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domingo, enero 29, 2017

Caricatura / España: Robert Crumb el padre del cómic underground publica «Art & Beauty»

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Dibujo de Robert Crumb en Art & Beauty Magazine. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de enero de 2017. (RanchoNEWS).-El padre del cómic underground publica de manera conjunta los tres números de su revista Art & Beauty, una oda a la feminidad de formas rotundas. Fernando Dáz de Quijano reseña para El Cultural.

No es un secreto que a Robert Crumb (Filadelfia, 1943) le gustan las mujeres grandes y de formas rotundas, de curvas pronunciadas y piernas musculosas. Ha dejado constancia de ello en innumerables trabajos autobiográficos y a través de personajes icónicos y controvertidos como el gato Fritz o Mr. Natural. El autor estadounidense que inventó el cómic underground en los lisérgicos años sesenta no sabe de dónde le viene esta obsesión que ocupa un lugar destacado en su colección de fetichismos. «No tengo ni idea. Nunca me han psicoanalizado, pero sospecho que se debe a que soy un varón delgaducho y débil y que tengo el instinto genético de intimar con una hembra fuerte y vigorosa para fortalecer los genes de mi descendencia. Es lo único que se me ocurre».

A Crumb no le gustan las entrevistas. La semana pasada tuvo una mala caída y se rompió la cadera, así que tenía un motivo de peso para rechazar la única entrevista que había aceptado conceder con ocasión del lanzamiento en España de la edición conjunta de los tres números de su revista Art & Beauty Magazine (ediciones La Cúpula).

Pero no lo hizo, así que atiende nuestra llamada desde la cama de un hospital francés, justo después de una operación que le ha llenado la pierna de clavos a sus 73 años. Mientras hablamos de su particular canon estético, su esposa Aline Kominsky, con quien ha realizado a cuatro manos algunas de sus obras, se pasea de un lado a otro de la habitación sacando bíceps y haciendo reír a su convaleciente marido. «Ella es bastante fuerte también. Aún puede llevarme a pulso y tiene 68 años».

Art & Beauty Magazine, explica Crumb, es la recreación paródica de un tipo de revistas de los años veinte del siglo pasado a las que se llamó art mags y que en realidad «eran un pretexto para publicar imágenes de chicas desnudas, con pies de foto que ensalzaban los méritos artísticos de las fotografías». Crumb descubrió estas revistas en una gran tienda de San Francisco que tenía miles de ellas. Emularlas fue su pretexto particular para dibujar chicas que se adaptan a su estándar de belleza femenina. Al igual que en las revistas originales, sus dibujos, que alcanzan las cotas técnicas más elevadas en toda la obra de Crumb, van acompañados de pies de foto cargados de irónica pedantería. Sirva como ejemplo la que abre el volumen: «En esta pose, las curvas majestuosas de las magníficas y largas piernas de nuestra modelo, combinadas con sutiles efectos de sombra, conforman un intrigante conjunto reminiscente de las antiguas diosas griegas».


Dibujo de R. Crumb en Art & Beauty Magazine

Además de estas descripciones, el libro está plagado de solemnes citas sobre la naturaleza del arte tomadas de grandes personajes como Picasso, Van Gogh, Da Vinci, Nietzsche, Proust, Courbet, Ingres, Rodin, De Kooning o Einstein, y de reputados críticos e historiadores del arte como Kenneth Clark y John Berger. Aunque la cita que mejor se ajusta a las ideas de Crumb es de Dalí: «Es a través del trasero como pueden desentrañarse los grandes misterios de la vida».

El primer número de Art & Beauty Magazine se publicó en 1996. En 2002, Crumb realizó la segunda entrega, con un especial sobre mujeres deportistas; y en 2016 completó la trilogía que empezó dos décadas antes con un número en el que dedica una doble página al fenómeno del selfie, que en opinión del autor «ha generado una orgía mundial continuada de vanidad femenina como no se ha visto en toda la historia de la humanidad».

La reflexión va acompañada de dos retratos copiados de unas autofotos que le envió una fan de habla hispana que deseaba «ser parte de su arte». «He recibido cartas de mujeres agradeciéndome haber dado una imagen positiva de este tipo de físico. Una chica inglesa me dijo que gracias a mis dibujos ahora se sentía mejor con respecto a sus enormes piernas», comenta el autor de Mis héroes del blues, el jazz y el country.

«Las culturas negra y latina han hecho de los culos enormes un modelo válido de belleza femenina», aplaude el dibujante, en referencia a celebridades como Kim Kardashian. «Pero desafortunadamente Kardashian tiene los gemelos demasiado delgados. Es sexy, pero con esos gemelos... ¡No me sirven!».


Dibujo de R. Crumb en Art &Beauty Magazine

A Crumb le han acusado de todo por haber dado rienda suelta sobre el papel a sus perversiones sexuales, que traspasan prácticamente todos los tabúes, y a su cáustica visión de la realidad social. «También me han llamado misógino, antisemita y racista», añade. A pesar de todo, Crumb no es enemigo acérrimo de la corrección política, que según él comenzó en los 60 y se hizo fuerte a partir de los 70. «Yo mismo puedo ser políticamente correcto hasta cierto punto, aunque una parte de mí se rebela contra todo eso». En 1992 publicó una historieta titulada When the niggers take over America! (¡Cuando los negros tomen América!), que fue muy polémica. «Estoy de acuerdo en que el humor no debe ser hiriente para provocar la risa, porque puede reforzar ideas racistas o sexistas. Pero lo que pretendía con aquella tira era sacar a relucir el miedo de la gente racista y reírme de ello». El propósito no se entendió. De hecho una revista neonazi reprodujo la tira pensando que Crumb era uno de ellos, lamenta el autor aún perplejo. La tira tenía una segunda parte: When the goddamn jews take over America! (¡Cuando los malditos judíos tomen América!). «Me llevé una gran reprimenda de Art Spiegelman [el autor de la célebre Maus]. Me dijo que había ido demasiado lejos y que la historieta no había conseguido el efecto que yo pensaba que tendría».

El nacimiento del cómic underground

Crumb se ganaba la vida en una compañía de tarjetas de felicitación de Cleveland, Ohio, cuando en enero de 1967 unos amigos llegados de San Francisco le contaron lo que se estaba cociendo allí. Le hablaron del movimiento hippie y le enseñaron unos pósteres psicodélicos de conciertos de rock. Unos días después estaba en un bar cuando oyó que dos amigos iban a la ciudad californiana. «¿Tenéis sitio en el coche para uno más?».

Así de sencillo. «Decidle a mi mujer que me voy a San Francisco», le espetó a los parroquianos. Y se fue. Gracias a aquella decisión espontánea nació el cómic underground, aunque él prefiere el término alternativo, que se empleó sobre todo a partir de los 80. «La palabra underground no refleja de manera precisa lo que hacíamos porque no era ilegal, aunque es cierto que fuimos arrestados un par de veces por obscenidad. Alternativo se ajusta más en el sentido de que no estábamos fuera de la industria mainstream de los cómics».

Décadas después se mudó a Francia, donde vive junto a Aline en un ambiente rural y apacible. Desde la lejanía contempla atónito la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, a quien ha satirizado en alguna ocasión en sus viñetas. A Crumb le parece irónico tener algo en común con el nuevo presidente de su país natal. «Él es un enemigo de la corrección política, pero de la manera equivocada. Es un demagogo que se alimenta del miedo de la gente», opina el autor de Zap Comix y Weirdo.

Crumb es reconocido como uno de los autores de cómic más importantes de todos los tiempos y uno de los artífices del salto a la madurez del género. David Lynch dirigió un documental sobre su vida y le citan como referencia ineludible casi todos los historietistas de las generaciones posteriores que como él vomitan las miserias de la sociedad y las suyas propias en forma de viñetas (Peter Bagge, Seth, Joe Matt, Chester Brown, Chris Ware, Daniel Clowes y un largo etcétera). A pesar de ello, Crumb asegura que nunca ha vendido muchos ejemplares de sus obras, salvo de Génesis, una titánica adaptación del libro sagrado que le llevó tres años de intenso trabajo. Por eso se sigue considerando «alternativo», aunque sus dibujos hayan llegado a las galerías de arte, circunstancia con la que no se encuentra demasiado cómodo. El año pasado, con motivo del lanzamiento del tercer número de Art & Beauty, una galería de Londres puso a la venta 50 dibujos originales a 30.000 dólares cada uno. «Aun así el precio es una ganga comparado con lo que se paga por algunas obras de arte. El mundillo del arte se basa en construir reputaciones. No sé cuánto de ello tiene que ver con la calidad de las obras. Es algo que me resulta desconcertante. No sé cómo funciona eso». Él se desentiende del asunto. Prefiere concentrarse en sus amadas curvas trazadas con plumilla y en su desacomplejada concepción del arte. Como dice en el editorial del tercer número de Art & Beauty: «En cualquier caso, la belleza está en el ojo del que mira, así que continuemos adelante con nuestras empresas artísticas esperando lo mejor».


Dibujo de R. Crumb en Art & Beauty Magazine


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