viernes, diciembre 31, 2004
Charlie Brown tiene descendencia
JORDI COSTA - 29/12/2004 / La Vanguardia
1 Tras cincuenta años de rutinaria disciplina, que cristalizaría en un corpus de 18.170 tiras de cuatro viñetas, Charles M. Schulz anunció su retiro el 14 de diciembre de 1999. La salud había empezado a fallarle y la tarea diaria de ceñir sutilezas en el trazo escueto y elocuente de Charlie Brown, Linus, Snoopy y el resto de habitantes de su universo imaginario se estaba convirtiendo en una tarea cada vez más ardua e incómoda. El 12 de febrero del año 2000, Schulz se fue a dormir y no volvería a despertarse. A la mañana siguiente, estaba prevista la publicación de la última tira de Peanuts en periódicos del mundo entero.
2 En su prefacio al soberbio número especial que la revista literaria McSweeney's dedicó a la historieta, Ira Glass, responsable del programa radiofónico This American Life de la emisora WBEZ de Chicago, rememoraba su vínculo afectivo con la obra de Charles M. Schulz: “Yo era un niño malhumorado, que se preocupaba con facilidad, que no hacía deporte, ni salía a jugar fuera de casa. Pasé un tiempo obsesionado con la idea de que me mandarían a Vietnam y moriría allí, que empezó cuando yo tenía seis años y mi tío Lenny se fue a la guerra. Tenía amigos, pero me sentía mucho más cercano a mi madre que a mis amigos. Siempre pensé en mí mismo como un perdedor y un solitario y Peanuts me ayudó a sentirme cómodo con ello”. Glass es uno de los muchos Hijos de Charlie Brown que hoy pueden localizarse en el paisaje cultural norteamericano: islotes de desconexión post-adolescente que, en su día, sintieron que las tiras de Schulz les hablaban de tú a tú, capturando un mosaico de íntimos fracasos que definía a la perfección el subsuelo de un país que enarbolaba la bandera de la superación personal y el triunfo a cualquier precio. El texto de Glass establece una interesante genealogía del loser: tras Charlie Brown, el (anti)héroe que tomó el relevo fue Peter Paker (es decir, Spiderman), sublimación en cuatricomía y disfraz superheroico de la minúscula, pero insondable, tragedia del aislamiento adolescente.
3 Un niño y una niña están sentados en una escalinata situada a pie de calle. Otro niño se acerca. “Aquí llega Charlie Brown”, dice el primero. “El bueno de Charlie Brown”, remarca, mientras el muchacho pasa por delante de ellos, sin detenerse. “¡Cómo lo odio!”, concluye el observador en la última viñeta. Cuesta, hoy en día, hacerse una idea de lo revolucionaria que resultaba esta tira inaugural de Peanuts en el contexto de la tira cómica de prensa americana de finales de 1950. Schulz acababa de colocar la primera piedra de un universo propio que se desmarcaba violentamente de la tradición y fundaba un tono basado en la contemplación y la lentitud: el mundo de los Peanuts no era ni esencialmente divertido, ni especialmente amable. Como diría años más tarde Art Spiegelman, Peanuts trataba sobre Nada mucho antes de que Jerry Seinfeld, co-creador de la mítica Seinfeld (la telecomedia sobre Nada), fuera concebido. Umberto Eco definiría sus personajes como “las monstruosas reducciones infantiles de todas las neurosis de un ciudadano moderno de la civilización industrial”. Admirador de George Herriman (Krazy Kat) y E. C. Segar (Thimble Theater), Schulz creó un limbo poblado de criaturas ancladas en una inquietante tierra de nadie que equidistaba de la infancia y el mundo adulto: en su seno, Charlie Brown y sus compañeros atravesarían durante medio siglo una sinfonía de sutiles variaciones sobre unas cuantas situaciones tipo, desde los partidos de béisbol siempre saldados en derrota hasta los amores no correspondidos, sin olvidar unas celebraciones de Halloween indefectiblemente regidas por la tristeza. “En sus mejores momentos, que eran frecuentes, la tira tenía la simplicidad y la carga de profundidad de un haiku... sólo que resultaba más fácil de entender”, escribió Spiegelman en una historieta que dedicó a Schulz poco antes de su fallecimiento.
4 Es pura justicia poética que la edición de la integral de Peanuts haya resuelto de un plumazo las dificultades económicas de la editorial independiente Fantagraphics Books. La empresa, que agrupa a la flor y nata de la herencia post-underground –de Daniel Clowes a Peter Bagge, pasando por Charles Burns, los hermanos Hernández, Chris Ware, Bill Griffith o Kim Deitch, entre otros–, ha lanzado este año los dos primeros volúmenes de una colección que alcanzará las veinticinco entregas –a razón de dos por año– y que recogerá, en estricto orden cronológico, la totalidad de las tiras realizadas por Schulz. Diseñados por Seth –otro autor de la escudería Fantagraphics–, los volúmenes publicados hasta el momento recogen el material realizado entre 1950 y 1954 y muestran un trazo aún demasiado caligráfico, situado en el más temprano estadio de esa incesante evolución que acabaría convirtiendo el temblor de manos de un Schulz progresivamente enfermo en elemento expresivo. Con la publicación de The Complete Peanuts culmina ese merecido reconocimiento oficial que tuvo su decisivo primer capítulo en la inauguración del Charles M. Schulz Museum el 29 de junio del año 2000. El reconocimiento a un gigante, a un filósofo de primera magnitud que sólo pretendió ser un artesano de la viñeta que intentaba ejercer su oficio lo mejor que podía.
5 En las navidades de 1969, la emisión del especial televisivo A Charlie Brown Christmas fue seguida por 55 millones de espectadores. En mayo de ese mismo año, había nacido Wes Anderson, a quien quizás el melancólico score de Vincent Guaraldi sorprendió en la cuna. Años más tarde, el tema que compuso Guaraldi para ese programa reaparecía en la más memorable película de Anderson: Los Tenenbaums, casi una puesta al día de esa tristeza y de esa experiencia de la inmadurez que Schulz inmortalizó en sus tiras. Antes se ha dicho que el hecho de que Fantagraphics reflotara gracias a Peanuts tenía algo de justicia poética: durante mucho tiempo, se vio a la obra de Schulz como paradigma del mainstream, algo que había estado allí durante tanto tiempo y gustaba a tanta gente (aunque fuera tan solo en forma de merchandising) que quizás nadie estaba por la labor de detenerse a apreciar sus sutilezas y a valorar su influencia. Hoy basta mirar alrededor para encontrar a algún hijo de Charlie Brown explorando las infinitas posibilidades de la desconexión. En una película de Wes Anderson, en un disco de Cat Power, en una novela de Jonathan Lethem o en una historieta de Chris Ware, por ejemplo.
miércoles, diciembre 29, 2004
Sontag, una gran patriota americana: Günter Grass
Asegura el escritor alemán que la autora mostró su patriotismo con posturas como su oposición a la guerra contra Irak, así como contra la mentalidad de Bush
EFE
El Universal online
Berlín, Alemania
Miércoles 29 de diciembre de 2004
09:37 El escritor alemán Günter Grass calificó hoy a la fallecida autora estadounidense Susan Sontag de "gran patriota americana", capaz de criticar con "inquebrantable valentía" los errores de su país. Sontag fue "una gran americana", que "no se dejó intimidar por nada a la hora de criticar los desatinos de su país, a pesar de los insultos y calumnias que ello le granjeó", dijo Grass, respecto a la escritora, muerta ayer en Nueva York. La autora mostró su patriotismo con posturas como su oposición a la guerra contra Irak, así como contra la "mentalidad de cruzada con que la administración (George) Bush" dirigió ese conflicto, apuntó Grass. Su compromiso político hizo que a menudo quedase eclipsada "la gran escritora que fue", prosiguió el Premio Nobel de Literatura, respecto a la novelista y ensayista norteamericana. "América echará de menos su voz cuando ésta sería más necesaria que nunca", afirmó Grass, quien conoció personalmente a Sontag. La escritora y directora de cine falleció ayer, a los 71 años, en un hospital neoyorquino, víctima de una larga enfermedad.
En nombre del cine italiano
La mejor juventud Primero fue una serie televisiva, luego un largometraje en dos partes y ahora en DVD. La película de Marco Tullio Giordana es una brillante aproximación a la historia italiana desde 1965 a la actualidad
NÚRIA BOU & XAVIER PÉREZ - 29/12/2004 / La Vanguardia
El escritor Milan Kundera dijo en una ocasión que lo mejor que había dado Europa al mundo, después de la segunda guerra mundial, era el maravilloso “cinema italiano”. Todos sabemos a qué se refería: Rossellini, Fellini, Antonioni, Pasolini... Nombres de tal talla que cuesta hoy encontrar equivalentes en el espacio audiovisual no sólo italiano, sino también europeo. En un contexto de desertización progresiva de la creatividad cinematográfica occidental, no puede menos que ser celebrada la difusión de un producto que, aunque pensado inicialmente en forma de mini-serie televisiva, ha acabado convertido en díptico cinematográfico. Hablamos de La mejor juventud, ya en DVD tras su algo subterránea pero en todo caso meritoria exhibición en salas.
Esta sorprendente propuesta de la RAI toma prestado el título de un libro de poemas de Pier Paolo Pasolini (La meglio gioventù) para enmarcar la historia de una familia italiana, cuyas vicisitudes discurren en paralelo al devenir de la historia del país, desde 1965 hasta la actualidad. La alusión a Pasolini no puede extrañarnos en un director, Marco Tulio Giordana, que en 1995 había realizado Pasolini, un delito italiano, encuesta fílmica sobre el asesinato del poeta cineasta, que revelaba la orfandad de una generación que, como Nani Moretti en su fragmento motorizado de Caro Diario, sigue mirando el paisaje del creador desaparecido como el lugar de una ausencia irreparable.
No hay duda de que el mundo ha cambiado en todos los sentidos, y el filme, que prefiere exaltar la praxis reformista que la revolucionaria, opta también por una narrativa menos agresiva y más conciliadora de la que hubiera esgrimido Pasolini. Sin embargo, a pesar de su formato televisivo, La mejor juventud supera siempre la rutina académica, busca notables soluciones de puesta en escena, y, por encima de todo, captura aquella prodigiosa potencia melodramática con que el cine italiano supo abordar la invocación a la realidad histórica, abundando en la convicción de que no hay experiencia social sin sentimiento humano en que se inscriba.
Al nacer como proyecto televisivo, La mejor juventud asume sin problemas los referentes genéricos y las convenciones del culebrón al uso, para, y aquí está la hermosa novedad, redimirlos de toda banalidad. Por un lado, la historia familiar acumula todos los protocolos narrativos del serial televisivo: exageración y dilatación de los conflictos sentimentales, construcción de una línea evolutiva que incide en las brechas y heridas del tiempo, sacrificios, secretos de familia, paternidades desconocidas, revelaciones que implican un cambio de fortuna, pérdidas lacerantes y reencuentros catárticos. Por otro lado, cada miembro de la familia ha de asumir un rol en el devenir histórico (desde el policía hermético hasta la terrorista de las Brigadas Rojas, desde el psiquiatra progresista hasta la colega del juez Falcone), pero las vicisitudes humanas los alejan del carácter teórico que podrían tener sobre el papel, y se convierten en emotivas encarnaciones de un universo sentimental captado con fuerza indescriptible.
Para que este milagro sea posible, Giordana ha sabido invocar a los grandes maestros de su pasado cinematográfico como verdaderos faros orientadores. La mejor juventud rescata, por ejemplo, el emotivo lirismo del primer Bertolucci, cuya Prima della Revoluzione parece gravitar, en su recreación de una inquieta juventud que se debate entre el compromiso y el desencanto, en muchos de los momentos de la serie; invoca a Visconti en el carácter temporalmente dilatado del retrato de la saga familiar; y encuentra inesperadamente ecos del propio Pasolini en la creación de uno de los personajes más imprevisibles y a la vez fascinantes de la historia: Mateo, el hermano policía que encarna Alessio Boni.
Esta figura enigmática –un atractivo joven universitario, culto, enamorado de los libros, de sexualidad ambigua y rostro atractivo pero inaccesible–, se alista, contra toda lógica, en el ejército, se convierte luego en policía, y cierra su misteriosa trayectoria con un suicidio cuya premonitoria puesta en escena es uno de los mejores logros del filme. Esta desaparición lacerante no explica nada de un personaje sobre el que la película ha levantado las máximas expectativas, y, sin embargo, permite, poco a poco, como si se tratara de un sacrificio mesiánico, la conquista de la felicidad de los seres que ha dejado por el camino. Esta conversión del héroe desaparecido en agente póstumo que, en un emotivo giro melodramático, activa la experiencia sentimental de sus sobrevivientes, recuerda –Pasolini otra vez– el papel terapéutico del visitante de Teorema. También a la luz de este precedente, se aprecia en La mejor juventud un mayor optimismo regenerador, y no es seguro que el poeta del Friul hubiera aprobado un final basado en la simple exaltación de la felicidad familiar con que el filme concluye. Pero el misterio del carismático personaje desaparecido, denota, acaso involuntariamente, un rasgo metafórico de la película. Como ese Mateo irremplazable y sin embargo tan generador de nueva vida, son los fantasmas de los grandes creadores del viejo cine italiano los que parecen ayudar, a Marco Tulio Giordana, en la epopeya de volver a contar, con dignidad y convicción dramática, la historia de su país. En un contexto cinematográfico donde hubiera creadores a la altura y radicalidad de aquellos maestros imperecederos, La mejor juventud sería simplemente un pequeño acontecimiento televisivo, inscrito a pie de página, aunque con letras de oro, en la gran historia del cine europeo. En el raquítico contexto actual, cabe calificarlo, sin embargo, como un producto audiovisual de primer orden.
lunes, diciembre 27, 2004
ALLEN GINSBERG
WILLIAM GOTTLIEB
FLOR GARDUÑO
CHRISTOPHER FELVER
The Fahey/Klein Gallery is pleased to present selected photographs by Christopher Felver from his recent publication, The Importance of Being (Arena Editions) containing 436 portraits of the most influential and creative artists of our time.
"In this massive undertaking of portraiture, documentary artist and photographer Christopher Felver celebrates the present moment of the anarchistic face of the new genius. Over the previous two decades, Felver has traveled the United States and Europe, portraying the greatest creative forces of our times - writers, poets, filmmakers, actors, visual artists, protesters, and those engaged in the struggle for expression during the late twentieth century... This is no ordinary portrait collection - it represents a typology of creativity…that has fed the heart and souls of countless observers. This spectacular international family of faces is an anthology, after all, of the most adventurous discoverers in language and the visual arts." (Arena Editions Spring catalogue, 2002)
"Some of the best specimens of the human animal show up in The Importance of Being and by this I do not mean the beautiful people but the accomplished ones…Just one degree of separation, and it's as if meeting them too, everyone from Kathy Acker ("postmodern novelist, biker") to Franco Zefferelli ("film director"), including Seamus Heaney, Jasper Johns, B.B. King, Arthur Miller, Toni Morrison, Lou Reed, Susan Sontag -- even a jolly Ansel Adams." Taylor Holliday, Wall Street Journal, November 30, 2001.
"These artists are seriously committed and have the idea they can change the world by what they do." Christopher Felver interview.
"The selection of faces (mugs, pans, clocks, biscuits) …represents a weird kind of honor roll. Some of them are very famous, some you won't have heard of, and others are rumors, proof of whose existence is established here. What they all have in common, besides the fact that they all made some kind of art or literature in the latter half of the twentieth century, is that they all held some kind of line in intransigent idiosyncrasy. Nobody here groomed himself or herself for popular approval; few, assuming they cared, would have had a clue as to how to do so. And I'm talking about the work as much as the physiognomy, of course. Felver understands that kind of stubbornness in his bones, which is why he's photographing poets rather than starlets or politicians, at the cost of several tons of lifestyle. Felver is a poet, a magician, a great photographer who can make his camera invisible as he works, a biographer of two or three generations of oddballs and heroes, a champ, a prince, and a sport…" Luc Sante, The Importance of Being (Arena Editions, 2002).
Christopher Felver is a photographer and independent filmmaker. He has participated in the Venice International Film Festival and solo exhibition at the Centre Pomipidou in Paris. Felver has three previously published books and in 2001 a retrospective of his films were presented at the National Gallery of Art, Washington D.C.
Rolfe Horn
Rolfe Horn was born in Walnut Creek, California in 1971. His fascination with photography began as a child when he used his father’s camera to capture memories of hikes around the trails of the East Bay and Lake Tahoe. His passion for photography blossomed in high school, when he enrolled in his first photography class. Within a couple of months, he constructed a darkroom in his father’s workshop, where he spent much of his free time. This passion earned him several first place awards for images of Yosemite Valley and the Mt. Diablo area. His High School graduation honors include Awards for Excellence in photography.
Rolfe received his Associate of Arts degree from Diablo Valley College in 1993. During his years as a student, he worked as an assistant to Don Corning, a commercial photographer, where he learned a great deal about the zone system, as well as printing techniques.
Rolfe studied landscape photography with Mark Citret, an associate of Ansel Adams, prior to entering Brooks Institute of Photograph, in Santa Barbara, California, in 1993. While a student at Brooks Institute, he studied with Nick Dekker, who introduced him to alternative processes and pushed him to create powerful images. He received multiple awards for his black and white photographs of the California landscape and recognition for pioneering interactive digital photography. When Rolfe received his Bachelor of Arts degree from Brooks Institute in the fall of 1996, he was named as the most outstanding graduate of his class and presented with a plaque in recognition of his accumulated achievements in landscape and digital photography.
After graduation, Rolfe assisted renowned photographer, Michael Kenna, from 1998 to 2002. During thiat time, Rolfe continued to make photographs and seek out new gallery representation. By the time Rolfe "retired" from assisting, he had the groundwork laid for his emerging career.
Rolfe photographs have been highlighted in varoius books, classical music albums, and magazine articles over the past few years. His photos have been shown in numerous exhibitions since 1989 and are held in many private and public collections such as the Santa Barbara Museum of Art as well as the Houston Museum of Art.
Prices begin at $500 for 10" x 10" prints matted to an overall dimension of 18" x 20". The edition of each photograph is limited 45 and 6 artist proofs.
Francesco Scavullo
One hundred celebrated images comprise FRANCESCO SCAVULLO: A Photographic Retrospective. The collection includes some of his most compelling work, including several important album and magazine covers from Vogue, Cosmopolitan, Harper's Bazaar, Rolling Stone, Time and Town and Country.
This retrospective will be published in ten portfolios and each will contain ten hand-toned and hand-numbered silver gelatin prints. The edition size is strictly limited to 150 (outside of 45 AP'S for collaborators, museums, and foundations.) The sheet paper size is 20" x 24" / 51 cm x 61 cm. The first portfolio titled "Song" features Mick Jagger, Sting, Janis Joplin, Bernadette Peters, Diana Ross, Cher, Luciano Pavarotti, Ravi Shankar, Lena Horne and Deborah Harry.
The price for the complete Song Portfolio is $10,000. For a limited time, 10 individual prints of each portrait are available. Prices for individual prints range from $1000 - 2500 depending on the celebrity subject. After these individual prints are sold out, only full portfolios will be available.
Man Ray "El padre de la fotografía moderna"
WILLIAM CLAXTON
Vetan exposición de El Pensador de Rodin
Provoca inconformidad la desnudez de la escultura en Jerusalén. "Si al menos tuviese puesto un bañador puede que hubiera pasado, pero está completamente desnudo"
EFE
El Universal online
Jerusalén, Israel
Lunes 27 de diciembre de 2004
El ayuntamiento de Jerusalén rechazó el ofrecimiento de una réplica de El Pensador, la célebre escultura de Auguste Rodin, porque está desnudo, lo cual es visto como una afrenta por la comunidad ortodoxa.
"No podemos permitir una escultura así en una ciudad como Jerusalén", explicó el vice-alcalde Eli Simhayof, del Partido integrista Shas, informa hoy lunes la prensa local.
"Si al menos tuviese puesto un bañador puede que hubiera pasado, pero está completamente desnudo", comentó a los periodistas.
La réplica de la escultura de Rodin, considerada por algunos expertos como la más importante de sus obras, había sido ofrecida al municipio jerosolimitano por el Museo que lleva su nombre en París.
El municipio informó de que no pudo hallar donantes que quisieran hacerse cargo del traslado de El Pensador y de los seguros, evaluados en unos 125 mil dólares.
El líder de la oposición en el Concejo Municipal, Nir Barkat, calificó como "discriminatoria" contra los vecinos no pertenecientes a la comunidad ortodoxa y como "un golpe contra el pluralismo en Jerusalén" la decisión que refrendó el alcalde Uri Lupoliansky.
En el año 1995, también por presión de los representantes de los partidos ortodoxos en el Concejo Municipal, y con el mismo pretexto, el de su desnudez, fue rechazada una réplica de la famosa estatua de David de Michelangelo, donada por la ciudad de Florencia.
La donación había sido ofrecida con motivo de los festejos del tercer milenario de la fundación de Jerusalén.
Entonces, el municipio se excusó de recibirla alegando que ofendería "la sensibilidad religiosa" de parte del vecindario.
goc
Placeres del sexo en novedad de fin de año de Alfadil Ediciones
CARACAS, Venezuela (Librusa) – El sabor de su piel, obra galardonada con el Segundo Premio Letra Erecta de novela erótica Alfadil 2004, figura entre las novedades de fin de año de Alfa Grupo Editorial, con sede principal en Caracas.
«Los protagonistas de El sabor de su piel, de José Luis Muñoz, se entregan sin desmesura a los placeres del sexo, embarcándose en una travesía por sus cuerpos, por los cuerpos de otros, por las mentes de otros, por las ciudades, por el mundo, convencidos de que el place no les deparará nada malo», indica un comentario de la editorial.
Asimismo, asegura que «en esta travesía, donde la vida y la muerte pueden ser tan sólo un recuerdo, descubrirán la amistad, el amor profundo, la solidaridad y la risa. Borja, Leticia y Hernán van más allá de sí mismos porque el deseo se los dicta y es lo que les permite convertirse en humanos aunque todo no sea más que ficción e ilusión».
Nacido en 1951 en España y ganador de premios como el Azorín, Juan Rulfo, Café Gijón y La Sonrisa Vertical, José Luis Muñoz es también autor de El barroco, La casa del sueño, Negra y criminal y Lluvia de níquel.
miércoles, diciembre 22, 2004
Martin Amis
Donald Almquist
Murió Wesselmann, pionero del pop
De acuerdo con The New York Times, el artista falleció como consecuencia de las complicaciones surgidas en una operación al corazón.
Wesselmann es considerado junto a Andy Warhol y Roy Lichtenstein uno de los pioneros más importantes del pop art.
Se dio a conocer en 1961 con Great American Nude, un desnudo de una mujer, cuyo título pasó a calificar toda una serie. Su seña de identidad eran los collage con objetos de la vida cotidiana, entre ellos, radios, televisores, frigoríficos o puertas de baños, combinados con papel de periódico, afiches de películas o publicidad.
Las obras de Wesselmann pueden apreciarse, entre otros lugares, en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.(DPA)
Muere el pintor español Juan Barjola
MADRID. El pintor español Juan Barjola, uno de los artistas contemporáneos más destacados de su país, falleció en Madrid a consecuencia de una caída por la que llevaba hospitalizado dos semanas, informó su galería en la capital. Nacido en la localidad extremeña de Torre de Miguel Sesmero, cerca de Badajoz, Barjola fue uno de los referentes del tremendismo de la escuela española y en sus obras reflejó el horror de la Guerra Civil (1936-1939). En 1957 celebró su primera exposición individual, en la madrileña Galería Abril, y ese mismo año expuso en el extranjero. En 1960 una beca de la fundación Juan March le permitió viajar a Bélgica y Francia. Le seguirían muestras en Nueva York, las bienales de Venecia, Sao Paulo, Alejandría y Tokio así como en Alemania, Bélgica o Puerto Rico. A lo largo de su trayectoria artística, la obra de Barjola atravesó diferentes etapas, todas ellas en la línea figurativa, salvo un paréntesis abstracto en 1959. Sus obras se caracterizan por una búsqueda de expresividad casi violenta, salpicada de elementos surrealistas o de realismo crítico, si bien en los últimos 20 años sus pinturas reflejan un lenguaje más positivo y humano. (DPA)
lunes, diciembre 20, 2004
Fallece el poeta sirio Mamdouh Edwan
El autor escribió más de 80 obras, entre ellas colecciones de poesía, obras teatrales, series de televisión y novelas
Damasco, Siria 11:19 Mamdouh Edwan, un renombrado poeta y dramaturgo árabe, falleció, informó hoy la agencia informativa siria SANA. Tenía 63 años.
Edwan falleció de cáncer en el hospital al-Assad de Damasco, informó el diario estatal Al-Thawra.
Al-Thawra, donde Edwan trabajó por un tiempo, calificó al poeta como un «maestro para todo aquel que deseaba aprender sobre teatro, novelas, periodismo, traducción, drama, ensayos políticos y el arte de vivir».
Edwan, de nacionalidad siria, escribió más de 80 obras, entre ellas colecciones de poesía, 26 obras teatrales, 16 series de televisión y dos novelas. Asimismo tradujo las obras de Homero La Iliada y La Odisea del inglés al árabe.
Entre sus más famosos poemas están «Si yo fuera palestino» y «El tiempo imposible».
Edwan, que nació en Mesyaf, una aldea del norte de Siria, obtuvo el título de literatura inglesa de la Universidad de Damasco, y trabajó como periodista en el diario Al-Thawra en 1964.
Continuó escribiendo en diarios árabes por muchos años. Era muy conocido en Siria por los libretos que escribió para la televisión estatal.
El funeral de Edwan será el martes en Mesyaf. Deja viuda, un hijo y una hija.
viernes, diciembre 17, 2004
Jeff Alu
Title: Fork In The Mud
Year Created: 2000
Medium: Photography Black and White
Width: 8 inches
Height: 10 inches
Theme: Abstract
Edition Size: Original
Price: US$ 80
Artist Statement for Jeff Alu
|
|
|
| I'm a 3D Artist/Animator who has begun taking black and white photography in an attempt to get back to the basics of light and shadow. Many of my clients demand high-impact, colorful graphics, which have their place to be sure. But it can often become overwhelming, and the act of doing black and white photography clears my mind a little.
My photos tend to be graphic in nature, and I try to look for strong leading lines. Some have described by photos as "3D", which I suppose comes from doing so much 3D work. I do allow myself to alter the images in Photoshop, using dodging and burning. I've found this to be such a great technique for isolating subjects or bringing out emotions. I didn't dodge and burn at first, but now I do it on every image. I had my fill of darkroom work when I was working at JPL/Palomar Observatory. We would venture up to Palomar each month for six nights and take pictures of the sky using the 18" Schmidt camera. We used hypered 4415 film, usually processed about 100 films a night. We took pairs of films of different areas of the sky with a 40 minute separation. We would then take a pair of films and look at them under a stereo microscope, trying to detect near-earth asteroids and comets. It was fun work, but also hard work, and I learned to really hate dark rooms in the process. My actual shooting technique is for the most part point-and-shoot. The act of photography for me has come out of my love for hiking through the deserts on very hot days. I drive out to locations in my jeep, and then usually hike in the rest of the way. I'm not one to wait in one spot for very long, I'm much happier taking pictures while I'm on the move. Since I've started doing photography, I'm seeing the desert in a new way, and this in turn gives me new ideas about photography. I'm usually more interested in finding new areas to photograph, rather than taking pictures in more popular areas. I think this state of mind dates back to the Palomar days, searching for comets, the thrill of the hunt. But in this case I'm hunting for new areas, new meanings, new questions. I feel very satisfied when I find a subject such as "Fork in the Mud", because I know that I had to work for it. I was searching for "something", and I found something. Three hours from home, in the middle of nowhere, I found something. It always reminds me how much more there is to see, and how little I've seen. To see the rest of my portfolio, please visit http://www.animalu.com/pics/photos.htm |
Julian Grant
Edward Bruns
Premio Nacional de Bellas Artes
José David Cano | ||
Viernes, 17 de diciembre de 2004 | ||
|
Actualmente el pensamiento estético de Juan José Gurrola se pasea entre la teoría del caos y la cuántica, y se detiene en Shakespeare y
su obra poco comprendida y estudiada, según él mismo señala en esta entrevista. Irreverente, polémico, multifacético, Gurrola acaba de obtener
el Premio Nacional de Ciencias y Artes -en el campo de «Bellas Artes».
Amante de los cómics, arquitecto, performancero, pintor, director de teatro, cine, ópera y televisión; escenógrafo, actor, coreógrafo, compositor y fotógrafo, Juan José Gurrola deja ver en estas líneas su carácter antisolemne, extravagante y rebelde a las convenciones, así como su interés por el teatro y su preocupación por la falta de actores comprometidos.
-Se le ve muy contento, maestro; ¿es por el premio?
-Estoy muy feliz, es cierto; entusiasmado. Es un retorno muy favorable por muchísimas razones: el honor, la distinción. Es obvio que me incita a trabajar más y a hacerlo mejor. Por otro lado, y para ser sinceros, el dinero que conlleva el premio no me va a caer mal: con él voy a poder terminar el techo de una casita que estoy construyendo en Tepoztlán, y que no sabía de dónde sacaría para terminar. También estoy contento por mi familia y amigos, que siempre me han rodeado, y orgulloso de ser reconocido aún como un enfant terrible; aunque, con este premio, parece que ya no lo soy tanto. Antes, decir Gurrola en una reunión era ganarse enemigos. Hoy, después de estos 50 años en el teatro, me puedo dar el lujo de aceptar algún alimento para mi ego y mi familia.
Sin embargo, "eso no significa que haya dejado de ser cuestionador; considero que nunca he sido alineado en mis acciones, y nunca lo seré. Incluso, creo que ese enfant terrible era un poco para tapar, o minimizar, las vanguardias que en diferentes campos inicié por una curiosidad infinita. Ahí está el performance, o las innovaciones en ópera y en teatro, que es donde más me conocen. Por ejemplo, hoy también doy clases de arquitectura. Me irrita que los directores de teatro no sepan nada de arquitectura y los arquitectos no sepan ni un ápice del espacio escénico."
-Lejos de elegir un estilo que distinguiera su trabajo, usted ha defendido la reinvención continua. ¿Le parece fundamental cambiar?
-¡El cambio es la vida...! El cambio es lo nuevo, y lo nuevo siempre me ha interesado. Si hay una cámara nueva, una computadora, el advenimiento de algún avance científico, siempre me ha llamado la atención: la física, la teoría cuántica, la teoría del caos, todo eso me atrae sin que yo pueda detenerlo... Mi cuerpo quiere ponerse a prueba. Y me pongo a prueba en la fotografía, en la ópera, en la arquitectura o en las artes plásticas. Esto ha sido así a tal punto que, hoy, me dedico a todo lo que me incite mi cuerpo y mi mente. Es un hecho: soy bastante inquieto, y se comprueba con mis más de 30 muestras individuales de pintura, por ejemplo. Me encanta la acuarela, el carbón, y me paso feliz mi vida en eso.
-El cambio, como estrategia, ¿es una necesidad personal o una decisión intelectual?
-Ambas cosas, porque después de estar haciendo una cosa me paso a la otra, según como la vida es. Siempre he creído que los artistas que siguen un solo patrón de actividad, como Sebastián, se vuelven como un remake: ya sabes que harán algo igual. Con esto no digo que sean malos; simple y sencillamente que se transforman en un remake. Como creador, luego de terminar un trabajo, yo tiro todo a la basura, lo renuevo todo. Además, tengo una curiosidad enorme por cuánto crece en el mundo, por todo lo que tenga que ver con los avances tecnológicos. Pongámoslo de esta forma: mi interés por pintar se da a cierta hora y por dirigir a otra. En ese sentido, el ser humano, para mí, es un poliedro que al mismo tiempo es amante, arquitecto o músico. Eso ha provocado, además, que todo el tiempo quiera liberarme para que no me encasillen sólo como director de teatro o pintor o fotógrafo.
"Por ejemplo, otro campo al que he incursionado es la investigación. Actualmente, estoy dirigiendo Hamlet, de Shakespeare; y con ello demostrar que nadie ha leído Hamlet co- mo se debe, porque las traducciones argentinas y españolas no se les entiende nada. Ha sido un trabajo de tres años, y ahora estamos ensayando para poder montarla."
-Hace algún tiempo usted llegó a decir que "por el momento los caminos para el teatro están agotados". ¿Sigue pensando igual?
-El teatro no se agota. El teatro aparece alrededor de nosotros sin que sepamos. Es una entelequia. Es algo que existe por sí solo. Es algo que se organiza. Por eso no me pongo a leer la obra, sino más bien me fijo en la realidad. El teatro es una filosofía hermética y mística para hacer despertar la conciencia absoluta y desarrollar la sabiduría primordial. Es el alma de la humanidad, la verdadera vida que está profesionalmente hecha para que la comunidad del hombre la entienda, el templo donde los oficiantes llevan a cabo la transformación de una percepción, apoyada por la gesticulación de la universalidad.
En el ámbito teatral, explica Juan José Gurrola, la realidad no quiere ser realidad sino mentira. "Hay un empujón que nos salva de la realidad, y eso es mentir", dice. "Ese lugar hueco y negro (el teatro) tiene necesidad en tal fecha de que sucedan cosas, como un dios negro que va a chupar de la realidad lo que quiere, incluso al director, el actor y los objetos. Todo llega por razones insólitas a reunirse en un lugar. El director no tiene que hacer nada, más que escuchar y ver que lleguen bien (los objetos) para que no se enojen. No se puede mover un objeto de su identidad sin pedirle permiso".
-Director, arquitecto, performancero, pintor, fotógrafo... cuando debe llenar una forma con su profesión, ¿qué escribe?
-Me presento como Juan José Gurrola. Me da pena presentarme como director, o como artista plástico. Ya me lo imagino: aquí está el poeta equis... ¡Que vergüenza! En realidad me presento simplemente como artista; eso sí soy por los cuatro lados. Qué puedo hacer: la belleza me gana.