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Eduardo Matos Moctezuma señala que se va a descubrir el templo dedicado a Ehécatl. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2017. (RanchoNEWS).- Especialistas del Programa de Arqueología Urbana descubrieron en el predio con el número 16 de la calle de Guatemala un templo a Ehécatl, que junto con el Juego de Pelota y una plataforma serán un museo de sitio, donde los visitantes podrán transitar y conocer estos edificios prehispánicos, adelanta Eduardo Matos Moctezuma. Adrían Figueroa reporta para Crónica.
En el predio marcado con el número 16 de la calle de Guatemala, en el Centro Histórico, está el reciente hallazgo del Programa de Arqueología Urbana (PAU): el segundo templo dedicado a Ehécatl Quetzalcóatl —el dios del viento— en lo que fue Tenochtitlan, y junto a éste una plataforma y el principal Juego de Pelota, dedicado a los dioses mexicas, cuya longitud es de casi 50 metros.
Son construcciones majestuosas y muy ricas en historia, cuenta el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma y adelanta que se podrán visitar cuando las excavaciones hayan terminado y se consoliden las medidas de conservación y las adaptaciones para que tengan sus andadores por donde transiten las personas y una ventana arqueológica.
En concreto, los arqueólogos trabajan para tener lista, en el futuro cercano, lo que podría ser la ciudad mexica subterránea. Esta urbe está conformada por el templo, la cancha y la plataforma, además de la exhibición de las piezas descubiertas. Al respecto, el arqueólogo Raúl Barrera explica que el INAH revisó los trabajos y ya autorizó que el sitio se exhibiera al público.
Lo que vamos a tener en este lugar, indica, será un museo de sitio, como el que está en el Centro Cultural España con el hallazgo del Calmécac. Éste, dedicado a Ehécatl, también tendrá una serie de nichos para mostrar todas las piezas que se han recuperado en el predio. «Por ejemplo, hemos descubierto fragmentos de una escultura de la deidad de la muerte, que es Miquiztli, el cual es parte de su falda con representaciones de cráneos humanos, además de una parte de un pie de una pieza antropomorfa en basalto, restos de una almena, además de piezas de cerámica. En total son seis fragmentos de escultura».
Las piezas, explica el arqueólogo Eduardo Ambrosio Lima, son parte de los descubrimientos de la temporada 2016 y son ocho piezas completas de cerámica, artefactos de piedra y fragmentos de escultura, que en total suman casi 40.
La ciudad Mexica
Eduardo Matos Moctezuma señala que se va a descubrir el templo dedicado a Ehécatl y que pertenece a los dueños del Hotel Catedral. «Una parte, la que está en este terreno atrás del hotel, tendrá una ventana trasparente para que la gente lo pueda observar, pero además podrá bajar y recorrer los andadores que llegan hasta el juego de pelota, esa parte será subterránea, porque está debajo de lo que hoy es la calle de Guatemala.»
En este punto, Raúl Barrera explica que los dueños del Hotel Catedral han colaborado de manera excepcional y de manera admirable para llevar a cabo el rescate de los vestigios mexicas. «Ellos van a realizar una construcción para ampliar su hotel, pero están de acuerdo en que este nuevo edificio se adapte a las necesidades de este sitio prehispánico».
La identificación del templo de Ehécatl, añade Matos Moctezuma, es muy importante, porque con éste ya son cinco los recintos dedicados a esta deidad que son encontrados. Uno está debajo del Sagrario Metropolitano de la Catedral y éste en la calle de Guatemala, con lo que son dos en lo que fuera Tenochtitlan; mientras que los otros tres están en Tlatelolco.
«En Tlatelolco hay uno, que quizá fue el primero en descubrirse y me tocó excavarlo a mí. Era el año 1962. Después se encontraron otro más con una serie de enterramientos frente al edificio, y el último se acaba de dar a conocer, a final del año pasado. Es un edificio con las mismas características y también está posicionado hacia el oriente», recuerda Matos Moctezuma.
Sobre estos recintos, el arqueólogo cuenta que tienen una forma muy peculiar: son cuadrangulares y la fachada principal es su escalera, pero la parte de atrás es circular. «Son las características de esos templos, además de que están en posición hacia el oriente. “¿Porqué lo hicieron así los mexicas?”», se pregunta Matos Moctezuma y cuenta que el mito del surgimiento del Quinto Sol en Tenochtitlan relata que una vez estaban reunidos los dioses en el momento que va a salir el Sol, pero no saben por dónde lo hará. Y empiezan a especular entre ellos, unos dicen que será por el norte, otros por el sur, y el que atina es Ehécatl Quetzalcóatl, quien asegura que saldrá por el oriente. Es por eso que estos templos están en posición hacia el oriente, por donde nace el Sol cada día.
Majestuosidad
Matos Moctezuma señala que son construcciones majestuosas y «queremos que se conozca, que la gente aprecie y sepa valorarlas, que vea cómo se conjuga el pasado prehispánico con la época colonial y la actualidad».
Sobre la arquitectura y dimensiones, Raúl Barrera dice que este templo debe tener entre los 34 y 40 metros de ancho de norte a sur. Su parte circular, que da al poniente, tiene posiblemente cuatro metros de altura y alrededor de 18 metros de diámetro en su base, aunque es probable que sea mayor, porque falta definir sus límites. «El templo está constituido por dos cuerpos arquitectónicos: la base circular, que es la posterior y tiene piso de lajas, además de un muro inclinado con restos de estuco, y el siguiente cuerpo —segundo piso— que aún conserva restos del estuco».
Explica que los trabajos ya están en proceso de consolidación y, como lo pidió el maestro Matos Moctezuma, «estos vestigios van a quedar como se encuentran, por lo que sólo los estamos protegiendo y no habrá reconstrucción».
Respecto a sus etapas de construcción, Raúl Barrera señala que son varias. «Por ejemplo, tenemos alrededor de cuatro niveles de piso en el templo, algunos mejor conservados que otros. De la edificación podemos decir que se dio en tres momentos: la más reciente, antes de la llegada de los españoles, es la que está menos conservada y se le conoce como la 7, que va de 1502 a 1521».
La que está al descubierto – la parte circular-, añade, corresponde a la etapa 6, de 1486 a 1502. «Es lo más común que encontramos en las excavaciones y la etapa más antigua, que es la 5 y va de 1481 a 1486».
Sobre estas etapas de edificación, Matos Moctezuma precisa que la etapa 6 corresponde con la que se dio en el Templo Mayor y se llevó a cabo en el gobierno de Ahuízotl, de 1486 y 1502. Este rey tendría como sucesor a Moctezuma II.
«En la época de Moctezuma los edificios fueron muy afectados, por la Conquista. Casi los destruyeron, primero por la guerra entre los ejércitos y luego con la otra, la ideológica. La evangelización y la instauración de la Iglesia católica que decía que estas deidades y templos eran del diablo. Por ejemplo, en el Templo Mayor, en la etapa 7, apenas nos queda la huella y una que otra cosa de esa arquitectura, por eso lo que tenemos en este templo dedicado a Ehécatl, es una presencia histórica muy rica», agrega Matos Moctezuma.
Tláloc y Ehécatl
Raúl Barrera comenta que este templo dedicado a Ehécatl es importante porque su fachada principal da al oriente con vista al Templo Mayor, pero está centrado con la capilla de Tláloc. «Hay una relación simbólica muy fuerte, porque el dios del viento es el ayudante de Tláloc. Así, Ehécatl es el que genera el viento, el que limpia los cielos y esta unión es la que estamos estudiando».
En cuanto a su arquitectura, Raúl Barrera dice que las fuentes históricas describen al templo como redondo y que tenía un techo de paja. El acceso tenía la forma de fauces de una serpiente. Y esta arquitectura, explica, se amalgama bien con el Juego de Pelota el cual ya se excavó y va de oriente a poniente.
A siete metros de distancia del templo, agrega, está la plataforma que va también de oriente a poniente y tiene dos escalinatas de norte a sur para subir a ésta. «Está delimitada por un muro inclinado que es el límite o costado norte de la cancha del Juego de Pelota y una de las escalinatas, con alfarda, podría ser la entrada al cabezal de la cancha. Es, posiblemente, por donde los jugadores ingresaban. La otra, era para el acceso al público».
Matos Moctezuma indica que «encontramos el Juego de Pelota principal, el dedicado a los dioses. Había otro más, pero no se ha podido detectar con precisión. Con este templo y Juego de Pelota se corrobora lo que vemos en el plano de fray Bernardino de Sahagún de los Primeros Memoriales, el cual contiene un mapa que señala que el Juego de Pelota estaba ubicado de oriente a poniente.»
Lo importante de estos hallazgos, añade Matos Moctezuma, es que este año vamos a celebrar los 30 años en que se inauguró el Museo del Templo Mayor y a principios de 2018 los 40 años del comienzo del Proyecto Templo Mayor y qué mejor regalo para estos aniversarios que el hallazgo del templo dedicado a Ehécatl y la apertura del museo de sitio.
Finalmente, el arqueólogo Raúl Barrera asegura que lo importante es lo que se está haciendo en el Programa Arqueología Urbana desde 1991 «y ahora que los vestigios que encontramos no sólo se registran sino que se investigan, se protegen y se pueden exhibir. Y todo este trabajo es gracias a la colaboración y apoyo del INAH».
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