.
Yoko Ono retratada por Willy Vanderperre, tomada del Facebook de la artista, quien durante la charla efectuada ayer en la ciudad de México con los representantes de la prensa no permitió que le tomaran fotografías. Después de 19 años, la viuda de John Lennon regresa al país. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de febrero de 2016. (RanchoNEWS).- Después de una ausencia de 19 años, la artista conceptual Yoko Ono (Tokio, 1933) regresa a la Ciudad de México. Merry MacMasters reporta para La Jornada.
Este martes inaugurará su exposición Tierra de esperanza, que reúne 16 piezas, muchas representativas de su producción, que abarca medio siglo, montada en el Museo Memoria y Tolerancia (avenida Juárez 8, Centro).
El título de la muestra se refiere a una tierra que todavía no está bien hecha.
Yoko Ono invitó al público a ver sus obras con el corazón en la mano, pues «tenemos que convertir este país en uno bello y esperanzado».
Linda Atach, responsable de arte y exhibiciones temporales del museo, explicó que Ono leyó sobre la situación actual en México y de alguna manera adecuó varios de sus trabajos al contexto local.
Asimismo, el empoderamiento de las mujeres y la mejoría de la sociedad en general fueron los temas que ayer dominaron la conversación de la artista con los representantes de la prensa.
Interesada en el poder femenino desde antes de los años 60 del siglo pasado, pues las mujeres «siempre son perseguidas», ahora la viuda de John Lennon asume una premisa: «El poder de las mujeres es relevante para los hombres también, aunque ellos lo ignoran y se sienten bien porque saben que no pasa nada. Sin embargo, en realidad eso los lastima porque juntar el poder de las mujeres con el de los hombres es hermoso».
Beneplácito por la exhibición
Montada en el Museo Memoria y Tolerancia, Tierra de esperanza también es el título del conjunto de obras y actividades de la artista que se desarrollan en la urbe, donde ya se observan piezas tipográficas como Sueña e Imagina la paz, en más de 150 parabuses a manera de susurros de instrucción dirigidos a todo público. También hay mensajes en anuncios espectaculares.
Yoko Ono accedió a una entrevista con varios medios después de recorrer la exposición en el Museo Memoria y Tolerancia, que la dejó muy contenta.
«No esperaba nada en particular, porque no sabía qué iba a pasar. Sin embargo, resultó especialmente interesante», expresó quien el próximo 9 de marzo abrirá una retrospectiva de un centenar de obras en Lyon, su primera exhibición en Francia.
Vestida de pantalón y camisa negros, tenis, sombrero negro con banda blanca, lentes oscuros también negros, pero con diamantina y un enorme anillo (¿de plata?) en un dedo de la mano izquierda, Yoko Ono siguió con el tema de las mujeres.
«Mi esposo fue un feminista y quería ser un buen hombre con las mujeres, pero dijo no conocer a ningún otro hombre que pensara así.
«Quería juntarse con un grupo de hombres para reflexionar acerca de lo que les pasaba a las mujeres. Y le dije: ‘vamos a formar un club o algo así, de hombres, para pensar acerca de las mujeres’. Fue muy difícil.»
Explicó que cuando dice poder de las mujeres se refiere a ser inteligente y tener la sabiduría de cambiar tu posición en la sociedad. Acotó: «En los países musulmanes muchas mujeres son golpeadas y mueren; se quieren escapar, pero también corren el riesgo de ser seguidas y asesinadas. Una mujer que cosía, para contrarrestar esta situación, empezó a hacer muñecas con retazos de tela, que eran compradas por madres para sus hijas. Cuando el marido se dio cuenta que ganaba dinero con esa actividad, la esposa mejoró su posición dentro de la familia».
También habló de sus Wish trees (árboles de los deseos), uno de los cuales será instalado este miércoles en el Zócalo, además de ser la primera en colgarle un pensamiento.
«Necesitamos recordar que somos personas hermosas, seres de amor, y decirlo porque la mayoría de nosotros no pensamos que lo somos. Cuando uno está consciente de eso, puede mirar a su alrededor. Si no te amas a sí mismo, por qué deberías de amar a los demás. Esto resulta más fácil si tenemos algo que nos ayuda, algo sencillo, como cada día, hacer algo, aunque pequeño, que no se note, pero si lo haces 365 días al año, tienes algo que te enorgullece. Los políticos tratan de hacer acciones grandes, pero éstas por lo general fallan».
Respecto del cambio, señaló que esto sucede y no se puede parar. Sin embargo, «si quieres asegurarte de que ese cambio sea bueno, entonces necesitas participar y hacerlo mejor».
Ejemplificó con el hijo que no le ha hablado a su madre en dos meses porque está muy ocupado, mientras ella a diario se debilita como una flor sin agua. «Todos estamos conectados por medio de lo que pensamos, deseamos y hacemos».
REGRESAR A LA REVISTA