La biblioteca y centro cultural Real Gabinete Portugués de Lectura en Río de Janeiro, Brasil. (Foto: Carl de Souza)
C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de febrero de 2020. (RanchoNEWS).- Cuando en 2013 publiqué un ensayo narrativo sobre la historia de las librerías ni se me ocurrió la posibilidad de que en pocos años se tradujera al inglés, al francés, al árabe, al chino y a otros idiomas. Mi ego quiere pensar que ese interés global —tan inesperado— se debe exclusivamente a mis virtudes literarias; pero mi espíritu crítico —tan anticlimático— es muy consciente de que la publicación de mi libro coincidió con una fuerte tendencia del mercado editorial.
En efecto, durante la segunda década del siglo XXI se pusieron de moda los libros sobre libros. El espectro abarca desde la bibliofilia hasta el bookporn, desde las historias del papel, la imprenta, las bibliotecas o los clásicos hasta las colecciones de anécdotas librescas o de fotografías de Instagram. El fenómeno tal vez se deba a tres razones principales: a la necesidad de volver a lo corpóreo, tras unos años de euforia virtual; al deseo de conocer los orígenes y la historia de un objeto que ha sido fundamental para todos nosotros y cuya existencia está en crisis; y a la conciencia de que internet es abstracto, inimaginable, angustiante, mientras que la escala humana de los libros, aunque no pueda salvarnos del big data ni del tiempo acelerado, al menos sí nos puede dar una tregua.
El texto de Jorge Carrión es publicado por The New York Times
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