C iudad Juárez, Chihuahua. 5 de septiembre de 2016. (RanchoNEWS).- Era difícil competir con Cervantes y Shakespeare –es cierto–, pero los genios de las letras españolas e inglesas no son los únicos que celebran este año el IV centenario de su muerte. Hay vida (y literatura) más allá de Occidente. El pasado mes de julio también se conmemoraron los 400 años de la muerte del escritor chino Tang Xianzu (1550-1616), uno de los dramaturgos más importantes del país. «Allí es tan famoso como Lope de Vega o Shakespeare, aunque fue menos prolífico que ambos», describe la profesora Alicia Relinque, especialista en el escritor y directora del Instituto Confucio de la Universidad de Granada, según reporta la Redacción de El Confidencial.
«Tang Xianzu fue un gran poeta y dramaturgo de la dinastía Ming, en un periodo que puede calificarse como la segunda edad de oro del teatro chino», explica Relinque. «Entre sus obras de teatro, El pabellón de las peonías destaca sobre las demás por el lirismo de sus arias, la trama, la combinación de elementos dramáticos, líricos y cómicos y la creación de su protagonista femenina, Du Liniang, que se convirtió en la heroína romántica por excelencia», agrega.
A menudo comparado con el Bardo, e incluso apodado el Shakespeare del Este o el Shakespeare chino porque ambos escribieron poesía y teatro, la obra de Tang Xianzu tiene una relevancia especial en China ya que en ella ya se avanza la transición del sistema feudal tradicional a una sociedad relativamente abierta o de tintes más democráticos. Sin embargo, aquí no es nada conocido. El problema de este desconocimiento, asegura Relinque, se debe «a la ignorancia generalizada sobre literatura china. No es que no se conozca a Tang Xianzu, es que casi no se conoce a ningún autor chino. Si a eso se añade la ausencia de traducciones en castellano...»
De hecho, en octubre verá la luz por primera vez en castellano la traducción de El pabellón de las peonías, de la que se ha encargado ella misma. La obra cuenta el romance entre Du Liniang, hija de un influyente político de la antigua China, y el intelectual Liu Mengmei, pero no es una simple historia de amor sino que el escritor utiliza esta pasión de la pareja como un símbolo de la importancia de la elección libre de los jóvenes. Aún sigue representándose pero sólo fragmentos porque, si se hiciera completa, el montaje duraría casi 24 horas. De todos modos, no sólo tiene esta magna extensión su texto más célebre. Las cuatro obras que incluyen los conocidos como Los cuatro sueños del Pabellón de la Camelia de Jade tienen hasta 50 actos. La profesora explica que la extensión de los libretos de Tang Xaianzu no es una extravagancia del autor sino que él cultivó 'chuanqi', un género dramático de la época en el que dominaban las obras largas.
La mujer y la denuncia política
Pero no sólo la obra de Tang Xianzu es reconocida hoy como una de las de más alto nivel de la literatura china. Él es considerado uno de los autores emblemáticos del kunqu, una ópera tradicional del país declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco que hoy se sigue viendo en los escenarios, además de un adelantado a su tiempo.
Destaca el uso del mundo onírico –los sueños tienen una especial presencia en sus obras como incitadores a nuevos mundos de contrastes y contraponiendo la realidad y los ideales– en sus textos así como el hecho de poner a la mujer como el centro de la acción, algo revolucionario en el siglo XVI cuando en China los matrimonios eran concertados y las mujeres no tenían ni voz ni relevancia.
Nacido en una familia de clase alta, fue letrado y ostentó varios cargos gubernamentales. Para empezar, fue contrario al primer ministro Zhang Juzheng, algo que provocó que no pasara su examen de doctorado hasta que se murió el gobernante. A pesar de todo, su carrera política fue corta porque también tuvo la osadía (entonces) de reprender en público a la corte imperial y de acusar al Gobierno de corrupción. Esto le valió el destierro decretado por el emperador en 1591. A su regreso y tras tener un puesto humilde en el gobierno de Nankin, fue letrado en la provincia de Zhejiang hasta que dejó la administración en 1598 (con 49 años) por no estar de acuerdo con unos nuevos e impopulares impuestos que iban a aplicar en su zona.
«No es que tuviera relaciones complicadas con el Gobierno de la época, es que casi todos los letrados estaban vinculados a grupos políticos y si el grupo que apoyaban estaba en el poder, tenían más suerte. Muchos letrados se vieron en su misma situación», asegura Relinque. Lo cierto es que no fue hasta que dejó la política cuando se volcó completamente en la escritura. Estos vaivenes se plasmaron en sus obras, como por ejemplo en La historia de la horquilla púrpura, una obra que, a pesar de sus múltiples adaptaciones cinematográficas, pocas veces se ha representado en su totalidad. Cuenta la historia de dos amantes, Huo Xiaoyu y Li Yi, amenazados por un funcionario del gobierno oficial. Historia de la rama del sur (Nanke ji) e Historia de Handan (Handan ji) completan la tetralogía con un tono más punzante y crítico con la sociedad.
Además de las representaciones que ya han tenido lugar en China dentro de los festivales de teatro y ópera del verano y del centro de investigación sobre el dramaturgo que se abrirá en su ciudad natal, Fuzhou, el Gobierno chino también quiere que los actos conmemorativos del IV Centenario de la muerte de Tang Xianzu se extiendan por todo el mundo. El pabellón de las peonías se ha visto en Stratfor-upon-Avon y en el Fringe de Edimburgo se ha trabajado con sus obras. Palo Alto (California) acogerá un seminario sobre su figura y en España la ciudad de Fuzhou se ha hermanado con Alcalá de Henares y en octubre se organizarán exposiciones y conferencias en torno a su figura en el Centro Cultural de China en Madrid y el Instituto Confucio de la Universidad de Granada.
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