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Momento de la escenificación. (Foto: RMV / RanchoNEWS)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de febrero de 2014. (Rubén Moreno Valenzuela / RanchoNEWS).- «Todo este mundo es un gran puterío», repite Francisco Delicado 486 años después –encarnado por otro Francisco, un actor de apellido Negro– en el escenario del Auditorio Benito Juárez.
Delicado llega a tal conclusión tras la experiencia de conocer a Andulza llamada también «La Lozana», una afamada andaluza que en su casa en Roma, a principios de Siglo XVI, ejerce los oficios de cortesana, alcahueta y curandera, en colaboración con su críado y socio Rampín.
La Roma de ese tiempo es una ciudad donde prevalece el libertinaje y que ha sido poblada, de manera progresiva, por una comunidad de judíos españoles que ha llegado tras la instauración del Santo Oficio en España en 1481.
Delicado, clérigo y editor, se ha dado a la tarea de documentar en una novela el ambiente prostibulario de la ciudad italiana y para ello paga a «La Lozana» para conocerlo. Así será testigo de cómo la andaluza inicia a un joven en el arte de hacer el amor, cómo cura a una mujer embarazada de sus dolores de parto y de cómo alivia la indigestión de una anciana.
Todos estos episodios ocurren con los ardides propios de la trampa y la truhanería; y con un lenguaje pletórico de albures, obscenidades y pícaros refranes (Dios te pague con un par de maridos).
La compañía Morfeo Teatro nos ha ofrecido una velada memorable con su adaptación de la novela «La Lozana andaluza» del citado autor, en su participación en la edición XXXIX del Festival de Teatro del Siglo de Oro.
Respecto al texto, Francisco Negro –quien además de actuar en la obra, la dirige y es autor de la dramaturgia– ha escrito:
«El texto, incómodo a ojos de la Inquisición, se perdió, hasta el descubrimiento de un único ejemplar, cuatro siglos después, en la Biblioteca Imperial de Viena. Todavía pasaría un siglo más siendo considerada por la intelectualidad una obra pornográfica propia de la corrupción del clero del siglo XVI y de un “clérigo libertino y cavernario” como era Delicado; hasta que, ya en nuestros días, se le ha dado la relevancia testimonial y literaria que merece, como renovación del género celestinesco y precursora de la picaresca que tanta gloria alcanzaría en el siglo de Oro español».
El montaje de Morfeo Teatro es espléndido. Mayté Bona personifica a La Lozana con gran gracia y sobrado profesionalismo, mismo que caracteriza también a Francisco Negro y a Felipe Santiago en el papel de Rampín. El énfasis de asombro y perplejidad que el primero dota a su personaje logra que el público se involucre de lleno en la representación.
La escenografía, basada en una cortina con ángeles apuntando sus flechas al centro de la acción, establece una atmósfera propicia al desarrollo de la obra.
El resultado es un portento de inteligencia y buen humor.
La compañía logra su propósito de rescatar un maravilloso texto y ofrecerlo con una propuesta teatral rigurosa y muy moderna.
En síntesis, «La Lozana andaluza» de Morfeo Teatro es una joya escénica. No me resta más que expresar mi gratitud y volver a aplaudir, con estas palabras, este hermoso empeño.
La Lozana andaluza - wikipedia
Morfeo Teatro - página oficial
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