Rancho Las Voces: Cine / España: El Espacio Fundación Telefónica inaugura la exposición «Hitchcock, más allá del suspense»
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jueves, octubre 06, 2016

Cine / España: El Espacio Fundación Telefónica inaugura la exposición «Hitchcock, más allá del suspense»

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Alfred Hitchcock ante la mirada inquieta de un león. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 5 de octubre de 2016. (RanchoNEWS).- ¿Se puede decir algo nuevo sobre Alfred Hitchcock hoy en día? Críticos, cineastas, escritores, historiadores, psicólogos y eruditos de toda clase han rastreado cada uno de los aspectos de su personalidad, cada una de sus películas, han buscado significados y simbolismos ocultos en su obra hasta el paroxismo, han listado cada una de sus filias y fobias y han pasado por el microscopio cada aspecto de sus tortuosas relaciones con las actrices que pasaron por delante de su cámara... Y aun así no han conseguido agotar la frescura de sus películas, radiantes siempre ante la mirada del espectador, ya sea nueva o reincidente. Ahora, el Espacio Fundación Telefónica de Madrid inaugura la exposición Hitchock, más allá del suspense y, lejos de sesudas reflexiones impresas sobre el director, nos acerca al personaje a través de sus poderosas imágenes en un gozoso ejercicio visual que incide en las dotes del autor de Vertigo como artista total, al tanto de todos los aspectos de su producción. Javier Yuste reporta para El Cultural.

«Desde luego es muy complicado mostrar algo nuevo de Hitchcock porque es un personaje muy conocido», opina el comisario de la exposición Pablo Llorca, director de cine y profesor de Historia del Cine e Historia de la Fotografía en la Universidad de Salamanca. «Pero hay algunos ángulos que se pueden explorar de manera detallada. Por ejemplo, la influencia que tuvieron en su cine el periodo mudo, el expresionismo alemán y las vanguardias soviéticas. O esa faceta de Hitchcock como artista completo que lo abarca todo. Nada de esto es nuevo, pero me parece interesante conformarlo mediante imágenes y ofrecérselo al público». Por ello, el grueso de la exposición se sostiene en secuencias y fotografías extraídas directamente de sus películas, pero hay material muy diverso: carteles, storyboards, vestidos, dibujos, bocetos, croquis para desarrollar el montaje de una determinada película…

La muestra se divide en cinco secciones, empezando por una «Introducción» donde se realiza un repaso a su biografía y filmografía, se habla de su relación con el cine desde bien temprano y también de cuáles fueron las influencias para la creación de los iconos del cineasta. En este apartado se hace especial hincapié en los colaboradores con quienes trabajaba de manera muy intensa. «Muchos de sus colaboradores quizás quedaron a la sombra de Hitchcock pero también brillaron más con él», opina Llorca. «Eran personas de una enorme valía. Por ejemplo Bernard Herrmann, que era un brillante compositor de bandas sonoras pero que donde mejor estaba era con Hitchcock; o Saul Bass, que luce muchísimo con el director pero tenía ya una sólida carrera que se remontaba a Otto Preminger. Quizás el peor parado fue John Michael Hayes, guionista de la época más excelsa de Hitchcock, la de La ventana indiscreta, Vértigo, El hombre que sabía demasiado…». Según cuenta la leyenda, el guionista y el director se pelearon por un tema económico y no volvieron a trabajar nunca juntos, probablemente en perjuicio del guionista aunque es cierto que las películas de Hitchcock también perdieron cierta solidez a partir de entonces.

«El toque Hitchcock» recorre aspectos técnicos de la obra del director como las superposiciones de las imágenes, las ralentizaciones, el lenguaje menos sofisticado, la música que acompañaba a las secuencias dramáticas… «Queríamos demostrar principalmente que las potentes e intensas imágenes que creaba, deudoras de su tiempo, alcanzan la categoría de obra artística en la línea de los mejores artistas plásticos del siglo XX», asegura el comisario. «Además fue un autor total, que controlaba todo el proceso: el argumento, el guion, el vestuario, los decorados, los actores… Era el responsable casi exclusivo de su propia obra».


Vista de la exposición

La exposición continúa con «Mujeres y hombres», donde se manifiesta la difícil relación entre ambos sexos y el deseo como uno de los motores centrales de sus películas. Este apartado se detiene especialmente en dos películas: Vértigo y Los pájaros. «Vértigo es la película en la que describe mejor a su mujer ideal y a su mujer real y lo hace a través de Kim Novak y de la manera en la que la viste, la peina, le explica cómo moverse…», analiza Llorca. «Frente a esto encontramos a la Tippi Hedren de Los pájaros que es justo la imagen contraria, la mujer humillada. Además la película refleja el tipo de relación que tuvo con ella, una relación de atracción que fue poco a poco distanciándose porque ella no le daba cancha».

En «Hitchcock y su tiempo, el arte y la arquitectura» la muestra retrata la consciencia que tenía el autor sobre su época y el contexto artístico y cultural que vivió y que no pasó desapercibido en su cine. «Conectaba con su contemporaneidad porque era muy inteligente. Siempre hizo películas brillantes pero la etapa británica era mucho más estilizada, escenografiada, más irreal…», asegura el comisario. «Cuando llega a EEUU se da cuenta de que el campo de juego es otro. El cine norteamericano era mucho más realista. En él lo cotidiano estaba más presente, era un entorno que la gente podía reconocer. A partir de La sombra de una duda y Sabotaje decide que ese es el terreno que merece la pena estudiar.

Por último, «El revés de la trama: Hitchcock, las apariencias y los trucos», que pone ante los ojos de los visitantes el sistema de trampantojos que Hitchcock fomentó en sus películas además de otras formas de engañar al espectador a través de la pantalla. «Hitchcock quería seducir al público, eso es clarísimo, pero es verdad que lo hizo desde una postura inteligente y brillante. Tenía un pie en la parte comercial y el otro en la parte artística y era muy consciente de ello. Era un gran creador de imágenes que no por ser populares dejaban de ser intensas. Ese es para mí el gran valor de Hitckcock», finaliza Llorca.


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