mucho de mi trabajo es consciente. El rompimiento de las normas, el exhibicionismo casi de víctima que transita por debajo de los campos de la vergüenza hacia el dominio privado de tabús, hacia el supra-personal eros dionisiaco del mundo, hacia los oscuros y caóticos terrenos de fuerzas primordiales, fue a menudo acometido. Un gran pacto de luz fue llevado a la consciencia. Mi preocupación es ahora analizar esta luz. La carne y la sangre no sólo pueden ser absorbidas mediante el comer, también pueden ser experimentadas a través de la luz.

Las apariciones del color, las múltiples apariciones de la luz coloreada y los colores de resurrección se han vuelto importantes para mi. A pesar del trágico y del excesivo vital-afirmativo tema básico de mi trabajo, este nuevo giro ha traído un regocijo sin precedente. Mis pinturas existen para emitir un nuevo estímulo. Los colores de todas las flores, de todos los cósmicos abismos de luz existen para ser escenificados en una festividad jubilosa. Había sido un deseo muy apreciado el de reintroducir el espectro de color en mi pintura, en su totalidad. En el verano de 1989 cumplí este deseo. Por primera vez en 30 años pinté de nuevo con diferentes colores. Estoy trabajando en el final del idílico ciclo de mi gesamtkunstwerk. La riqueza de sensaciones capturadas por nuestros sentidos del gusto, olfato, tacto y oído se extienden en un compromiso incondicional con los colores de luz.



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