C iudad Juárez, Chihuahua. 11 de mayo de 2016. (RanchoNEWS).- «Yo apoyo al FCE (Fondo de Cultura Económica)», se lee en la cara delantera de la camiseta blanca que portaban ayer los trabajadores sindicalizados de esta editorial paraestatal. «Pero el Fondo no me apoya a mí», se complementaba en la parte trasera. Virginia Bautista reporta desde la Ciudad de México para Excélsior.
Unos 30 integrantes del Sindicato Único de Trabajadores del FCE, que agremia a 298 personas, protestaron portando esta camiseta durante la Primera Gran Venta de Bodega que el sello realizó en el estacionamiento de la Librería Octavio Paz, a donde arribaron hacia las diez de la mañana.
Los sindicalizados, la mayoría madres a las que les dieron el día y trabajadores del turno vespertino, «para no afectar la operatividad de la empresa», emprendieron una «protesta pacífica» mezclándose entre el numeroso público que llegó desde temprano para aprovechar la venta de libros con descuentos que van del 30 hasta 60 por ciento.
Rosario Sánchez Benito, secretaria general del Sindicato, comentó que el lunes pasado se reunieron durante cinco horas con el gerente de administración y finanzas, Octavio Díaz Aldret. «Se vieron nueve puntos, pero puras cuestiones de forma, no de fondo. No dan fechas concretas ni soluciones».
Detalló que uno de los puntos que más les urge solucionar es el de la liquidación al 50 por ciento de los tres sindicalizados que debieron irse en 2015, pues falta por definir aún a los de 2016, como se especifica en el contrato colectivo de trabajo.
Ofelia Ezeta, de 62 años, quien labora en el FCE desde hace dos décadas y padece una enfermedad crónico-degenerativa, es una de los tres que aguardan esta solución.
«Independientemente del recorte económico, la institución debe respetar el contrato colectivo de trabajo», agregó Sánchez Benito.
Otro punto a resolver, añadió, son los 68 eventuales sindicalizados que esperan una plaza de base y los 84 trabajadores operativos que pidieron un préstamo de tres meses de salario, sin intereses, cuyas solicitudes fueron recibidas en enero pasado.
Los trabajadores adelantaron que seguirán manifestándose durante la Gran Venta de Bodega, que exhibirá unos 30 mil ejemplares hasta el 15 de mayo, y tendrán presencia constante en diversos eventos hasta que se solucionen sus peticiones.
«Cuando ellos nos piden nuestro apoyo se los damos. Queremos certeza laboral y que cese este ambiente de represión y hermetismo. Queremos ser escuchados, porque es un movimiento de derechos laborales», concluyó.
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