ENTREVISTA
De europeo a europeo.
Una entrevista con Umberto Eco
Pierre Ganz y Alain Louyot / La Crónica Hoy
Uno de los pioneros de Europa, Jean Monnet, ha dicho a propósito de la construcción europea: “Si hubiera que volver a comenzar, habría que comenzar por la cultura”. ¿Piensa usted igualmente que no se ha tomado a Europa por el lado bueno?
—No, porque estoy convencido de que existe una identidad cultural europea. Si estoy en Estados Unidos o en Australia y entre los invitados de una cena hay un europeo, me sentiré mejor charlando con él aun si es sueco, quiero decir, muy diferente de un italiano. Habrá más cosas en común entre él y yo que entre cada uno de nosotros y un estadounidense o un australiano. Juntos, entre europeos, hablaremos de historia, de nuestras raíces. En una palabra, la unidad cultural de Europa existe, pero hay que ayudar a los europeos a que se den cuenta de ello.
¿Cuál será en la Europa de mañana la lengua que se impondrá? ¿Será inevitablemente el inglés?
—Miren, en cualquier parte del mundo se necesita siempre una lengua vehicular. Los africanos han inventado prácticamente el swahili, que se entiende en gran parte del continente. En el pasado, la lengua vehicular era el latín. Después fue el francés durante siglos. En la actualidad es el inglés. Ningún poder sobre la tierra puede imponer una lengua nacional ni una lengua vehicular. De alguna forma, las lenguas son fuerzas biológicas. Independientemente de esto, el interés del inglés es que, por razones históricas y aun gramaticales, se puede torturar con mucha más facilidad al inglés que al francés o el italiano. Con el inglés se puede hablar al estilo “Mi Tarzán, tú Chita” y hacerse entender. Y los anglófonos lo aceptan todo. ¡Tal vez en medio siglo le toque el turno al árabe o al chino! Pero, y lo repito, tal y como lo sostuve en mi libro sobre la búsqueda de la lengua, no se puede imponer ningún idioma. La única posibilidad es el poliglotismo salvaje.
¿No existe un riesgo de disolución cultural si se amplía demasiado Europa? ¿Hasta dónde hay que detenerse? ¿En Turquía?
—Ese es un problema político sobre el cual no quiero comprometerme más de lo necesario. Me parece, de todas maneras, que los Estados fundadores de la Europa unida –Italia, Alemania, Francia, etc.— deben primero trabajar entre ellos antes de abrirse a los demás. Evidentemente hay una diferencia enorme entre la cultura polaca y la cultura turca. Ahí, las raíces comunes de las que acabo de hablar no existen, a menos que queramos encontrar raíces comunes para toda la humanidad. Así que me parece que la candidatura de Turquía puede constituir un problema.
Durante la guerra de Irak algunos responsables estadounidenses hablaron de “vieja Europa”… ¿Según usted hay una Europa joven y una Europa vieja?
—Europa es vieja, claro está. Pero eso es una ventaja. Yo que soy viejo gozo de una considerable experiencia de la vida y sé más cosas que cualquiera de mis estudiantes. La vejez lo hace a uno prudente. ¡Pero por desgracia también provoca problemas circulatorios y de las articulaciones! Por ejemplo, todos sufrimos con la lentitud europea en materia de investigación científica, mientras que en Estados Unidos, en este terreno como en tantos otros, van a mayor velocidad. Por lo que hay que aceptarse tal y como uno es e intentar trabajar con esa realidad.
¿El populismo es una amenaza para Europa?
—Sí, con toda seguridad. Y yo vivo en un país gobernado por un populista. El populismo es la convocatoria sentimental y directa a una entidad imprecisa que no existe, pero que llamamos “el pueblo”. Y al que se trata de atrapar por las tripas.
¿Es una enfermedad contagiosa?
—¡Claro que es contagiosa! En Francia ustedes han tenido ejemplos, del poujadismo al lepenismo. En Italia tenemos una forma de populismo racista, la Liga del Norte, que permanece delimitada, en términos de electorado, en proporciones que aún son razonables. Mientras que el populismo mediático de Berlusconi, que ha venido a substituir al populismo de los que tocaban el tambor en las plazas de los pueblos, es un populismo muy moderno, muy avanzado, gracias al control de las cadenas de televisión, de los medios de comunicación de masas.
¿Es la televisión la que produce el populismo?
—No, la televisión lo moderniza. Mussolini hablaba desde el balcón de palacio, en Roma o en Venecia, ante cien mil personas que se habían reunido bajo amenazas para escucharlo. En la actualidad podría reunir a cuarenta millones de telespectadores. Y a esos millones ni siquiera necesitaría obligarlos a ver la pantalla de su televisor. Por lo tanto, la tele moderniza y acrecienta el fenómeno populista. Pero no sobra subrayar que Berlusconi no es el culpable de esta situación, ¡sino aquellos que votan por él!
domingo, junio 20, 2004
COLUMNA
Latidos
El ‘sistema Pearl’ para encontrar agente
SERGIO VILA–SANJUÁN - 16/06/2004
Me pareció muy curioso que alguien tan joven como Mathew Pearl (Nueva York, 1975) hubiera protagonizado una irrupción tan espectacular como la llevada a cabo con ‘El club Dante’ y, cenando en Barcelona, le pregunté como lo había conseguido, dado que cuando redactó su novela era un estudiante de derecho en Yale supuestamente sin padrinos ni grandes contactos. “Bueno –contestó– mi agente, que era importante, me ayudó mucho, tanto animándome a reelaborar el material como, cuando estuvo listo, negociando con las editoriales; Random House lo contrató enseguida”. Entiendo –insistí– pero, siendo un total desconocido, ¿cómo conseguiste que una ‘agente importante’ te representara? “Verás –replicó Pearl– yo sabía que a ella le gustaba este tipo de material y sin conocerla le envié mi primer borrador; me llamó enseguida”. De acuerdo –dije–, y siento ponerme pesado, pero ¿cómo conseguiste localizar a una ‘agente importante’ de quien sabías que le gustaba precisamente el tipo de literatura que tú hacías? “Muy fácil –zanjó– junté una serie de novelas en las que más o menos me había inspirado, como ‘El alienista’ de Caleb Carr, indagué en las páginas de agradecimientos, y en varias de ellas aparecía el mismo nombre: Suzanne Gluck, de la William Morris Agency. Ella es quien ha conseguido ponerme en órbita”
Dante ya no es aburrido
Como ya explicó Robert Saladrigas en estas páginas, ‘El club Dante’ (Seix Barral) es una novela policíaca ambientada en el Boston de 1865 y protagonizada por hombres de letras reales como el poeta Henry Longfellow y el ensayista Oliver Wendell Holmes; la trama gira en torno a su traducción de la ‘Divina Comedia’, la primera realizada al inglés. Para el interesado en la vida literaria estadounidense casi es una lástima que con el mismo material y personajes, el autor no se haya decidido a hacer un retrato coral de no–ficción, que podría haber sido tan jugoso como el ‘Emerson among the eccentrics’ de Carlos Baker. Pero Pearl, que tiene como referencias narrativas, junto a Caleb Carr, a Umberto Eco, Ian Pears y Donna Tart, considera que ya ha encontrado su terreno y prepara un nuevo thriller literario, éste ambientado en Florida. De las cosas que le han pasado desde que publicó ‘El club Dante’ le choca la reacción en Italia: “Me daba miedo su respuesta ya que Dante es un mito nacional, pero como lo han estudiado tanto en el colegio les parece una figura muy aburrida, y mi libro les ha entusiasmado porque dicen que vuelvo a hacerle interesante”
El húsar recuperado
“’El húsar’ es mi primera novela. Escrita en 1983 entre dos reportajes de guerra –no tenía entonces intención de dedicarme a la literatura– y publicada casi por azar en una editorial con la que nunca mantuve buenas relaciones, he tardado casi veinte años en recuperar los derechos de publicación. Ahora sale de nuevo a la luz, por fin a gusto de su autor, con una adecuada revisión, corregida de erratas y aligerada de algunos adverbios y adjetivos innecesarios”. Así reza la nota de Arturo Pérez–Reverte que abre la nueva edición de Alfaguara. Algunos datos para la historia: la “editorial con la que nunca mantuve buenas relaciones” es la madrileña Akal. El escritor contactó con ella a través de su compañero de redacción en ‘Pueblo’ Javier Martínez Reverte, que leyó el manuscrito y se lo recomendó a Joaquín Arnaiz, quien trabajaba allí y recomendó su publicación. Una vez en librerías no tuvo demasiado eco, a excepción de una reseña elogiosa en ‘Quimera’. Novato en lides editoriales, Pérez–Reverte firmó un contrato bastante leonino acorde con la legislación de derechos de autor entonces vigente, que le impidió recuperar el libro cuando quiso cambiar de sello. Durante varios años Akal y Pérez–Reverte han peleado ante los tribunales, que acabaron dando la razón al autor de ‘El club Dumas’
Latidos
El ‘sistema Pearl’ para encontrar agente
SERGIO VILA–SANJUÁN - 16/06/2004
Me pareció muy curioso que alguien tan joven como Mathew Pearl (Nueva York, 1975) hubiera protagonizado una irrupción tan espectacular como la llevada a cabo con ‘El club Dante’ y, cenando en Barcelona, le pregunté como lo había conseguido, dado que cuando redactó su novela era un estudiante de derecho en Yale supuestamente sin padrinos ni grandes contactos. “Bueno –contestó– mi agente, que era importante, me ayudó mucho, tanto animándome a reelaborar el material como, cuando estuvo listo, negociando con las editoriales; Random House lo contrató enseguida”. Entiendo –insistí– pero, siendo un total desconocido, ¿cómo conseguiste que una ‘agente importante’ te representara? “Verás –replicó Pearl– yo sabía que a ella le gustaba este tipo de material y sin conocerla le envié mi primer borrador; me llamó enseguida”. De acuerdo –dije–, y siento ponerme pesado, pero ¿cómo conseguiste localizar a una ‘agente importante’ de quien sabías que le gustaba precisamente el tipo de literatura que tú hacías? “Muy fácil –zanjó– junté una serie de novelas en las que más o menos me había inspirado, como ‘El alienista’ de Caleb Carr, indagué en las páginas de agradecimientos, y en varias de ellas aparecía el mismo nombre: Suzanne Gluck, de la William Morris Agency. Ella es quien ha conseguido ponerme en órbita”
Dante ya no es aburrido
Como ya explicó Robert Saladrigas en estas páginas, ‘El club Dante’ (Seix Barral) es una novela policíaca ambientada en el Boston de 1865 y protagonizada por hombres de letras reales como el poeta Henry Longfellow y el ensayista Oliver Wendell Holmes; la trama gira en torno a su traducción de la ‘Divina Comedia’, la primera realizada al inglés. Para el interesado en la vida literaria estadounidense casi es una lástima que con el mismo material y personajes, el autor no se haya decidido a hacer un retrato coral de no–ficción, que podría haber sido tan jugoso como el ‘Emerson among the eccentrics’ de Carlos Baker. Pero Pearl, que tiene como referencias narrativas, junto a Caleb Carr, a Umberto Eco, Ian Pears y Donna Tart, considera que ya ha encontrado su terreno y prepara un nuevo thriller literario, éste ambientado en Florida. De las cosas que le han pasado desde que publicó ‘El club Dante’ le choca la reacción en Italia: “Me daba miedo su respuesta ya que Dante es un mito nacional, pero como lo han estudiado tanto en el colegio les parece una figura muy aburrida, y mi libro les ha entusiasmado porque dicen que vuelvo a hacerle interesante”
El húsar recuperado
“’El húsar’ es mi primera novela. Escrita en 1983 entre dos reportajes de guerra –no tenía entonces intención de dedicarme a la literatura– y publicada casi por azar en una editorial con la que nunca mantuve buenas relaciones, he tardado casi veinte años en recuperar los derechos de publicación. Ahora sale de nuevo a la luz, por fin a gusto de su autor, con una adecuada revisión, corregida de erratas y aligerada de algunos adverbios y adjetivos innecesarios”. Así reza la nota de Arturo Pérez–Reverte que abre la nueva edición de Alfaguara. Algunos datos para la historia: la “editorial con la que nunca mantuve buenas relaciones” es la madrileña Akal. El escritor contactó con ella a través de su compañero de redacción en ‘Pueblo’ Javier Martínez Reverte, que leyó el manuscrito y se lo recomendó a Joaquín Arnaiz, quien trabajaba allí y recomendó su publicación. Una vez en librerías no tuvo demasiado eco, a excepción de una reseña elogiosa en ‘Quimera’. Novato en lides editoriales, Pérez–Reverte firmó un contrato bastante leonino acorde con la legislación de derechos de autor entonces vigente, que le impidió recuperar el libro cuando quiso cambiar de sello. Durante varios años Akal y Pérez–Reverte han peleado ante los tribunales, que acabaron dando la razón al autor de ‘El club Dumas’
viernes, junio 18, 2004
ENTREVISTA
FEDERICO ANDAHAZI
ERRANTE EN LA SOMBRA
Por JOSE CARVAJAL / LIBRUSA / Buenos Aires-Miami
Un mes después de haber leído Errante en la sombra, pienso en Ivonne, Juan Molina y Gardel como si los hubiera conocido personalmente durante un viaje a Buenos Aires. Eso se debe a la perfección con que Federico Andahazi ha logrado humanizar los rasgos de cada uno de ellos en una novela musical donde —como advierte el propio autor argentino— “de pronto los personajes se ponen a cantar y a bailar y nadie manifiesta la menor sorpresa”.
E.M. Forster diría que son personajes redondos, al estilo Guerra y paz o las novelas de Dostoievski, Thackeray o algunos de Proust o Charlotte Brontë. “La forma de probar a un personaje redondo es ver si es capaz de sorprender de forma convincente”, escribió Forster en su famoso ensayo Aspectos de la novela. Y eso es lo que más hacen los personajes de Errante en la sombra; sorprendernos con sus acciones a lo largo de una trama en la que terminamos siendo cómplices de los seres que la habitan, y testigos circunstanciales de un crimen pasional cuyo desenlace nos deja inevitablemente perplejos.
—Creo que tu nueva novela tiene varios momentos culminantes que agilizan el discurso narrativo y dan mucha fuerza a sus personajes. Uno de esos momentos es ya casi al final, cuando Juan Molina encuentra a Ivonne bañada en sangre. Nadie puede imaginarse el desenlace de aquel crimen. En principio se engaña a todos haciendo creer que podía haber sido obra de Gardel, digamos el Gardel ficticio de tu novela. ¿Por qué adjudicaste el crimen a Juan Molina?
—Es curioso, muchos lectores insisten en creer que ha sido Gardel el asesino. Juan Molina inspira mucho afecto en los lectores y sostienen que se ha declarado culpable (ante la ley y ante su propia conciencia) para eximir a Gardel del crimen. En distintas presentaciones en las que tuve la oportunidad de dialogar con el público, me encontré con muchos lectores que sostenían esta convicción: era tal la lealtad que le profesaba Molina a Gardel que terminó persuadido de su culpabilidad. Creo que esta lectura está condicionada por el cariño que despierta Molina: el lector lo disculpa condenando a Gardel para reivindicar de esta forma el destino fatal del protagonista. Y está bien, dejemos que sean los lectores quienes otorguen al libro su sentido último.
—Sin embargo, como lector, no creo que Molina se merecía tal destino. Era un tipo honesto, ¿no? El episodio de cuando regresa a pagar una guitarra que se había robado tiempo atrás, cuando no tenía trabajo, confirma que era honesto. Pero quizá su perdición fue el amor casi enfermizo que llega a sentir por Ivonne, que sólo tenía ojos para Gardel. O tal vez lo que ocurre con Juan Molina es una especie de conjura del amor que siente por Ivonne y la veneración que también le profesa a Gardel.
—En primer lugar debo decir que el mío es un país en el cual, por regla general, nunca los honestos tienen el destino que merecerían. Pareciera que mayores son las recompensa cuánto más corrupto se es. Ahí están los genocidas de la dictadura paseándose libres por la calle, ahí está Menem disfrutando de la buena vida en Chile con esa Miss que se acaba de comprar. Pero, bueno, volviendo a la novela, es posible que detrás de aquella lealtad ciega que le profesaba Molina a Gardel, hubiese un recóndito resentimiento que fue horadando su espíritu hasta quebrarlo. Molina estaba llamado a ser el mejor cantor de tangos de todos lo tiempos después de Gardel y resignó ese privilegio por lealtad. Podía haber tenido, quizá, a la mujer que Gardel había finalmente despreciado. Pero tampoco se atrevió a tenerla en homenaje a esa misma fidelidad a su patrón. Quizá fue esa misma lealtad patológica, muy propia del tango, la que lo llenó de un odio que nunca quiso confesarse y lo condujo a su destino.
—Lo que no me queda claro, o tal vez perdí detalles importantes para darme cuenta, es desde cuándo comenzó Ivonne a sentirse amenazada... ¿por qué comenzó a decir que la iban a matar? ¿Por qué estaba tan segura de eso?
—La prostitución siempre fue un oficio riesgoso. Ivonne tenía buenos motivos para sentirse amenazada, ya que decidió huir de la "protección" de André Seguin, el rufián que la explotaba. Aquellas chicas que llegaban engañadas desde Europa a Buenos Aires tenían que someterse a los dictados de estas organizaciones mafiosas que copaban la actividad de los cabarets porteños. Vivían amenazadas aunque nunca consiguieran escapar. Pero si lo hacían, su vida se convertía un calvario. Las buscaban hasta encontrarlas y las asesinaban delante de las demás como medida ejemplificadora. Pero además, la paranoia de Ivonne estaba exacerbada por su adicción a la cocaína. Muchas veces se tiende a pensar que la cocaína es propiedad exclusiva de nuestra época, sin embargo, allá por 1920, 1930, era muy corriente entre los tangueros. De hecho una de las esquinas más tradicionales Buenos Aires, la intersección de las calles Esmeralda y Corrientes era conocida como "Alaska", en alusión el polvo blanco y frío del clorhidrato de cocaína.
—Hablemos de posible jugada del destino. ¿Cuál habría sido el destino de Juan Molina si hubiera cantado aquella noche de sábado en el Armenoville, tal como se lo había prometido a su jefe antes de que Ivonne le propusiera la posibilidad de trabajar para Gardel?
—Estoy tentado a pensar que si Molina hubiese cantado esa noche, su destino hubiese sido otro. Quizá su éxito como cantor hubiese hecho que se olvidara de Ivonne y, en consecuencia, jamás conocería a Gardel. Tal vez la historia del tango argentino hubiese sido distinta. Pero me atrevo a conjeturar que éste destino trágico de Molina era tan poderoso, ejercía una atracción tan fuerte que de todos modos hubiese ardido en su propio fuego. Claro que también estaba aquella mirada infantil sobre su futuro, expresada en los primeros tangos que canta Molina al principio, en los cuales se ve a sí mismo como un astro, las letras de sus nombres fulgurando en los carteles de neón del cabaret. Ahí podía vislumbrar otra historia.
—Una historia completamente distinta...
—Sí, pero este futuro promisorio aparece como aquella posibilidad que jamás irá a consumarse, como la otra cara de una moneda que nunca habrá de alcanzar. Para que el destino trágico se cumpla es necesario presentar la alternativa del imposible final feliz. En el tango no existe el final feliz. La felicidad siempre es algo que le sucede a los otros.
—Bueno, ahora miremos la estructura: una “novela musical”, es decir, entrelazas el discurso narrativo “tradicional” con letras de tango. Los personajes, casi todos los que mueven la trama, cantan, dialogan cantando tangos. ¿De dónde surgió la idea de escribir una “novela musical”?
—La idea originaria de Errante en la sombra era la de construir una novela enlazando una serie de tangos con un hilo argumental que les diera una cierta unidad y, a la vez, que este argumento surgiera de las letras de esos mismos tangos. De modo que recopilé alrededor de cincuenta tangos, los más representativos a mi entender, y puse manos a la obra. De inmediato empezaron a crearse los personajes, aquellos que aparecían de una u otra forma en casi todas las letras, los arquetipos que todo conocemos: la mujer "bien" que se ha olvidado que alguna vez fue una chica "mal", el "fiolo", el gigoló, etc. Pero a poco de iniciar la escritura empecé a notar que el argumento se escapaba del rígido corset que imponían las letras y, al contrario, que los tangos no se dejaban someter fácilmente un argumento que los abarcara a todos. De manera que, en un rapto de coraje, tomé una decisión terminante: componer mis propios tangos en función de la novela. Inmediatamente descubrí que tenía entre las manos un potencial narrativo sumamente original. Los personajes no sólo iban a dialogar sino que, además, lo harían cantando. Componer mis propias canciones para ponerlas en boca de mis criaturas me iba permitir reemplazar los monólogos interiores y las reflexiones por el recurso del canto. Si tuviese que definir Errante en la sombra diría que es una novela musical. Tiene la apariencia de los musicales sin dejar de ser una novela en sentido estricto. Las buenas comedias musicales tienen un cierto espíritu kafkiano; Borges decía que lo que caracterizaba la narrativa de Kafka no era el absurdo, sino la falta de asombro ante el absurdo. Lo mismo sucede en el género musical: de pronto los personajes se ponen a cantar y a bailar y nadie manifiesta la menor sorpresa. El lector, rápidamente, se adecua a la lógica del libro.
—Pero tengo entendido que la pensaste inicialmente como una novela policíaca... ¿cuándo cambió la intención del género?
—Si, es cierto, al principio imaginé una historia de tango con una estructura policíaca, donde se mezclaran en una Buenos Aires oscura la novela negra americana y el policial deductivo británico. Pero afortunadamente tuve un encuentro con mi amigo chileno Hernán Rivera y me convenció de que una novela de tango debía ser, ante todo, tan lírica como lo es el propio tango. De modo que, a partir de esa charla, el libro tomó un nuevo rumbo. Sin embargo, la segunda mitad de la novela conserva un tono oscuro, sórdido, un poco pariente de cierta tradición policíaca. Por otra parte, también el lector se ve obligado a hacer conjeturas para deducir quién fue el asesino de Ivonne, de modo que algo de la idea original se mantuvo pese a todo.
—Y riesgo. ¿Pensaste alguna vez que podías estar tomando el riesgo de que la novela no fuera aceptada por el lector escéptico (demasiado serio), incapaz de abrirse a otra posibilidad ficticia fuera de tu novela: la de creer que está sentado en un gran teatro disfrutando de un espectáculo montado exclusivamente para él?
—Si uno se pusiera a pensar qué quieren leer los lectores moriríamos en el intento de descifrarlo y jamás escribiríamos. O peor aún, ya andaría por "El anatomista sexta parte". Pero no tengo la habilidad de Rowling. Francamente escribo lo que me place, sin especular acerca de los gustos del mercado. Por supuesto que me halaga cada vez que alguien me dice "leí tu libro y me olvidé de que estaba leyendo. Creía estar asistiendo a un espectáculo teatral". Pero, bueno, eso es algo impredecible.
___________________
Federico Andahazi nació en 1963 y se dio a conocer internacionalmente en 1996 con la publicación de El anatomista, una de las novelas latinoamericanas más traducidas y leídas en la última década. Otras obras de Andahazi son El árbol de las tentaciones, Las piadosas, El príncipe y El secreto de los flamencos.
FEDERICO ANDAHAZI
ERRANTE EN LA SOMBRA
Por JOSE CARVAJAL / LIBRUSA / Buenos Aires-Miami
Un mes después de haber leído Errante en la sombra, pienso en Ivonne, Juan Molina y Gardel como si los hubiera conocido personalmente durante un viaje a Buenos Aires. Eso se debe a la perfección con que Federico Andahazi ha logrado humanizar los rasgos de cada uno de ellos en una novela musical donde —como advierte el propio autor argentino— “de pronto los personajes se ponen a cantar y a bailar y nadie manifiesta la menor sorpresa”.
E.M. Forster diría que son personajes redondos, al estilo Guerra y paz o las novelas de Dostoievski, Thackeray o algunos de Proust o Charlotte Brontë. “La forma de probar a un personaje redondo es ver si es capaz de sorprender de forma convincente”, escribió Forster en su famoso ensayo Aspectos de la novela. Y eso es lo que más hacen los personajes de Errante en la sombra; sorprendernos con sus acciones a lo largo de una trama en la que terminamos siendo cómplices de los seres que la habitan, y testigos circunstanciales de un crimen pasional cuyo desenlace nos deja inevitablemente perplejos.
—Creo que tu nueva novela tiene varios momentos culminantes que agilizan el discurso narrativo y dan mucha fuerza a sus personajes. Uno de esos momentos es ya casi al final, cuando Juan Molina encuentra a Ivonne bañada en sangre. Nadie puede imaginarse el desenlace de aquel crimen. En principio se engaña a todos haciendo creer que podía haber sido obra de Gardel, digamos el Gardel ficticio de tu novela. ¿Por qué adjudicaste el crimen a Juan Molina?
—Es curioso, muchos lectores insisten en creer que ha sido Gardel el asesino. Juan Molina inspira mucho afecto en los lectores y sostienen que se ha declarado culpable (ante la ley y ante su propia conciencia) para eximir a Gardel del crimen. En distintas presentaciones en las que tuve la oportunidad de dialogar con el público, me encontré con muchos lectores que sostenían esta convicción: era tal la lealtad que le profesaba Molina a Gardel que terminó persuadido de su culpabilidad. Creo que esta lectura está condicionada por el cariño que despierta Molina: el lector lo disculpa condenando a Gardel para reivindicar de esta forma el destino fatal del protagonista. Y está bien, dejemos que sean los lectores quienes otorguen al libro su sentido último.
—Sin embargo, como lector, no creo que Molina se merecía tal destino. Era un tipo honesto, ¿no? El episodio de cuando regresa a pagar una guitarra que se había robado tiempo atrás, cuando no tenía trabajo, confirma que era honesto. Pero quizá su perdición fue el amor casi enfermizo que llega a sentir por Ivonne, que sólo tenía ojos para Gardel. O tal vez lo que ocurre con Juan Molina es una especie de conjura del amor que siente por Ivonne y la veneración que también le profesa a Gardel.
—En primer lugar debo decir que el mío es un país en el cual, por regla general, nunca los honestos tienen el destino que merecerían. Pareciera que mayores son las recompensa cuánto más corrupto se es. Ahí están los genocidas de la dictadura paseándose libres por la calle, ahí está Menem disfrutando de la buena vida en Chile con esa Miss que se acaba de comprar. Pero, bueno, volviendo a la novela, es posible que detrás de aquella lealtad ciega que le profesaba Molina a Gardel, hubiese un recóndito resentimiento que fue horadando su espíritu hasta quebrarlo. Molina estaba llamado a ser el mejor cantor de tangos de todos lo tiempos después de Gardel y resignó ese privilegio por lealtad. Podía haber tenido, quizá, a la mujer que Gardel había finalmente despreciado. Pero tampoco se atrevió a tenerla en homenaje a esa misma fidelidad a su patrón. Quizá fue esa misma lealtad patológica, muy propia del tango, la que lo llenó de un odio que nunca quiso confesarse y lo condujo a su destino.
—Lo que no me queda claro, o tal vez perdí detalles importantes para darme cuenta, es desde cuándo comenzó Ivonne a sentirse amenazada... ¿por qué comenzó a decir que la iban a matar? ¿Por qué estaba tan segura de eso?
—La prostitución siempre fue un oficio riesgoso. Ivonne tenía buenos motivos para sentirse amenazada, ya que decidió huir de la "protección" de André Seguin, el rufián que la explotaba. Aquellas chicas que llegaban engañadas desde Europa a Buenos Aires tenían que someterse a los dictados de estas organizaciones mafiosas que copaban la actividad de los cabarets porteños. Vivían amenazadas aunque nunca consiguieran escapar. Pero si lo hacían, su vida se convertía un calvario. Las buscaban hasta encontrarlas y las asesinaban delante de las demás como medida ejemplificadora. Pero además, la paranoia de Ivonne estaba exacerbada por su adicción a la cocaína. Muchas veces se tiende a pensar que la cocaína es propiedad exclusiva de nuestra época, sin embargo, allá por 1920, 1930, era muy corriente entre los tangueros. De hecho una de las esquinas más tradicionales Buenos Aires, la intersección de las calles Esmeralda y Corrientes era conocida como "Alaska", en alusión el polvo blanco y frío del clorhidrato de cocaína.
—Hablemos de posible jugada del destino. ¿Cuál habría sido el destino de Juan Molina si hubiera cantado aquella noche de sábado en el Armenoville, tal como se lo había prometido a su jefe antes de que Ivonne le propusiera la posibilidad de trabajar para Gardel?
—Estoy tentado a pensar que si Molina hubiese cantado esa noche, su destino hubiese sido otro. Quizá su éxito como cantor hubiese hecho que se olvidara de Ivonne y, en consecuencia, jamás conocería a Gardel. Tal vez la historia del tango argentino hubiese sido distinta. Pero me atrevo a conjeturar que éste destino trágico de Molina era tan poderoso, ejercía una atracción tan fuerte que de todos modos hubiese ardido en su propio fuego. Claro que también estaba aquella mirada infantil sobre su futuro, expresada en los primeros tangos que canta Molina al principio, en los cuales se ve a sí mismo como un astro, las letras de sus nombres fulgurando en los carteles de neón del cabaret. Ahí podía vislumbrar otra historia.
—Una historia completamente distinta...
—Sí, pero este futuro promisorio aparece como aquella posibilidad que jamás irá a consumarse, como la otra cara de una moneda que nunca habrá de alcanzar. Para que el destino trágico se cumpla es necesario presentar la alternativa del imposible final feliz. En el tango no existe el final feliz. La felicidad siempre es algo que le sucede a los otros.
—Bueno, ahora miremos la estructura: una “novela musical”, es decir, entrelazas el discurso narrativo “tradicional” con letras de tango. Los personajes, casi todos los que mueven la trama, cantan, dialogan cantando tangos. ¿De dónde surgió la idea de escribir una “novela musical”?
—La idea originaria de Errante en la sombra era la de construir una novela enlazando una serie de tangos con un hilo argumental que les diera una cierta unidad y, a la vez, que este argumento surgiera de las letras de esos mismos tangos. De modo que recopilé alrededor de cincuenta tangos, los más representativos a mi entender, y puse manos a la obra. De inmediato empezaron a crearse los personajes, aquellos que aparecían de una u otra forma en casi todas las letras, los arquetipos que todo conocemos: la mujer "bien" que se ha olvidado que alguna vez fue una chica "mal", el "fiolo", el gigoló, etc. Pero a poco de iniciar la escritura empecé a notar que el argumento se escapaba del rígido corset que imponían las letras y, al contrario, que los tangos no se dejaban someter fácilmente un argumento que los abarcara a todos. De manera que, en un rapto de coraje, tomé una decisión terminante: componer mis propios tangos en función de la novela. Inmediatamente descubrí que tenía entre las manos un potencial narrativo sumamente original. Los personajes no sólo iban a dialogar sino que, además, lo harían cantando. Componer mis propias canciones para ponerlas en boca de mis criaturas me iba permitir reemplazar los monólogos interiores y las reflexiones por el recurso del canto. Si tuviese que definir Errante en la sombra diría que es una novela musical. Tiene la apariencia de los musicales sin dejar de ser una novela en sentido estricto. Las buenas comedias musicales tienen un cierto espíritu kafkiano; Borges decía que lo que caracterizaba la narrativa de Kafka no era el absurdo, sino la falta de asombro ante el absurdo. Lo mismo sucede en el género musical: de pronto los personajes se ponen a cantar y a bailar y nadie manifiesta la menor sorpresa. El lector, rápidamente, se adecua a la lógica del libro.
—Pero tengo entendido que la pensaste inicialmente como una novela policíaca... ¿cuándo cambió la intención del género?
—Si, es cierto, al principio imaginé una historia de tango con una estructura policíaca, donde se mezclaran en una Buenos Aires oscura la novela negra americana y el policial deductivo británico. Pero afortunadamente tuve un encuentro con mi amigo chileno Hernán Rivera y me convenció de que una novela de tango debía ser, ante todo, tan lírica como lo es el propio tango. De modo que, a partir de esa charla, el libro tomó un nuevo rumbo. Sin embargo, la segunda mitad de la novela conserva un tono oscuro, sórdido, un poco pariente de cierta tradición policíaca. Por otra parte, también el lector se ve obligado a hacer conjeturas para deducir quién fue el asesino de Ivonne, de modo que algo de la idea original se mantuvo pese a todo.
—Y riesgo. ¿Pensaste alguna vez que podías estar tomando el riesgo de que la novela no fuera aceptada por el lector escéptico (demasiado serio), incapaz de abrirse a otra posibilidad ficticia fuera de tu novela: la de creer que está sentado en un gran teatro disfrutando de un espectáculo montado exclusivamente para él?
—Si uno se pusiera a pensar qué quieren leer los lectores moriríamos en el intento de descifrarlo y jamás escribiríamos. O peor aún, ya andaría por "El anatomista sexta parte". Pero no tengo la habilidad de Rowling. Francamente escribo lo que me place, sin especular acerca de los gustos del mercado. Por supuesto que me halaga cada vez que alguien me dice "leí tu libro y me olvidé de que estaba leyendo. Creía estar asistiendo a un espectáculo teatral". Pero, bueno, eso es algo impredecible.
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Federico Andahazi nació en 1963 y se dio a conocer internacionalmente en 1996 con la publicación de El anatomista, una de las novelas latinoamericanas más traducidas y leídas en la última década. Otras obras de Andahazi son El árbol de las tentaciones, Las piadosas, El príncipe y El secreto de los flamencos.
jueves, junio 10, 2004
NOTICIAS
Chivas y Pumas en Nomus
Estimados amigos: los ciclos de cine que Malavida Films organiza en NOMUS Travellers´Caffe entrarán en un receso debido a la próxima adquisición de un cañón que permitirá proyecciones de mejor calidad. Mientras tanto, hoy, tendremos disponible una pequeña televisión para todos aquellos interesados en ver el partido Pumas-Chivas, a partir de las 7 de la tarde.
Y este sábado tendremos varios eventos:
7 p.m. El afamado percusionista Taumbó dará una plática y demostración a propósito de un curso de rumba que impartirá en NOMUS a partir de la semana que entrá. Es realmente un honor para nosotros tener a un músico de ese calibre que esté dispuesto a compartir su talento con nosotros. Los interesados en aprender percusiones no deben perdérselo, pero todo mundo puede aisitir a esta plática y demostración del talento de Taumbó.
8:30 p.m. Se inaugurará la exposición Un Viaje por la Frontera Fractal del artista Andrés Muro. Habrá tequila de honor. Realmente vale la pena ver el trabajo de este pintor que exhibe sus cuadros por primera vez en esta ciudad.
10:30 p.m. Continúamos con el monólogo Corre ve y dealer de Ricardo Anzaldúa, con la actuación de Jaime Moreno, musicalizada por el saxofonista Chumel Olivas Baltierra, bajo la dirección de Leobardo Alvarado.
No Faltes y corre la voz. Nomus está ubicado en Ignacio Ramírez 526 Sur, entre 20 de noviembre e Insurgentes.
Apoya el Pacto por la Cultura en Juárez.
Chivas y Pumas en Nomus
Estimados amigos: los ciclos de cine que Malavida Films organiza en NOMUS Travellers´Caffe entrarán en un receso debido a la próxima adquisición de un cañón que permitirá proyecciones de mejor calidad. Mientras tanto, hoy, tendremos disponible una pequeña televisión para todos aquellos interesados en ver el partido Pumas-Chivas, a partir de las 7 de la tarde.
Y este sábado tendremos varios eventos:
7 p.m. El afamado percusionista Taumbó dará una plática y demostración a propósito de un curso de rumba que impartirá en NOMUS a partir de la semana que entrá. Es realmente un honor para nosotros tener a un músico de ese calibre que esté dispuesto a compartir su talento con nosotros. Los interesados en aprender percusiones no deben perdérselo, pero todo mundo puede aisitir a esta plática y demostración del talento de Taumbó.
8:30 p.m. Se inaugurará la exposición Un Viaje por la Frontera Fractal del artista Andrés Muro. Habrá tequila de honor. Realmente vale la pena ver el trabajo de este pintor que exhibe sus cuadros por primera vez en esta ciudad.
10:30 p.m. Continúamos con el monólogo Corre ve y dealer de Ricardo Anzaldúa, con la actuación de Jaime Moreno, musicalizada por el saxofonista Chumel Olivas Baltierra, bajo la dirección de Leobardo Alvarado.
No Faltes y corre la voz. Nomus está ubicado en Ignacio Ramírez 526 Sur, entre 20 de noviembre e Insurgentes.
Apoya el Pacto por la Cultura en Juárez.
miércoles, junio 09, 2004
COLUMNA
Latidos
Las obras literarias más pintadas
SERGIO VILA–SANJUÁN - 09/06/2004 / LA VANGUARDIA
Que los libros de Dante y el “Decamerón” destaquen, junto a los textos de Shakespare, entre las obras de la literatura universal que más impacto han tenido en el terreno de las artes plásticas ¿responde a la realidad o a la nacionalidad italiana de quienes han hecho la selección? Difícil saberlo, pero en cualquier caso esta duda representa un estímulo más para adentrarse resueltamente en las páginas de “Episodios y personajes de la literatura”, nueva entrega de los siempre agradables “Diccionarios del Arte” que está publicando editorial Electa. Bajo la tutela de Francesca Pellegrino y Federico Poletti, el diccionario nos adentra en la herencia visual de los clásicos. Blake, Rodin, Corot, Ingres o Rosetti fueron algunos de los pintores atraídos por el universo del autor de “La divina comedia”. Boticelli, Palma el Viejo, Rubens, Reynold y Gustave Moureau ilustraron a Boccaccio; Johann Heinrich Füssli plasmó imágenes del “Heptamerón” de Margarita de Navarra, y Delacroix del “Amadís de Gaula” de Garci Rodríguez de Montalvo. Claude Lorrain, Poussin y Maurice Denis se inspiraron en Torquato Tasso. Del máximo autor inglés, Turner pintó “Romeo y Julieta”, Chagall “El sueño de una noche de verano”, John Everett Millais a Ofelia, Alberto Savinio a Otelo y Desdemona... Cervantes, Milton, La Fontaine o Goethe son otros escritores que han dejado amplia huella pictórica
Libros sobre los libros (1)
Un género en auge, con amplia cosecha española. Entre las aportaciones más recientes, “Los mercaderes en el templo de la literatura”, de Germán Gullón (Caballo de Troya) es un ensayo vindicativo. El autor, hijo del célebre crítico literario Ricardo Gullón, profesor de literatura y novelista él mismo, aborda un tema que preocupa desde hace varios años al hispanismo europeo: la relación entre éxito de ventas y calidad literaria, o dicho de otro modo: cómo afecta a la literatura española la consolidación de la industria cultural. Su visión es apocalítica, pues cree que se trata de una influencia básicamente negativa y que, “siguiendo el camino actual, la comercialización y la cultura de masas harán que la literatura sea un poco como los premios de cine de Hollywood: muchas serpentinas y champán y escasa sustancia”. Pero tiene la virtud de no esquivar la autocrítica, y señala que “los críticos y profesores que debimos resistir el empuje de la comercialización manteniendo la dignidad del libro (...) nos sumamos en cuerpo y alma al espectáculo comercial, para a continuación rasgarnos las vestiduras y apuntar con un dedo acusador a los editores”. Su (muy amplia) propuesta: que la literatura “vuelva a los orígenes”, dando por supuesto que la palabra “seguirá siendo el estilete que grabe la historia humana, la vivida en sociedad y la íntima”
Libros sobre los libros (2)
Dos propuestas de carácter más divulgativo: “El libro en un libro”, del economista y profesor de periodismo Manuel Alonso Erausquin (Ediciones de la Torre) aborda la edición como “el primer medio de comunicaciòn de masas” y hace especial enfásis en los aspectos materiales de su tema: morfología del libro, diseño, pruducción, difusión, uso... Para Erausquin el libro es “un medio resistente” y además “el mejor medio (de comunicaciòn de masas), entre otras cosas porque cuenta con el mejor modo de codificación que los humanos hemos encontrado y mantenido hasta hoy para la transmisión del conocimiento, que es la escritura”. Por su parte, el profesor de Historia de la Cultura Escrita en la Universidad de Alcalá de Henares, Antonio Castillo Gómez, publica una “Historia mínima del libro y la lectura” (Editorial Siete Mares) que refuerza la síntesis que su título plantea con una recopilación de textos memorables sobre su objeto de estudio. Como éste de Montaigne: “En los libros sólo busco el placer de una distracción honesta, y si estudio, únicamente persigo la ciencia que trata del conocimiento de mí mismo, instruyéndome a vivir y morir bien”
Latidos
Las obras literarias más pintadas
SERGIO VILA–SANJUÁN - 09/06/2004 / LA VANGUARDIA
Que los libros de Dante y el “Decamerón” destaquen, junto a los textos de Shakespare, entre las obras de la literatura universal que más impacto han tenido en el terreno de las artes plásticas ¿responde a la realidad o a la nacionalidad italiana de quienes han hecho la selección? Difícil saberlo, pero en cualquier caso esta duda representa un estímulo más para adentrarse resueltamente en las páginas de “Episodios y personajes de la literatura”, nueva entrega de los siempre agradables “Diccionarios del Arte” que está publicando editorial Electa. Bajo la tutela de Francesca Pellegrino y Federico Poletti, el diccionario nos adentra en la herencia visual de los clásicos. Blake, Rodin, Corot, Ingres o Rosetti fueron algunos de los pintores atraídos por el universo del autor de “La divina comedia”. Boticelli, Palma el Viejo, Rubens, Reynold y Gustave Moureau ilustraron a Boccaccio; Johann Heinrich Füssli plasmó imágenes del “Heptamerón” de Margarita de Navarra, y Delacroix del “Amadís de Gaula” de Garci Rodríguez de Montalvo. Claude Lorrain, Poussin y Maurice Denis se inspiraron en Torquato Tasso. Del máximo autor inglés, Turner pintó “Romeo y Julieta”, Chagall “El sueño de una noche de verano”, John Everett Millais a Ofelia, Alberto Savinio a Otelo y Desdemona... Cervantes, Milton, La Fontaine o Goethe son otros escritores que han dejado amplia huella pictórica
Libros sobre los libros (1)
Un género en auge, con amplia cosecha española. Entre las aportaciones más recientes, “Los mercaderes en el templo de la literatura”, de Germán Gullón (Caballo de Troya) es un ensayo vindicativo. El autor, hijo del célebre crítico literario Ricardo Gullón, profesor de literatura y novelista él mismo, aborda un tema que preocupa desde hace varios años al hispanismo europeo: la relación entre éxito de ventas y calidad literaria, o dicho de otro modo: cómo afecta a la literatura española la consolidación de la industria cultural. Su visión es apocalítica, pues cree que se trata de una influencia básicamente negativa y que, “siguiendo el camino actual, la comercialización y la cultura de masas harán que la literatura sea un poco como los premios de cine de Hollywood: muchas serpentinas y champán y escasa sustancia”. Pero tiene la virtud de no esquivar la autocrítica, y señala que “los críticos y profesores que debimos resistir el empuje de la comercialización manteniendo la dignidad del libro (...) nos sumamos en cuerpo y alma al espectáculo comercial, para a continuación rasgarnos las vestiduras y apuntar con un dedo acusador a los editores”. Su (muy amplia) propuesta: que la literatura “vuelva a los orígenes”, dando por supuesto que la palabra “seguirá siendo el estilete que grabe la historia humana, la vivida en sociedad y la íntima”
Libros sobre los libros (2)
Dos propuestas de carácter más divulgativo: “El libro en un libro”, del economista y profesor de periodismo Manuel Alonso Erausquin (Ediciones de la Torre) aborda la edición como “el primer medio de comunicaciòn de masas” y hace especial enfásis en los aspectos materiales de su tema: morfología del libro, diseño, pruducción, difusión, uso... Para Erausquin el libro es “un medio resistente” y además “el mejor medio (de comunicaciòn de masas), entre otras cosas porque cuenta con el mejor modo de codificación que los humanos hemos encontrado y mantenido hasta hoy para la transmisión del conocimiento, que es la escritura”. Por su parte, el profesor de Historia de la Cultura Escrita en la Universidad de Alcalá de Henares, Antonio Castillo Gómez, publica una “Historia mínima del libro y la lectura” (Editorial Siete Mares) que refuerza la síntesis que su título plantea con una recopilación de textos memorables sobre su objeto de estudio. Como éste de Montaigne: “En los libros sólo busco el placer de una distracción honesta, y si estudio, únicamente persigo la ciencia que trata del conocimiento de mí mismo, instruyéndome a vivir y morir bien”
martes, junio 08, 2004
NOTICIAS
Firman hoy Pacto de la Cultura
Como saben, desde hace varas semanas hemos acompañado nuestras invitación a las actividades de Nomus con la leyenda Apoya el Pacto por la Cultura en Juárez. En hoy es un buen día para refrendar ese apoyo. A las 4: 30 p.m. de hoy martes 8 de junio en el Museo del Inba se firmará el documento que se anexa en este mensaje. Estarán presentes Germán Dehesa, Elena Poniatowska, Miguel Concha y Sergio Aguayo, así como la Comisionada para Prevenir la Violencia en Ciudad Juárez, Guadalupe Morfín Otero. Además se proyectará el cortometraje documental Tierra Prometida, de Angel Estrada, Lalas Tapia y Vladimir Fong. Habrá vino de honor.
No faltes. Es importante que se sepa en todas partes que a los juarenses nos interesa combatir el rezago cultura que se vive en esta ciudad y en el país.
Firman hoy Pacto de la Cultura
Como saben, desde hace varas semanas hemos acompañado nuestras invitación a las actividades de Nomus con la leyenda Apoya el Pacto por la Cultura en Juárez. En hoy es un buen día para refrendar ese apoyo. A las 4: 30 p.m. de hoy martes 8 de junio en el Museo del Inba se firmará el documento que se anexa en este mensaje. Estarán presentes Germán Dehesa, Elena Poniatowska, Miguel Concha y Sergio Aguayo, así como la Comisionada para Prevenir la Violencia en Ciudad Juárez, Guadalupe Morfín Otero. Además se proyectará el cortometraje documental Tierra Prometida, de Angel Estrada, Lalas Tapia y Vladimir Fong. Habrá vino de honor.
No faltes. Es importante que se sepa en todas partes que a los juarenses nos interesa combatir el rezago cultura que se vive en esta ciudad y en el país.
viernes, junio 04, 2004
NOTICIAS
El Instituto Chihuahuense de la Cultura invita
Presentan el libro La frontera: Un cuerpo, de Gabriela Aguirre
Los comentarios estarán a cargo de Agustín García y Selfa Chew. La cita es este viernes 4 de junio a las 8:00 pm, en Nomus Café, ubicado en Calle Ignacio Ramírez, entre 20 de noviembre e Insurgentes, (a 2 cuadras del Parque Borunda).
Gabriela Aguirre Sánchez nació en Querétaro, en 1977. Estudió la Licenciatura en Lenguas Modernas en Español en la Universidad Autónoma de Querétaro, el Diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores de Querétaro SOGEM, y el Diplomado en Letras Iberoamericanas en la misma universidad. Ha publicado un poemario: Antídotos y Disfraces. Actualmente estudia la Maestría en Creación Literaria en Español en la Universidad de Texas en El Paso. El Fondo Editorial del Estado de Querétaro acaba de publicar su libro Itinerarios, dentro del colectivo, La materia del silencio.
Cabe destacar que su libro La frontera: Un cuerpo, ganó el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2003, y fue publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro.
El Instituto Chihuahuense de la Cultura invita
Presentan el libro La frontera: Un cuerpo, de Gabriela Aguirre
Los comentarios estarán a cargo de Agustín García y Selfa Chew. La cita es este viernes 4 de junio a las 8:00 pm, en Nomus Café, ubicado en Calle Ignacio Ramírez, entre 20 de noviembre e Insurgentes, (a 2 cuadras del Parque Borunda).
Gabriela Aguirre Sánchez nació en Querétaro, en 1977. Estudió la Licenciatura en Lenguas Modernas en Español en la Universidad Autónoma de Querétaro, el Diplomado en Creación Literaria en la Escuela de Escritores de Querétaro SOGEM, y el Diplomado en Letras Iberoamericanas en la misma universidad. Ha publicado un poemario: Antídotos y Disfraces. Actualmente estudia la Maestría en Creación Literaria en Español en la Universidad de Texas en El Paso. El Fondo Editorial del Estado de Querétaro acaba de publicar su libro Itinerarios, dentro del colectivo, La materia del silencio.
Cabe destacar que su libro La frontera: Un cuerpo, ganó el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2003, y fue publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro.
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