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El actor Alonso Gálvez,el economista David Lozano, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la UNAM, y Adalberto Rosseti, director del montaje ¿Valdrá la pena hablar de Marx?, en el espacio teatral de avenida Revolución 1500, San Ángel. (Foto: José Antonio López)
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iudad Juárez, Chihuahua. 4 de marzode 2014. (RanchoNEWS).- ¿Valdrá la pena hablar de Marx? es la pregunta y el título de la propuesta escénica en la cual se refleja de forma amena la vigencia de las tesis del economista alemán de origen judío, planteadas hace más de 100 años, en voz no sólo del personaje que lo encarna, sino también mediante las reflexiones y comentarios del especialista entrevistado en escena: un invitado diferente en cada función. Una nota de Carlos Paul para La Jornada:
En una especie de «experimento periodístico-teatral», el espectador puede conocer distintas visiones respecto del tema. Conceptos como plusvalía, mercancía, valor de la fuerza de trabajo, propiedad privada y enajenación, entre otros, el personaje de Marx los ejemplifica de manera clara, contundente y cotidiana, por momentos irónica, que terminan siendo una crítica al capitalismo neoliberal contemporáneo.
Inspirada en el texto Marx en el Soho, del historiador y catedrático estadunidense Howard Zinn (1922-2010), con dirección de Adalberto Rosseti, quien lo mismo personifica al entrevistador/conductor de un programa de televisión, y con la actuación de Alonso Gálvez, la obra propone reflexionar sobre las tesis de Marx, al tiempo que explica la creciente deshumanización que acarrea el capitalismo.
Juego escénico
A partir de un programa de televisión, TeleTeatroLibre, célula provocadora de reflexiones, un periodista entrevista a un invitado. A los pocos minutos del programa, el también conductor presenta a un actor que quiere interpretar el papel de Marx.
El periodista intenta disuadirlo con el argumento de que hoy día «Marx no es una figura taquillera», como para andar hablando de él.
En un juego escénico se alternan diferentes tiempos: el programa de entrevistas y distintos momentos de la vida de Marx. Como por ejemplo, la relación con su esposa Jenny, de la que sólo se escucha su voz, pero que se le reconoce como la conciencia del filósofo y como la mujer sin cuyo enorme apoyo Marx quizá no hubiera logrado escribir El Capital.
Marx lo mismo habla de sus hijas que de su propia pobreza y su estancia en Londres, de su relación con Federico Engels y el volcánico anarquista Mijaíl Bakunin, de la Comuna de París, entre otras cuestiones personales, históricas y contemporáneas.
El actor-personaje interactúa con el entrevistador y el público, entre el cual, hay una voz que pregunta: «¿se tiene que ser comunista para hablar de Marx?»; y otra voz reaccionaria que increpa y sostiene: «siempre habrá pobres y ricos». Cuestión sobre la que el protagonista sencillamente explica:
«La fuerza de trabajo es la única posesión que tiene el trabajador; y sean abogados, médicos, ingenieros, arquitectos... todos son trabajadores que tienen que vender su fuerza de trabajo como mercancía para procurar su subsistencia diaria. ¿Cuánto vale esa mercancía, esa fuerza de trabajo, según el capitalismo?: el mínimo indispensable que necesita una persona para sobrevivir un sólo día. Eso vale para el capitalismo.
«En México, nótese, con 10 minutos de trabajo de un obrero se paga su salario mínimo. El resto de horas laboradas (7 horas con 50 minutos si la jornada es de ocho horas), es la ganancia de la empresa y del gobierno-patrón. Ese es el principio de la plusvalía.
«Dicho de manera directa: tu patrón te da un salario muy bajo, apenas para que puedas sobrevivir y seguir trabajando, pero con tu trabajo el gana mucho más de lo que te paga, entonces, él se hace cada vez más rico, mientras que tú permaneces pobre».
Marx tenía razón
¿Valdrá la pena hablar de Marx? comenzó funciones hace dos años en el teatro Belisario Domínguez de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), tiempo durante el cual han tenido unos 40 invitados, entre académicos, economistas, periodistas, politólogos, sindicalistas y directores de teatro.
Entre los más recientes invitados se encuentran David Lozano, coordinador del Centro de Análisis Multidiciplinarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Luis Hernández Navarro, coordinador de la sección de Opinión de este diario, quien entre muchas otras cuestiones destacó: «Hoy más que nunca, a más de 100 años de su muerte, sí vale la pena hablar de ese viejo revoltoso. De hecho, cada vez se habla más de él.
«En 2008, por ejemplo, cuando nos anunciaron que México iba hacia la prosperidad y sobrevino una crisis económica internacional, hubo un manifestante frente a Wall Street con una pancarta que decía: ‘Y finalmente Marx tenía razón’».
La obra ¿Valdrá la pena hablar de Marx?, con las voces de Beatriz Sedeño y Jorge Núñez, se presenta los miércoles a las 20:30 horas en el Teatro Helénico del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, San Ángel).
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