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Yael Albores y Rodolfo Arias protagonizan la historia que versa sobre la nueva conquista amorosa de un hombre maduro, avezado en la seducción, quien al final termina seducido. Con El juego de Yalta, obra dirigida por Ignacio Escárcega y realizada por el Colectivo Escénico El Arce, se cierra el tríptico chejoviano integrado también por Afterplay y El oso. (Foto: Cortesía de la producción)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de febrero de 2016. (RanchoNEWS).-La obra El juego de Yalta, adaptación del dramaturgo irlandés Brian Friel del cuento La dama del perrito, de Antón Chéjov, comenzará su cuarta temporada el lunes 15 en el Teatro Helénico. Fabiola Palapa Quijas reporta desde la Ciudad de México para La Jornada.
En el montaje se explora el proceso emocional e íntimo de un hombre y una mujer que se quitan capas de apariencia para mostrarse en su verdadera fragilidad.
Con las actuaciones de Rodolfo Arias, Yael Albores e Isael Almaza, la historia versa sobre la nueva conquista amorosa de un hombre maduro, avezado en la técnica y el arte de la seducción, que al final termina seducido.
Al respecto, Arias asegura que El juego de Yalta es como un juguete para un actor, porque se goza mucho el texto y «propicia en el espectador la ensoñación, imaginar algo que no es real y que no está sucediendo».
La obra del escritor ruso se caracteriza por presentar situaciones y personajes con veracidad impresionante, fascinadora y romántica, y, de acuerdo con el protagonista, el autor irlandés adapta la historia con un juego de imaginación.
«En El juego de Yalta los personajes viven la situación, pero también imaginan otra circunstancia y esto como actores tratamos de transmitir al espectador. El montaje es como irse a un viaje con la imaginación, porque en escena describo atmósferas, momentos, situaciones y pareciera ser que los viven ellos y de pronto lo está haciendo. Se trata de un juego de imaginación», explica Arias a La Jornada.
Todo está mal visto
Con esta obra, dirigida por Ignacio Escárcega y realizada por el Colectivo Escénico El Arce, se cierra el tríptico chejoviano integrado también por Afterplay y El oso.
El juego de Yalta, explica Arias, «es la historia de amor y desamor entre un hombre que vacaciona en Yalta y una joven. El protagonista intenta seducir a la dama, quien está casada y también vacaciona en ese lugar turístico».
Para el actor, la dramaturgia consiste en imaginar historias y finalmente eso es la esencia de esta obra.
«Trabajar con textos de Chéjov es hacerlo con la emocionalidad y con mucha energía contenida a la vez. Cuando invito a las personas a ver El juego de Yalta, les digo que se trata de un viaje en el que se olvidarán de toda la realidad».
Respecto de la infidelidad, tema presente en el montaje, Rodofo Arias –quien ha trabajado con directores como José Caballero, Luis de Tavira, José Acosta y Ludwik Margules– asegura que muchos se verán reflejados con el planteamiento de la obra, porque a todos por lo menos les ha pasado por la cabeza la idea de salir con otra persona y si no, tal vez le ha sucedido a la hermana, al vecino.
«Creo –agrega Arias– que el ser humano tiene capacidad de dar y recibir mucho más de lo que nos habían inculcado. Recuerdo que las madres decían: ‘te vas a casar y tener hijos’; llevo cinco matrimonios, he sido infiel, me han sido infieles, pero vivimos en una sociedad en la que todo está mal visto».
El juego de Yalta se escenificará del 15 de febrero al 2 de mayo, los lunes a las 20:30 horas, en el Teatro Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn).
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