lunes, abril 21, 2008
Prólogo / 062
Cabeza de una escultura de una vaca de la Casa de la Cultura de Delicias, sede del festejo poético. (Foto: Paulino Arreola)
C erca de 60 poetas de España, Brasil, Venezuela, El Salvador, Perú y Estados Unidos, además de varios estados de la República Mexicana y de casi todo Chihuahua se congregaron en Delicias, Chihuahua, del 10 al 12 de abril para celebrar el III Encuentro Internacional de Poesía.
En exclusiva, Rubén Moreno Valenzuela, escribe una extensa crónica del evento.
En Galería, adaemás de la imagen de Michael Kenna, que ilustra nuestra portada, exponemos obra de Richard Misrach, Mona Kuhn, Laura McPhee, Andrea Modica, JoAnn Verburg, Eva Sköld Westerlind, Linda Connor, David Fokos y Philip Jones Griffiths.
En Artes Plásticas, una entrevista a Gilda Lorena Martínez, artista radicada en Ciudad Juárez.
En Arte Público, el muralista mexicano Cauduro habla sobre el avance del proyecto en las paredes de la SCJN.
En Fotografía, un informe la exposición suiza «Controversias» y la exposición «Vik Muniz: reflex, de lo ordinario a lo extraordinario», en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
En Literatura sendas entrevistas a Antonio Orlando Rodríguez en España; y a Marcelo Birmajer en Argentina.
En la sección de Libros informamos de la publicación de «Cartas a Tomás Segovia (1957-1958)» de Octavio Paz, de quien se cumplen diez años de su fallecimiento y por tal motivo fue objeto de un homenaje en Madrid, mientras que en el Rancho le dedicamos las Frases Célebres. También en libros la presentación en Ciudad Juárez de la segunda edición de «La virgen del barrio árabe» de Willivaldo Delgadillo, que motivó además creaciones arquitectónicas de parte de estudiantes de la UACJ.
En la sección de Poesía disponemos de trabajos de
Jesús Tafoya, «Tortilla»; Margarita Muñoz Villalobos, «Samalayuca»; y Paulino Arreola, «Bahía de Zaragoza». Además un fragmento grabado en video en Torreón, Coahuila, de una lectura de Híkuri de José Vicente Anaya; y una noticia de la antología «Pulir huesos» de Eduardo Milán, publicada en España.
En la sección de Textos ofrecemos el que leyera José Luis Domínguez al recibir recientemente el Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen y que tituló Del individualismo a la voz poética.
En Cine, el estreno en nuestro país de la cinta «Quemar las naves» . En Teatro, Alejandro Jodorowsky vuelve a México con la obra «El sueño sin fin».
En Arqueología, el hallazgo de una probable ciudad maya en Veracruz. En Ciencia y Salud, en Venezuela, alertan científicos que glaciares venezolanos podrían desaparecer en 13 años.
En Caricatura, el mexicano Naranjo obtiene un premio internacional.
En Música, en Alemania descubren una obra desconocida de Bach, en México el trigésimo aniversario de la carrera de Horacio Franco y el estreno de la ópera «Jenufa».
En Radio la programación de esta edición es la siguiente:
Benny Moré: «Cómo fue» / Counting Crows: «Big Yellow Taxi» / The Mars Volta: «Televatros» / Jimmy Page: «Stairway To Heaven» / Gonzalo Rubalcaba: «Imagine» / Scorpions: «Dust In The Wind» / Natalie Merchant: «These are days».
En Noticias. De Alemania: cumple dos siglos «El Fausto» de Goethe. En Francia: ingresa a la Orden de las Palmas Académicas la mexicana Lourdes Arizpe. En España: el Museo Guggenheim despide a su director financiero por desfalco; Umberto Eco gana el Premio Reino de Redonda. En México: abrirá sus puertas a finales de año la Fonoteca Nacional y despejará historiador dudas sobre apellido de Sor Juana.
En Fotoperiodismo publicamos imágenes de
Manish Swarup («A historic election»); Riccardo de Luca («Against Italian journalist»); Gurinder Osan («Anti-Chinese slogans»); Themba Hadebe: «Across the border»; de AP: «El rosario rojo» y «El álbum más grande»; de EFE: «Arte arqueológico español» y «Cuchillo de piedra»; y de Reuters «Eyecatcher».
En el Visor Fronterizo, Jaime Moreno Valenzuela aporta las siguientes piezas:
Árbol principal, Sección infantil, Guardián del friso, Dunas, Flechadoras, Oruga, Minero, Arados y Árbol de tarde.
En Cartelera anunciamos, en Ciudad Juárez, la presentación del libro
«Mudas las garzas» de Selfa Chef; la exposición «Seis grabadores; una visión internacional de la Estampa en Juárez» y la temporada teatral de «Martina y los hombres pájaro» de Telón de Arena.
En Obituario lamentamos los decesos del poeta y político de Martinica Aimé Césaire y del creador de la Teoría del Caos Edward Lorenz .
Ojalá que esta edición sea de su agrado.
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domingo, abril 20, 2008
Frases Célebres / Octavio Paz
E n todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación.
Un mundo nace cuando dos se besan.
La poesía debe ser un poco seca para que arda bien, y de este modo iluminarnos y calentarnos.
La arquitectura es el testigo menos sobornable de la historia.
Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.
Octavio Paz
1914-1998. Poeta y ensayista mexicano.
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Crónica / Delicias: III Encuentro Internacional de Poesía
Margarita Muñoz Villalobos sonríe ante la escultura de una vaca en la Casa de Cultura de Delicias. (Foto: Paulino Arreola)
D elicias, Chihuahua. 15 de abril de 2008. (Rubén Moreno Valenzuela / RanchoNEWS).- Mira, m`hija, lo que dice: Benditas las mujeres / que son tormenta / río sin cauce –dice una madre a su hija de 4 años tras leer un poema colgado en el parque.
Plaza de la República. Delicias, Chihuahua. Sábado 12 de abril de 2008. Mediodía.
En cinco tendederos cuelgan poemas escritos en retazos cuadrados de tela, teñidos en diversos colores. Los textos los han escrito los participantes del III Encuentro Internacional de Poesía y ese día se unen a las festividades del 75 aniversario de la ciudad.
Los poemas, que ondean como banderas multicolores, serían dejados ahí para ser tomados libremente por los delicienses.
Alrededor de 60 poetas procedentes de España, Brasil, Argentina, Perú, Venezuela, El Salvador y Estados Unidos. Así como de varios puntos de la república mexicana y de casi todos los rincones de Chihuahua, se han congregado en esta ciudad –desde el jueves 10– para refrendar su oficio y constatar la fuerza imbatible de la poesía en nuestro tiempo.
Inauguración y trajes típicos
El acto sobresaliente de la inauguración, el día 1o de abril, fue la participación de la cantante Ana María Fierro Pienda. Así como las organizadoras del Encuentro, María Merced Nájera y Olga Torres, quienes vistieron indumentaria especial durante los tres días del evento.
Olga Torres explicó durante que las prendas que portaban ese día eran en homenaje a las mujeres fundadoras de Delicias, y remitió a los primeros tiempos de la ciudad, cuando llegaron a ese desierto infértil –habitado únicamente por liebres orejeras– pobladores provenientes de México, pero también españoles, rusos, árabes, chinos y de otras nacionalidades.
Olga Torres explica su indumentaria. (Foto: Paulino Arreola)
El vestido, elaborado con manta cruda, incluía un pantalón bajo la falda y sombrero de paja. El pantalón tuvo su origen en que las mujeres fundadoras de esta comunidad ayudaban a sus esposos en la ardua pizca de algodón y por ello se veían obligadas a usar esta prenda. Aunque «estilizada» según admitió el propio diseñador, esta indumentaria pretende establecerse como traje regional.
Los dos días siguientes ambas portaron también trajes especiales, destacando los que las faldas fueron pintadas a manos por alumnos de la Casa de la Cultura de Delicias, una de ellas con la reproducción de una obra de David Alfaro Siqueieros.
Primer día
La sede del III Encuentro Internacional de Poesía fue la Casa de la Cultura de Delicias, institución sostenida por los gobiernos municipal y estatal; y que se ubica en la calle 10 Norte casi enfrente de la Cruz Roja.
Por la mañana, la primera mesa de lectura estuvo dedicada a poetas de Delicias. La integraron la Dra. María Elena Dávila, Consuelo Urrea y Javier Flores, quien mencionó que en esta ciudad había «más poetas que desponchadoras».
Lilly Blake. (Foto: Paulino Arreola)
En la tarde del primer día leyeron los poetas Lilly Blake (Chihuahua), textos de su recién presentado libro –el miércoles 9 de abril en la Casa Redonda de Chihuahua– Espejo de Fuego; Omiria Bellizio Poyer, de Venezuela, quien procura la poesía infantil; Edna Ojeda Barrios (Jiménez), quien sigue fiel al haiku («Afuera la noche / ese cántaro negro»); María Guadalupe Guadarrama de Chihuahua (frase memorable: «Las perras penas»); Daniel Wence Partida de Michoacán; la española Rita Gironés, quien ofreció un texto teatralizado con el peruano Chungstar Chong López, que resultó una lectura lúdica y fresca; Estela Guerra Garnica (de la Ciudad de México); José Antonio Durán (Ciudad de México), quien se caracteriza por un poesía epigramática y también lúdica, que dividió opiniones entre los asistentes; Chungtar Chong Pérez (Perú); quien leyó un sentido poema Cruje Tabasco y Juan Amparán (indio Concho que radica en Ciudad Juárez) quien solicitó en un poema que a las «mujeres muertas de Juárez» se les llame «flores vivas del desierto».
Segundo día
En la mañana del segundo día los poetas fueron asignados a leer en diferentes centros escolares y en el CERESO local, así como en un asilo. En la tarde del segundo día se llevó a cabo la presentación del libro Antología poética, de las escritoras Natallie Montiel, María Eugenia Rodríguez y Mónica Suárez, editado por José Antonio Durán para la Universidad Nacional Autónoma de México. Las autoras trabajan de manera conjunta en la Ciudad de México. La chihuahuense María Dolores Guadarrama leyó un texto muy esclarecedor sobre el valor de este esfuerzo editorial.
También fue presentado el libro Espejo de Fuego de Lilly Blake por Raquel Huerta-Nava y Reneé Acosta. Faltó Ramón Olvera para haber repetido la presentación realizada en la Casa Redonda de Chihuahua, dos días antes. En esa ocasión Lilly leyó «El mandato».
Lilvia Soto (que radica en Casas Grandes) tuvo a su cargo la presentación del libro Ramal de viento de Guadalupe Villaseñor (Oaxtepec, Morelos). Lilvia expuso que los dos ejes de la temática poética del libro son la carencia y la plenitud. Dijo que los pájaros es uno de los motivos más recurrentes de la poesía de Villaseñor, de quien también ponderó su brevedad y musicalidad.
Sylvia Ernestina Vergara. (Foto: Paulino Arreola)
Esa tarde leyeron poesía Sylvia Ernestina Vergara de Albuquerque, Nuevo México (Estados Unidos), quien ofreció un poema relacionado a una campaña que ha emprendido ella para salvar el Río Grande – Río Bravo de la contaminación. Y un fragmento del poema dice: Yo sólo soy una gota de lluvia / pequeña / nacida para ser libre / cada uno hemos sido / grandes ríos y mares. La versión en inglés es una canción de su autoría que ella misma cantó con excelente voz. Este poema es como un sueño, dijo.
María Eugenia Rodríguez (de la Ciudad de México) participó con textos de su nuevo poemario y dedicó un poema a Delicias. La joven Jeanne Karen Hernández (San Luis Potosí) presentó un interesante poema inspirado en la teoría de la relatividad donde un gato puede estar vivo y muerto de manera simultánea. El atisbo mata, dijo ella.
Continuó María Luisa Jara (Parral), José Antonio Durán otra vez, José Luis Domínguez (Cuauhtémoc), quien recientemente ha obtenido el Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen, convocado en el Estado de México.
Luego prosiguió la presentación del libro Palabra demorada, de Jesús Tafoya, en la cual María Merced Nájera atendió el texto que Margarita Muñoz Villalobos escribió a propósito, pero el cual no pudo leer en persona por cuestiones de trabajo. Esta edición compila prácticamente la mayor parte de la obra poética de Tafoya, quien compartió con voz quebrada el poema a su padre, se despidió agradeciendo a todos, incluso a sus detractores, de quienes dijo que sin ellos «la vida sería muy aburrida».
María Elena Leal Lucas. (Foto: Paulino Arreola)
La poesía continuó en las voces de María Guadalupe Guerrero (Chihuahua); María Elena Leal Lucas (Brasil) leyó el poema titulado «Brazilia» y otro más condenando la invasión de Iraq. Juan Armando Rojas Joo (Ciudad Juárez, reside actualmente en Ohio) aportó su poema fronterizo «Puente Vertebral».
Continuó Ignacio Osorio, quien inició su lectura con estas palabras: Soy argentino y disculpen. Prosiguió Marisela Guerrero (Ciudad de México) y Lilvia Soto, quien ofreció textos de un poemario relativo a la guerra en Iraq, el cual está escribiendo conjuntamente a manera de diálogo con poetas del país invadido. Los poemas originalmente fueron escritos en inglés (la traducción al español es de Enrique Servín). Lilvia leyó tres de las trece secciones de que se compone la segunda parte de su poemario.
Jaime Aboites Aguilar estrenó su poema «Y Dios entró en el Desierto», siguió Victoria Romero de Guanajuato, quien ha viajado a Chile representando a nuestro país. (Frase memorable: Me sentí como una virgen); María Dolores Guadarrama (Cuauhtémoc) continúa siendo una gran paisajista de Chihuahua, compartió textos de «Tierra Norte».
Félix Pacheco (Ciudad de México) también presentó poemas de índole epigramática y humorística como su coetáneo José Antonio Durán. Miguel Herrera leyó haikus dedicados a Delicias y a los paisajes del desierto chihuahuense. Concluyó María Ella Gómez (Yucatán) y en su participación dedicó un poema a su esposo de Sonora: Hijo de Neptuno.
Olga Torres y Enrique Burciaga despidieron la jornada la presentación del libro «Alas rotas / Ojos españoles».
Tercer día
Omiria Bellizio Poyer (Foto: Paulino Arreola)
Por la tarde, la mesa inicial fue de ponencias –coordinada de manera severa pero efectiva por Jesús Tafoya– con las siguientes participaciones: María Guadalupe Guerrero (La poesía como generadora de conciencia); Ignacio Osorio (Poetas: Creación en convivencia como herramienta de transformación); Sylvia Ernestina Vergara (Poesía y conciencia social); Juan Amparán (La poesía y el fomento de la enseñanza); Omiria Bellizio Poyer (La poesía infantil); José Luis Domínguez (Del individualismo a la voz poética) donde patea piedras y se le vuelven pájaros; María Elena Leal Lucas (Poesía concreta de Brasil); Chungtar Chong López (Consideración del acto creador).
La última fase del Encuentro prosiguió con un homenaje a la escritora María Antonieta Licón de Flores, mejor conocida por el seudónimo Nona, quien no obstante haber nacido en Chihuahua, es considerada una escritora de Delicias a donde arribó en 1949 y donde compuso libros tan importantes como Cuentos de Mezquite. Tres cuentos de ella fueron leídos por los narradores Liliana Pedroza, Javier Mariano Rubio y Cristina de la Concha; quienes a su vez les fue cedida una mesa de narrativa, que prolongaron y a partir de ese momento el programa se vio apresurado.
Raquel Huerta-Nava. (Foto: Paulino Arreola)
Continuó la presentación del libro Por la manchega llanura de Raquel Huerta-Nava, que estuvo a cargo de Lilly Blake y del español Ignacio Martín. Enseguida, el libro de Sergio Loo fue presentado por Reneé Acosta y Jesús Tafoya.
Después vino una rápida procesión de poetas a quienes se les conminó a que se limitaran a dos poemas por persona Ellos fueron:
Susana Flores, de Parral, (ya es hora de sepultar a los vivos); Ignacio Martín (España) con dos poemas inéditos; Paulino Arreola Arreola (Zaragoza) que leyó un poema muy descriptivo de sus congéneres, los poetas; María Rocío González; Álvaro Lara (El Salvador) quien ofreció un homenaje a Luis Cernuda a los 40 años de su muerte; Isaí González –también de El Salvador– dedicó un poema a Delicias.
Luego vinieron Arminé Arjona (Ciudad Juárez); Carmen Amato (Ciudad Juárez, que radica en las inmediaciones de Phoenix), María Encarnación Ríos (Qurétaro); Rodrigo Machuca (Chihuahua); Siddharta Mejías (Venezuela), una voz joven que regresa por segunda ocasión al festival; Flor Vargas (Chihuahua); Marisela Ríos (Oaxaca); Lina Zerón (Ciudad de México); María Cruz Patiño (Ciudad de México); Raquel Huerta-Nava (Ciudad de México); Enrique Servín (Chihuahua); Reneé Acosta ( Chihuahua); Liza de Georgina (Ciudad Juárez) y Margarita Muñoz Villalobos (Chihuahua), quien clamando porque la lujuria conservara la puerta cerrada, concluyó las lecturas del Encuentro.
Lilvia Soto. (Foto: Paulino Arreola)
Edna Ojeda Barrios. (Foto: Paulino Arreola)
María Ella Gómez. (Foto: Paulino Arreola)
María Dolores Guadarrama, a su izquierda Victoria Romero. (Foto: Paulino Arreola)
José Antonio Durán. (Foto: Paulino Arreola)
José Luis Domínguez. (Foto: Paulino Arreola)
María Guadalupe Guerrero. (Foto: Paulino Arreola)
María Merced Nájera. (Foto: Paulino Arreola)
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Poesía / José Vicente Anaya: Híkuri (Fragmento grabado en video en Torreón, Coahuila, 2008)
(Breve fragmento grabado en video en Torreón, Coahuila, 2008)
José Vicente Anaya
El audio es muy malo, el volumen de la música impide escuchar la voz del poeta, pero lo publicamos por su valor documental.
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Libros / Ciudad Juárez: Una platica sobre la «La virgen del barrio árabe» en la librería de la UACJ
En la mesa el presentador a su izquierda, Clara Eugenia
Rojas, Bernardo Jáuregui, Héctor Rivero y Willivaldo Delgadillo. (Foto: jmv/RanchoNEWS)
C iudad Juárez, Chihuahua, 11 de abril, 2008. (Jaime Moreno Valenzuela/RanchoNEWS).- La Librería Universitaria de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) le prestó su espacio a la altura poniente del Barrio Árabe, para revisar las creaciones del espacio de Asintrop. Personaje de la novela que hace diez años nuestro amigo Willivaldo Delgadillo publicó para el sello editorial de Plaza & Janés, La Virgen del Barrio Árabe.
Otra tarde alegre en la frontera norte, para reencontrarnos con la literatura de la misma, rodeado de primos, como lo dijo el autor, disfrutamos de las maquetas de los alumnos de arquitectura de la UACJ, así como de las opiniones de Clara Eugenia Rojas, Héctor Rivero y Bernardo Jáuregui, sobre la novela del primo Delgadillo.
Primero se le cedió la palabra a Bernardo Jáuregui, quien nos informó que su disertación sería desde el punto de vista de un lector, hizo énfasis en la necesidad de crítica literaria impresa en la ciudad. Puntualizó que en la reciente edición, faltaba el capítulo 7. La novela dijo era tan abierta que incluso no era fácil disfrutarse su lectura desde su primera edición. Entiendo que el paso del tiempo a cualquier tipo de producto le hace bien, si el producto es bueno.
Para él es una novela abierta, sobre todo en su primera edición, tan abierta que se le antoja la posibilidad de varias sagas. Eliminar ese capitulo hace más cerrada la edición tipo directors cut. Al leer los nombres de los personajes nos pidió que escucháramos el ritmo, en eso sí no nos ayudó, ya que la falta de eso, me hizo perderlo (ya será la próxima).
Héctor Rivero en su turno enfocó sus espejuelos al texto que trabajó para la ocasión y con eso arribó a las atmósferas del barrio árabe jugando con sus personajes, dándonos a entender su posición como cronista del Barrio Árabe, agradecimos su visión de arquitecto que pronunció al barrio hacia la ciudad del futuro.
Creí entender que la novela presenta alucinaciones arquitectónicas, capaces de describir el espacio de un pirata, ese criminal que en su decadencias alcanaza posturas tan significantes para invitar a la creación de una ciudad invisible.
Cuando le tocó el turno a Clara Eugenia Rojas, sintió que los compañeros de mesa habían sido muy escuetos y no le habían dado oportunidad de hilvanar argumentos para contestariamente alcanzar la voz de amazona de su género y decirle a Willy que su novela no era femenina como le había comentado él. Willy sonrió y lo negó.
Al darse cuenta que cuando uno no hace la tarea la gente lo nota, prefirió dar fuga frontal y permitirse el análisis de texto, no de novela, para así escudriñar la misoginia de Willy en su texto, no en su novela (que quede claro) disculpándose de alguna forma. Tal era su afán que no consideró a los congregados, que conocemos al autor, quien incluso nos ha dado pistas sobre su texto.
Y era tal el demostrar sus conocimientos actualizados sobre el feminismo, ahora discriminación de género (para ser políticamente correcto), que varios de los asistentes contando a las del género discriminado pensamos tomaría una actitud setentera y quemaría el brasier (el de ella o el que usaba en ese momento) sin importarle la presencia de niños (también sin olvidar que no hubiese sido políticamente correcto ya que no es permitido fumar en el recinto).
De este texto, tejido inacabado, se pueden desprender mas novelas dijo y entonces qué con el texto. Eso fue lo de menos ya que la novela analizada como texto es una cruda setentera la cual va más allá de la ficción, es posthumana. Pero hasta ahí llegó el concepto de novela para no ofender al autor y regresó con Asintrop a quien lo acuso de usar a la mujer como recurso de sobrevivencia, subrayando que esto lo dice como lectora, no como critica literaria, ni como feminista, una simple lectora que apenas conocía la novela (dale).
La ideología de Willy quedó al descubierto, no es Asintrop, sólo es un humano (aunque varias veces dijo hombre) masculino que su parte femenina no es tan fuerte o no le da la oportunidad, pero quiere liberarse y serlo (¿qué?), aun así no puede escribir cómo siente una mujer (bueno un hombre, pero como es con H, es humano femenino).
Mencionó la gran contradicción, eso creo yo, ella dijo que Asintrop no puede aceptar su rol femenino, está enredado en una cultura tradicional, pero Asintrop quiere escapar de la misoginia (acaso será porque ya aceptó su rol), para luego llevarnos al carnaval, el barrio árabe es un carnaval. Eso sí no supe si en la novela o en el texto (ese tejido inacabado). Ya que en eso mi concentración se perdió cuando hizo un gesto de maestra cansada, diciendo eso ya se los he contado, bueno a mí, no. Sintiéndome alumno de segunda revise mis notas.
Cuando quise retomar el hilo de su disertación, el autor ya estaba en una situación compleja, ya que no quería perder su humanidad (tanto en la novela como en el texto, muy dramático por cierto), eso si me pareció que los presentes lo entendimos, nadie quiere perder su humanidad. Pero no supé si perder lo de humano masculino o lo de darle oportunidad a su lado humano femenino en su humano masculino. Quedo claro que era muy complejo.
Con su amplia experiencia al darse cuenta de haber mal hecho su tarea y percatándose de que ya son dos las ediciones con diferentes portadas, tomó la última y al dibujo de Fausto lo acuso de lo mismo, de misógino, por el hecho de presentar una mujer con los ojos cerrados, un objeto más en la portada. El árbol, la bicicleta, un plato y una mujer con los ojos cerrados son objetos. Zás, cuás y más, sentí yo. Un conteo regresivo no me llevó al sensei, y le pregunté: ¿Entonces una mujer dormida es un objeto? … NO... respondió, todo depende del contexto (eso del texto se le da). Esgrimió lo que pudo y no se pudo convencer. Me llamaron la atención, «no le des alas». Entonces seguí callado.
Willy en su muy propio estilo, cuando le fue dada la palabra, se deslindó de Asintrop como en la ahora penúltima prestación donde Héctor Padilla le informó que Asintrop era su alter ego. Y subrayó que mientras escribía La virgen pertenecía al movimiento familiar cristiano.
Maqrol debe dormir tranquilo, su papá nos leyó el último párrafo de La virgen y a continuación un capitulo de su última novela que se desprende del capitulo 7, el de la tatuadora, pero ya está muerta.
Al final les puedo decir que Willy le mantiene su pedestal a la mujer y si no lo cree Clara Eugenia Rojas, basta ver en el rostro del primo donde su humano femenino, lo pronuncia con su sonrisa y su barba en honor de la mujer barbada de los circos.
Las maquetas de los alumno de la UACJ
Massiel Mena
Massiel Mena
Humberto Rico
Luz Ma Zubiate
Diana Mendoza
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Poesía / Jesús Tafoya «Tortilla»; Margarita Muñoz Villalobos, «Samalayuca»; Paulino Arreola, «Bahía de Zaragoza»
Jesús Tafoya
Nada se compara contigo
dulce piel
deshecha entre mis dientes,
amasada por anciana mitológica
para saciar mi hambre,
entre carcajadas
ardiente entregas tu esencia a mi boca.
En medio del rumor de mis vecinos
y el cambio de a peso
me llevo a tus hermanas
a la mesa, donde espera mi madre sus manjares.
Pero tú, la primera,
serás siempre el sabor
que me eleve
a rango de Dios
aquí en la tierra.
Julio de 2007
(*) Nota: Conforme nos vayan llegando habremos de ir publicando una selección de poemas leídos en el III Encuentro Internacional de Poesía, celebrado en Delicias, Chihuahua, entre el 10 y 12 de abril de 2008.
Samalayuca
Margarita Muñoz Villalobos
E l viento me trae tu nombre
Cenizas entre las caracolas
Marcas de tus pisadas en la arena
Mar de ausencias en la oquedad de las dunas
Esta noche sin luna
Los médanos anidan mis palabras
Que se mecen en un vaivén de llantos y de risas
En un lecho teñido de nostalgia
La luz del alba se desgrana lentamente
El temblor de tu recuerdo me recorre la piel
y despierto con el corazón desleído por tu ausencia
Entre los vestigios horadados por el viento
Se perdieron todos los caminos
Si vuelves ya no podré reconocerte
Mañana habrá cambiado el mapa del desierto
Bahía de Zaragoza
Paulino Arreola Arreola
E n el centro del desierto
mi ciudad espera
con paciencia que se crezca la marea
para echarse a navegar.
Zaragoza es aquel puerto
con sus barcas de madera
guiados por los altos faros en la arena
donde el mar no canta ya.
El mar se marchó de Juárez
en busca de Poseidón
pero cuando el siglo acabe
sé que volverán los dos.
Volverá a surcar mi barca
sin temor a naufragar.
La bahía de Zaragoza
mil naves recibirá.
Yo sé que en una de ellas
con la brisa volverás,
y serás como la luna
que se posa sobre el mar
navegando en la bahía
donde nace mi ciudad.
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Textos / José Luis Domínguez: Del individualismo a la voz poética
El escritor nativo de Cuauhtémoc, Chihuahua, en el III Encuentro Internacional de Poesía 2008 efectuado en Delicias, ciudad de la misma entidad. (Foto: Paulino Arreola)
1.- Pateo las piedras y se vuelven pájaros
Esta frase con la que abro el presente texto fue una de las primeras que mi imaginación exacerbada descubrió y tradujo a través del lenguaje en una idea poética. La guardé para después, y cuando el cuadernillo titulado Jonás estaba en gestación, la sumé a esa serie de revelaciones poéticas que me fueron otorgadas en un cuartucho de renta que tenía entonces en una colonia de la periferia de mi ciudad natal, a donde me había ido a refugiar, por cierto, luego de huir de casa por un largo periodo de tiempo. Era una etapa de austeridad muy pronunciada y sólo contaba con un empleo como bibliotecario, un empleo que, mal remunerado, para un escritor tardío y en ciernes, pues tenía ya veintinueve años, significaba, como lo dice muy bien Jorge Luis Borges, todo un paraíso.
La imagen poética había surgido tiempo antes, cuando laboraba como guardia de seguridad y prevención en una empresa privada. Para regresar a casa, debía cruzar a pie el río que atraviesa mi ciudad de oeste a este. Una tarde soleada de principios de primavera, salí de aquellas oficinas. Como iba absorto en la contemplación de aquel verdor reciente, antes de llegar al borde del río, tropecé con un declive, trastabilleé sin caer. Unas piedrecillas surcaron el aire impulsadas por la punta de mi pie derecho, sobrevolando el borde, cayendo casi en el lecho mismo del agua.
Algunos pajarillos que saciaban su sed, alarmados por esa lluvia de pequeños guijarros, elevaron su vuelo. De tal manera que mi percepción visual sólo captó el súbito ascenso de las piedrecillas perdiéndose más allá del borde y luego el surgimiento de los pájaros. Asociar cada piedra con cada pájaro fue una sola cosa. Surgió la imagen, así, tal como la transcribo, fiel: Pateo las piedras y se vuelven pájaros. Esta vuelta de tuerca sobre mí mismo, esta conciencia del ser poético, a partir de ese hecho, comenzaron en mí a cobrar una mayor lucidez. La epifanía de la que habla ese irlandés maravilloso, James Joyce, había salido a mi encuentro.
Años después, analizando este suceso, me di cuenta de que aquella frase tenía un trasfondo que no había sabido vislumbrar en el instante de su génesis. Dicho trasfondo me remitía a la religión impuesta por mi familia, a la costumbre dominical de la lectura de los textos bíblicos, pero sobre todo, a uno de los evangelios llamados por la Iglesia apócrifos en los que se hablaba de la infancia del nazareno, mismo que alguien había trasladado a la pantalla grande con el título Los milagros del niño Jesús. La escena, grabada en mí desde la tierna infancia, había sobrevivido en mi inconsciente todos esos años, y correspondía a aquella en la que se veía al niño bíblico tocando e insuflando sobre unos pájaros de barro para que cobraran vida y después se alejaran, surcando los aires y lanzando por doquier y alegremente sus vocinglerías.
Aquellas figuras de barro, y las piedrecillas lanzadas en mi tropiezo, las unas, por taumaturgia, las otras, por imaginación, se convertían en seres alados. Lo de abajo era lo de arriba, es decir, en ambos casos, se realizaba una especie de alquimia poética inusitada. No transformaban, el predicador por antonomasia, ni el poeta en ciernes, el barro en madera o en metal, sino el metal en carne, en alas, sangre, en huesos, en canto que volaba.
No es en balde, entonces, el hecho de que mi primera publicación en forma, se llamara Jonás, el mismo nombre del que se considera el personaje central de un cuento bíblico que ha trascendido sus fronteras, un rebelde que no acata la orden de un dios encolerizado para que vaya a predicar a Nínive y ésta regrese al buen camino.
T S Eliot a los 19 años. (Foto: Archivo)
Desobedecer, oponerse a cualquier voluntad que no sea la suya sólo le queda hacerlo a un héroe trágico. Mucho de esa rebeldía, de ese llevar la contraria, de hacerle frente a algo más poderoso que él, era mi propia actitud ante la vida, una enorme voluntad de ir a contracorriente. Era la versión moderna del Jonás mítico de la sagrada escritura. Ahí, precisamente, en esa plaquette, se encontraba la primera voz de la cual nos habla T. S. Eliot, aquella del poeta que habla consigo mismo, y quien, empleando todos los recursos linguísticos a su alcance, expresa en verso su propia historia, sus connotaciones, su propia música, porque está oprimido por una carga que le han echado a cuestas y debe darla a luz para sentirse aliviado, porque no se toma todo ese trabajo, ese esfuerzo de escribir para comunicárselo a alguien, sino para deshacerse de su angustia, de su dolor, o, para decirlo de otra forma, a la de T. S. Eliot, se está obsesionado por un mal espíritu contra el cual se siente impotente, y las palabras, el poema que compone son una especie de exorcismo contra ese demonio. Cuando por último las palabras se ordenan como el poeta considera la mejor de las formas, tal vez experimente una especie de agotamiento (dulzón), una sosegada calma, una liberación muy parecida al éxtasis, al anonadamiento increíble. Y entonces podrá decirse al poema: –¡Vete! Hazte un lugar en un libro –o en un cuadernillo– y no esperes que siga interesado por ti. Y así es como se da la entrega final, por decir así, del poema que se inició en la soledad, sin pensar en los destinatarios, el largo proceso de gestación del poema que marca claramente la separación definitiva entre el autor y él; que es, antes que otra cosa, un poema de la primera voz, la voz del individualismo poético.
2.- Hay pájaros que se sueñan pájaros y se despiertan ángeles
Esta excelente frase, tomada de uno de los textos de nuestro querido poeta norteño, Gilberto Owen, escrita seguramente en la década de los veinte o de los treinta y leída por mí, por primera vez, oh gozoso descubrimiento, en aquel paraíso en la forma de una biblioteca, también está emparentada con la poética de la ensoñación, con la poética del vuelo de las cuales nos habla Gastón Bachelard en alguno de sus libros; una poética de los seres alados que se transmutan desde su naturaleza hasta alcanzar otra distinta. Aquí lo de arriba que se llama pájaros sigue siendo lo de arriba que se llama ángeles, pero lo primero alguna vez estuvo en tierra, abajo, aunque ahora esté en el cielo, un cielo hipotético quizás, pero en fin cielo. Quizás los ángeles de Owen estén más cercanos a los ángeles de Rainer Maria Rilke de lo que imaginamos, incluso, más cerca de lo que se imaginara el poeta sinaloense. Más próximos, eso sí, que a los ángeles judeocristianos. Owen es un altísimo poeta que vivió siempre envuelto en una dura lucha contra el lugar común y en una ardua búsqueda de la forma pura del arte, lo constatan también sus magníficos veintiocho textos breves de Sindbad el varado, es decir, Sindbad visto como el viajero inmóvil. Owen ha sido poco leído por las generaciones que le precedieron, pero eso no impide que el vate sufra menoscabo alguno en la calidad de su obra. Si Owen es descendiente de irlandeses, y los irlandeses se parecen mucho a los mexicanos, en lo irascibles, en lo patriótico, en la oscuridad de su humor, entonces Owen es doblemente mexicano. Descendiente posible, aunque lejano de James Joyce. Quizá más cercano a los irlandeses que formaron parte del glorioso batallón de San Patricio, quienes en vez de ayudar al invasor yanqui, se pusieron a favor del pobre pueblo mexicano mal armado de esa época, regando con su sangre el suelo patrio, bendiciéndolo.
Gilberto Owen. (Foto: Archivo)
La invención es caprichosa, no sólo había influido en mí la lectura de aquel grupo sin grupo llamado los Contemporáneos, sino también los magníficos textos amorosos del Libro de Ruth de Gilberto Owen, influencia que habría de dejar plasmada en este libro que hoy me ha dado la oportunidad de recibir este prestigiado premio, es decir, una influencia que comúnmente se revela en el futuro de todo escritolector, sino también una influencia del presente hacia el pasado. Antes de escribir Jonás había ya leído la Biblia, a los Contemporáneos y por supuesto, entre ellos, a Gilberto Owen, quien a su vez, y como en un juego de espejos, también había leído la Biblia y a los Contemporáneos y a los surrealistas franceses, y a los vates griegos y a los poetas norteamericanos. Hay pájaros que se sueñan pájaros y se despiertan ángeles es una metáfora de segundo grado de dificultad, si es que en poesía existe la gradación, y en vez de impulsarme hacia una imagen poética de tercer grado como podía esperarse, mi inconsciente, con la imagen creada por mí, Pateo las piedras y se vuelven pájaros, servía de nexo entre el cielo-cielo, por pájaros y por ángeles, de Owen, y la tierra mía. Mi metáfora, si se quiere, mucho más primitiva, más básica, pero con la misma naturaleza del vuelo que la del vate norteño, restablecía el orden lógico de las cosas. Y el orden lógico seguía siendo tierra-cielo, por piedras y por pájaros.
Ha pasado el tiempo. Hoy comprendo que el poeta trabaja siempre en soledad pero nunca está solo; que las voces de los otros poetas lo acompañan; que, en fin, esto de la poesía es un trabajo en equipo; que uno recoge la estafeta de sus antecesores, es decir, la estafeta llamada tradición poética, y la hace suya para, luego de asumirla, tratar de olvidarse de ella, o para irla pasando más adelante, pero un tanto transformada por la voz individual.
Nihil novum sub sole, es decir, nada nuevo hay bajo el sol, esta frase resume la tradición de la ruptura y la ruptura de la tradición de la que alguna vez nos ha hablado Octavio Paz que no es otra cosa que a lo que yo le llamo la práctica del palimpsesto, es decir, que nuestros textos siempre conservan las huellas de esa otra escritura hecha por los poetas que nos han antecedido.
Este libro que hoy me ha hecho merecedor de este reconocimiento, otorgado por más grandes y mejores poetas que yo, es decir, con una mayor experiencia que la mía, y a los que sólo he leído y releído sin llegar conocerlos personalmente: al maestro Raúl Renán, al alquimista Efraín Bartolomé, al cordial Oscar Wong, poeta, cuentista y ensayista; este libro, reitero, tiene también otras muchas deudas, no sólo Gilberto Owen marca su impronta, en ese diálogo están los que nunca han muerto ni morirán jamás, hay otros muchos nombres que se han dado cita para ayudarme a hablar sobre este fenómeno inexplicable llamado amor y desamor, donde el amor ciega a la razón, la aturde completamente, la aniquila; y viceversa, donde la razón se apodera de los sentimientos y los petrifica, los deja sin raíces y sin agua, y cuál es la materia de la poesía, aparte del lenguaje, sino la razón y el sentimiento, las dos formas básicas, imprescindibles y fundamentales de la comunión humana; y de qué están hechos los poetas, sino de carne, sangre y huesos que caminan, sienten y razonan. El lenguaje, en este poemario, intenta rescatar esa función universal que es conseguir expresar, como diría Antonio Machado, la gran nostalgia de todas las almas. Si lo he logrado o no, el tiempo se encargará de decirlo. El libro ya está escrito, ya se va a publicar, entonces, que se defienda solo, que viva largo tiempo o que caiga irremediablemente en el olvido. A partir de ese momento ya no me pertenecerá, les pertenecerá a sus lectores respectivos y ellos son los que tendrán la última palabra.
Agradezco sobremanera a esta honorable institución educativa, la Universidad Autónoma del Estado de México, alma mater de muchos de los que hoy están aquí y de muchos más que deben estar en otras muchas partes, y particularmente en estos tiempos en los que la poesía, la literatura, el arte en general están infravalorados, porque este evento habla bien de esta máxima casa de estudios, de su preocupación por una educación integral, humanística que otras universidades, lamentablemente parecen haber relegado al rincón de todos los olvidos, en especial a su rector, Manuel Martínez Vilchis; agradezco también a las autoridades educativas aquí presentes, a la doctora Lucila Cárdenas Becerril, al maestro Félix Suárez, al personal administrativo, a Rosa Escalona y a todos los que nos han atendido de una manera tan cordial y tan hospitalaria. Gracias, Raúl Manríquez, por acompañarme, y muchas gracias, a todos ustedes, hoy, por estar aquí.
Texto leído en la recepción del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada en la sala Ignacio Manuel Altamirano de la Universidad Autónoma del Estado de México el martes 25 de marzo del 2008.
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Noticias / España: Homenaje a Octavio Paz en Madrid
El Nobel mexicano de Literatura . (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. Martes 25 de marzo de 2008. (RanchoNEWS).- En Madrid, España, dedican homenaje al escritor Octavio Paz a 10 años de su muerte, según reporta EFE y Ana Anabitarte de El Universal:
El poeta mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990, fue homenajeado hoy en Madrid por los escritores españoles Luis García Montero y Juan Malpartida y el cubano Antonio José Ponte, con motivo del décimo aniversario de su muerte que se cumplirá el próximo 19 de abril.
Los tres literatos, que estuvieron acompañados por el escritor mexicano Julio Trujillo en la Casa de América de Madrid, coincidieron en destacar el papel de maestro que Paz jugó en su formación y crecimiento como poetas, y abordaron la figura del autor de Salamandra (1962) desde la relación que les unió.
García Montero, Premio Nacional de Poesía de España en 1995, destacó la oportunidad del homenaje a Paz (1914-1998), ensayista al que el escritor español conoció en 1990 en México y con el que se siente «en deuda».
«Me sentí deslumbrado ya como estudiante al leer algunos ensayos de Octavio Paz», afirmó García Montero, quien destacó «la soledad de la conciencia y la conciencia de la soledad» que, según él, encierra la obra poética del mexicano.
El literato español tuvo algún desencuentro con Paz, pues éste interpretó un viaje suyo a Cuba como un apoyo al Gobierno de Fidel Castro, contra el que el mexicano se manifestó en reiteradas ocasiones.
Esa oposición al régimen castrista la conoce en primera persona Ponte, quien relató cómo tuvo que asaltar en la década de los años 80 del siglo XX la biblioteca de la Casa de las Américas de La Habana para poder leer algo de Paz, poeta censurado por el Gobierno cubano.
«En aquella época decíamos "Aquí Paz, y en el cielo Borges"», recordó el cubano en referencia al literato argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), otro de los censurados por el Ejecutivo de Castro.
Él y su grupo de amigos descubrieron entonces que lo más importante en Paz era «la búsqueda de lo primigenio» y cómo el remanso de paz final en las obras del genio mexicano era la mujer.
«Octavio Paz ha acuñado un signo tipográfico suyo propio que he procurado evitar, porque cada vez que lo hago me parece que estoy escribiendo con la mano muerta de Octavio Paz. Y ese signo son los dos puntos, que son los dos puntos de la definición, pero también los dos puntos de la mirada, de los ojos», indicó Ponte.
Por su parte, Malpartida recordó al poeta mexicano como una persona fiel a la poesía y a la amistad, y como un escritor que conocía la humildad, a pesar de saberse grande.
«Paz tuvo la fuerza moral de mirar de frente a la historia», comentó el escritor español, quien dijo que su «amigo» Octavio Paz aunque era hombre serio, siempre tenía en su rostro una sonrisa, «la sonrisa del saber».
Recuerdan anécdotas del Nobel mexicano
Madrid (Ana Anabitarte).— La sala Jorge Luis Borges de la Casa de América de Madrid, fue el lugar elegido para celebrar ayer, con un aforo más bien escaso y en un escenario austero, el primer acto en recuerdo a Octavio Paz a 10 años de su muerte. Tres poetas: los españoles Luis García Montero y Juan Malpartida y el cubano Antonio José Ponte, moderados por Julio Trujillo, hablaron de la vida del Nobel, recordaron cómo le conocieron, contaron cómo su obra influyó en sus vidas y relataron algunas de sus anécdotas.
El granadino Luis García Montero conoció al Nobel mexicano en 1990 en el marco de un viaje que hizo a nuestro país acompañado por Francisco Brines y Luis Antonio de Villena. Uno de las vivencias que se le grabaron fue la invitación de Paz a su casa en la ciudad de México, donde después de varias horas de conversación, el poeta les invitó a conocer su biblioteca.
Fachada de la Casa de América de Madrid. (Foto: Fotomaf)
García Montero recuerda sin embargo, que en un momento de la conversación Paz se molestó «mucho», cuando supo que después de su visita a nuestro país, el grupo iría a Cuba. Algo que el autor de El laberinto de la soledad consideraba un apoyo a la «dictadura totalitaria de Fidel Castro».
«Me declaro admirador y discípulo de un poeta como Octavio Paz, pero no soy el alumno devoto que no se atrevió a discutir sus posturas», señaló.
«Quizá si Paz viviera hoy seguramente no tardaríamos mucho tiempo en ponernos de acuerdo en relación con Cuba, pero creo que si discutiéramos sobre la situación política en España, Estados Unidos o México, no sería así. Soy discípulo de Paz pero también soy un racionalista vigilante», aseguró.
El cubano Antonio José Ponte conoció a Paz en los años 80 a través de un periodista extranjero una noche de borrachera. En un momento determinado aquel reportero le dijo a una muchacha del grupo la siguiente frase: «Si tu eres la yegua de ámbar, yo soy el camino de sangre».
«Todos nos quedamos estupefactos con la contundencia de la frase», reconoció Ponte. «Pensamos que era una canción, un corrido caníbal”, bromeó. «Así que cuando nos dijo que era de Octavio Paz, un poeta que estaba prohibido en Cuba por su firma en el caso Padilla, empezamos a averiguar quién era para recuperar la historia que nos estaban negando», relató. Así y para poder leerlo, decidieron robarse los libros que había de Paz en la Casa de las Américas de La Habana. «Con un plan tan organizado como si fuésemos a robar un banco», recordó.
Ponte reconoció que la postura crítica de Octavio Paz hacia Cuba les ayudó mucho «porque nos dio herramientas teóricas para enfrentarnos al aparato del Estado”, dijo. Aunque confesó que en ocasiones «nos cansó su insistencia en ciertos textos en los que introducía, sin venir a cuento, sus críticas a Cuba y al comunismo».
Por último el poeta Juan Malpartida contó que pese a que leyó por primera vez a Octavio Paz hace más de 30 años, todavía recuerda la noche en que abrió las páginas de Piedra de sol. «Un poema lineal como el tiempo, pero a la vez circular, envolvente, en que la historia estalla en un instante», lo definió.
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Libros / México: «Cartas a Tomás Segovia (1957-1958)» de Octavio Paz
Consuelo Sáizar, directora del Fondo de Cultura Económica, durante la presentación del libro. (Foto: Luis Cortés / El Universal)
C iudad Juárez, Chihuahua. Miércoles 16 de abril de 2008. (RanchoNEWS).- En la Ciudad de México fue presentado este día un libro póstumo del poeta y ensayista mexicano, según informa Notimex. Anexamos a esta nota un reporte de la develación de un placa en una finca de la calle Presidente Carranza de la capital en alusión a que en ese sitio Paz dirigió la revista Vuelta. La nota es de Juan Solís de El Universal fechada el 19 de abril:
A 10 años de la muerte del Nobel de Literatura 1990, Octavio Paz, el Fondo de Cultura Económica (FCE) dio a conocer hoy el libro Cartas a Tomás Segovia (1957-1985), volumen de correspondencia inédita que agrupa 55 cartas que el autor mexicano envió a su homólogo de origen español.
El volumen ha sido editado con el apoyo de Marie-Jose Paz, viuda del escritor, quien recordaba la existencia de esta correspondencia, la cual fue entregada por el escritor de Cuaderno inoportuno.
En entrevista telefónica desde Veracruz, Joaquín Diez-Canedo, quien estuvo al frente de la edición, señaló que el texto reúne «una correspondencia muy fecunda, no tanto por el número de cartas, sino por la extensión de éstas que obviamente son testimonio de una relación intelectual», y del mismo lenguaje que hablan ambos escritores.
Escritas desde París, Nueva Delhi, Closemburg, Kabul, Cambridge y el Distrito Federal, las cartas hacen referencia a la génesis de poemas, ensayos y libros de Paz.
Tales como Piedra del Sol, Cuadrivio, Blanco, Claude Levi-Strauss o el nuevo festín de Esopo, Corriente alterna, Puertas al campo, Los signos en rotación, Discos visuales y Apariencia desnuda.
Asimismo, en la correspondencia se refiere los distintos proyectos de fundar una revista, los cuales derivarían en Plural, una de las publicaciones literarias más prolíficas de las letras mexicanas de la segunda mitad del siglo XX.
Las cartas, agregó Diez-Canedo, «dan una especie de bitácora, de diario, de una serie de proyectos que tuvo Octavio Paz, desde las cuestiones personales hasta los comentarios más generales sobre la India, sobre la cultura europea, sobre la circunstancia mexicana, sobre lo que llegó a ser la Revista Plural y sobre la poesía de Tomás, desde luego».
Con la característica prosa del Nobel, la correspondencia da cuenta además de las vicisitudes y la acogida crítica que se hizo a la antología Poesía en movimiento, preparada por Paz, Alí Chumacero, José Emilio Pacheco y Homero Aridjis, así como la relación con André Breton y Benjamín Peret.
Consuelo Sáizar, directora del FCE, señaló que las cartas incluidas fueron escritas «durante un largo lapso donde se reflexiona sobre lo que es la poesía, el amor y los acontecimientos humanos; es un libro que se lee con un enorme deslumbramiento y una enorme curiosidad».
Estas cartas, agregó, fueron escritas «por un hombre en madurez, por un gran cuidado por el idioma y un enorme compromiso con el país».
En el intercambio epistolar, también se hace referencia al asombro de Paz por los paisajes de Oriente, y confesiones íntimas de su encuentro con Marie-José Paz y sus cercanías y reflexiones con el surrealismo, la mexicanidad y la hispanidad.
El autor del Laberinto de la soledad manifiesta, a través de su pluma, su preocupación por Tomás Segovia por dificultades económicas y el asombro por su poesía, así como el sueño de editar una gran revista, que finalmente logró con la creación de Plural y Vuelta.
Develación de la placa
Portada de un ejemplar de Plural, antecedente de Vuelta. (Foto: Archivo)
«A Octavio Paz le hubiera gustado una izquierda como la de Felipe González, no la de un caudillo latinoamericano mesiánico», dice contundente Enrique Krauze.
Pero aclara: «Eso es lo que pienso. No puedo leer su pensamiento, sino a través de lo que yo recuerdo de él, y de sus obras».
Frente al polarizado panorama político mexicano y las posiciones divididas de los intelectuales, el historiador evoca las palabras del Nobel de Literatura mexicano al advertir que el intelectual debe marcar su distancia del príncipe, es decir del poderoso, ya sea el que está en Los Pinos o el que está afuera.
«El intelectual está para argumentar, no para apoyar los proyectos políticos de un caudillo. Yo resiento que un sector importante de nuestro espectro cultural, en un retroceso a posiciones que ya habíamos ganado en los años 80 y 90, no haya marcado su distancia frente a todos los problemas».
A 10 años de la muerte del autor de El laberinto de la soledad, Krauze fue uno de los escritores que estuvieron ayer en la casa marcada con el número 210 de la calle Presidente Carranza, en cuyo exterior la viuda del poeta, Marie-José Paz, develó una placa de cantera que dice: «Octavio Paz dirigió en esta casa la revista Vuelta de 1989 a 1998».
Marie-José dijo a la prensa que aún quedan documentos inéditos de Paz, sobre todo correspondencia. Agregó que ya hay una casa editorial para las obras –refiriéndose al Fondo de Cultura Económica, cuya directora, Consuelo Sáizar, la secundaba.
«El reconocimiento de los escritores está en su obra. Los lectores la siguen leyendo. Para un escritor el mejor reconocimiento es compartir con los lectores su pensamiento, sus ideas y sus emociones», señaló la viuda del escritor, quien hoy hace una década falleció en esta ciudad, a los 84 años.
En el marco de los homenajes por el décimo aniversario luctuoso del ensayista mexicano, antiguos colaboradores de la revista Vuelta se reunieron en la que fuera la última sede de la publicación.
Heredera directa de Plural, Vuelta es considerada una de las revistas más importantes de Iberoamérica en la segunda mitad del siglo XX. Para Krauze «Vuelta fue una aventura bienhechora para la literatura, la cultura y la democracia mexicanas».
La ceremonia en el exterior fue breve. Acompañaban a Marie Jose, además de Krauze, Sergio Vela, presidente del Conaculta, y Teresa Franco, directora del INBA, así como colaboradores de la revista que prácticamente bloquearon el tránsito de la calle.
Estaban el poeta Eduardo Lizalde, el crítico Christopher Domínguez Michael, el arquitecto Teodoro González de León y los escritores Daniel Sada, Hugo Hiriart, José de la Colina y Álvaro Enrigue. Destacaron las ausencias de Ramón Xirau y Tomás Segovia, quienes con sendos videos participarán en el homenaje que se le brindará al poeta este sábado en que se conmemora el décimo aniversario luctuoso. Tampoco estuvo Guillermo Sheridan.
Ya en el interior de la casa, protegidos de los rayos del sol, los invitados escucharon el discurso que Krauze improvisó en la habitación que alguna vez fue sede de su oficina, aledaña a otra a la que una vez por semana acudía Paz.
Krauze recordó que Vuelta tuvo tres sedes: la primera en una pequeña casa en Mixcoac, donde sólo cabía una secretaria, un secretario de redacción y un corrector de pruebas, pero en cuyo sótano se reunía el consejo editorial: Paz, Alejandro Rosi, Gabriel Zaid, Tomás Segovia, Ulalume González de León, Julieta Campos y Jorge Ibargüengoitia, entre otros.
Posteriormente se mudaron a un departamento en San Jerónimo, que no le gustaba a Paz, para llegar en 1989 a la casa en Coyoacán, que hasta la fecha pertenece a Fausto Cerón-Medina.
Un aplauso fue la última petición de Krauze para conmemorar al poeta, cuya imagen apareció siempre en una pantalla al fondo de la habitación.
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Cartelera / Ciudad Juárez: Temporada teatral de «Martina y los hombres pájaro»
TELÓN DE ARENA
Con apoyo de:
Gobierno del Estado, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Y en coordinación con la Fundación del Empresariado Chihuahuense,
El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y El Instituto Mexicano del Seguro Social
Presentan:
Martina y los hombres pájaro
De Mónica Hoth
Para toda la familia, mayores de 7 años
Dirección:
Cesar Cabrera
Con
Jenibe Torres, Valta Ortega, Cecilia Bueno, Amalia Molina, Víctor Bailón y Octavio González
Escenografía e Iluminación de Cesar Cabrera
Del 24 de Abril al 25 de Mayo de 2008
Teatro de la Nación
(Panamá y 20 de noviembre)
Jueves, Viernes, Sábados y Domingos 7:00 p.m.
Donativo:
$70.00 y $50.00 pesos
Boletos en taquilla una hora antes de cada función
Además, Telón de Arena en coordinación y con apoyo de la Fundación del Empresariado Chihuahuense pone a disposición de la comunidad juarense el programa Teatro en tu ciudad: pedagogía comunitaria a través de la recreación, el cual consiste en invitar de manera totalmente gratuita a las Organizaciones de la Sociedad Civil y aquellas personas que vivan en condiciones de vulnerabilidad social a que asistan al teatro a ver esta obra, así como la posibilidad de que el montaje vaya a las comunidades que así lo soliciten (teatro itinerante). Este programa puede atender también a escuelas, grupos de adultos mayores, grupos de mujeres, centros de trabajo, o grupos de jóvenes o niños, que por alguna circunstancia les sea difícil tener acceso al teatro.
Informes:
(656) 613 6864, (656) 3 11 20 72 celular
contacto@telondearena.org y telon.de.arena@hotmail.com
Presentación:
El proceso de globalización, lejos de cumplir con la utopía de la “aldea global”, generó el aumento de la tensión entre la integración económica y la afirmación nacionalista.
Este movimiento de fuerzas del mercado promovió el desplazamiento de los flujos migratorios debido a la asimetría salarial. México no escapó a este fenómeno; se une a los 175 millones de migrantes que se desplazan por todo el mundo, según los datos de la ONU. Las políticas de flujo migratorio que sostiene Estados Unidos frente a México se caracterizan por un trato denigrante hacia los indocumentados que cruzan la frontera con la esperanza de mejorar sus condiciones económicas y vitales.
Martina y los hombres pájaro de la dramaturga Mónica Hoth, narra la vida de los sobrevivientes de esta xenofobia disfrazada de ley. Su relato abarca temas tan dramáticos como la orfandad en la que se ve envuelta una niña de ocho(¿?) años que cree perdido a su padre por cruzar el desierto.
Conocer a los protagonistas hasta cierto punto heroicos de esta hazaña ilustra con mayor exactitud el panorama migratorio. La frontera mexicana es escenario de muertes dolorosas, de mitos urbanos como los “coyotes”, de intolerancia y racismo. La migración, entonces, se ha convertido en una “profesión de alto riesgo”, el último recurso desesperado para las minorías de mujeres, indígenas, chinos, ecuatorianos, salvadoreños, mexicanos o menores de edad que no logran situarse en los rígidos esquemas de la utopía global.
Sobre el director:
César Cabrera Sánchez. Mexicano. Cuenta con una licenciatura en Educación Básica por parte del Centro de Actualización del Magisterio Juárez, además de cursar siete semestres de la Licenciatura en Literatura Dramática y Teatro en la UNAM.
Arqueología / México: Hallan probable ciudada maya en Veracruz
Arqueólogos del INAH hallaron en el ejido San Miguel Allende, en Veracruz, lo que podría ser una ciudad maya. (Foto: El Universal)
C iudad Juárez. Jueves 03 de abril de 2008. (RanchoNEWS).- El hallazgo de una probable ciudad prehispánica en Veracruz causa polémica sobre su probable origen maya, según reporta Yanet Aguilar Sosa para El Universal:
Un monolito «del tamaño de un escritorio», que tiene el grabado de un personaje descarnado –la calavera de un mono– con un numeral que marca en puntos y barras el número siete, es la prueba más contundente de que en el municipio de Las Choapas, al sureste de Veracruz, existió una ciudad maya.
Para el arqueólogo Jaime Cortés Hernández –titular del proyecto de investigación y adscrito al Centro INAH Veracruz– se trata de una ciudad que podría fecharse en el clásico medio, con un importante componente urbano. «Es un lugar densamente utilizado en el suelo, había mucha gente, a lo mejor era un centro de gobierno, una capital regional entre la costa y la cordillera, pero eso lo dirá la investigación».
El trabajo de prospección hecho hasta ahora por los especialistas confirma que hay una relación con los mayas, probablemente a través de los zoques –una cultura sobre la que todavía se polemiza, pues hay quien hay asegura que son los herederos de los olmecas y otros que hablan de que fue un grupo maya que se desarrolló en los Altos de Chiapas–. Lo saben por las esculturas encontradas que tienen rasgos y características mayas.
El hallazgo, localizado en el ejido San Miguel de Allende, en el estado de Veracruz, en los límites con Tabasco, sería determinante para el estudio de la región maya, cuyos últimos vestigios hacia el oeste se sitúan –según las investigaciones previas– en Malpasito y Comalcalco, en Tabasco, pero nunca más allá del río Usumacinta.
En la zona se encontraron cerámica, pedazos de ollas, platos, figuras de barro, cuchillos y cerámica. (Foto: El Universal)
Aunque parece un atrevimiento decir que hay una ciudad maya en Veracruz, el arqueólogo Jaime Cortés asegura que en esas 60 hectáreas que exploró de manera superficial, existen implicaciones iconográficas y simbólicas que confirman que la figura del monolito es un personaje divinizado. «Este tipo de personajes están en la cultura maya, no tanto en la olmeca, lo que nos amarra el dato de que hubo una dispersión cultural hacia esta parte, cercana a la costa del golfo en la región del Sotavento, que no fue precisamente olmeca».
El arqueólogo, quien también dirigió el proyecto de la zona arqueológica de Filobobos (en el mismo estado), defiende la tesis de que fue una ciudad maya basada en los senderos, la ubicación de edificios y la posición de las edificaciones con respecto de los astros, elementos que tienen que ver más con lo semiótico (concepción propia de los mayas).
El trabajo de prospección hecho hasta ahora por los especialistas confirma que hay una relación con los mayas, probablemente a través de los zoques, una cultura sobre la que todavía se polemiza. (Foto: El Universal)
Se sabe que la región del Usumacinta y Malpasito, en Tabasco, tuvo un intenso intercambio cultural con los mayas, pero nunca se había previsto que lo tuviera con las tierras costeñas de Veracruz: «Veremos hasta dónde llegó el contacto».
Aunque no ha habido trabajos de exploración, el arqueólogo y su equipo han registrado y localizado 120 lugares dentro de las 60 hectáreas.
El arqueólogo dice que varios de esos sitios encontrados tienen que ver con la civilización olmeca y por lo menos la sección de la cordillera, aproximadamente 30% del área explorada, tiene que ver más con la cultura maya que con la olmeca.
En esa área, pegada a la cordillera de Las Choapas, se ve el uso de plataformas naturales y elementos arquitectónicos como juegos de pelota y plazas grandes. Se encontró cerámica, pirámides aisladas, montículos, pedazos de ollas, platos, figuras de barro, cuchillos y lanzas.
Infograma del área. (Foto: El Universal)
Los trabajos de exploración superficial se dieron como parte de la supervisión que hizo el INAH ante la búsqueda de petróleo que realiza la Compañía Mexicana de Exploraciones (Comesa), a la altura del kilómetro 47 de la autopista Las Choapas-Raudales.
El municipio de Las Choapas tiene planeado conformar un patronato que ayude en los trabajos y a tomar decisiones; no descartan el aprovechamiento de esa riqueza cultural para el desarrollo turístico. (Con información de Erick Viveros, corresponsal en Veracruz)
Cuestionan hipótesis
Antonio Benavides, arqueólogo de la zona de Chacmultún:
En Veracruz como en otras regiones de Mesoamérica hay elementos que llegaron allá por cuestiones comerciales, pero en cuanto a la existencia de un asentamiento maya, yo lo dudo porque vendría a romper el esquema tradicional de que el área maya no termina en Tabasco sino en Veracruz. Hubo un gran movimiento de gente, ideas y productos comerciales, pero para decir que es un asentamiento maya se deben encontrar jeroglíficos mayas, que es un elemento importante.
Ramón Carrasco, director del proyecto Calakmul:
Cuando hay hallazgos, podría haber elementos que parecieran mayas, pero habría que ver si el trabajo arqueológico descubre cerámica y otros materiales que realmente demuestren que tienen una filiación maya. También habría que ver temporalidad, si es muy tardía no sería maya, serían elementos con iconografía maya. Personalmente tengo toda la duda.
Peter Smith, arqueólogo, uno de los mayores especialistas en Chichén Itzá:
Las Choapas es una región donde hay edificios olmecas y vestigios más tardíos, pero una ciudad maya maya es poco probable. Puede haber vestigios mayas que hayan llegado por vía del comercio, eso es posible. Algunos elementos arqueológicos mayas han llegado más lejos.
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