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«Muchas veces pintar es más lo que quitas que lo que pones, aunque los espectadores no se dan cuenta», dice Manuel Felguérez en su estudio durarante la entrevista con La Jornada. (Foto: Guillermo Sologuren)
C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de agosto de 2017. (RanchoNEWS).- El artista Manuel Felguérez (Valparaíso, Zacatecas, 1928), quien el próximo diciembre cumplirá 89 años, no deja de trabajar, como se observa en su estudio, donde cuelgan cuadros de reciente factura o en proceso de terminar, incluso con una silla colocada de modo estratégico al frente. Merry MacMasters escribe para La Jornada.
«Tú sabes que el trabajo es como una lucha para que salga lo que quieres, como una necedad, dale, dale, dale. Así es la profesión», dice en entrevista con La Jornada.
Los Felguérez de Felguérez es el título de la exposición de pintura, escultura y grabado que don Manuel abrirá este sábado en la sede del Seminario de Cultura Mexicana, institución que celebra su 75 aniversario.
Sin embargo, ese no es el único proyecto que el artista tiene bajo la manga. Aparte de pensar en cómo realizar «por pedido un cuadrote de 10 por 5 metros –no cabe en su estudio ni su casa– para un espacio público en la Ciudad de México» que no revela, a Felguérez no se le olvida que en 2018 cumplirá 90 años.
Larga historia con la UNAM
«Cuando cumplí 70 años –explica Felguérez– me dieron el Museo del Palacio de Bellas Artes. Cuando cumplí los 80, otra vez expuse allí. Para los 90 no voy a hacerlo en Bellas Artes, sino en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), porque como recuperaron mi mural del cine Diana y han vuelto a hacer un pedazo del (mural metálico
Canto del océano) del Deportivo Bahía, hay interés».
Felguérez busca que la muestra del Muac, pensada para abrirla a mediados de 2019, sea «muy llamativa». Entonces, necesita hacer «una bola de esculturas de tamaño mayor en relación con el espacio del museo. Ya empecé a trabajar mentalmente». Y como él pone sus metas, asegura: «aunque no me encarguen nada, con mi propio trabajo tengo mucho encargo yo mismo».
El artista tiene una larga historia con la UNAM, que se remonta a sus tiempos de profesor de composición de la estructura del cuadro en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
De 1977 a 1990 fue investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas. «Si me voy al pasado tengo toda una época que es
El espacio múltiple, todo este tipo de escultura y pintura que me sirvió para cumplir mi calidad de universitario como investigador. Además, tengo obra investigada por la UNAM, también libros; es un espacio que siento mío».
En la exhibición del Seminario de Cultura Mexicana las «novedades» serán estéticas. Al respecto, aclara, el grabado que presentará «no es del año», aunque la mayoría fue hecha en el taller del Museo de Arte Abstracto en Zacatecas que lleva su nombre. «Siempre que salgo llevo trabajo que me invento. Nunca estoy desocupado. A Zacatecas tengo que ir con cierta frecuencia; como tenemos un taller de grabado muy bueno, aprovecho para hacer alguna obra», explica.
¿En qué consisten las novedades? Manuel Felguérez señala tres cuadros de su estudio, donde se desarrolla la entrevista, que son de lo más reciente. ¿Son lo mismo o no lo son?, pregunta. «En un sentido sí; sin embargo, todo este rayerío que tiene la forma, pues, es más nuevo, aunque lo demás sigue siendo lo mismo, por ejemplo, el color. A veces el color te determina.
«En la última década he pintado con oro y plata –su manera de ser folclórico por la referencia a su tierra natal–. Mientras, el oro no lo encuentras en un cuadro de hace 10 años, a lo mejor sí en uno de hace 20. Son épocas.»
Luego, «cada vez que haces un cuadro tienes que inventar el color porque aunque sea el mismo debe ser diferente. No se vale pintar todos del mismo color. Eso también es un decir porque hay muchos pintores que, al revés, limitan su color con intención. El color es individual, es parte de la creación. Ves una forma que estás en el proceso de crear y dices, necesita un rojo, pero éste rojo es uno, y hay un infinito de rojos. Cada color es infinito».
Por «una cosa de intuición –prosigue Felguérez–, cada persona tiene sus colores que le gustan. Pongo un color en el cuadro y digo, no me gusta, lo quito y pongo otro hasta que doy con el que me imagino. Cuando ya lo tengo, digo, junto a este rojo voy a poner un verde. Ambos te gustan, pero cuando los pones junto se ve horrible. Es una combinatoria en la que seleccionas hasta que todos los colores que tienes te gustan o, por lo menos, no te molestan.
«Muchas veces pintar es más lo que quitas que lo que pones, aunque los espectadores no se dan cuenta».
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Los Felguérez de Felguérez será inaugurada este sábado a las 12 horas en Presidente Masaryk 526, Polanco.)
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