C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de septiembre de 2015. (RanchoNEWS).- Ladridos, sonidos de juegos pirotécnicos y olor a incienso crean el ambiente de un pueblo donde la adolescente Úrsula y Manuela, su madre, padecen los abusos de Jerónimo en el montaje Los perros, de la escritora Elena Garro. Fabiola Palapa Quijas reporta para La Jornada.
El montaje a cargo de ESCAPARArTE Producciones Teatro comenzará su tercera temporada el 8 de septiembre en el teatro La Capilla. El estreno ocurrió en marzo de 2014, en el Centro Cultural de la Diversidad.
La pieza describe cómo Jerónimo, un borracho matón, se ha encaprichado con Úrsula, niña de 12 años, a quien planea raptar el día de la fiesta de San Miguel ayudado por cuatro hombres y el traidor Javier, primo de la adolescente.
La tragedia de Úrsula
La obra en un acto coloca al espectador frente a la tragedia que vive Úrsula, niña que repite en todos sus pormenores lo que sufrió su madre, Manuela, cuando en su niñez un señor abusó de ella. Las palabras de Garro en el personaje de Manuela muestran el dolor de la mujer, quien temblaba cuando se le acercaba su captor: «Luego me llevó a vivir con él. Apenas me daba su olor me agarraban los temblores porque nunca lo quise. Entonces, se compró una pistola y con ella me golpeaba, y bañada en sangre me ocupaba».
La directora del montaje, Sandra Espinosa (DF, 1977), considera que esta obra escrita en 1965 por Garro es vigente y triste, porque en pleno siglo XXI «todavía sufrimos por problemas de machismo y de violencia en cualquier lugar, pero en Los perros el tema que se trata es el rapto de una adolescente».
Espinosa expresa que vivimos en una sociedad machista, donde la mujer no es valorada como ser humano, sino como un objeto y cita un diálogo de la obra: «Esa niña me gustó y la quiero para mí».
En la puesta en escena, en el silencio de la noche, los perros aúllan mientras la mujer calla y se aferra a una fecha gloriosa como la fiesta patronal de San Miguel. Manuela se resiste a contar su desgracia a su hija, pues cree que la suerte no se hereda si no se le nombra.
A la directora escénica le parece pertinente volver a la obra de Elena Garro, sobre todo en estos momentos de violencia en el que las niñas son secuestradas y las mujeres violadas y maltratadas y en ocasiones asesinadas por su propia pareja.
«El problema que se plantea en la obra es que la mujer no se da cuenta y repite patrones; la obra es cíclica y pareciera que la cola de la serpiente se muerde por la misma serpiente», señala Espinosa a La Jornada.
La directora de ESCAPARArTE sostiene que no se le ha hecho justicia a la autora de Los recuerdos del porvenir, cuya obra la coloca en su opinión como «la segunda escritora mexicana más relevante, después de Sor Juana Inés de la Cruz, que dejó un importante legado literario.
«El montaje –añade Espinosa– trata de rescatar todo esto del realismo, de lo que es nuestra cultura, nuestra tierra y que además compartimos con todos los latinoamericanos. Creo que si se presentara en Argentina, Chile o Colombia tendría una excelente respuesta y todavía será muy vigente.»
Con las actuaciones de Coral Olguín (Manuela), Erika Franco (Úrsula) y Julián Villeda (Javier), con música original de Miguel García, Los perros se escenificará los martes 5, 15, 22 y 29 de septiembre, así como el 6 de octubre a las 20 horas en el teatro La Capilla (Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán).
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