C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de mayo de 2016. (RanchoNEWS).- La remodelación de la sala gótica del Museo Nacional de San Carlos hizo posible dos hallazgos «extraordinarios»: una pintura del martirio de Santa Bárbara, plasmada en la parte trasera de la tabla donde está, elaborada al temple, la imagen de San Jerónimo, así como un icono bizantino procedente de la isla de Creta, Grecia, relacionado además con la Inquisición de la Nueva España. Mónica Mateos-Vega reporta para La Jornada.
Son piezas muy valiosas que datan del siglo XV, obras únicas que no posee ningún otro recinto en América Latina, afirmó la directora del museo, Carmen Gaitán, y explica que esos cuadros, junto con otros 12, tenían casi medio siglo metidos en las cajas donde se exhibían.
La sala gótica es la primera de los ocho espacios permanentes del Museo de San Carlos, por la que el público comienza su visita para conocer lo mejor del arte europeo del siglo XIV al XX, «pero no estaba al día, durante muchos años no había sido renovada», agregó Gaitán.
Las pinturas que ahí se muestran, continuó, «son las más importantes del periodo gótico europeo que pertenecen al acervo nacional. La remodelación nos llevó seis meses y tuvo un costo de apenas 200 mil pesos, procedentes del presupuesto ya asignado al museo.
«Es un proyecto a largo plazo; seguiremos con la sala dedicada al Renacimiento, para que en 2018 tengamos ya restauradas todas las salas permanentes que forman este museo».
Espléndido retablo del catalán Pere Espallargues
Hace 48 años, cuando se inauguró el recinto, los museógrafos consideraban que la mejor manera de mostrar las obras era colocándolas en ajustadas cajas, «un estilo ya rebasado. Ahora, con especialistas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) del Instituto Nacional de Bellas Artes, se decidió que cada pieza merecía estar sola, en una gran vitrina y fuera de las urnas de madera.
«Fue una sorpresa encontrar la imagen de Santa Bárbara cuando sacamos el cuadro de San Jerónimo de su caja; no está restaurada. Los especialistas han determinado que se trata de obras realizadas por dos pintores distintos.
«Por el momento colocaremos un gráfico junto a la pieza para contar el hallazgo, y luego de que el Cencropam la restaure buscaremos la manera de exhibirla, quizá colocando un espejo para que la aprecie el público», adelantó Carmen Gaitán.
La nueva museografía logra que resalte el espléndido retablo del siglo XV del artista catalán Pere Espallargues, que el museo resguarda desde 1973 y que ya no puede salir de ahí por su frágil estado de conservación.
Otra de las piezas estrellas es La adoración de los magos, del pintor español Pedro de Berruguete (1450-1503), única obra de ese autor de la que se tiene conocimiento que esté en una colección pública en México.
«En América Latina no hay un conjunto de arte gótico tan importante como el que hoy está en aquí, en el Museo de San Carlos», reiteró la directora durante el recorrido con representantes de la prensa por la sala donde, con mejor iluminación de lámparas leds y las paredes pintadas con la paleta de la época, se aprecian los cuadros donde aparecen figuras alargadas de movimientos elegantes, que remiten a los estilos flamencos, franceses e italianos prerrenacentistas, con gran colorido, sin faltar el dorado en las estructuras que les sirven de marco.
Actividades para acercar a los niños y jóvenes al arte gótico
El acervo del Museo Nacional de San Carlos fue heredado de las colecciones que resguardó la Real Academia de las Tres Nobles Artes, conventos clausurados y adquisiciones federales.
El término gótico fue acuñado en el siglo XVI por el historiador del arte, el italiano Giorgio Vasari, quien relacionó lo «oscuro» con la Edad Media; «aquí vemos que el ser humano es representado en alegorías religiosas, con dorados que vienen de la ciudad griega de Bizancio, los temas tienen que ver con milagros, santos o la historia de Cristo, con la intención de realzar valores como la humildad, la devoción o el conocimiento de la Biblia.
«Por eso esperamos lograr con la nueva iluminación, que es delicada y tenue, llevar al recogimiento al espectador para tratar de emular el ambiente que había en las catedrales góticas.
«La sala está ya abierta al público, con un programa de conferencias y diversas actividades del área de servicios educativos para acercar a los niños y jóvenes al arte gótico», concluyó Gaytán.
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