C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de septiembre de 2016. (RanchoNEWS).- Éste es un tiempo maravilloso para empezar en el arte; el mundo es enorme, hay espacio y posibilidades para todos, dijo la artista estadunidense Laurie Anderson en la sesión inaugural de la Cátedra Max Aub en arte y tecnología, fundada por las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Politècnica de València, escribe Ericka Montaño Garfias para La Jornada desde la Ciudad de México.
Me parece es que es maravilloso cuando alguien trata de hacer algo; tengo respeto a esta gente. Entre más escuelas y estilos de arte mejor. Existen muchas formas de hacer arte y sabemos que no hay sólo ciertos estilos. Es como si estuviéramos multiplicando más allá de lo que pudiéramos imaginar: somos tres veces más personas en las calles, los restaurantes; entonces, hay mucho más espacio, hay muchas corrientes, muchas escuelas y eso lo aprecio. Creo que hay espacio para todo y el mundo del arte se expande mucho. Es emocionante que haya tantas oportunidades, dijo en la sesión de preguntas y respuestas después de ofrecer su conferencia magistral Lo audiovisual en su relación con la creación y el conocimiento en el siglo XXI.
Por cambiar métodos
Anderson aconsejó a los artistas jóvenes no esperar a que lleguen las oportunidades. «Hagan lo que quieran porque no va a suceder. Empiecen su trabajo, cambien su método. Cuando empecé a trabajar como artista estaba haciendo estos pequeños festivales de cine –y con esto me refiero a seis personas mostrando sus películas– y quería hacer cosas más grandes; entonces, escribí 500 cartas a centros de artes y les decía: ‘estoy haciendo mi nuevo trabajo, ¿quieren participar? Me llegaron dos respuestas y les hice un show de cine con sombras y violín.
»Después me enseñé a hacer cosas; soy gran fan del hazlo tú mismo, enséñate a ti mismo a hacer las cosas y no piensen que deben tener mucho presupuesto, porque lo mejor es gratis y eso es la libertad.
»Parte de mi vida –añadió– se ha tratado de que se junten la belleza y el sentimiento de lo que somos como humanos. Estamos tan perdidos en este momento y estamos tan vulnerables. En términos de tecnología tenemos mucho poder, y si lo usan sólo para ser artista multimedia con lo más novedoso, entonces es más como una situación de ser consumidores (de tecnología)», y esto en referencia a que muchos de los trabajos que ha hecho han sido con pocos recursos. Por ejemplo, una caja con un directorio dentro cuyas páginas se mueven con unos ventiladores, o el uso de una silla descompuesta como en The electric chair, o los violines que ha inventado a lo largo de su carrera, o ese concierto que dio en pleno verano con unos patines cubiertos de hielo: la música de su violín duró mientras se derritió el hielo sobre el que estaba parada. Imágenes que se proyectaron en una pantalla durante su conferencia.
Anderson es compositora, escritora, escultora; utiliza varios medios para expresarse, incluida la tecnología, y muchas de sus obras tocan el arte y la política. Fue la «primera», y última, «artista residente» de la Nasa, y esposa del músico Lou Reed, fallecido en octubre de 2013.
Muchas de sus obras, dijo Anderson, son producto de fracasos, como aquella en la que está tratando de escribir algo en una máquina eléctrica, colocó el codo sobre el aparato y la mano en el oído: ahí se dio cuenta de que el motor de la máquina de escribir tenía su particular sonido. Eso lo utilizó en dos cajas de resonancia, una de forma circular que llevó a Brasil.
Cruce de personas y disciplinas
La encargada de presentar la cátedra fue la directora de Difusión Cultural de la UNAM, María Teresa Uriarte, quien se refirió a Max Aub (París, 1903-Ciudad de México, 1972) como uno de los creadores más vitales y paradigmáticos en el mundo iberoamericano durante el siglo XX. Max Aub fue reconocido por sus contemporáneos como un autor que supo vivir el presente, ya fuera como redactor, traductor, reseñista, prologuista, filmógrafo, dramaturgo, gestor cultural, humorista, cuentista, productor de radio, crítico y profesor universitario de teatro, historia y cine. Todo eso lo supo cruzar entre múltiples recursos literarios y a través de las distintas expresiones artísticas.
La poeta mexicana Rocío Cerón, quien también utiliza multimedia en su trabajo, señaló en su ponencia Supervivencia y lenguaje(s) que la Cátedra Max Aub celebra los espacios donde las ideas, como los medios, las disciplinas y las personas se cruzan. Donde el lenguaje, esa tecnología humana, amplifica su presencia y sus reflexiones (como lo hacían los sacerdotes chinos en el caparazón de las tortugas) con las posibilidades multimediales que el mundo contemporáneo nos abre. Amplificación del sentido de la voz, de la primera que abona ya el decir próximo y emergente.
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