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Algunas de las obras de Claudia Nierman que se pueden visitar a diario en el Centro Médico Nacional Siglo XXI ubicado en avenida Cuauhtémoc 330, colonia Doctores. Martes y miércoles, la fotógrafa responde a las preguntas del público. (Foto: Cortesía de la artista)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Para celebrar 25 años de trayectoria en la fotografía, Claudia Nierman exhibe 120 trabajos en color en la sala de exposiciones de tres niveles del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:
Se trata de Realidad deconstruida, muestra antológica que sirve para refrendar la razón de ser del IMSS: cuidar por la seguridad y el bienestar social de los derechohabientes y sus familiares, expresa Diana Martha Calleja, jefa del área de arte y patrimonio cultural del instituto.
Al respecto, explica que para las exhibiciones «siempre buscamos a alguien que tenga una obra llena de vida, de corazón, de fácil lectura, es decir, que cautive al público y lo haga sentir mejor, porque al final del día nuestro propósito es que las personas se sientan mejor, que se eleve su nivel de calidad de vida. Está comprobado que cuando el arte se involucrado con el ámbito de los hospitales, los tiempos de mejora del paciente son más rápidos; éste responde mejor a la medicina y su tiempo de estancia en el hospital es menor».
Una realidad que se explora en la muestra es el paso del trabajo de Nierman de la fotografía análoga a la digital: «En mi caso –asevera– empecé a utilizar la cámara digital en 2002, aunque en ese momento aún había película que usaba para mis fotos análogas. Si embargo, de manera paulatina comenzó a desaparecer el papel y las máquinas hasta que casi nos dejaron sin nada de lo análogo».
Tributo a la vida urbana
En la exposición Realidad deconstruida hay imágenes que son «ciento por ciento análogas, otras que son digitales directas de la cámara, otras que están hechas con el escáner y algunas que están sacadas con la cámara y después manipuladas digitalmente, aunque otras no. Es todo un caminito de ir experimentando diferentes formas de expresar lo que uno siente».
La obra de Nierman también se divide por temas, como lo urbano, en el cual pretende captar «el latir rápido del corazón de la ciudad, de las personas caminando, en el Metro, la noche y la lluvia». Si hay imágenes que están fuera de foco es porque «esto lo vivimos en realidad», al pasar en el automóvil o la bicicleta. Es su manera de rendir «homenaje a la vida urbana, que también tiene algo misterioso y mágico».
Otro tema son las plantas, que explora desde una perspectiva «humorística» al transformar algo cotidiano, «como una hojita, que está en el suelo, medio pisada, medio muerta, en un personaje, porque al ampliarla 500 veces se convierte en otra cosa».
Las hojas contrastan con las imágenes de cuerpos hechas hace 15 o 20 años, tema, por cierto, que la entrevistada nunca ha abandonado.
Para Nierman las plantas y los cuerpos «visualmente se vuelven hermanos al compartir una sensualidad, una forma blanda y orgánica».
La artista también ha hecho trabajo documental, como el libro que realizó sobre cementerios judíos de México.
En el volumen Rasgando el tiempo, casi todas las imágenes «son como pinturas. Son creaciones de collage fotográfico: parte fotografía, parte telas, es decir, mezclando todo lo que puedo encontrar que me sirva para hacer un cuadro que ilustre el tema en cuestión».
Le llama la atención que los espectadores suelen ver su obra como muy pictórica y que pasa de ser una representación de la realidad a una de un sueño, de una parte interior más que del mundo exterior.
Escoge su modo de proceder de acuerdo con la necesidad del proyecto en turno: «Si es para ilustrar la portada de un libro o un disco, no me gusta ponerme un freno de mano antes. Quiero entrar libre y ver en el camino qué tengo que hacer. Si no necesito photoshop por qué lo voy a utilizar o al revés».
Realidad deconstruida se puede visitar diariamente de 9 a 18 horas en avenida Cuauhtémoc 330, colonia Doctores. Todos los martes y miércoles, de 12 a 14 horas, Nierman atiende personalmente a los visitantes y contesta sus preguntas e, incluso, los acompaña en el recorrido. Terminará el 11 de noviembre.
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miércoles, octubre 31, 2012
martes, octubre 30, 2012
Arqueología / Chihuahua: Descubre cuevas-habitación de la cultura cocoyome-rarámuri
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Aspecto del hallazgo. (Foto: Gabriel Valencia Juárez / El Heraldo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Diversas pinturas rupestres y petroglifos esculpidos en rocas que ilustran seres humanos, esqueletos, animales, herramientas de caza y signos; ollas y comales de barro; metates y mazos pétreos, y casas construidas con piedras y adobes mesclados con tierra, cal y nopal, «batidos con orín humano», «presencia cultural y arqueológica de una sociedad de escultores y artistas en la región», fue el hallazgo en el interior de unas cuevas escondidas de difícil acceso por profesores y alumnos de la Escuela Primaria y Albergue «Francisco M. Plancarte» de esta comunidad marginada cien por ciento indígena rarámuri, reporta Gabriel Valencia Juárez para El Heraldo, de la comunidad Aboreachi del municipio chihuahuense de Guachochi.
El descubrimiento de los vestigios de la cultura ancestral, posiblemente de las etnias rarámuris o cocoyomes, fue en septiembre pasado, cuando los alumnos de cuarto año, dirigidos por sus maestros, exploraban un paraje de difícil camino como parte de la «clase abierta de geografía», donde descifraron, mediante dibujos, qué tipo de terreno observaban para compararlos con otras regiones del estado y de la República, manifestaron los docentes Armando García y Enrique Holguín, director de la escuela primaria en entrevista en el lugar del descubrimiento arqueológico.
En las cuevas que fueron habitadas (7) por seres humanos dejando huellas de sus habilidades artísticas y arquitectónicas, se observan casas habitación con puertas al descubierto en medio de enormes piedras de gran espesor que sirven de techo, suelo y defensa. Las cuevas están negruzcas por el humo de las fogatas que hacían los aborígenes en su interior a través de estufas compuestas de tres o más piedras, un comal de barro y leña, donde preparaban alimentos, como tortillas-remekes, cocimiento de frijol-muní, yorike (maíz molido, atole), esquíate, pinole, tesgüino (bebida fermentada embriagante), tónare (carne de animal combinado con frijoles), además de que se observan vestigios de metates, mazos (manos) de molienda pétreos y olotes de mazorcas añejados por el tiempo.
Tras manifestar lo anterior, Antonio Montoya Castro, rarámuri, asesor de grupos e instituciones en trabajos hortícolas y orientación social indígena, explicó que el hallazgo en Aboreachi es similar a las que existen en la actualidad en diversas comunidades aborígenes de la Sierra Tarahumara, como en Rojárare, ejido de Santa Anita, Guachochi, región de donde es oriundo. Agregó que ha recorrido diversas zonas arqueológicas por la cordillera y barrancas subtropicales de la Sierra Tarahumara, en el cual hay rastros de esa cultura ancestral a lo largo de la ribera del río Verde y sus afluentes de agua, que nace al norte de Durango y atraviesa los municipios de Guadalupe y Calvo, Guachochi, Morelos y Batopilas, donde hay vestigios de cuevas habitación y pinturas rupestres.
Las cuevas descubiertas, casi impenetrables, escondidas a la vista de la gente, están a tres kilómetros del pueblo de Aboreachi –Lugar de Tascaste, en rarámuri–, viajando a pie. Para llegar a ellas hay que escalar brechas y veredas escabrosas, muy cerradas por la tupida vegetación, además de rodear y subir en la travesía piedras inmensas. Todo ello hace difícil su localización, ya que las cuevas están ubicadas en la cima de un monte de peñones gigantes, desde donde se observa un majestuoso panorama serrano en el umbral de Aboreachi. Más de media hora duró el viaje para llegar a las cuevas arrinconadas, guiados por los profesores, como constató este fotoperiodista.
En una de las cuevas hay una «trojita», que estaba tapada con adobe y piedras, y en ella se observan más de la mitad de un comal y dos ollas de barro ancestrales intactas, donde guardaban frijol, mazorcas, maíz desgranado y trigo para consumo diario, utensilios para cocinar, además de conservar granos para sembrar, como si fuera un «refrigerador natural», según las investigaciones en campo del indígena Antonio Montoya, quien dijo tener parentesco con la desparecida etnia denominada cocoyome-rarámuri.
La edificación de casas habitación en el interior de las cuevas, apuntó Montoya Castro, fue para la «defensa personal y familiar» ante los intrusos, por ello son de difícil acceso y «con una sola entrada muy reducida para que no entraran otros que no fueran su clan», como se observó en el interior de las cuevas de Aboreachi en días pasados, en compañía del comisariado de Policía de Aboreachi, Astolfo Loya, mestizo/chabochi, quien quedó asombrado, ya que desconocía la zona arqueológica, no obstante de ser oriundo de esta región, descubierta por los profesores de la escuela e internado atendido por la CDI.
Arte rupestre. La roca como tela y las plumas como pinceles
Las pictografías (del latín «pictum»: relativo a pintar, y del griego «grapho»: trazar) y petroglifos (del griego «petros»: piedra y «griphein»: grabar), imágenes esculpidas sobre piedras en el exterior de las cuevas de Aboreachi, fueron forjadas con un color denominado «almaire», compuesto con tierra roja, tipo arcilla natural, mesclada con nopal, que se transforma en pegamento muy resistente, explicó Montoya Castro, también médico rarámuri que utiliza la medicina natural y tradicional indígena.
En las pinturas rupestres grabadas sobre piedras, se atisban individuos, esqueletos humanos, animales, instrumentos de caza y danza, «signos de identificación en cada casa como señal para el visitante», así como expresiones de actividades cotidianas. De acuerdo a las observaciones de Antonio Montoya, se ven plasmados en las cuevas de Aboreachi, hombres con «un ramo de flores y una sonaja» en sus manos y en otras, «cargando arcos y flechas soltadas». También se ve a un jinete montado en un animal, que pudiera ser, un caballo o un burro, todas ellas de un color rojo ocre, pintadas con plumas de aves, precisó el indígena consultado.
Esa pintura ocre antigua, que ya no se usa en la actualidad por desconocimiento y que existe en varios lugares de la Sierra, fue tratada por los artistas antiguos para matizar sobre las piedras diversas pinturas, utilizando como pinceles las plumas de diversas aves, con lo cual demostraron sus habilidades artísticas e inteligencia, de acuerdo a sus vivencias, pensamientos y creencias. «Era la búsqueda de la interpretación de la naturaleza, sus ciclos y tiempos, así como prácticas rituales u ofrendas, intenciones puramente artísticas, o la necesidad de comunicación de saberes y mitos, formando una cosmovisión de su mundo», expresó Antonio Montoya, después de precisar que ese tipo de arte rupestre y el color rojo ocre se ven en diversas cuevas-habitación a lo largo de la cordillera del río Verde y sus vertientes, como también existen en los pueblos indígenas en México, América Latina y en el resto del mundo, acotó.
Desconocimiento y desprecio de las autoridades
A pregunta expresa a los entrevistados, manifestaron que las autoridades gubernamentales de los tres niveles, el comisariado ejidal en turno «quien no atiende las necesidades de los hijos de los ejidatarios indígenas», expuso el profesor de la escuela primaria de Yapó de Warárare del mismo ejido, Hermilo Aguirre, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH–, casi nunca viajan por esas regiones arqueológicas y marginadas, por lo cual ignoran la situación del medio ambiente destrozado (bosques saqueados) y la cultura indígena ancestral que poco a poco está desapareciendo en las comunidades serranas «por la prepotencia e influencia negativa y dañina de la cultura mestiza/chabochi, así como de la ignorancia y desprecio de los funcionarios frente a las necesidades económicas, educativas, de salud, políticas y sociales que sufren los pueblos indígenas que viven en esta región olvidada de la Sierra Tarahumara de Chihuahua», enfatizó el comisariado de Policía de Aboreachi, Astolfo Loya.
Aboreachi Viejo, así nombrado por su antigüedad –existe el pueblo de Laguna de Aboreachi, como centro del ejido–, donde existe una iglesia del siglo XVIII, está ubicado a dos horas y media de Guachochi; 50 minutos por carretera, rumbo a Creel, Bocoyna, y el resto del tiempo se viaja en vehículo por terracería, atravesando bellos paisajes boscosos, ríos, arroyos y rancherías. Para viajar de Aboreachi Viejo a las cuevas descubiertas por los maestros bilingües, se camina a pie más de media hora a través de matorrales y arbustos tupidos, rodeando piedras gigantes que hacen del camino, peligroso por las serpientes «bravas en este tiempo de celo» y fatigoso por lo escabroso para llegar a ellas. Vale la pena aventurarse para visitarlas.
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Aspecto del hallazgo. (Foto: Gabriel Valencia Juárez / El Heraldo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Diversas pinturas rupestres y petroglifos esculpidos en rocas que ilustran seres humanos, esqueletos, animales, herramientas de caza y signos; ollas y comales de barro; metates y mazos pétreos, y casas construidas con piedras y adobes mesclados con tierra, cal y nopal, «batidos con orín humano», «presencia cultural y arqueológica de una sociedad de escultores y artistas en la región», fue el hallazgo en el interior de unas cuevas escondidas de difícil acceso por profesores y alumnos de la Escuela Primaria y Albergue «Francisco M. Plancarte» de esta comunidad marginada cien por ciento indígena rarámuri, reporta Gabriel Valencia Juárez para El Heraldo, de la comunidad Aboreachi del municipio chihuahuense de Guachochi.
El descubrimiento de los vestigios de la cultura ancestral, posiblemente de las etnias rarámuris o cocoyomes, fue en septiembre pasado, cuando los alumnos de cuarto año, dirigidos por sus maestros, exploraban un paraje de difícil camino como parte de la «clase abierta de geografía», donde descifraron, mediante dibujos, qué tipo de terreno observaban para compararlos con otras regiones del estado y de la República, manifestaron los docentes Armando García y Enrique Holguín, director de la escuela primaria en entrevista en el lugar del descubrimiento arqueológico.
En las cuevas que fueron habitadas (7) por seres humanos dejando huellas de sus habilidades artísticas y arquitectónicas, se observan casas habitación con puertas al descubierto en medio de enormes piedras de gran espesor que sirven de techo, suelo y defensa. Las cuevas están negruzcas por el humo de las fogatas que hacían los aborígenes en su interior a través de estufas compuestas de tres o más piedras, un comal de barro y leña, donde preparaban alimentos, como tortillas-remekes, cocimiento de frijol-muní, yorike (maíz molido, atole), esquíate, pinole, tesgüino (bebida fermentada embriagante), tónare (carne de animal combinado con frijoles), además de que se observan vestigios de metates, mazos (manos) de molienda pétreos y olotes de mazorcas añejados por el tiempo.
Tras manifestar lo anterior, Antonio Montoya Castro, rarámuri, asesor de grupos e instituciones en trabajos hortícolas y orientación social indígena, explicó que el hallazgo en Aboreachi es similar a las que existen en la actualidad en diversas comunidades aborígenes de la Sierra Tarahumara, como en Rojárare, ejido de Santa Anita, Guachochi, región de donde es oriundo. Agregó que ha recorrido diversas zonas arqueológicas por la cordillera y barrancas subtropicales de la Sierra Tarahumara, en el cual hay rastros de esa cultura ancestral a lo largo de la ribera del río Verde y sus afluentes de agua, que nace al norte de Durango y atraviesa los municipios de Guadalupe y Calvo, Guachochi, Morelos y Batopilas, donde hay vestigios de cuevas habitación y pinturas rupestres.
Las cuevas descubiertas, casi impenetrables, escondidas a la vista de la gente, están a tres kilómetros del pueblo de Aboreachi –Lugar de Tascaste, en rarámuri–, viajando a pie. Para llegar a ellas hay que escalar brechas y veredas escabrosas, muy cerradas por la tupida vegetación, además de rodear y subir en la travesía piedras inmensas. Todo ello hace difícil su localización, ya que las cuevas están ubicadas en la cima de un monte de peñones gigantes, desde donde se observa un majestuoso panorama serrano en el umbral de Aboreachi. Más de media hora duró el viaje para llegar a las cuevas arrinconadas, guiados por los profesores, como constató este fotoperiodista.
En una de las cuevas hay una «trojita», que estaba tapada con adobe y piedras, y en ella se observan más de la mitad de un comal y dos ollas de barro ancestrales intactas, donde guardaban frijol, mazorcas, maíz desgranado y trigo para consumo diario, utensilios para cocinar, además de conservar granos para sembrar, como si fuera un «refrigerador natural», según las investigaciones en campo del indígena Antonio Montoya, quien dijo tener parentesco con la desparecida etnia denominada cocoyome-rarámuri.
La edificación de casas habitación en el interior de las cuevas, apuntó Montoya Castro, fue para la «defensa personal y familiar» ante los intrusos, por ello son de difícil acceso y «con una sola entrada muy reducida para que no entraran otros que no fueran su clan», como se observó en el interior de las cuevas de Aboreachi en días pasados, en compañía del comisariado de Policía de Aboreachi, Astolfo Loya, mestizo/chabochi, quien quedó asombrado, ya que desconocía la zona arqueológica, no obstante de ser oriundo de esta región, descubierta por los profesores de la escuela e internado atendido por la CDI.
Arte rupestre. La roca como tela y las plumas como pinceles
Las pictografías (del latín «pictum»: relativo a pintar, y del griego «grapho»: trazar) y petroglifos (del griego «petros»: piedra y «griphein»: grabar), imágenes esculpidas sobre piedras en el exterior de las cuevas de Aboreachi, fueron forjadas con un color denominado «almaire», compuesto con tierra roja, tipo arcilla natural, mesclada con nopal, que se transforma en pegamento muy resistente, explicó Montoya Castro, también médico rarámuri que utiliza la medicina natural y tradicional indígena.
En las pinturas rupestres grabadas sobre piedras, se atisban individuos, esqueletos humanos, animales, instrumentos de caza y danza, «signos de identificación en cada casa como señal para el visitante», así como expresiones de actividades cotidianas. De acuerdo a las observaciones de Antonio Montoya, se ven plasmados en las cuevas de Aboreachi, hombres con «un ramo de flores y una sonaja» en sus manos y en otras, «cargando arcos y flechas soltadas». También se ve a un jinete montado en un animal, que pudiera ser, un caballo o un burro, todas ellas de un color rojo ocre, pintadas con plumas de aves, precisó el indígena consultado.
Esa pintura ocre antigua, que ya no se usa en la actualidad por desconocimiento y que existe en varios lugares de la Sierra, fue tratada por los artistas antiguos para matizar sobre las piedras diversas pinturas, utilizando como pinceles las plumas de diversas aves, con lo cual demostraron sus habilidades artísticas e inteligencia, de acuerdo a sus vivencias, pensamientos y creencias. «Era la búsqueda de la interpretación de la naturaleza, sus ciclos y tiempos, así como prácticas rituales u ofrendas, intenciones puramente artísticas, o la necesidad de comunicación de saberes y mitos, formando una cosmovisión de su mundo», expresó Antonio Montoya, después de precisar que ese tipo de arte rupestre y el color rojo ocre se ven en diversas cuevas-habitación a lo largo de la cordillera del río Verde y sus vertientes, como también existen en los pueblos indígenas en México, América Latina y en el resto del mundo, acotó.
Desconocimiento y desprecio de las autoridades
A pregunta expresa a los entrevistados, manifestaron que las autoridades gubernamentales de los tres niveles, el comisariado ejidal en turno «quien no atiende las necesidades de los hijos de los ejidatarios indígenas», expuso el profesor de la escuela primaria de Yapó de Warárare del mismo ejido, Hermilo Aguirre, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia –INAH–, casi nunca viajan por esas regiones arqueológicas y marginadas, por lo cual ignoran la situación del medio ambiente destrozado (bosques saqueados) y la cultura indígena ancestral que poco a poco está desapareciendo en las comunidades serranas «por la prepotencia e influencia negativa y dañina de la cultura mestiza/chabochi, así como de la ignorancia y desprecio de los funcionarios frente a las necesidades económicas, educativas, de salud, políticas y sociales que sufren los pueblos indígenas que viven en esta región olvidada de la Sierra Tarahumara de Chihuahua», enfatizó el comisariado de Policía de Aboreachi, Astolfo Loya.
Aboreachi Viejo, así nombrado por su antigüedad –existe el pueblo de Laguna de Aboreachi, como centro del ejido–, donde existe una iglesia del siglo XVIII, está ubicado a dos horas y media de Guachochi; 50 minutos por carretera, rumbo a Creel, Bocoyna, y el resto del tiempo se viaja en vehículo por terracería, atravesando bellos paisajes boscosos, ríos, arroyos y rancherías. Para viajar de Aboreachi Viejo a las cuevas descubiertas por los maestros bilingües, se camina a pie más de media hora a través de matorrales y arbustos tupidos, rodeando piedras gigantes que hacen del camino, peligroso por las serpientes «bravas en este tiempo de celo» y fatigoso por lo escabroso para llegar a ellas. Vale la pena aventurarse para visitarlas.
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Noticias / México: Revisan la agenda legislativa cultural
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La senadora priísta Blanca Alcalá es presidente de la Comisión de Cultura de la LXII Legislatura de la Cámara de Senadores. (Foto: El Universal)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Las comisiones de cultura de las cámaras de Diputados y Senadores, así como la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal han sido instaladas y, sus presidentes aseguran que se están reuniendo (o están por hacerlo) para revisar la agenda, discutir iniciativas pendientes y para analizar cuáles serán sus propuestas. Las iniciativas van desde la revisión de un premio (en el Distrito Federal) hasta el análisis de la ley general de cultura (en lo federal). Hasta ahora el tema más urgente, coinciden, es conseguir un mayor presupuesto para el sector, reporta Alida Piñón para El Universal de la Ciudad de México.
En la pasada legislatura la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados a la que ahora se le añadió Cinematografía (la cual antes estaba en la de Radio y Televisión), se quedaron pendientes la creación de una ley general de cultura, la definición del marco jurídico para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la creación de una Secretaría, la ley del Fondo de Apoyo para el Acceso de Artistas Creadores y Gestores Culturales a la Seguridad Social, y las modificaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que data de 1972.
Todas, dijo en entrevista la diputada panista Margarita Saldaña, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, que fue instalada el jueves pasado, serán revisadas en la LXII Legislatura, aunque aseguró que los diputados no van a «inventar nada».
Mientras que la senadora priista Blanca Alcalá Ruiz, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores, que había sido instalada el 4 de octubre, a esos temas añadió a la agenda «la accesibilidad para personas con discapacidad».
De acuerdo con el doctor Bolfy Cottom, experto en legislación cultural, lo que se pretende abordar en las cámaras no es novedoso. «No hay nada nuevo bajo el sol, pero son asuntos tan relevantes que se necesitan seguir revisando. Estos puntos han sido álgidamente tratados y a estas alturas ya debería haber una conclusión preliminar, pero el nudo de todo no es si se ha discutido o no, sino la manera en cómo se han tomado las decisiones o los acuerdos, porque no sabemos con certeza quiénes son sus asesores. Si cambiamos el método quizá sí podamos tener una Legislatura con avances sólidos», explica.
El especialista en legislación cultural e investigador del INAH, añade que el riesgo es quedarse en la misma discusión: «Ha habido una confrontación inútil entre dependencias y legisladores por el capricho de querer imponer cosas, por eso los diputados y senadores deben estar muy bien informados sobre lo que tienen en las manos y deberán trabajar con absoluta seriedad o corremos el riesgo de que al término de la Legislatura volvamos a escuchar que están en el análisis... sólo el marco jurídico del Conaculta lleva, al menos, tres legislaturas en discusión».
Hilda Trujillo, directora del Museo Frida Khalo coincide con Cottom, y agrega que los legisladores no son «expertos» en los temas, pero «son entusiastas», por lo que la prioridad será que cuenten con una inmejorable asesoría.
«Hay asuntos como la falsificación de arte que actualmente no es un delito, que no hay seguros de estado para las obras, no hay instrumentos para la transparencia en el uso de recursos etiquetados, hay muchos cosas que no se discuten y que es necesario resolver. Los diputados, por lo que vi en la instalación de la comisión en la Cámara, no son expertos en los temas y si no se asesoran el panorama no será bueno».
Continuidad y diálogo
Margarita Saldaña, quien fue delegada en Azcapotzalco, en 2003 ocupó una curul en la Cámara de Diputados como legisladora plurinominal y es egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas La Esmeralda, apuesta porque en este periodo se concrete la creación la una ley general de cultura y, afirma, que los otros temas serán «revisados».
La legisladora sostiene que las instituciones culturales y los estados se han acercado para plantearles «sus necesidades» y que con base en ellas podrán fijar el presupuesto del 2013, que el año pasado fue de 16 mil 600 millones de pesos.
«El Conaculta nos ha hablado de los proyectos que se tienen pero que con el presupuesto actual no se han podido realizar, como los premios del FONCA y otras cosas que tienen que ver con el cine y la terminación en zonas históricas y arqueológicas (sic), pero todo esto no lo acabamos de revisar, estamos en eso», dijo.
Respecto a la inclusión de Cinematografía a la Comisión, dijo que «tiene entendido» que se debió a que es el séptimo arte y porque los apoyos y su presupuesto habían estado «en manos» de la Comisión.
Por su parte, la senadora priista Blanca Alcalá, ex presidenta municipal de Puebla, dijo que la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores que preside estará abierta al diálogo con la comunidad cultural y con «quienes están vinculados al patrimonio intangible y tangible».
Las primeras tareas que citó la senadora que fuera presidenta del DIF en Puebla, son revisar «la accesibilidad para personas con discapacidad, básicamente en lenguaje braille, en materia de algunos libros (sic) (Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad); y el derecho de audiencia en las zonas patrimoniales (aquí se trata de modificaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos)».
Mientras que la ley del Fondo de Apoyo para el Acceso de Artistas Creadores y Gestores Culturales a la Seguridad Social, pendiente desde febrero del año pasado, podría destrabarse porque su participación como integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público le permitirá ver las «sumas y restas» y «los números» que podrían agilizar el tema.
Recalca que tendrán contacto cercano con los «actores involucrados» para concretar las iniciativas pendientes, por lo pronto, dice, su compromiso es que haya «una conclusión» en los temas.
Los rezagos en el DF
El pasado 8 de octubre se instaló la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Su presidente, el priísta José Fernando Mercado Guaida, en entrevista con El Universal, aseguró que uno de los principales temas para la VI Legislatura será aumentar el presupuesto y mantener un diálogo directo con la comunidad cultural.
El diputado de 31 años de edad, quien en su currículum asegura que sus áreas de conocimiento son derecho y sustentabilidad con «titulación pendiente» en licenciatura, confesó que la pasada legislatura no entregó pendientes, los motivos, dijo, pueden ir en dos direcciones: no había o no las formularon para su entrega.
Como sea, dijo, lo positivo que queda de la anterior legislatura es que se abrió el diálogo con la comunidad cultural, luego del escándalo que se suscitó con la ex presidenta de la comisión, Edith Ruiz Mendicutti, que derivó en su retiro –sustituida por Fernando Cuéllar– ante la presión del sector cultural.
El priista aseguró que la política cultural del DF ha sido «exitosa», pero deberá fortalecerse el presupuesto y la «cobertura».
«El 80% de la oferta cultural se concentra en tres delegaciones del centro, tendremos que permear en el poniente y en el sur, así que tendremos que llevar infraestructura y oferta cultural a todas las delegaciones. No queremos ofrecer un concierto de arpa a las barrancas de Álvaro Obregón, sino que la gente de ahí haga sus propios conciertos y que además de hacerlos en su comunidad, puedan ser difundidos en toda la ciudad».
Se trata de iniciativas que para Bolfy Cottom son sólo ocurrencias:
«Los legisladores deben poner en discusión el asunto de los derechos culturales en la ciudad de México, porque hay facultades que están encimadas, por ejemplo lo que llaman Patrimonio Urbano o Arquitectónico es una locura porque una parte la revisa la Secretaría de Cultura, otra la administra Desarrollo Urbano, es decir, hay una arbitrariedad en el uso de términos jurídicos y una extralimitación de facultades, que deriva en un despilfarro de recursos y en una confrontación entre dependencias. Lo demás, como el tema de la ‘oferta cultural’–que no es más que una visión de la cultura como producto– no son más que ocurrencias. ¿Quién les ha dicho que son gestores o secretarios de cultura? Son legisladores y deberían empezar por saber qué implica serlo, que revisen, para empezar, los marcos jurídicos», señaló el especialista en legislación cultural.
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La senadora priísta Blanca Alcalá es presidente de la Comisión de Cultura de la LXII Legislatura de la Cámara de Senadores. (Foto: El Universal)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Las comisiones de cultura de las cámaras de Diputados y Senadores, así como la de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal han sido instaladas y, sus presidentes aseguran que se están reuniendo (o están por hacerlo) para revisar la agenda, discutir iniciativas pendientes y para analizar cuáles serán sus propuestas. Las iniciativas van desde la revisión de un premio (en el Distrito Federal) hasta el análisis de la ley general de cultura (en lo federal). Hasta ahora el tema más urgente, coinciden, es conseguir un mayor presupuesto para el sector, reporta Alida Piñón para El Universal de la Ciudad de México.
En la pasada legislatura la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados a la que ahora se le añadió Cinematografía (la cual antes estaba en la de Radio y Televisión), se quedaron pendientes la creación de una ley general de cultura, la definición del marco jurídico para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la creación de una Secretaría, la ley del Fondo de Apoyo para el Acceso de Artistas Creadores y Gestores Culturales a la Seguridad Social, y las modificaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos que data de 1972.
Todas, dijo en entrevista la diputada panista Margarita Saldaña, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, que fue instalada el jueves pasado, serán revisadas en la LXII Legislatura, aunque aseguró que los diputados no van a «inventar nada».
Mientras que la senadora priista Blanca Alcalá Ruiz, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores, que había sido instalada el 4 de octubre, a esos temas añadió a la agenda «la accesibilidad para personas con discapacidad».
De acuerdo con el doctor Bolfy Cottom, experto en legislación cultural, lo que se pretende abordar en las cámaras no es novedoso. «No hay nada nuevo bajo el sol, pero son asuntos tan relevantes que se necesitan seguir revisando. Estos puntos han sido álgidamente tratados y a estas alturas ya debería haber una conclusión preliminar, pero el nudo de todo no es si se ha discutido o no, sino la manera en cómo se han tomado las decisiones o los acuerdos, porque no sabemos con certeza quiénes son sus asesores. Si cambiamos el método quizá sí podamos tener una Legislatura con avances sólidos», explica.
El especialista en legislación cultural e investigador del INAH, añade que el riesgo es quedarse en la misma discusión: «Ha habido una confrontación inútil entre dependencias y legisladores por el capricho de querer imponer cosas, por eso los diputados y senadores deben estar muy bien informados sobre lo que tienen en las manos y deberán trabajar con absoluta seriedad o corremos el riesgo de que al término de la Legislatura volvamos a escuchar que están en el análisis... sólo el marco jurídico del Conaculta lleva, al menos, tres legislaturas en discusión».
Hilda Trujillo, directora del Museo Frida Khalo coincide con Cottom, y agrega que los legisladores no son «expertos» en los temas, pero «son entusiastas», por lo que la prioridad será que cuenten con una inmejorable asesoría.
«Hay asuntos como la falsificación de arte que actualmente no es un delito, que no hay seguros de estado para las obras, no hay instrumentos para la transparencia en el uso de recursos etiquetados, hay muchos cosas que no se discuten y que es necesario resolver. Los diputados, por lo que vi en la instalación de la comisión en la Cámara, no son expertos en los temas y si no se asesoran el panorama no será bueno».
Continuidad y diálogo
Margarita Saldaña, quien fue delegada en Azcapotzalco, en 2003 ocupó una curul en la Cámara de Diputados como legisladora plurinominal y es egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas La Esmeralda, apuesta porque en este periodo se concrete la creación la una ley general de cultura y, afirma, que los otros temas serán «revisados».
La legisladora sostiene que las instituciones culturales y los estados se han acercado para plantearles «sus necesidades» y que con base en ellas podrán fijar el presupuesto del 2013, que el año pasado fue de 16 mil 600 millones de pesos.
«El Conaculta nos ha hablado de los proyectos que se tienen pero que con el presupuesto actual no se han podido realizar, como los premios del FONCA y otras cosas que tienen que ver con el cine y la terminación en zonas históricas y arqueológicas (sic), pero todo esto no lo acabamos de revisar, estamos en eso», dijo.
Respecto a la inclusión de Cinematografía a la Comisión, dijo que «tiene entendido» que se debió a que es el séptimo arte y porque los apoyos y su presupuesto habían estado «en manos» de la Comisión.
Por su parte, la senadora priista Blanca Alcalá, ex presidenta municipal de Puebla, dijo que la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores que preside estará abierta al diálogo con la comunidad cultural y con «quienes están vinculados al patrimonio intangible y tangible».
Las primeras tareas que citó la senadora que fuera presidenta del DIF en Puebla, son revisar «la accesibilidad para personas con discapacidad, básicamente en lenguaje braille, en materia de algunos libros (sic) (Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad); y el derecho de audiencia en las zonas patrimoniales (aquí se trata de modificaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos)».
Mientras que la ley del Fondo de Apoyo para el Acceso de Artistas Creadores y Gestores Culturales a la Seguridad Social, pendiente desde febrero del año pasado, podría destrabarse porque su participación como integrante de la Comisión de Hacienda y Crédito Público le permitirá ver las «sumas y restas» y «los números» que podrían agilizar el tema.
Recalca que tendrán contacto cercano con los «actores involucrados» para concretar las iniciativas pendientes, por lo pronto, dice, su compromiso es que haya «una conclusión» en los temas.
Los rezagos en el DF
El pasado 8 de octubre se instaló la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Su presidente, el priísta José Fernando Mercado Guaida, en entrevista con El Universal, aseguró que uno de los principales temas para la VI Legislatura será aumentar el presupuesto y mantener un diálogo directo con la comunidad cultural.
El diputado de 31 años de edad, quien en su currículum asegura que sus áreas de conocimiento son derecho y sustentabilidad con «titulación pendiente» en licenciatura, confesó que la pasada legislatura no entregó pendientes, los motivos, dijo, pueden ir en dos direcciones: no había o no las formularon para su entrega.
Como sea, dijo, lo positivo que queda de la anterior legislatura es que se abrió el diálogo con la comunidad cultural, luego del escándalo que se suscitó con la ex presidenta de la comisión, Edith Ruiz Mendicutti, que derivó en su retiro –sustituida por Fernando Cuéllar– ante la presión del sector cultural.
El priista aseguró que la política cultural del DF ha sido «exitosa», pero deberá fortalecerse el presupuesto y la «cobertura».
«El 80% de la oferta cultural se concentra en tres delegaciones del centro, tendremos que permear en el poniente y en el sur, así que tendremos que llevar infraestructura y oferta cultural a todas las delegaciones. No queremos ofrecer un concierto de arpa a las barrancas de Álvaro Obregón, sino que la gente de ahí haga sus propios conciertos y que además de hacerlos en su comunidad, puedan ser difundidos en toda la ciudad».
Se trata de iniciativas que para Bolfy Cottom son sólo ocurrencias:
«Los legisladores deben poner en discusión el asunto de los derechos culturales en la ciudad de México, porque hay facultades que están encimadas, por ejemplo lo que llaman Patrimonio Urbano o Arquitectónico es una locura porque una parte la revisa la Secretaría de Cultura, otra la administra Desarrollo Urbano, es decir, hay una arbitrariedad en el uso de términos jurídicos y una extralimitación de facultades, que deriva en un despilfarro de recursos y en una confrontación entre dependencias. Lo demás, como el tema de la ‘oferta cultural’–que no es más que una visión de la cultura como producto– no son más que ocurrencias. ¿Quién les ha dicho que son gestores o secretarios de cultura? Son legisladores y deberían empezar por saber qué implica serlo, que revisen, para empezar, los marcos jurídicos», señaló el especialista en legislación cultural.
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Noticias / México: Lina Meruane gana el XX Premio Sor Juana
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La escritora chilena. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La escritora chilena Lina Meruane es la ganadora del XX Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Sangre en el ojo (Eterna Cadencia, 2012), informa la Redacción de El Universal desde la Ciudad de México.
El jurado, integrado por los escritores Yolanda Arroyo Pizarro, Antonio Ortuño y Cristina Rivera Garza, le otorgó el galardón por ser dueña de «una prosa intimista, rigurosa, que plantea y resuelve continuos retos verbales y estéticos», informó la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en un comunicado.
Nacida en Santiago de Chile en 1970, Lina Meruane es escritora y ensayista. Su obra de ficción incluye los relatos de Las Infantas, así como las novelas Póstuma, Cercada y Fruta podrida, además de numerosos cuentos publicados en antologías y revistas en español, inglés, alemán y francés. Ha recibido becas del Fondo de Desarrollo de las Artes de Chile, de la Fundación Guggenheim y de la Nacional Endowment for the Arts.
Sobre Sangre en el ojo, el jurado del premio explicó que «presenta la intensa travesía de Lucina, la narradora, a través de la enfermedad, entretejiendo con habilidad los territorios de la autobiografía y la ficción, y destaca también por sus amplios recursos gramaticales y sintácticos –la estructura misma de oraciones y párrafos; la naturaleza indirecta de los diálogos, el uso de la segunda persona del singular como receptora de discurso–, en los que se encarnan la fragilidad del cuerpo y la entereza de los sentimientos».
El Premio Sor Juana Inés de la Cruz reconoce el trabajo literario de las mujeres en el mundo hispano; la ganadora recibe diez mil dólares en efectivo.
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La escritora chilena. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La escritora chilena Lina Meruane es la ganadora del XX Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz por su novela Sangre en el ojo (Eterna Cadencia, 2012), informa la Redacción de El Universal desde la Ciudad de México.
El jurado, integrado por los escritores Yolanda Arroyo Pizarro, Antonio Ortuño y Cristina Rivera Garza, le otorgó el galardón por ser dueña de «una prosa intimista, rigurosa, que plantea y resuelve continuos retos verbales y estéticos», informó la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en un comunicado.
Nacida en Santiago de Chile en 1970, Lina Meruane es escritora y ensayista. Su obra de ficción incluye los relatos de Las Infantas, así como las novelas Póstuma, Cercada y Fruta podrida, además de numerosos cuentos publicados en antologías y revistas en español, inglés, alemán y francés. Ha recibido becas del Fondo de Desarrollo de las Artes de Chile, de la Fundación Guggenheim y de la Nacional Endowment for the Arts.
Sobre Sangre en el ojo, el jurado del premio explicó que «presenta la intensa travesía de Lucina, la narradora, a través de la enfermedad, entretejiendo con habilidad los territorios de la autobiografía y la ficción, y destaca también por sus amplios recursos gramaticales y sintácticos –la estructura misma de oraciones y párrafos; la naturaleza indirecta de los diálogos, el uso de la segunda persona del singular como receptora de discurso–, en los que se encarnan la fragilidad del cuerpo y la entereza de los sentimientos».
El Premio Sor Juana Inés de la Cruz reconoce el trabajo literario de las mujeres en el mundo hispano; la ganadora recibe diez mil dólares en efectivo.
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Medios / México: Empleados de Google y Apple prefieren escuelas sin computadora para sus hijos
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Un centro de trabajo de Google. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La Escuela Waldorf de Península, en California, es una de las instituciones privadas que eligen los hiperconectados empleados de Google, Apple y otras empresas de punta de la computación para que sus hijos se eduquen alejados de todo tipo de pantalla, según un informe del diario Le Monde sobre una nueva tendencia: la desconexión. Una nota de la redacción de La Jornada:
Tres cuartas partes de los alumnos inscritos en la Waldorf, según dice la nota del sitio america.infobae.com son vástagos de personas que trabajan en el área de las nuevas tecnologías. «La gente se pregunta por qué profesionales de la Silicon Valley, entre ellos algunos de Google, que parecen deberle mucho a la industria informática, envían a sus hijos a una escuela que no usa computadoras», comentó Lisa Babinet, profesora de matemáticas y cofundadora de la escuela primaria, en la conferencia anual Google Big Tent.
El periódico francés recoge el testimonio de uno de estos padres: Pierre Laurent, quien escogió esta escuela porque cuestiona la tendencia actual a equipar en informática a las clases desde una edad cada vez más temprana. «La computadora no es más que una herramienta. El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos», dice. «Para aprender a escribir, es importante poder efectuar grandes gestos. Las matemáticas pasan por la visualización del espacio. La pantalla perturba el aprendizaje. Disminuye las experiencias físicas y emocionales».
En la Waldorf esa limitación no existe: se aprende a sumar y a restar dibujando o saltando a la cuerda. Consultado acerca de si no le preocupa que sus hijos estén en desventaja por este retraso en el uso de la PC, Laurent responde: «No sabemos cómo será el mundo dentro de 15 años, las herramientas habrán tenido tiempo de cambiar muchas veces. Por haber trabajado 12 años en Microsoft, sé hasta qué punto los software son preparados para ser del más fácil acceso posible». También recuerda que todos los alumnos de la Waldorf tienen computadora en sus casas. La cuestión se reduce entonces a decidir cuándo levantar las limitaciones a su uso.
El gurú del software libre
Richard Stallman, el gurú del software libre, trabaja desconectado: «La mayor parte del tiempo no tengo Internet. Una o dos veces por día, a veces tres, me conecto para enviar y recibir mis correos. Releo todo antes de enviar».
Así como muchas personas sufren de nomofobia, es decir, el miedo a no estar conectado (teléfono, Internet, etcétera), otros ya empiezan a dar la vuelta y a recuperar el placer de la desconexión.
Fred Stutzman, investigador de la Carnegie Mellon University, desarrolló incluso un programa llamado Freedom, que bloquea el acceso a Internet durante ocho horas seguidas, obligando a reiniciar la computadora para reactivar el servicio. Deseoso de poder escribir sin distracciones, también diseñó Anti-social, software que permite el acceso a Internet, pero sin diversiones como Facebook y Twitter. «Las computadoras se han convertido en máquinas de distracción. Hay que equiparse hoy de funcionalidades que las devuelvan a su papel de máquina de escribir. Es una forma de comprar tiempo», señala.
Sherry Turkle, del Instituto de Tecnología de Massachussets, autora del libro Solos juntos (Alone Together), afirma que mirar sus correos electrónicos o SMS frente a otros puede ser tan contagioso como un bostezo: «La gente pasa 90 por ciento de su tiempo de trabajo con los correos electrónicos, y en su casa envían SMS estando a la mesa».
El informe de Le Monde pronostica que cada vez habrá más gente pidiendo asistencia para desconectarse. No es un fenómeno de masas, sino más bien una tendencia minoritaria que involucra más bien a los sectores más acomodados. «Algunos tienen el poder para desconectarse y otros, el deber de permanecer conectados», dice el sociólogo Francis Jauréguiberry, quien investiga el tema. Los «pobres» de la tecnología son los que no pueden eludir la responsabilidad de responder de inmediato un correo electrónico o un mensaje de texto. Los nuevos ricos, por el contrario, son aquellos que tienen la posibilidad de filtrar e instaurar distancia respecto de esta interpelación. Lo mismo, dice Jauréguiberry, pasó con la televisión: el sobreconsumo es cosa de las clases populares.
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Un centro de trabajo de Google. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La Escuela Waldorf de Península, en California, es una de las instituciones privadas que eligen los hiperconectados empleados de Google, Apple y otras empresas de punta de la computación para que sus hijos se eduquen alejados de todo tipo de pantalla, según un informe del diario Le Monde sobre una nueva tendencia: la desconexión. Una nota de la redacción de La Jornada:
Tres cuartas partes de los alumnos inscritos en la Waldorf, según dice la nota del sitio america.infobae.com son vástagos de personas que trabajan en el área de las nuevas tecnologías. «La gente se pregunta por qué profesionales de la Silicon Valley, entre ellos algunos de Google, que parecen deberle mucho a la industria informática, envían a sus hijos a una escuela que no usa computadoras», comentó Lisa Babinet, profesora de matemáticas y cofundadora de la escuela primaria, en la conferencia anual Google Big Tent.
El periódico francés recoge el testimonio de uno de estos padres: Pierre Laurent, quien escogió esta escuela porque cuestiona la tendencia actual a equipar en informática a las clases desde una edad cada vez más temprana. «La computadora no es más que una herramienta. El que sólo tiene un martillo piensa que todos los problemas son clavos», dice. «Para aprender a escribir, es importante poder efectuar grandes gestos. Las matemáticas pasan por la visualización del espacio. La pantalla perturba el aprendizaje. Disminuye las experiencias físicas y emocionales».
En la Waldorf esa limitación no existe: se aprende a sumar y a restar dibujando o saltando a la cuerda. Consultado acerca de si no le preocupa que sus hijos estén en desventaja por este retraso en el uso de la PC, Laurent responde: «No sabemos cómo será el mundo dentro de 15 años, las herramientas habrán tenido tiempo de cambiar muchas veces. Por haber trabajado 12 años en Microsoft, sé hasta qué punto los software son preparados para ser del más fácil acceso posible». También recuerda que todos los alumnos de la Waldorf tienen computadora en sus casas. La cuestión se reduce entonces a decidir cuándo levantar las limitaciones a su uso.
El gurú del software libre
Richard Stallman, el gurú del software libre, trabaja desconectado: «La mayor parte del tiempo no tengo Internet. Una o dos veces por día, a veces tres, me conecto para enviar y recibir mis correos. Releo todo antes de enviar».
Así como muchas personas sufren de nomofobia, es decir, el miedo a no estar conectado (teléfono, Internet, etcétera), otros ya empiezan a dar la vuelta y a recuperar el placer de la desconexión.
Fred Stutzman, investigador de la Carnegie Mellon University, desarrolló incluso un programa llamado Freedom, que bloquea el acceso a Internet durante ocho horas seguidas, obligando a reiniciar la computadora para reactivar el servicio. Deseoso de poder escribir sin distracciones, también diseñó Anti-social, software que permite el acceso a Internet, pero sin diversiones como Facebook y Twitter. «Las computadoras se han convertido en máquinas de distracción. Hay que equiparse hoy de funcionalidades que las devuelvan a su papel de máquina de escribir. Es una forma de comprar tiempo», señala.
Sherry Turkle, del Instituto de Tecnología de Massachussets, autora del libro Solos juntos (Alone Together), afirma que mirar sus correos electrónicos o SMS frente a otros puede ser tan contagioso como un bostezo: «La gente pasa 90 por ciento de su tiempo de trabajo con los correos electrónicos, y en su casa envían SMS estando a la mesa».
El informe de Le Monde pronostica que cada vez habrá más gente pidiendo asistencia para desconectarse. No es un fenómeno de masas, sino más bien una tendencia minoritaria que involucra más bien a los sectores más acomodados. «Algunos tienen el poder para desconectarse y otros, el deber de permanecer conectados», dice el sociólogo Francis Jauréguiberry, quien investiga el tema. Los «pobres» de la tecnología son los que no pueden eludir la responsabilidad de responder de inmediato un correo electrónico o un mensaje de texto. Los nuevos ricos, por el contrario, son aquellos que tienen la posibilidad de filtrar e instaurar distancia respecto de esta interpelación. Lo mismo, dice Jauréguiberry, pasó con la televisión: el sobreconsumo es cosa de las clases populares.
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Obituario / Rubens «Donvi» Vitale
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La vocación de Donvi Vitale fue, ante todo, la de enseñar. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Su casa de San Telmo funcionó por décadas como una usina creadora de la que salieron algunas de las experiencias más ricas de la música popular argentina, con él a la cabeza como formador, aunque siempre dando el lugar protagonista a la generación que lo precedió. Allí su hijo Lito desplegó un estudio de grabación del que salieron tantas otras músicas. Y allí, mucho antes, su hija Liliana comenzó a despuntar como cantante, en proyectos como MIA o en el dúo de voces que aún continúa con Verónica Condomí. El viernes murió, a los 83 años, Rubens «Donvi» Vitale. Para una cantidad de músicos, su figura como formador y artífice de espacios de creación queda ligada a trabajos que lo trascienden, en la medida en que siguen en desarrollo. Una nota de Karina Micheletto para Página/12:
«Mi viejo me enseñó a buscar siempre el camino más artístico y verdadero, a no volverme loco con que las cosas funcionen económicamente», decía Lito Vitale en una entrevista a este diario. Liliana Vitale también reconocía, en ocasión de su reciente participación en el ciclo Los viernes, música, de Página/12, la incidencia de su padre como pedagogo, su guía en la elección por la música, más allá de cualquier riesgo. Junto a la suya, surge inevitablemente otra figura, también querida por tantos músicos: la de Esther Soto, su compañera de toda la vida, también profesora y cantante, también artífice de la usina creadora de los Vitale.
Cualquiera que haya ido a recitales de Liliana o Lito, los de hace mucho o los de hace poco, podía ver a Donvi Vitale en la entrada, en la compañía inseparable de Esther, como uno de los entusiastas organizadores del evento, cuando no montando una mesita para ofrecer los discos del hijo en cuestión, a la salida de los conciertos –en esa costumbre, que luego se popularizó, también fue pionero Donvi Vitale–. Esta actitud, esta cercanía con el hacer música, o más bien con el lograrla, por fuera de los condicionamientos impuestos, seguramente define una parte de su legado.
Contaba que a los cinco años su profesora de piano ya le había enseñado a tocar Mozart. Su vocación fue, ante todo, la de enseñar y transmitir ese amor que sintió tempranamente por la música. Fue un innovador en el campo de la pedagogía musical, profesor de una cantidad de músicos que luego se harían conocidos. Fue también el gestor del recordado MIA (Músicos Independientes Asociados), una cooperativa artística independiente que a fines de los ’70 logró un sistema de organizativo y creativo de autogestión. Más que un grupo, MIA era una agrupación de músicos que se integraban entre ellos formando dúos, tríos, cuartetos, y que en épocas de dictadura funcionaba en gran parte como refugio cultural. Por allí pasaron, además de sus hijos, alumnos de Donvi, y alumnos de los alumnos de él, músicos y técnicos, entre ellos Alberto Muñoz, Juan del Barrio, Nono Belvis, Perla Tarello, Carlos Melero, Daniel Curto, Kike Sanzol, Gustavo Mozzi. Donvi pensaba que MIA no sólo debía dar conciertos y grabar discos; también buscaba que sus integrantes se formaran en pedagogía.
«La pedagogía es algo que tiene que ver con algo muy misterioso, que es la libertad. Tener conciencia de las condiciones y a la vez, tener conciencia de los condicionamientos. Y al saber cuáles son las limitaciones, empezás a sentirte más libre», definía Donvi su pasión. Con el mismo espíritu, creó con su esposa el sello independiente Ciclo 3. Su hija Liliana lo despidió con estas palabras: «Se fue del cuerpo en paz, sin dolores, sin quejas, sin deudas. Se tomó su tiempo, como siempre, hizo lo que quiso, como quiso, cuando quiso. Dio clases hasta el último minuto, puso a prueba en silencio esta vez nuestra capacidad de soltar el tiempo. El tenía tiempo, nunca estaba apurado y no se dejó apurar ni gobernar. Sólo por ella, su chica, dio marcha atrás o negoció o bajó alguna consigna, porque nada fue más importante que el amor que supieron vivir. Cambió todo lo que pudo, pensó, se desdijo, dudó, lloró, luchó hasta el último instante de parado, dejó una estela de enseñanza. Se fue en paz el mismo día que otro que venció al odio».
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La vocación de Donvi Vitale fue, ante todo, la de enseñar. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Su casa de San Telmo funcionó por décadas como una usina creadora de la que salieron algunas de las experiencias más ricas de la música popular argentina, con él a la cabeza como formador, aunque siempre dando el lugar protagonista a la generación que lo precedió. Allí su hijo Lito desplegó un estudio de grabación del que salieron tantas otras músicas. Y allí, mucho antes, su hija Liliana comenzó a despuntar como cantante, en proyectos como MIA o en el dúo de voces que aún continúa con Verónica Condomí. El viernes murió, a los 83 años, Rubens «Donvi» Vitale. Para una cantidad de músicos, su figura como formador y artífice de espacios de creación queda ligada a trabajos que lo trascienden, en la medida en que siguen en desarrollo. Una nota de Karina Micheletto para Página/12:
«Mi viejo me enseñó a buscar siempre el camino más artístico y verdadero, a no volverme loco con que las cosas funcionen económicamente», decía Lito Vitale en una entrevista a este diario. Liliana Vitale también reconocía, en ocasión de su reciente participación en el ciclo Los viernes, música, de Página/12, la incidencia de su padre como pedagogo, su guía en la elección por la música, más allá de cualquier riesgo. Junto a la suya, surge inevitablemente otra figura, también querida por tantos músicos: la de Esther Soto, su compañera de toda la vida, también profesora y cantante, también artífice de la usina creadora de los Vitale.
Cualquiera que haya ido a recitales de Liliana o Lito, los de hace mucho o los de hace poco, podía ver a Donvi Vitale en la entrada, en la compañía inseparable de Esther, como uno de los entusiastas organizadores del evento, cuando no montando una mesita para ofrecer los discos del hijo en cuestión, a la salida de los conciertos –en esa costumbre, que luego se popularizó, también fue pionero Donvi Vitale–. Esta actitud, esta cercanía con el hacer música, o más bien con el lograrla, por fuera de los condicionamientos impuestos, seguramente define una parte de su legado.
Contaba que a los cinco años su profesora de piano ya le había enseñado a tocar Mozart. Su vocación fue, ante todo, la de enseñar y transmitir ese amor que sintió tempranamente por la música. Fue un innovador en el campo de la pedagogía musical, profesor de una cantidad de músicos que luego se harían conocidos. Fue también el gestor del recordado MIA (Músicos Independientes Asociados), una cooperativa artística independiente que a fines de los ’70 logró un sistema de organizativo y creativo de autogestión. Más que un grupo, MIA era una agrupación de músicos que se integraban entre ellos formando dúos, tríos, cuartetos, y que en épocas de dictadura funcionaba en gran parte como refugio cultural. Por allí pasaron, además de sus hijos, alumnos de Donvi, y alumnos de los alumnos de él, músicos y técnicos, entre ellos Alberto Muñoz, Juan del Barrio, Nono Belvis, Perla Tarello, Carlos Melero, Daniel Curto, Kike Sanzol, Gustavo Mozzi. Donvi pensaba que MIA no sólo debía dar conciertos y grabar discos; también buscaba que sus integrantes se formaran en pedagogía.
«La pedagogía es algo que tiene que ver con algo muy misterioso, que es la libertad. Tener conciencia de las condiciones y a la vez, tener conciencia de los condicionamientos. Y al saber cuáles son las limitaciones, empezás a sentirte más libre», definía Donvi su pasión. Con el mismo espíritu, creó con su esposa el sello independiente Ciclo 3. Su hija Liliana lo despidió con estas palabras: «Se fue del cuerpo en paz, sin dolores, sin quejas, sin deudas. Se tomó su tiempo, como siempre, hizo lo que quiso, como quiso, cuando quiso. Dio clases hasta el último minuto, puso a prueba en silencio esta vez nuestra capacidad de soltar el tiempo. El tenía tiempo, nunca estaba apurado y no se dejó apurar ni gobernar. Sólo por ella, su chica, dio marcha atrás o negoció o bajó alguna consigna, porque nada fue más importante que el amor que supieron vivir. Cambió todo lo que pudo, pensó, se desdijo, dudó, lloró, luchó hasta el último instante de parado, dejó una estela de enseñanza. Se fue en paz el mismo día que otro que venció al odio».
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Literatura / Argentina: Sobre las jornadas Macedonio Fernández
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Marcelo Damiani dice que Macedonio «escribía pensando en el porvenir, en un lector futuro, para nada inmediato y a contrapelo de cualquier tipo de imposición social». (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El preámbulo de la muerte es envejecer. Macedonio Fernández –«semidiós acriollado» en palabras de Borges, su máximo «plagiador»– murió hace 60 años, pero su obra está inmunizada contra las arrugas prematuras que suele trazar el tiempo en las páginas impresas. Es extraño que el fervor de un puñado de lectores se herede si no hay un cuerpo y una lengua que resplandecen, más allá de la «cariñosa mitología», en su empeño por poner en entredicho andamios del pensamiento que se agotan en la mera coyuntura. La trascendencia literaria resulta excepcional. «Todo se ha escrito, todo se ha dicho, todo se ha hecho, oyó Dios que le decían y aún no había creado el mundo, todavía no había nada», se lee en Museo de la Novela de la Eterna. «Una frase de música de pueblo me cantó una rumana y luego la he hallado diez veces en distintas obras y autores de los últimos cuatrocientos años. Es indudable que las cosas no comienzan cuando se las inventa. O el mundo fue inventado antiguo». Continuando al pie de la letra las ironías que sembraba como una tempestad, sus «infatigables remiendos» y el zurcido de múltiples pasajes de su prosa novelística, Macedonio sabía que le aguardaba una «personalísima inmortalidad compensatoria». Este narrador del porvenir será objeto de unas jornadas que inaugurará Ricardo Piglia, hoy a las 15, en la Biblioteca Nacional. Durante dos días, escritores, críticos y especialistas como Luis Chitarroni, Noé Jitrik, Roberto Ferro, Ana María Camblong, Jorge Monteleone, Germán García y Marcelo Damiani, entre otros, aportarán nuevas lecturas y miradas sobre una obra siempre viva. Una nota de Silvina Friera para Página/12:
El gaucho desacatado
Ana María Camblong distingue la lucidez con que Macedonio plantea las características del lector y la lectura. «Su concepción dialógica del discurso pone al lector en escena y señala a cada paso diferentes aspectos de esta compleja relación, y sus injerencias en los procesos de escritura», subraya la especialista en la obra del autor de Papeles de Recienvenido. Camblong hurgará en la intimidad de un «pensamiento desacatado» durante su intervención en las jornadas Macedonio Fernández, organizadas conjuntamente por el Instituto de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, la Biblioteca Nacional y el Malba. «Utilizo esta calificación en un sentido estricto, en tanto falta de reverencia y respeto a los valores consagrados y falta de obediencia a las normas y al orden en general», aclara la autora de Ensayos macedonianos. «Pero al mismo tiempo alude a una memoria criolla que flota imprecisa pero consistente en la figura típica del “gaucho desacatado”, anárquico y rebelde. Esta resonancia del imaginario criollo se resuelve en Macedonio de manera singular, dado que su irreverencia cortés y serena, propia del porteño patricio, adopta formas que abominan de la violencia y la altanería, a través de su proverbial humor socarrón, de su conversación ingeniosa y de su pensar-escribiendo, siempre desafiando las reglas de cohesión y coherencia, y los valores del proyecto moderno centrado en el orden y el progreso».
Roberto Ferro, escritor y crítico, le atrae la obra de Macedonio por «la fuerte entropía» que produce su escritura. «Las significaciones que irradian sus textos conmueven certezas y provocan suspensiones de muchas de las ratificaciones centrales que constituyen los modos distintivos con que se suelen pensar los procesos de producción de sentido en la literatura argentina contemporánea. La más visible de esas certezas es el reconocimiento canónico de la figura de Borges como centro de un capital simbólico sin fisuras, que lo constituye en una figura relevante y única. Una mirada crítica detenida sobre los aspectos más notables de la poética de Macedonio permite trastornar esa centralidad y conduce a pensar a Borges como parte de un proceso que excede su trayectoria individual y que no lo tiene como eje privilegiado», postula Ferro. ¿Cómo condicionó el autor de Historia universal de la infamia, que decía que imitaba a Macedonio «hasta el apasionado y devoto plagio», las lecturas futuras sobre el corpus macedoniano? Ferro propone que hay en Borges un doble movimiento. «Por una parte, pone el énfasis en la voz de Macedonio y acentúa los dos componentes esenciales: la caducidad y la dependencia de una memoria viva que los retenga. En las palabras que Borges dice durante el sepelio de Macedonio reitera esa concepción y establece una íntima relación entre muerte y oralidad. Lo que significa un modo de operar para desplazar el valor de la escritura macedoniana a la oralidad y la pérdida irremediable que ello supone. Pero por otra, cuando en 1965 Borges escribe una introducción a la obra de Leopoldo Lugones, afirma que no hay generación literaria que no elija entre dos o tres precursores y que la suya eligió entre dos. Uno, dice, fue el indiscutible y genial Macedonio, que no sufrió de otros imitadores que el propio Borges; mientras que el Güiraldes de El cencerro de cristal se inclinó por la influencia de Lugones. Esa afirmación se transformará en el corazón maldito de un relato que recoge la versión de un modo de imaginar el curso que siguió la historia de la literatura argentina o, mejor dicho, la figuración del momento en que se resuelve una encrucijada decisiva del curso de esa historia. Es un relato que, con matices diversos, transita innumerables transcripciones que lo diseminan por los más recónditos márgenes del canon literario, pero que de una u otra manera siempre convergen en un punto de encuentro que asumo como propio: ‘Macedonio nos salvó de Lugones’».
Metalengua del poema
El ejercicio poético de Macedonio no se reduce a la breve compilación de sus poemas, publicados por Natalicio González en una edición mexicana, en 1953. «También fue un teórico de la poesía, que sería uno de los tres géneros puros del arte verdadero, al cual llamaba ‘Belarte’», afirma Jorge Monteleone. «Macedonio nació, como Lugones, en junio de 1874 y debió ser un modernista pero, en cambio, fue un adelantado. Su metafísica funcionó como una metalengua del poema de vanguardia y, por esa razón, los vanguardistas argentinos –y Borges en particular– lo reconocieron en los años ’20 como un precursor. Sin embargo, en su lírica los presupuestos de la vanguardia llegaron más lejos», pondera el escritor, crítico y docente. «El sujeto no se escinde ni multiplica ni corteja la impersonalidad: es ‘ayoico’. El centro temático de su poesía gravita sobre el poema escrito luego de la muerte de su esposa en 1920: ‘Elena Bellamuerte’, que será la Eterna, Dulce-Persona o Persona Máxima. En esa transfiguración, la poesía de Macedonio resuelve como falacia existencial la separación de los amantes por la muerte y la transforma en una ‘poemática del pensar’: allí no hay sujeto, ni experiencia, ni espacio ni tiempo, sino una lengua que dice y constata la contingencia falaz de la amada oculta por la muerte, tal como el día oculta la luna, ‘astro de luz segunda’. Las sensaciones son reemplazadas por complejos de nociones; a la imagen se prefiere el ritmo del discurrir con una sintaxis que crea una extraña música asordinada. La ‘poesía del pensar’ de Macedonio inaugura la gran tradición de la poesía conceptual argentina, pero a la vez parece salida de la nada, recienvenida en su pura novedad, singularísima, puramente discontinua».
Lectores de vanguardia
«El modo en que Macedonio pensó acerca de la literatura y sus entornos, su estilo personal para inscribirse en los diversos ámbitos intelectuales en los que participó, los tonos que eligió para caracterizar las cuestiones más importantes de su existencia, como la ironía y el humor, que lo habilitaron para desmontar los estereotipos que modelaban los imaginarios compartidos, la construcción de una poética centrada en la producción más que en la difusión de los textos, esos rasgos constituyen el gesto macedoniano. Ese gesto atestigua su irreductible presencia, que aparece con menor o mayor fuerza cada vez que un lector se arriesga al desafío de sus textos», destaca Ferro. «Dice Piglia, un agudo lector de la obra de Macedonio, que la cuestión más acuciante en el presente de la literatura no es que haya escritores de vanguardia sino que sean posibles los lectores de vanguardia. Y agrega que la obra macedoniana nos obliga a ser lectores de vanguardia». Ferro recuerda que Roberto Bolaño subraya «enfáticamente» en El gaucho insufrible «la convicción de que, a pesar de todo, en el próximo siglo, alguien leerá en las cuevas a los grandes escritores, reiterando entre otros a Macedonio con la misma insistencia, apuntando hacia un futuro como punto de fuga en el que no prevé límite ni clausura». En la perspectiva de la historia literaria, Macedonio sigue siendo una fuente notable de reverberaciones y resonancias. «Piglia y Bolaño exhiben desaforadamente esa poética de lectores de vanguardia. Es posible señalar la obra de Héctor Libertella como un espacio en el que se despliegan y profundizan algunos de los rasgos de la poética macedoniana», añade Ferro.
Marcelo Damiani dice que Macedonio «escribía pensando en el porvenir, en un lector futuro, para nada inmediato y a contrapelo de cualquier tipo de imposición social». «Hoy en día me parece que es al revés: casi todos escriben demasiado preocupados por el presente o el pasado, hecho que explica el éxito de la crónica y la novela histórica. Macedonio, por contraste, pone en evidencia el síntoma o malestar de la época que nos ha tocado vivir: la sobre-adaptación. Es probable que alguien haya logrado romper este ‘miedo al rechazo’, pero como la crítica y el mercado también lo padecen –es decir que se prefiere seguir buscando herederos o avalando fórmulas y tendencias antes que pensar en términos de singularidad–, seguramente el nombre del afortunado permanecerá en secreto por un buen tiempo más».
* Se puede consultar la programación completa de las jornadas en www.bn.gov.ar y en www.malba.org.ar
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Marcelo Damiani dice que Macedonio «escribía pensando en el porvenir, en un lector futuro, para nada inmediato y a contrapelo de cualquier tipo de imposición social». (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El preámbulo de la muerte es envejecer. Macedonio Fernández –«semidiós acriollado» en palabras de Borges, su máximo «plagiador»– murió hace 60 años, pero su obra está inmunizada contra las arrugas prematuras que suele trazar el tiempo en las páginas impresas. Es extraño que el fervor de un puñado de lectores se herede si no hay un cuerpo y una lengua que resplandecen, más allá de la «cariñosa mitología», en su empeño por poner en entredicho andamios del pensamiento que se agotan en la mera coyuntura. La trascendencia literaria resulta excepcional. «Todo se ha escrito, todo se ha dicho, todo se ha hecho, oyó Dios que le decían y aún no había creado el mundo, todavía no había nada», se lee en Museo de la Novela de la Eterna. «Una frase de música de pueblo me cantó una rumana y luego la he hallado diez veces en distintas obras y autores de los últimos cuatrocientos años. Es indudable que las cosas no comienzan cuando se las inventa. O el mundo fue inventado antiguo». Continuando al pie de la letra las ironías que sembraba como una tempestad, sus «infatigables remiendos» y el zurcido de múltiples pasajes de su prosa novelística, Macedonio sabía que le aguardaba una «personalísima inmortalidad compensatoria». Este narrador del porvenir será objeto de unas jornadas que inaugurará Ricardo Piglia, hoy a las 15, en la Biblioteca Nacional. Durante dos días, escritores, críticos y especialistas como Luis Chitarroni, Noé Jitrik, Roberto Ferro, Ana María Camblong, Jorge Monteleone, Germán García y Marcelo Damiani, entre otros, aportarán nuevas lecturas y miradas sobre una obra siempre viva. Una nota de Silvina Friera para Página/12:
El gaucho desacatado
Ana María Camblong distingue la lucidez con que Macedonio plantea las características del lector y la lectura. «Su concepción dialógica del discurso pone al lector en escena y señala a cada paso diferentes aspectos de esta compleja relación, y sus injerencias en los procesos de escritura», subraya la especialista en la obra del autor de Papeles de Recienvenido. Camblong hurgará en la intimidad de un «pensamiento desacatado» durante su intervención en las jornadas Macedonio Fernández, organizadas conjuntamente por el Instituto de Literatura Hispanoamericana de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, la Biblioteca Nacional y el Malba. «Utilizo esta calificación en un sentido estricto, en tanto falta de reverencia y respeto a los valores consagrados y falta de obediencia a las normas y al orden en general», aclara la autora de Ensayos macedonianos. «Pero al mismo tiempo alude a una memoria criolla que flota imprecisa pero consistente en la figura típica del “gaucho desacatado”, anárquico y rebelde. Esta resonancia del imaginario criollo se resuelve en Macedonio de manera singular, dado que su irreverencia cortés y serena, propia del porteño patricio, adopta formas que abominan de la violencia y la altanería, a través de su proverbial humor socarrón, de su conversación ingeniosa y de su pensar-escribiendo, siempre desafiando las reglas de cohesión y coherencia, y los valores del proyecto moderno centrado en el orden y el progreso».
Roberto Ferro, escritor y crítico, le atrae la obra de Macedonio por «la fuerte entropía» que produce su escritura. «Las significaciones que irradian sus textos conmueven certezas y provocan suspensiones de muchas de las ratificaciones centrales que constituyen los modos distintivos con que se suelen pensar los procesos de producción de sentido en la literatura argentina contemporánea. La más visible de esas certezas es el reconocimiento canónico de la figura de Borges como centro de un capital simbólico sin fisuras, que lo constituye en una figura relevante y única. Una mirada crítica detenida sobre los aspectos más notables de la poética de Macedonio permite trastornar esa centralidad y conduce a pensar a Borges como parte de un proceso que excede su trayectoria individual y que no lo tiene como eje privilegiado», postula Ferro. ¿Cómo condicionó el autor de Historia universal de la infamia, que decía que imitaba a Macedonio «hasta el apasionado y devoto plagio», las lecturas futuras sobre el corpus macedoniano? Ferro propone que hay en Borges un doble movimiento. «Por una parte, pone el énfasis en la voz de Macedonio y acentúa los dos componentes esenciales: la caducidad y la dependencia de una memoria viva que los retenga. En las palabras que Borges dice durante el sepelio de Macedonio reitera esa concepción y establece una íntima relación entre muerte y oralidad. Lo que significa un modo de operar para desplazar el valor de la escritura macedoniana a la oralidad y la pérdida irremediable que ello supone. Pero por otra, cuando en 1965 Borges escribe una introducción a la obra de Leopoldo Lugones, afirma que no hay generación literaria que no elija entre dos o tres precursores y que la suya eligió entre dos. Uno, dice, fue el indiscutible y genial Macedonio, que no sufrió de otros imitadores que el propio Borges; mientras que el Güiraldes de El cencerro de cristal se inclinó por la influencia de Lugones. Esa afirmación se transformará en el corazón maldito de un relato que recoge la versión de un modo de imaginar el curso que siguió la historia de la literatura argentina o, mejor dicho, la figuración del momento en que se resuelve una encrucijada decisiva del curso de esa historia. Es un relato que, con matices diversos, transita innumerables transcripciones que lo diseminan por los más recónditos márgenes del canon literario, pero que de una u otra manera siempre convergen en un punto de encuentro que asumo como propio: ‘Macedonio nos salvó de Lugones’».
Metalengua del poema
El ejercicio poético de Macedonio no se reduce a la breve compilación de sus poemas, publicados por Natalicio González en una edición mexicana, en 1953. «También fue un teórico de la poesía, que sería uno de los tres géneros puros del arte verdadero, al cual llamaba ‘Belarte’», afirma Jorge Monteleone. «Macedonio nació, como Lugones, en junio de 1874 y debió ser un modernista pero, en cambio, fue un adelantado. Su metafísica funcionó como una metalengua del poema de vanguardia y, por esa razón, los vanguardistas argentinos –y Borges en particular– lo reconocieron en los años ’20 como un precursor. Sin embargo, en su lírica los presupuestos de la vanguardia llegaron más lejos», pondera el escritor, crítico y docente. «El sujeto no se escinde ni multiplica ni corteja la impersonalidad: es ‘ayoico’. El centro temático de su poesía gravita sobre el poema escrito luego de la muerte de su esposa en 1920: ‘Elena Bellamuerte’, que será la Eterna, Dulce-Persona o Persona Máxima. En esa transfiguración, la poesía de Macedonio resuelve como falacia existencial la separación de los amantes por la muerte y la transforma en una ‘poemática del pensar’: allí no hay sujeto, ni experiencia, ni espacio ni tiempo, sino una lengua que dice y constata la contingencia falaz de la amada oculta por la muerte, tal como el día oculta la luna, ‘astro de luz segunda’. Las sensaciones son reemplazadas por complejos de nociones; a la imagen se prefiere el ritmo del discurrir con una sintaxis que crea una extraña música asordinada. La ‘poesía del pensar’ de Macedonio inaugura la gran tradición de la poesía conceptual argentina, pero a la vez parece salida de la nada, recienvenida en su pura novedad, singularísima, puramente discontinua».
Lectores de vanguardia
«El modo en que Macedonio pensó acerca de la literatura y sus entornos, su estilo personal para inscribirse en los diversos ámbitos intelectuales en los que participó, los tonos que eligió para caracterizar las cuestiones más importantes de su existencia, como la ironía y el humor, que lo habilitaron para desmontar los estereotipos que modelaban los imaginarios compartidos, la construcción de una poética centrada en la producción más que en la difusión de los textos, esos rasgos constituyen el gesto macedoniano. Ese gesto atestigua su irreductible presencia, que aparece con menor o mayor fuerza cada vez que un lector se arriesga al desafío de sus textos», destaca Ferro. «Dice Piglia, un agudo lector de la obra de Macedonio, que la cuestión más acuciante en el presente de la literatura no es que haya escritores de vanguardia sino que sean posibles los lectores de vanguardia. Y agrega que la obra macedoniana nos obliga a ser lectores de vanguardia». Ferro recuerda que Roberto Bolaño subraya «enfáticamente» en El gaucho insufrible «la convicción de que, a pesar de todo, en el próximo siglo, alguien leerá en las cuevas a los grandes escritores, reiterando entre otros a Macedonio con la misma insistencia, apuntando hacia un futuro como punto de fuga en el que no prevé límite ni clausura». En la perspectiva de la historia literaria, Macedonio sigue siendo una fuente notable de reverberaciones y resonancias. «Piglia y Bolaño exhiben desaforadamente esa poética de lectores de vanguardia. Es posible señalar la obra de Héctor Libertella como un espacio en el que se despliegan y profundizan algunos de los rasgos de la poética macedoniana», añade Ferro.
Marcelo Damiani dice que Macedonio «escribía pensando en el porvenir, en un lector futuro, para nada inmediato y a contrapelo de cualquier tipo de imposición social». «Hoy en día me parece que es al revés: casi todos escriben demasiado preocupados por el presente o el pasado, hecho que explica el éxito de la crónica y la novela histórica. Macedonio, por contraste, pone en evidencia el síntoma o malestar de la época que nos ha tocado vivir: la sobre-adaptación. Es probable que alguien haya logrado romper este ‘miedo al rechazo’, pero como la crítica y el mercado también lo padecen –es decir que se prefiere seguir buscando herederos o avalando fórmulas y tendencias antes que pensar en términos de singularidad–, seguramente el nombre del afortunado permanecerá en secreto por un buen tiempo más».
* Se puede consultar la programación completa de las jornadas en www.bn.gov.ar y en www.malba.org.ar
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Noticias / Argentina: Librería considerada de las más bellas del mundo celebra 100 años
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El Ateneo surgió por el sueño de un inmigrante español quien decidió unir la producción de libros con su distribución a sus lectores de una manera novedosa. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La librería y editorial El Ateneo, uno de los faros literarios de Buenos Aires, cumple un siglo de vida desde que fue fundada en 1912 por el inmigrante español Pedro García, quien desembarcó en Argentina con el sueño de dar vida a un espacio cultural diferente. Una entrega de EFE:
García, hijo de una familia de libreros de Logroño (norte español), decidió unir la producción de libros con su distribución a los lectores, una fórmula novedosa en la época que le garantizó una rápida notoriedad y el sobrenombre de «As de los libreros de América».
La Buenos Aires que encontró a principios del siglo XX era una ciudad próspera, en rápido crecimiento, y con un floreciente comercio que tenía su epicentro en la peatonal calle Florida, donde instaló el local.
García atendía la librería junto a su familia y a libreros que eran verdaderas enciclopedias, por lo que se extendió con rapidez el dicho «si no está en El Ateneo, no existe».
El catálogo inicial de la editorial incluyó títulos clásicos como La divina comedia, El decamerón, La Ilíada y una selección de obras de William Shakespeare y Rubén Darío, entre otros.
Además, El Ateneo se especializó en la publicación de libros y tratados de Medicina por el gran interés en la salud pública que manifestaba su fundador y que le llevó a trabar amistad con el Premio Nobel de Medicina argentino Bernardo Houssay.
Finalizada la Guerra Civil española (1936-1939), García, vehemente republicano, empezó a imprimir obras prohibidas por el franquismo, una decisión ideológica que mantuvieron sus hijos, Pedro y Eustasio, cuando heredaron el negocio tras su muerte, en 1948.
Los nuevos dueños impulsaron la apertura de sucursales en las principales capitales de América del Sur y llegaron a inaugurar una también en Barcelona.
En la actualidad, tras vender el negocio al Grupo Ilhsa, existen 45 locales repartidos por Argentina, pero la joya de la corona es la librería Ateneo Grand Splendid, ubicada desde hace 12 años en el edificio porteño que previamente albergó a un cine y a un teatro homónimos, y considerada una de las más espectaculares del mundo.
«Tiene una historia maravillosa, llena de vínculos en el mundo de la cultura, que se inicia como tal a nivel burgués en la Argentina. No sólo fue un teatro; fue un lugar de un sello radiofónico, se pasaron las primeras películas mudas y las primeras con sonido», explicó a Efe Juan Pablo Marciani, portavoz de la librería.
«Cuando se rehabilitó el edificio estaba muy deteriorado. Fue teatro, cerró muchos años, después abrió como cine y fue deteriorándose. El grado de mantenimiento que requiere el edificio es muy grande», agregó Marciani.
El Ateneo fue también uno de los precursores de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires al lanzar, en 1968, la «Primavera de las Letras», una serie de jornadas con reconocidos escritores que ofrecían charlas y firmaban ejemplares de sus libros.
Por esa cita pasaron Jorge Luis Borges, Horacio Quiroga y María Elena Walsh, entre muchos otros.
Llegar a los cien años en un país que acaba de celebrar su Bicentenario es todo un mérito, subrayó el director comercial del Grupo Ilhsa, Jorge González, pero El Ateneo mira también hacia el futuro «para estar siempre en la vanguardia».
Además de pensar en nuevos proyectos, los responsables de la cadena de librerías siguen con atención el desarrollo de los libros electrónicos aunque, según González, por ahora «no se ven como competencia directa».
«Los Ateneos hoy son pequeños centros culturales, uno puede venir a buscar un libro y leer lo que desee sin necesidad de comprarlo, puede venir a aprender», explicó Marciani.
«La gente tiene cultura y amor al papel, así que creo que (libros digitales e impresos) pueden coexistir sin problema», vaticinó.
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El Ateneo surgió por el sueño de un inmigrante español quien decidió unir la producción de libros con su distribución a sus lectores de una manera novedosa. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- La librería y editorial El Ateneo, uno de los faros literarios de Buenos Aires, cumple un siglo de vida desde que fue fundada en 1912 por el inmigrante español Pedro García, quien desembarcó en Argentina con el sueño de dar vida a un espacio cultural diferente. Una entrega de EFE:
García, hijo de una familia de libreros de Logroño (norte español), decidió unir la producción de libros con su distribución a los lectores, una fórmula novedosa en la época que le garantizó una rápida notoriedad y el sobrenombre de «As de los libreros de América».
La Buenos Aires que encontró a principios del siglo XX era una ciudad próspera, en rápido crecimiento, y con un floreciente comercio que tenía su epicentro en la peatonal calle Florida, donde instaló el local.
García atendía la librería junto a su familia y a libreros que eran verdaderas enciclopedias, por lo que se extendió con rapidez el dicho «si no está en El Ateneo, no existe».
El catálogo inicial de la editorial incluyó títulos clásicos como La divina comedia, El decamerón, La Ilíada y una selección de obras de William Shakespeare y Rubén Darío, entre otros.
Además, El Ateneo se especializó en la publicación de libros y tratados de Medicina por el gran interés en la salud pública que manifestaba su fundador y que le llevó a trabar amistad con el Premio Nobel de Medicina argentino Bernardo Houssay.
Finalizada la Guerra Civil española (1936-1939), García, vehemente republicano, empezó a imprimir obras prohibidas por el franquismo, una decisión ideológica que mantuvieron sus hijos, Pedro y Eustasio, cuando heredaron el negocio tras su muerte, en 1948.
Los nuevos dueños impulsaron la apertura de sucursales en las principales capitales de América del Sur y llegaron a inaugurar una también en Barcelona.
En la actualidad, tras vender el negocio al Grupo Ilhsa, existen 45 locales repartidos por Argentina, pero la joya de la corona es la librería Ateneo Grand Splendid, ubicada desde hace 12 años en el edificio porteño que previamente albergó a un cine y a un teatro homónimos, y considerada una de las más espectaculares del mundo.
«Tiene una historia maravillosa, llena de vínculos en el mundo de la cultura, que se inicia como tal a nivel burgués en la Argentina. No sólo fue un teatro; fue un lugar de un sello radiofónico, se pasaron las primeras películas mudas y las primeras con sonido», explicó a Efe Juan Pablo Marciani, portavoz de la librería.
«Cuando se rehabilitó el edificio estaba muy deteriorado. Fue teatro, cerró muchos años, después abrió como cine y fue deteriorándose. El grado de mantenimiento que requiere el edificio es muy grande», agregó Marciani.
El Ateneo fue también uno de los precursores de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires al lanzar, en 1968, la «Primavera de las Letras», una serie de jornadas con reconocidos escritores que ofrecían charlas y firmaban ejemplares de sus libros.
Por esa cita pasaron Jorge Luis Borges, Horacio Quiroga y María Elena Walsh, entre muchos otros.
Llegar a los cien años en un país que acaba de celebrar su Bicentenario es todo un mérito, subrayó el director comercial del Grupo Ilhsa, Jorge González, pero El Ateneo mira también hacia el futuro «para estar siempre en la vanguardia».
Además de pensar en nuevos proyectos, los responsables de la cadena de librerías siguen con atención el desarrollo de los libros electrónicos aunque, según González, por ahora «no se ven como competencia directa».
«Los Ateneos hoy son pequeños centros culturales, uno puede venir a buscar un libro y leer lo que desee sin necesidad de comprarlo, puede venir a aprender», explicó Marciani.
«La gente tiene cultura y amor al papel, así que creo que (libros digitales e impresos) pueden coexistir sin problema», vaticinó.
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lunes, octubre 29, 2012
Cine / México: Jacobo Granat, un pionero del cine en el país
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Una publicación rescata la vida de este impulsor de la cinematografía y de la primera comunidad judía en México creada hace un siglo. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- A diferencia de la mayoría de los migrantes judíos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que vieron a México como un trampolín para ingresar a Estados Unidos, Jacobo Granat (Lember, Austria, 1871-Auschwitz, Alemania, 1943) encontró en este país un lugar ideal para prosperar económicamente. Particularmente en la naciente industria cinematográfica que comenzaba a tener gran impacto entre la sociedad mexicana. Una nota de Abida Ventura para El Universal:
Como un puñado de jóvenes judíos europeos, Granat cruzó el Atlántico, en busca de nuevos horizontes, para hacer la América. A la capital mexicana llegó en 1902, después de vivir por un corto tiempo en EU, y desde su llegada a la ciudad de México notó en el negocio del cine un futuro prometedor.
Por eso, en la primera oportunidad que se le presentó, apostó todo para lograrlo. Fue un aviso de ocasión publicado en un periódico de la época que marcaría el inicio de su labor pionera en la industria cinematográfica mexicana. Un empresario norteamericano asentado en México había decidido vender un cinematógrafo, con accesorias y películas incluidas. Se trataba del Salón Rojo, que ocupaba una construcción palaciega edificada en 1775, en la esquina de San Francisco (hoy Madero) y Coliseo (Bolívar), un espacio que pronto se convertiría en un lugar obligado para los aristócratas y burgueses de la época, y que con el tiempo pasaría ha convertirse en un icono de la cinematografía mexicana, del baile popular, de la música y de los juegos de azar.
Granat, quien tenía una tienda de curiosidades a unos metros de este salón, arriesgó todo para adquirir dicha empresa.
«Se interesó en el cine y le vio tanto futuro que empezó a vender sus negocios. Tenía un negocio de curiosidades, uno de petacas y fabricaba muchas cosas, como artesanías mexicanas. Todo esto lo cambio por el cine», comenta en entrevista con El Universal Alicia Gojman de Backal, autora de Jacobo Granat. Una vida de contradicciones. Entre la comunidad y el cine, publicación editada con el apoyo de la Comunidad Askenazí de México, y que rescata la historia de este empresario que, además de ser pionero en la industria del cine mexicano, fue uno de los principales impulsores de la Sociedad de Beneficencia Monte Sinaí, la primera comunidad que hace 100 años reunió a todos los judíos que entonces radicaban en la ciudad de México.
Poco a poco, el Salón Rojo, descrito en las crónicas de la época como un recinto de dos pisos, con tres grandes salones de proyección y otros pequeños destinados a otras diversiones, fue consolidándose como el principal cine de la capital, con una oferta exclusiva: «Fue posiblemente el mejor lugar de su tipo durante la época del cine silente».
Para convertir al Salón Rojo en uno de los mejores cinematógrafos de la ciudad, Granat traía «las mejores películas, a veces difíciles de conseguir en México, material con las noticias de todo el mundo para que el pueblo se enterara de lo que pasaba en el mundo y en el país, porque también mandaba a tomar escenas de Carranza, de Zapata, de Villa, de cuando Francisco I. Madero entró a la ciudad. También viajó a Estados Unidos, y a Europa para traer películas desde Francia e Italia», relata la directora honoraria del Centro de Documentación e Investigación de la Comunidad Ashkenazí de México (CDICA).
En una ocasión, recuerda la también historiadora de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM, pagó diez mil dólares por la exclusividad de una película sobre un encuentro de box en Estados Unidos y para recuperar las ganancias planeaba exhibirla en toda la República Mexicana.
Tiempo después, el Salón Rojo inauguró un salón de baile donde se dieron cita las orquestas más famosas de los años 20. Este espacio también fue utilizado como foro para eventos sociales y mítines políticos. Ahí, Francisco I. Madero, con quien Granat sostuvo una estrecha amistad y practicó la masonería, realizó algunos de sus mítines políticos.
Del gran circuito de cine a Auschwitz
Con el tiempo, el imperio de los cines de Jacobo Granat llegó a comprender 40 salas, en la ciudad de México y en diversas partes del país. Entre los cines bajo ese emporio destacan el Cine Olimpia, el cual reconstruyó en 1919 para convertirlo en el más grande de la ciudad, así como los cines Palacio, Granat, Santa María la Ribera, Royal, San Rafael, Lux, Garibaldi, Buen Tono, y algunas salas en Zacatecas, Tampico, Monterrey y Pachuca.
Estos cines pasarían a formar parte de la empresa Circuito Olimpia S. A., que administró en colaboración con dos socios, a quienes tiempo después vendió todas sus acciones.
Las causas que lo motivaron a vender sus cines aún no están esclarecidas, relata Luis Granat, su sobrino-bisnieto, quien recuerda que cuando Jacobo salió del país en 1922, dejó parte de sus negocios a su hermano Bernardo y a sus sobrinos, Samuel y Óscar, quienes después de la venta de la mayoría de sus acciones, lograron rescatar algunos de los cines.
Jacobo Granat regresó a Europa porque, probablemente –sugiere Alicia Gojman de Backal–, ya no se sentía a gusto en México, después de las malas rachas en sus negocios, y porque su esposa añoraba volver a su ciudad natal, Viena.
En Europa las cosas estaban al borde de la Segunda Guerra Mundial. En Austria se propagó el antisemitismo tras la subida de Adolfo Hitler al poder. Jacobo Granat y su familia fueron enviados a un campo de concentración en Alemania y murieron en 1943 en las cámaras de gas, en Auschwitz, «justo cuando ya habían entrado los aliados a rescatarlos», señala Alicia Gojman de Backal.
De este lado del Atlántico, sus familiares mantuvieron hasta los años 60 los pocos cines que lograron rescatar. «El negocio de esos cines continuó hasta la presidencia de Adolfo López Mateos, cuando el estado adquirió las salas cine», relata Luis Granat.
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Una publicación rescata la vida de este impulsor de la cinematografía y de la primera comunidad judía en México creada hace un siglo. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- A diferencia de la mayoría de los migrantes judíos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX que vieron a México como un trampolín para ingresar a Estados Unidos, Jacobo Granat (Lember, Austria, 1871-Auschwitz, Alemania, 1943) encontró en este país un lugar ideal para prosperar económicamente. Particularmente en la naciente industria cinematográfica que comenzaba a tener gran impacto entre la sociedad mexicana. Una nota de Abida Ventura para El Universal:
Como un puñado de jóvenes judíos europeos, Granat cruzó el Atlántico, en busca de nuevos horizontes, para hacer la América. A la capital mexicana llegó en 1902, después de vivir por un corto tiempo en EU, y desde su llegada a la ciudad de México notó en el negocio del cine un futuro prometedor.
Por eso, en la primera oportunidad que se le presentó, apostó todo para lograrlo. Fue un aviso de ocasión publicado en un periódico de la época que marcaría el inicio de su labor pionera en la industria cinematográfica mexicana. Un empresario norteamericano asentado en México había decidido vender un cinematógrafo, con accesorias y películas incluidas. Se trataba del Salón Rojo, que ocupaba una construcción palaciega edificada en 1775, en la esquina de San Francisco (hoy Madero) y Coliseo (Bolívar), un espacio que pronto se convertiría en un lugar obligado para los aristócratas y burgueses de la época, y que con el tiempo pasaría ha convertirse en un icono de la cinematografía mexicana, del baile popular, de la música y de los juegos de azar.
Granat, quien tenía una tienda de curiosidades a unos metros de este salón, arriesgó todo para adquirir dicha empresa.
«Se interesó en el cine y le vio tanto futuro que empezó a vender sus negocios. Tenía un negocio de curiosidades, uno de petacas y fabricaba muchas cosas, como artesanías mexicanas. Todo esto lo cambio por el cine», comenta en entrevista con El Universal Alicia Gojman de Backal, autora de Jacobo Granat. Una vida de contradicciones. Entre la comunidad y el cine, publicación editada con el apoyo de la Comunidad Askenazí de México, y que rescata la historia de este empresario que, además de ser pionero en la industria del cine mexicano, fue uno de los principales impulsores de la Sociedad de Beneficencia Monte Sinaí, la primera comunidad que hace 100 años reunió a todos los judíos que entonces radicaban en la ciudad de México.
Poco a poco, el Salón Rojo, descrito en las crónicas de la época como un recinto de dos pisos, con tres grandes salones de proyección y otros pequeños destinados a otras diversiones, fue consolidándose como el principal cine de la capital, con una oferta exclusiva: «Fue posiblemente el mejor lugar de su tipo durante la época del cine silente».
Para convertir al Salón Rojo en uno de los mejores cinematógrafos de la ciudad, Granat traía «las mejores películas, a veces difíciles de conseguir en México, material con las noticias de todo el mundo para que el pueblo se enterara de lo que pasaba en el mundo y en el país, porque también mandaba a tomar escenas de Carranza, de Zapata, de Villa, de cuando Francisco I. Madero entró a la ciudad. También viajó a Estados Unidos, y a Europa para traer películas desde Francia e Italia», relata la directora honoraria del Centro de Documentación e Investigación de la Comunidad Ashkenazí de México (CDICA).
En una ocasión, recuerda la también historiadora de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, de la UNAM, pagó diez mil dólares por la exclusividad de una película sobre un encuentro de box en Estados Unidos y para recuperar las ganancias planeaba exhibirla en toda la República Mexicana.
Tiempo después, el Salón Rojo inauguró un salón de baile donde se dieron cita las orquestas más famosas de los años 20. Este espacio también fue utilizado como foro para eventos sociales y mítines políticos. Ahí, Francisco I. Madero, con quien Granat sostuvo una estrecha amistad y practicó la masonería, realizó algunos de sus mítines políticos.
Del gran circuito de cine a Auschwitz
Con el tiempo, el imperio de los cines de Jacobo Granat llegó a comprender 40 salas, en la ciudad de México y en diversas partes del país. Entre los cines bajo ese emporio destacan el Cine Olimpia, el cual reconstruyó en 1919 para convertirlo en el más grande de la ciudad, así como los cines Palacio, Granat, Santa María la Ribera, Royal, San Rafael, Lux, Garibaldi, Buen Tono, y algunas salas en Zacatecas, Tampico, Monterrey y Pachuca.
Estos cines pasarían a formar parte de la empresa Circuito Olimpia S. A., que administró en colaboración con dos socios, a quienes tiempo después vendió todas sus acciones.
Las causas que lo motivaron a vender sus cines aún no están esclarecidas, relata Luis Granat, su sobrino-bisnieto, quien recuerda que cuando Jacobo salió del país en 1922, dejó parte de sus negocios a su hermano Bernardo y a sus sobrinos, Samuel y Óscar, quienes después de la venta de la mayoría de sus acciones, lograron rescatar algunos de los cines.
Jacobo Granat regresó a Europa porque, probablemente –sugiere Alicia Gojman de Backal–, ya no se sentía a gusto en México, después de las malas rachas en sus negocios, y porque su esposa añoraba volver a su ciudad natal, Viena.
En Europa las cosas estaban al borde de la Segunda Guerra Mundial. En Austria se propagó el antisemitismo tras la subida de Adolfo Hitler al poder. Jacobo Granat y su familia fueron enviados a un campo de concentración en Alemania y murieron en 1943 en las cámaras de gas, en Auschwitz, «justo cuando ya habían entrado los aliados a rescatarlos», señala Alicia Gojman de Backal.
De este lado del Atlántico, sus familiares mantuvieron hasta los años 60 los pocos cines que lograron rescatar. «El negocio de esos cines continuó hasta la presidencia de Adolfo López Mateos, cuando el estado adquirió las salas cine», relata Luis Granat.
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sábado, octubre 27, 2012
Textos / «El sol salió por el Oeste» por Justo Navarro
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Anthony Burgess (1917-1993) en 1985. (Foto: Franck Martine)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Anthony Burgess descubrió en el lenguaje un espectáculo dramático, musical, cómico, acrobático, arriesgado y fantástico. A continuación reproducimos el texto de Justo Navarro publicado en El País:
Anthony Burgess copió el principio de sus memorias o confesiones (también imitó a Rousseau) de las primeras líneas de Goldfinger: no está como James Bond en el aeropuerto de Miami, sino en un hotel neoyorquino esperando la hora de ir al aeropuerto, y no piensa en la vida y en la muerte como el agente 007, sino sólo en la muerte, para hablar largamente de la vida. Pero los novelistas, advierte el novelista Burgess, son gente sin interés: han vertido su vida interior en lo ya publicado y su vida exterior se limita a sentarse a escribir. Mucho más atractiva es la vida de un taxista. ¿Por qué insiste uno entonces y sigue escribiendo? Por dinero. Y en ese momento Burgess confiesa una razón más íntima: «La esperanza sin esperanza de dominar por fin el idioma, ese enemigo intratable».
Por agonía verbal y dinero escribió toda su vida como una fábrica, con verdadera prisa ante la muerte. A sus cuarenta y dos años, en 1959, después de cuatro lustros entre el ejército y el servicio colonial británico, profesor de idiomas en Gibraltar, Malasia y Borneo, el aburrimiento inmenso lo derribó en mitad de una clase. Le diagnosticaron un tumor cerebral. Decidió convertirse en escritor profesional para dejarle algo de herencia a su mujer, y escribió cinco novelas y media en el año que los médicos le dieron de vida. La muerte es el motor de la literatura. La segunda frase de sus confesiones —«Cogidos como estamos entre dos eternidades de ocio, no hay excusa para permanecer ociosos ahora»— es menos dramática y más sombría que su modelo nabokoviano: «Nuestra existencia sólo es una rendija de luz entre dos eternidades de oscuridad».
No se murió, pero una de las cinco novelas y media con vocación de póstumas se llamó La naranja mecánica. Luego escribió otras treinta novelas, y estudios sobre la lengua y la literatura inglesa, e hizo música, y un musical sobre el Ulysses de Joyce, y traducciones, guiones, biografías, miles de artículos. Temeroso de las pesadillas, nunca quería acostarse. Escribía tanto que necesitaba más de una firma. Su segunda mujer, la traductora italiana Liliana Macellari, lo conoció cuando en 1962 felicitó a los dos escritores ingleses que más le habían interesado ese año: el autor de A Clockwork Orange, Burgess, y el de Inside Mr Enderby, Joseph Kell: los dos eran Anthony Burgess. Ávido y confeso lector de novelones de amores y crímenes, su literatura parecía envidiar el exhibicionismo sentimental y megalómano de las orquestas románticas y las películas de Hollywood con grandes personajes históricos como Napoleón, Moisés, Jesucristo, Shakespeare. O él mismo.
Lo esencial era divertir al público. Burgess descubrió en el lenguaje un espectáculo dramático, musical, cómico, acrobático, arriesgado y fantástico. Manipulaba sus sonidos como esos músicos que alteran los pianos para extraerles posibilidades imprevisibles. No le bastaba el idioma materno, ni los muchos más que conocía, e inventó lenguas pasadas y futuras: el ulam de los neandertales de la película En busca del fuego, y el nadsat de los drugos en La naranja mecánica, ciencia-ficción sobre la facultad humana, don divino, de elegir entre el mal y el bien. Católico carnal, retrógrado paradójico, Burgess parecía compartir el criterio del criminal quinceañero de su novela famosa: «La maldad pertenece a la personalidad (…) El gobierno, los jueces, la iglesia y la escuela no permiten el mal porque no permiten la personalidad».
Cuanto más ambicioso era, con mayor condescendencia lo trataban los críticos, que, en sus momentos de máxima generosidad, le atribuyeron fracasos gloriosos. Fue un escritor horrorshow, palabra que, en nadsat, expresa a la vez horror y admiración. A pesar de su gusto por las cataratas de palabras y las novelas de mil páginas, compuso el relato de ciencia ficción más breve que conozco: «Ese día el sol salió por el Oeste». Esas pocas sílabas plantean una meditación sobre la literatura y la verdad. No funcionarían como relato si hubieran dicho la verdad, lo obvio: el sol salió por el Este.
Justo Navarro (Granada, 1953) ha publicado recientemente El espía (Anagrama. 224 páginas. 18 euros; electrónico: 13,99).
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Anthony Burgess (1917-1993) en 1985. (Foto: Franck Martine)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Anthony Burgess descubrió en el lenguaje un espectáculo dramático, musical, cómico, acrobático, arriesgado y fantástico. A continuación reproducimos el texto de Justo Navarro publicado en El País:
Anthony Burgess copió el principio de sus memorias o confesiones (también imitó a Rousseau) de las primeras líneas de Goldfinger: no está como James Bond en el aeropuerto de Miami, sino en un hotel neoyorquino esperando la hora de ir al aeropuerto, y no piensa en la vida y en la muerte como el agente 007, sino sólo en la muerte, para hablar largamente de la vida. Pero los novelistas, advierte el novelista Burgess, son gente sin interés: han vertido su vida interior en lo ya publicado y su vida exterior se limita a sentarse a escribir. Mucho más atractiva es la vida de un taxista. ¿Por qué insiste uno entonces y sigue escribiendo? Por dinero. Y en ese momento Burgess confiesa una razón más íntima: «La esperanza sin esperanza de dominar por fin el idioma, ese enemigo intratable».
Por agonía verbal y dinero escribió toda su vida como una fábrica, con verdadera prisa ante la muerte. A sus cuarenta y dos años, en 1959, después de cuatro lustros entre el ejército y el servicio colonial británico, profesor de idiomas en Gibraltar, Malasia y Borneo, el aburrimiento inmenso lo derribó en mitad de una clase. Le diagnosticaron un tumor cerebral. Decidió convertirse en escritor profesional para dejarle algo de herencia a su mujer, y escribió cinco novelas y media en el año que los médicos le dieron de vida. La muerte es el motor de la literatura. La segunda frase de sus confesiones —«Cogidos como estamos entre dos eternidades de ocio, no hay excusa para permanecer ociosos ahora»— es menos dramática y más sombría que su modelo nabokoviano: «Nuestra existencia sólo es una rendija de luz entre dos eternidades de oscuridad».
No se murió, pero una de las cinco novelas y media con vocación de póstumas se llamó La naranja mecánica. Luego escribió otras treinta novelas, y estudios sobre la lengua y la literatura inglesa, e hizo música, y un musical sobre el Ulysses de Joyce, y traducciones, guiones, biografías, miles de artículos. Temeroso de las pesadillas, nunca quería acostarse. Escribía tanto que necesitaba más de una firma. Su segunda mujer, la traductora italiana Liliana Macellari, lo conoció cuando en 1962 felicitó a los dos escritores ingleses que más le habían interesado ese año: el autor de A Clockwork Orange, Burgess, y el de Inside Mr Enderby, Joseph Kell: los dos eran Anthony Burgess. Ávido y confeso lector de novelones de amores y crímenes, su literatura parecía envidiar el exhibicionismo sentimental y megalómano de las orquestas románticas y las películas de Hollywood con grandes personajes históricos como Napoleón, Moisés, Jesucristo, Shakespeare. O él mismo.
Lo esencial era divertir al público. Burgess descubrió en el lenguaje un espectáculo dramático, musical, cómico, acrobático, arriesgado y fantástico. Manipulaba sus sonidos como esos músicos que alteran los pianos para extraerles posibilidades imprevisibles. No le bastaba el idioma materno, ni los muchos más que conocía, e inventó lenguas pasadas y futuras: el ulam de los neandertales de la película En busca del fuego, y el nadsat de los drugos en La naranja mecánica, ciencia-ficción sobre la facultad humana, don divino, de elegir entre el mal y el bien. Católico carnal, retrógrado paradójico, Burgess parecía compartir el criterio del criminal quinceañero de su novela famosa: «La maldad pertenece a la personalidad (…) El gobierno, los jueces, la iglesia y la escuela no permiten el mal porque no permiten la personalidad».
Cuanto más ambicioso era, con mayor condescendencia lo trataban los críticos, que, en sus momentos de máxima generosidad, le atribuyeron fracasos gloriosos. Fue un escritor horrorshow, palabra que, en nadsat, expresa a la vez horror y admiración. A pesar de su gusto por las cataratas de palabras y las novelas de mil páginas, compuso el relato de ciencia ficción más breve que conozco: «Ese día el sol salió por el Oeste». Esas pocas sílabas plantean una meditación sobre la literatura y la verdad. No funcionarían como relato si hubieran dicho la verdad, lo obvio: el sol salió por el Este.
Justo Navarro (Granada, 1953) ha publicado recientemente El espía (Anagrama. 224 páginas. 18 euros; electrónico: 13,99).
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Fotografía / México: Por primera vez, María García muestra de manera pública sus marigrafías
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Aspecto de la inauguración de la muestra. (Foto: Cortesía de la Fundación Héctor y María García)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).-Encontrar la luz de la oscuridad ha sido una de las principales inquietudes de María García durante su ya largo quehacer fotográfico. Una búsqueda que comenzó hace más de 40 años y que se tradujo en un juego y una experimentación, aunque no propiamente con la cámara, sino dentro del cuarto oscuro, con el proceso de revelado. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
Fue así como nacieron las marigrafías, como denominó el fallecido fotógrafo Héctor García a esa técnica desarrollada por su esposa la cual consiste en verter los químicos de revelado sobre el papel fotográfico y exponer la imagen que yace sobre éste a diferentes periodos de luz, según el efecto que busque conseguirse.
Ese mismo proceso ha sido aplicado por la fotógrafa colocando diferentes objetos sobre el papel, o bien haciendo una mezcla de imágenes y objetos sobre ese material.
Ahora, por vez primera, María García da a conocer de forma pública ejemplos de ese trabajo en el libro Marigrafías, presentado la noche del jueves en la galería de la Fundación Archivo Héctor García, donde fue inaugurada una exposición con los originales de esas obras y sus reproducciones en formato digital.
Ambas actividades forman parte del festejo por el cuarto aniversario de ese espacio cultural, ubicado en Cumbres de Maltrata 581, colonia Del Periodista, que mañana se cumple.
El volumen lo publica la editorial fotográfica Lente por Lente y, de antemano, puede ser considerado una pieza de colección, pues su tiraje consta sólo de 40 ejemplares, cada uno numerado y firmado por la autora.
Juegos de luz
Integrado por la reproducción digital de 43 obras, se trata de un libro que da cuenta de sorprendentes y conmovedores juegos de luz, los cuales «provienen de la intimidad revelada» de su creadora, según el investigador Francisco Montellano, uno de los tres presentadores de este material.
Para el historiador de arte y crítico especializado Juan Antonio Molina, en tanto, esta propuesta de María García, expresada ahora en el libro y la exposición, representa un dechado de conocimientos y manejo técnicos, pero sobre todo de sensibilidad poética.
«Existe la creencia de que la luz actúa de manera natural y automática sobre el material fotosensible, pero las marigrafías son ejemplo de lo contrario, de que detrás de la luz, detrás del lápiz de la naturaleza hay una voluntad, un deseo, una sensibilidad y una inteligencia», destacó.
«Lo que más me conmovió es la intención de esa voluntad, la expresión de esa fuerza estética, de esa sensibilidad de un lenguaje lúdico; que sea algo experimental no significa que carezca de investigación».
Lo que se percibe en las imágenes, agregó el especialista, quien comparó estos trabajos con los de William Fox Talbot y Man Ray, es «el resultado de una experiencia estética que tiende a ser de silencio, de calma; son representaciones lacónicas y en ellas hay profunda expresividad, ajena a esa saturación discursiva que prevalece hoy en la fotografía».
En su turno, el fotógrafo Carlos Montes de Oca apuntó que si bien el azar es un factor determinante en este tipo de trabajo, la gran aportación de María García al mismo es su conocimiento particular del laboratorio, así como su precisión y sensibilidad.
Podría pensarse que esas obras son producto de accidentes fortuitos, subrayó, pero no es así, son resultado del conocimiento y una investigación profundos.
«Lo principal de las marigrafías es que tienen una sensación metálica, de plata emulsionada, una técnica que quizá está a punto de extinguirse».
Por su parte, María García contó que hace muchos años, a la par del revelado de los rollos de su esposo y los suyos, se buscó tiempo para hacer algo diferente y comenzó a jugar y experimentar con el papel y la luz hasta lograr los efectos que distinguen a este tipo de obras, sobre las cuales aseguró que aún tiene mucho material para producir más.
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Aspecto de la inauguración de la muestra. (Foto: Cortesía de la Fundación Héctor y María García)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).-Encontrar la luz de la oscuridad ha sido una de las principales inquietudes de María García durante su ya largo quehacer fotográfico. Una búsqueda que comenzó hace más de 40 años y que se tradujo en un juego y una experimentación, aunque no propiamente con la cámara, sino dentro del cuarto oscuro, con el proceso de revelado. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:
Fue así como nacieron las marigrafías, como denominó el fallecido fotógrafo Héctor García a esa técnica desarrollada por su esposa la cual consiste en verter los químicos de revelado sobre el papel fotográfico y exponer la imagen que yace sobre éste a diferentes periodos de luz, según el efecto que busque conseguirse.
Ese mismo proceso ha sido aplicado por la fotógrafa colocando diferentes objetos sobre el papel, o bien haciendo una mezcla de imágenes y objetos sobre ese material.
Ahora, por vez primera, María García da a conocer de forma pública ejemplos de ese trabajo en el libro Marigrafías, presentado la noche del jueves en la galería de la Fundación Archivo Héctor García, donde fue inaugurada una exposición con los originales de esas obras y sus reproducciones en formato digital.
Ambas actividades forman parte del festejo por el cuarto aniversario de ese espacio cultural, ubicado en Cumbres de Maltrata 581, colonia Del Periodista, que mañana se cumple.
El volumen lo publica la editorial fotográfica Lente por Lente y, de antemano, puede ser considerado una pieza de colección, pues su tiraje consta sólo de 40 ejemplares, cada uno numerado y firmado por la autora.
Juegos de luz
Integrado por la reproducción digital de 43 obras, se trata de un libro que da cuenta de sorprendentes y conmovedores juegos de luz, los cuales «provienen de la intimidad revelada» de su creadora, según el investigador Francisco Montellano, uno de los tres presentadores de este material.
Para el historiador de arte y crítico especializado Juan Antonio Molina, en tanto, esta propuesta de María García, expresada ahora en el libro y la exposición, representa un dechado de conocimientos y manejo técnicos, pero sobre todo de sensibilidad poética.
«Existe la creencia de que la luz actúa de manera natural y automática sobre el material fotosensible, pero las marigrafías son ejemplo de lo contrario, de que detrás de la luz, detrás del lápiz de la naturaleza hay una voluntad, un deseo, una sensibilidad y una inteligencia», destacó.
«Lo que más me conmovió es la intención de esa voluntad, la expresión de esa fuerza estética, de esa sensibilidad de un lenguaje lúdico; que sea algo experimental no significa que carezca de investigación».
Lo que se percibe en las imágenes, agregó el especialista, quien comparó estos trabajos con los de William Fox Talbot y Man Ray, es «el resultado de una experiencia estética que tiende a ser de silencio, de calma; son representaciones lacónicas y en ellas hay profunda expresividad, ajena a esa saturación discursiva que prevalece hoy en la fotografía».
En su turno, el fotógrafo Carlos Montes de Oca apuntó que si bien el azar es un factor determinante en este tipo de trabajo, la gran aportación de María García al mismo es su conocimiento particular del laboratorio, así como su precisión y sensibilidad.
Podría pensarse que esas obras son producto de accidentes fortuitos, subrayó, pero no es así, son resultado del conocimiento y una investigación profundos.
«Lo principal de las marigrafías es que tienen una sensación metálica, de plata emulsionada, una técnica que quizá está a punto de extinguirse».
Por su parte, María García contó que hace muchos años, a la par del revelado de los rollos de su esposo y los suyos, se buscó tiempo para hacer algo diferente y comenzó a jugar y experimentar con el papel y la luz hasta lograr los efectos que distinguen a este tipo de obras, sobre las cuales aseguró que aún tiene mucho material para producir más.
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Obituario / Jacques Barzun
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EL escritor e historiador. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Jacques Barzun, un precursor de la historia de la cultura y autor del exitoso libro Del amanecer a la decadencia a sus 90 años, ha muerto. Tenía 104 años. Una entrega de Ap:
Barzun, que enseñó durante casi medio siglo en la Universidad de Columbia, falleció la noche del jueves en San Antonio, donde vivió en los últimos años, informó su yerno, Gavin Parfit.
Hasta su muerte fue una figura en la intelectualidad pública y un profesor veterano de la Liga de la Hiedra, el destacado sistema de universidades privadas.
Encomiado por la cuentista y novelista Cynthia Ozick al ubicarlo como «el último de los generalistas concienzudos», el espigado y cortés Barzun escribió decenas de libros y ensayos sobre prácticamente todo, desde filosofía y música hasta béisbol, así como novelas policiacas.
En 2000, coronó su trayectoria literaria con Del amanecer a la decadencia, un estudio de la civilización occidental desde el Renacimiento hasta el final del siglo XX.
Los críticos aclamaron la obra que supera las 800 páginas, la cual versa sobre el colapso de las tradiciones en los tiempos modernos. Apareció varios meses entre los libros más vendidos y fue nominado para el Premio Libro Nacional y el galardón del Círculo Nacional de Críticos Literarios.
Incluso el guitarrista Keith Richards de los Rolling Stones dijo que estaba leyéndolo. «Todo es una sorpresa, porque la erudición no es exactamente lo que la gente busca en estos días, o quizás en ningún tiempo», dijo Barzun en 2000.
El autor, inmigrante francés, también editó muchos libros, incluyendo una compilación de cuentos policiacos, y escribió un ensayo memorable sobre el béisbol.
Tuvo tres hijos con su primera esposa, Marianna Lowell, quien murió en 1978. Dos años después contrajo matrimonio con Marguerite Davenport. Le sobreviven también tres nietos y ocho bisnietos, según su hija, Isabel Barzun.
«Era un caballero. Era un erudito. Era refinado, amable. Fue enormemente generoso de espíritu», dijo Parfit. «Fue único en su tipo».
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EL escritor e historiador. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 27 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Jacques Barzun, un precursor de la historia de la cultura y autor del exitoso libro Del amanecer a la decadencia a sus 90 años, ha muerto. Tenía 104 años. Una entrega de Ap:
Barzun, que enseñó durante casi medio siglo en la Universidad de Columbia, falleció la noche del jueves en San Antonio, donde vivió en los últimos años, informó su yerno, Gavin Parfit.
Hasta su muerte fue una figura en la intelectualidad pública y un profesor veterano de la Liga de la Hiedra, el destacado sistema de universidades privadas.
Encomiado por la cuentista y novelista Cynthia Ozick al ubicarlo como «el último de los generalistas concienzudos», el espigado y cortés Barzun escribió decenas de libros y ensayos sobre prácticamente todo, desde filosofía y música hasta béisbol, así como novelas policiacas.
En 2000, coronó su trayectoria literaria con Del amanecer a la decadencia, un estudio de la civilización occidental desde el Renacimiento hasta el final del siglo XX.
Los críticos aclamaron la obra que supera las 800 páginas, la cual versa sobre el colapso de las tradiciones en los tiempos modernos. Apareció varios meses entre los libros más vendidos y fue nominado para el Premio Libro Nacional y el galardón del Círculo Nacional de Críticos Literarios.
Incluso el guitarrista Keith Richards de los Rolling Stones dijo que estaba leyéndolo. «Todo es una sorpresa, porque la erudición no es exactamente lo que la gente busca en estos días, o quizás en ningún tiempo», dijo Barzun en 2000.
El autor, inmigrante francés, también editó muchos libros, incluyendo una compilación de cuentos policiacos, y escribió un ensayo memorable sobre el béisbol.
Tuvo tres hijos con su primera esposa, Marianna Lowell, quien murió en 1978. Dos años después contrajo matrimonio con Marguerite Davenport. Le sobreviven también tres nietos y ocho bisnietos, según su hija, Isabel Barzun.
«Era un caballero. Era un erudito. Era refinado, amable. Fue enormemente generoso de espíritu», dijo Parfit. «Fue único en su tipo».
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viernes, octubre 26, 2012
Textos / «La memoria de un hombre valioso» por Martin Scorsese
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Sam Fuller (dcha.) junto a Lee Marvin en el rodaje de Uno rojo: división de choque (1980). (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Es el año del centenario de Sam Fuller, y mañana hará 15 años que desapareció. Cineasta crucial para el cine americano, Martin Scorsese prologó sus memorias, A Third Face (2002, Random House), aún inéditas en España, con este hermoso texto. Tomado de el Cultural:
Se dice que si no te gustan los Rolling Stones, entonces no te gusta el rock & roll. Del mismo modo, yo pienso que si no te gustan las películas de Sam Fuller, entonces no te gusta el cine. O al menos no lo entiendes. Sí, las películas de Sam son bruscas, de aliento pulp, en ocasiones crudas. Pero eso no son defectos. Son solo reflejos de su temperamento, de su formación periodística y de su sentido de la urgencia. Sus películas son un perfecto reflejo del hombre que las hizo. Cada cuestión está subrayada, en cursivas y en negrita, y no es producto de la crudeza, sino de la pasión. Y de la ira -Fuller encontró muchas cosas en este mundo hacia las que sentir ira. Para el hombre que hizo Forty Guns (1957) o Bajos fondos (Underworld USA, 1961) o Manos peligrosas (Pickup on South Street, 1953) o Park Row (1952), no había tiempo alguno para palabras remilgadas. Hay grandes dosis de sofisticación y de sutileza en esas películas, y todo está puesto al servicio de trasladar la emoción a la pantalla. Cuando reaccionas ante un filme de Fuller, estás reaccionando ante el cine en su esencia. La moción es emoción. Las películas de Fuller nos mueven convulsa y violentamente. Como la vida cuando se vive con pasión genuina.
Nunca olvidaré la primera vez que coincidí con Sam. Fue a principios a de los años setenta, en Los Angeles, justo después de una proyección de Forty Guns que yo había organizado. Cuando la película terminó, empezamos a conversar, y no pudimos detenernos. Al llegar la hora de marcharnos, continuamos hablando mientras caminábamos hacia nuestros coches. Y cuando llegamos allí, todavía seguíamos charlando. Él empezaba a contar una historia, que le llevaba a otra historia, que a su vez le llevaba a otra historia totalmente distinta [...]. Podríamos haber conversado durante toda la noche. Fuller era una de esas contadas personas que podía tanto relatar como hacer una gran película. La mayor parte de las personas pueden hacer una cosa o la otra, pero Sam podía hacer ambas. Recuerdo una vez en la que él y [su mujer] Christa vinieron a cenar a mi casa. Sam comenzó exponiendo una idea que tenía para una película en la que no habría nada excepto objetos, y en cómo extraer las emociones a partir de esos objetos. Fue absolutamente hipnótico. Si alguien podría haber hecho una película así, ese era Sam.
La primera película que vi de Sam Fuller también fue su primer film. Yo tenía seis años y había visto un adelanto de Balas vengadoras (I Shot Jesse James, 1949). La quería ver sólo por el título. Cuando finalmente llegó el día, recuerdo estar sentado junto a mi padre en el autobús que nos llevaba al cine. Estaba tan entusiasmado que no podía entender cómo la gente a mi alrededor podía sencillamente seguir con sus asuntos, ¿es que no se daban cuenta de que se estaba proyectando Balas vengadoras? Es un sentimiento que muchos de nosotros hemos tenido de niños, y generalmente nos sentimos decepcionados, porque las cosas que anticipas y sobre las que fantaseas cuando eres un niño raramente igualan la imagen que habías construido en tu mente. Pero esta fue una de esas ocasiones en que la película lograba sobrepasar tus expectativas. Balas vengadoras es un film sobre la traición, y va directo al corazón del asunto: cómo se siente uno al traicionar y al ser traicionado. Me impactó de veras el momento en que Jesse está tomando un baño y Frank apunta a su espalda con la pistola: ¿disparará o no disparará? Nunca he olvidado esta imagen, o muchas otras de la película. Hasta el día de hoy, la película nunca ha dejado de conmoverme.
Las películas de Sam tenían una fuerza que hacía saltar por los aires todos los clichés de cualquier tema con el que estuviera tratando. No hay emociones de saldo en sus películas. Siempre estaba intentando penetrar en lo impenetrable, bien si era un asunto tan amplio como la inhumanidad de la guerra o la injusticia del racismo, o, en un nivel más íntimo, la sed de poder o el contagio de la paranoia. En las películas de Sam, no hay distinción entre lo personal y lo político, ambos forman parte de un continuum de experiencia humana. Pienso que fue uno de los artistas más valientes y profundamente morales que el cine ha conocido. Es por eso que sus películas bélicas -Casco de acero (The Steel Helmet, 1951), A bayoneta calada (Fixed Bayonets!, 1951), Corredor hacia China (China Gate, 1957), Invasión en Birmania (Merrils's Marauders, 1962) y Uno Rojo: división de choque (The Big Red One, 1980)- son las más auténticas, las menos sentimentales y las más duras que he visto. [...]
El niño que encuentra el cuerpo de su padre en el callejón y clama venganza con el puño en Bajos fondos. El consistente plano panorámico que acompaña a Gene Evans hasta la calle mientras golpea a su adversario en Park Row. La triste, solitaria muerte del soplón de Thelma Ritter en Manos peligrosas. Son momentos de pura, cruda emoción, como nada que se ha visto en películas, creados por un artista único. He querido a Sam Fuller como cineasta, y para mí es imposible imaginar mi trabajo sin su influencia y su ejemplo. Llegué a quererle igualmente como amigo. Este magnífico libro, repleto de su pasión por la vida y por el cine, llega muy lejos en el propósito de mantener viva y sana la memoria de este hombre valioso.
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Sam Fuller (dcha.) junto a Lee Marvin en el rodaje de Uno rojo: división de choque (1980). (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Es el año del centenario de Sam Fuller, y mañana hará 15 años que desapareció. Cineasta crucial para el cine americano, Martin Scorsese prologó sus memorias, A Third Face (2002, Random House), aún inéditas en España, con este hermoso texto. Tomado de el Cultural:
Se dice que si no te gustan los Rolling Stones, entonces no te gusta el rock & roll. Del mismo modo, yo pienso que si no te gustan las películas de Sam Fuller, entonces no te gusta el cine. O al menos no lo entiendes. Sí, las películas de Sam son bruscas, de aliento pulp, en ocasiones crudas. Pero eso no son defectos. Son solo reflejos de su temperamento, de su formación periodística y de su sentido de la urgencia. Sus películas son un perfecto reflejo del hombre que las hizo. Cada cuestión está subrayada, en cursivas y en negrita, y no es producto de la crudeza, sino de la pasión. Y de la ira -Fuller encontró muchas cosas en este mundo hacia las que sentir ira. Para el hombre que hizo Forty Guns (1957) o Bajos fondos (Underworld USA, 1961) o Manos peligrosas (Pickup on South Street, 1953) o Park Row (1952), no había tiempo alguno para palabras remilgadas. Hay grandes dosis de sofisticación y de sutileza en esas películas, y todo está puesto al servicio de trasladar la emoción a la pantalla. Cuando reaccionas ante un filme de Fuller, estás reaccionando ante el cine en su esencia. La moción es emoción. Las películas de Fuller nos mueven convulsa y violentamente. Como la vida cuando se vive con pasión genuina.
Nunca olvidaré la primera vez que coincidí con Sam. Fue a principios a de los años setenta, en Los Angeles, justo después de una proyección de Forty Guns que yo había organizado. Cuando la película terminó, empezamos a conversar, y no pudimos detenernos. Al llegar la hora de marcharnos, continuamos hablando mientras caminábamos hacia nuestros coches. Y cuando llegamos allí, todavía seguíamos charlando. Él empezaba a contar una historia, que le llevaba a otra historia, que a su vez le llevaba a otra historia totalmente distinta [...]. Podríamos haber conversado durante toda la noche. Fuller era una de esas contadas personas que podía tanto relatar como hacer una gran película. La mayor parte de las personas pueden hacer una cosa o la otra, pero Sam podía hacer ambas. Recuerdo una vez en la que él y [su mujer] Christa vinieron a cenar a mi casa. Sam comenzó exponiendo una idea que tenía para una película en la que no habría nada excepto objetos, y en cómo extraer las emociones a partir de esos objetos. Fue absolutamente hipnótico. Si alguien podría haber hecho una película así, ese era Sam.
La primera película que vi de Sam Fuller también fue su primer film. Yo tenía seis años y había visto un adelanto de Balas vengadoras (I Shot Jesse James, 1949). La quería ver sólo por el título. Cuando finalmente llegó el día, recuerdo estar sentado junto a mi padre en el autobús que nos llevaba al cine. Estaba tan entusiasmado que no podía entender cómo la gente a mi alrededor podía sencillamente seguir con sus asuntos, ¿es que no se daban cuenta de que se estaba proyectando Balas vengadoras? Es un sentimiento que muchos de nosotros hemos tenido de niños, y generalmente nos sentimos decepcionados, porque las cosas que anticipas y sobre las que fantaseas cuando eres un niño raramente igualan la imagen que habías construido en tu mente. Pero esta fue una de esas ocasiones en que la película lograba sobrepasar tus expectativas. Balas vengadoras es un film sobre la traición, y va directo al corazón del asunto: cómo se siente uno al traicionar y al ser traicionado. Me impactó de veras el momento en que Jesse está tomando un baño y Frank apunta a su espalda con la pistola: ¿disparará o no disparará? Nunca he olvidado esta imagen, o muchas otras de la película. Hasta el día de hoy, la película nunca ha dejado de conmoverme.
Las películas de Sam tenían una fuerza que hacía saltar por los aires todos los clichés de cualquier tema con el que estuviera tratando. No hay emociones de saldo en sus películas. Siempre estaba intentando penetrar en lo impenetrable, bien si era un asunto tan amplio como la inhumanidad de la guerra o la injusticia del racismo, o, en un nivel más íntimo, la sed de poder o el contagio de la paranoia. En las películas de Sam, no hay distinción entre lo personal y lo político, ambos forman parte de un continuum de experiencia humana. Pienso que fue uno de los artistas más valientes y profundamente morales que el cine ha conocido. Es por eso que sus películas bélicas -Casco de acero (The Steel Helmet, 1951), A bayoneta calada (Fixed Bayonets!, 1951), Corredor hacia China (China Gate, 1957), Invasión en Birmania (Merrils's Marauders, 1962) y Uno Rojo: división de choque (The Big Red One, 1980)- son las más auténticas, las menos sentimentales y las más duras que he visto. [...]
El niño que encuentra el cuerpo de su padre en el callejón y clama venganza con el puño en Bajos fondos. El consistente plano panorámico que acompaña a Gene Evans hasta la calle mientras golpea a su adversario en Park Row. La triste, solitaria muerte del soplón de Thelma Ritter en Manos peligrosas. Son momentos de pura, cruda emoción, como nada que se ha visto en películas, creados por un artista único. He querido a Sam Fuller como cineasta, y para mí es imposible imaginar mi trabajo sin su influencia y su ejemplo. Llegué a quererle igualmente como amigo. Este magnífico libro, repleto de su pasión por la vida y por el cine, llega muy lejos en el propósito de mantener viva y sana la memoria de este hombre valioso.
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Noticias / España: La crisis, protagonista de los Premios Príncipe de Asturias
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Escenario del teatro Campoamor de Oviedo, con los premiados reconocidos en esta edición. (Foto: Reuters)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- En sus 32 ediciones jamás se vivió en Oviedo una protesta durante la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Hasta hoy. Cerca de medio millar de personas de diversos colectivos y los más variados emblemas se dieron cita en una concentración autorizada frente al Teatro Campoamor, donde tenía lugar la entrega. Distintos colectivos pero una misma protesta, contra los recortes y bajo una gran pancarta en la que se podía leer «La España real no tiene nada que celebrar». Con pitos, cánticos y gritos, recibieron la llegada de invitados, premiados y miembros de la Casa Real. Mostraron su malestar, como se habían comprometido con las fuerzas de seguridad, haciéndose notar, pero de forma pacífica. Una nota de Patricia del Gallo para El Cultural:
Mientras, dentro del Teatro, donde se dieron cita 1.600 invitados, se premiaba, este año más que nunca, la solidaridad, concediendo a dos organizaciones como la Federación Banco de Alimentos y la Cruz Roja y la Media Luna Roja los Premios Príncipe de la Concordia y de Cooperación Internacional, respectivamente.
En su tradicional discurso, el más esperado del año por su contenido, don Felipe se refirió en más de una ocasión al «espíritu solidario» que caracteriza a los españoles como muestran los más de 2.000 voluntarios que tiene Cruz Roja en nuestro país. También quiso llamar la atención el Heredero de la Corona a la labor que realiza, sobre todo hoy en día, el Banco de Alimentos, que en lo que va de año ha repartido 104.000 toneladas de comida. Esa labor dijo «debe hacernos reflexionar sobre las carencias y dificultades enormes de tantos españoles».
Para superarlas Don Felipe apeló a los representantes políticos, para que «den respuesta a los graves problemas que vivimos» y a los españoles a mirar hacia el futuro con «esperanza y con autoestima». Pero, añadió, para ello todos los ciudadanos «debemos colaborar y caminar juntos y resolver nuestras diferencias en el marco de nuestro estado de derecho que tantos sacrificios nos ha costado alcanzar».
Referencias a la crisis
Durante la ceremonia se escucharon también las palabras de la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, que no fueron ajenas a la coyuntura económica mundial. Para la Premio Príncipe de Ciencias Sociales el crecimiento económico medido por el PIB per cápita no es suficiente para evaluar la calidad de vida de un país, porque «no capta qué es lo que la gente está luchando por conseguir» y puede dar una alta calificación a naciones que guarden importantes desigualdades de oportunidades.
También el arquitecto Rafael Moneo se refirió a los «duros momentos» que viven los que comparten su profesión, para los que este premio, dijo, «abre una ventana a la esperanza».
Y los responsables de la Cruz Roja han aprovechado la ocasión para pedir que sus voluntarios, ya sean médicos, enfermeras o cualquiera que trate de aliviar el sufrimiento humano, «puedan trabajar libres de presiones y ataques». Y recordó a las personas de esta organización que han perdido la vida últimamente en distintos países.
Una ceremonia, la de hoy en la que hubo una gran ausencia, la del Premio Príncipe de las Letras, el escritor Philip Roth, que por motivos de salud no pudo viajar a Oviedo. Y en la que volvieron a triunfar dentro, pero sobre todo fuera del teatro, entre los aficionados, los jugadores Iker Casillas y Xavi Hernández que tras recoger el premio se fundieron en un fuerte abrazo. Un abrazo y un beso que el centrocampista del Barcelona lanzó a su familia, que estaba entre el público. También entre los invitados se encontraba la novia de Iker, Sara Carbonero.
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Escenario del teatro Campoamor de Oviedo, con los premiados reconocidos en esta edición. (Foto: Reuters)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- En sus 32 ediciones jamás se vivió en Oviedo una protesta durante la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Hasta hoy. Cerca de medio millar de personas de diversos colectivos y los más variados emblemas se dieron cita en una concentración autorizada frente al Teatro Campoamor, donde tenía lugar la entrega. Distintos colectivos pero una misma protesta, contra los recortes y bajo una gran pancarta en la que se podía leer «La España real no tiene nada que celebrar». Con pitos, cánticos y gritos, recibieron la llegada de invitados, premiados y miembros de la Casa Real. Mostraron su malestar, como se habían comprometido con las fuerzas de seguridad, haciéndose notar, pero de forma pacífica. Una nota de Patricia del Gallo para El Cultural:
Mientras, dentro del Teatro, donde se dieron cita 1.600 invitados, se premiaba, este año más que nunca, la solidaridad, concediendo a dos organizaciones como la Federación Banco de Alimentos y la Cruz Roja y la Media Luna Roja los Premios Príncipe de la Concordia y de Cooperación Internacional, respectivamente.
En su tradicional discurso, el más esperado del año por su contenido, don Felipe se refirió en más de una ocasión al «espíritu solidario» que caracteriza a los españoles como muestran los más de 2.000 voluntarios que tiene Cruz Roja en nuestro país. También quiso llamar la atención el Heredero de la Corona a la labor que realiza, sobre todo hoy en día, el Banco de Alimentos, que en lo que va de año ha repartido 104.000 toneladas de comida. Esa labor dijo «debe hacernos reflexionar sobre las carencias y dificultades enormes de tantos españoles».
Para superarlas Don Felipe apeló a los representantes políticos, para que «den respuesta a los graves problemas que vivimos» y a los españoles a mirar hacia el futuro con «esperanza y con autoestima». Pero, añadió, para ello todos los ciudadanos «debemos colaborar y caminar juntos y resolver nuestras diferencias en el marco de nuestro estado de derecho que tantos sacrificios nos ha costado alcanzar».
Referencias a la crisis
Durante la ceremonia se escucharon también las palabras de la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, que no fueron ajenas a la coyuntura económica mundial. Para la Premio Príncipe de Ciencias Sociales el crecimiento económico medido por el PIB per cápita no es suficiente para evaluar la calidad de vida de un país, porque «no capta qué es lo que la gente está luchando por conseguir» y puede dar una alta calificación a naciones que guarden importantes desigualdades de oportunidades.
También el arquitecto Rafael Moneo se refirió a los «duros momentos» que viven los que comparten su profesión, para los que este premio, dijo, «abre una ventana a la esperanza».
Y los responsables de la Cruz Roja han aprovechado la ocasión para pedir que sus voluntarios, ya sean médicos, enfermeras o cualquiera que trate de aliviar el sufrimiento humano, «puedan trabajar libres de presiones y ataques». Y recordó a las personas de esta organización que han perdido la vida últimamente en distintos países.
Una ceremonia, la de hoy en la que hubo una gran ausencia, la del Premio Príncipe de las Letras, el escritor Philip Roth, que por motivos de salud no pudo viajar a Oviedo. Y en la que volvieron a triunfar dentro, pero sobre todo fuera del teatro, entre los aficionados, los jugadores Iker Casillas y Xavi Hernández que tras recoger el premio se fundieron en un fuerte abrazo. Un abrazo y un beso que el centrocampista del Barcelona lanzó a su familia, que estaba entre el público. También entre los invitados se encontraba la novia de Iker, Sara Carbonero.
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Noticias / España: Javier Marías rechaza premio nacional de Narrativa conferido por el Estado
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El escritor en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, durante la presentación de uno de sus libros. (Foto: Archivo)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El escritor madrileño Javier Marías rechazó el Premio Nacional de Narrativa, concedido por el Estado español a la obra que un jurado especializada considera la mejor del año, en este caso su novela Los enamoramientos. Una nota de Armando G. Tejeda para La Jornada:
La negativa del narrador no supone ningún tipo de protesta a la actual política cultural y educativa del gobierno conservador de Mariano Rajoy, que ha protagonizado los mayores recortes en la historia de estos ámbitos, sino que es fruto de su convicción de que «el Estado no tiene por qué dar nada a un escritor».
Marías admite que cuando decidió nunca recibir algo del erario lo hizo motivado porque grandes escritores, entre ellos su propio padre, el filósofo Julián Marías, jamás fue reconocido con un galardón a su obra.
«Estoy siendo coherente»
El premio de carácter oficial o institucional más reciente que Javier Marías recibió fue en 1998, cuando la Comunidad de Madrid lo galardonó por su obra literaria.
Desde entonces comenzó a reflexionar en si era moralmente justificado recibir dinero y premios de alguna institución pública y su conclusión fue inequívoca e inalterable. Asimismo, prometió que nada recibiría del Estado español y sus instituciones, desde el Instituto Cervantes hasta el Ministerio de Cultura.
Así lo explicó Marías, luego de dar a conocer su negativa, en una rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid: «Poco a poco fui pensando que quizá tampoco debía aceptar ningún premio si venía de una institución oficial. Fue algo que fui madurando. Recuerdo que en 1998, cuando acepté el de la Comunidad de Madrid, ya tuve entonces dudas, pero digamos que era uno que no tenía mucha repercusión y procedía de mi ciudad natal. Y entonces ya dudé, pero lo acepté. Sin embargo, hace ya 14 años decidí que no aceptaría ningún otro premio de carácter oficial o institucional. De manera que cuando hablo de otras épocas me refiero a antes de 1998 o quizá antes de 1995».
Marías explicó que su decisión no está motivada por cuestiones ideológicas ni es una protesta a la cuestionada política cultural del gobierno conservador actual, que además de recortar sensiblemente el presupuesto para todas las áreas de la cultura también aprobó un incremento generalizado del IVA, que en algunos casos pasó de 4 a 21 por ciento. «Estoy siendo coherente con lo que siempre he dicho, que nunca recibiría un premio institucional. Si hubiera estado el PSOE en el poder hubiera hecho lo mismo», explicó Marías.
Su declinación fue inmediata. De hecho, al momento de recibir la llamada procedente del Ministerio de Cultura, el interlocutor que le comunicó la noticia reconoció que un integrante del jurado advirtió que podría rechazar el galardón, pero que decidieron mantener su decisión en coherencia con su convicción de que Los enamoramientos (Alfaguara) es la mejor novela de 2011.
Javier Marías se mostró respetuoso con las instituciones, al sostener que, «en verdad lamento no poder aceptar lo que en otro tiempo podría haber sido motivo de alegría». Pero sí deslizó algunas opiniones críticas a la clase política en general y a los gobernantes actuales en particular, a los que sitúa en la órbita ideológica del franquismo y los acusa sin tapujos, pero en otros foros o espacios, de expoliar y llevar al desastre al país.
Una de sus principales quejas fue que en los presupuestos generales del Estado, que se aprobaron el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, se destinaran cero euros a las bibliotecas públicas. «Es momento de gran dificultad económica para todo el país, para muchas personas. Quizás lo de aceptar el premio y luego donar el dinero habría sido un poco demagógico. Creo que es mejor que ese dinero el ministerio lo destine a lo que le parezca. Ojalá lo destinaran a las bibliotecas publicas, que han recibido un presupuesto de cero euros para 2013, lo cual me parece escandaloso (...)
«En estos momentos la cultura es una de las esferas que más ha sido perjudicada por el actual gobierno, por no hablar del IVA o de que el cine es considerado un espectáculo y el futbol no. Si este dinero que no percibiré es destinado a alguna biblioteca me parecerá bien, pero no es asunto mío destinarlo. El hecho de aceptarlo y donarlo a la biblioteca de Guadalajara, por ejemplo, me habría parecido demagógico. Prefiero directamente no aceptar».
El galardón, dotado con 20 mil euros, lo más probable es que quede desierto. O más bien quedará el nombre de Javier Marías y su novela Los enamoramientos, pero el autor no recogerá el galardón ni asistirá a ningún acto oficial organizado con ese motivo.
Es mejor no aparecer en la lista
Javier Marías reconoció que desde joven, cuando veía que ni su padre ni otros grandes escritores eran reconocidos con estos premios nacionales, se planteó que quizá como escritor era mejor no recibirlos. «Desde que se dan premios nacionales, ha habido grandes autores que los han recibido con todo merecimiento, pero creo que en muchos aspectos han dejado que desear. Que el de Ensayo nunca lo recibiera mi padre, quien vivió 95 años, y publicó montones de libros… que nunca ninguno de sus ensayos fuera considerado el mejor de ese año era llamativo. Pensé que si él no mereció ese premio, a lo mejor yo tampoco era merecedor», reconoció.
Citó, por ejemplo, a Juan Benet, a Juan García Hortelano y a Eduardo Mendoza, entre otros. «Fueron maestros míos y si ellos no lo recibieron, quizá pensaba en por qué habría de merecerlo yo. Pensé: tal vez es mejor estar en la lista de los que no. Aunque luego lo hayan recibido escritores como Ferlosio o Muñoz Molina; también lo han recibido algunos muy malos. Todo esto ayudó a que tomara la decisión».
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El escritor en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, durante la presentación de uno de sus libros. (Foto: Archivo)
Ciudad Juárez, Chihuahua. 26 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- El escritor madrileño Javier Marías rechazó el Premio Nacional de Narrativa, concedido por el Estado español a la obra que un jurado especializada considera la mejor del año, en este caso su novela Los enamoramientos. Una nota de Armando G. Tejeda para La Jornada:
La negativa del narrador no supone ningún tipo de protesta a la actual política cultural y educativa del gobierno conservador de Mariano Rajoy, que ha protagonizado los mayores recortes en la historia de estos ámbitos, sino que es fruto de su convicción de que «el Estado no tiene por qué dar nada a un escritor».
Marías admite que cuando decidió nunca recibir algo del erario lo hizo motivado porque grandes escritores, entre ellos su propio padre, el filósofo Julián Marías, jamás fue reconocido con un galardón a su obra.
«Estoy siendo coherente»
El premio de carácter oficial o institucional más reciente que Javier Marías recibió fue en 1998, cuando la Comunidad de Madrid lo galardonó por su obra literaria.
Desde entonces comenzó a reflexionar en si era moralmente justificado recibir dinero y premios de alguna institución pública y su conclusión fue inequívoca e inalterable. Asimismo, prometió que nada recibiría del Estado español y sus instituciones, desde el Instituto Cervantes hasta el Ministerio de Cultura.
Así lo explicó Marías, luego de dar a conocer su negativa, en una rueda de prensa en el Círculo de Bellas Artes de Madrid: «Poco a poco fui pensando que quizá tampoco debía aceptar ningún premio si venía de una institución oficial. Fue algo que fui madurando. Recuerdo que en 1998, cuando acepté el de la Comunidad de Madrid, ya tuve entonces dudas, pero digamos que era uno que no tenía mucha repercusión y procedía de mi ciudad natal. Y entonces ya dudé, pero lo acepté. Sin embargo, hace ya 14 años decidí que no aceptaría ningún otro premio de carácter oficial o institucional. De manera que cuando hablo de otras épocas me refiero a antes de 1998 o quizá antes de 1995».
Marías explicó que su decisión no está motivada por cuestiones ideológicas ni es una protesta a la cuestionada política cultural del gobierno conservador actual, que además de recortar sensiblemente el presupuesto para todas las áreas de la cultura también aprobó un incremento generalizado del IVA, que en algunos casos pasó de 4 a 21 por ciento. «Estoy siendo coherente con lo que siempre he dicho, que nunca recibiría un premio institucional. Si hubiera estado el PSOE en el poder hubiera hecho lo mismo», explicó Marías.
Su declinación fue inmediata. De hecho, al momento de recibir la llamada procedente del Ministerio de Cultura, el interlocutor que le comunicó la noticia reconoció que un integrante del jurado advirtió que podría rechazar el galardón, pero que decidieron mantener su decisión en coherencia con su convicción de que Los enamoramientos (Alfaguara) es la mejor novela de 2011.
Javier Marías se mostró respetuoso con las instituciones, al sostener que, «en verdad lamento no poder aceptar lo que en otro tiempo podría haber sido motivo de alegría». Pero sí deslizó algunas opiniones críticas a la clase política en general y a los gobernantes actuales en particular, a los que sitúa en la órbita ideológica del franquismo y los acusa sin tapujos, pero en otros foros o espacios, de expoliar y llevar al desastre al país.
Una de sus principales quejas fue que en los presupuestos generales del Estado, que se aprobaron el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, se destinaran cero euros a las bibliotecas públicas. «Es momento de gran dificultad económica para todo el país, para muchas personas. Quizás lo de aceptar el premio y luego donar el dinero habría sido un poco demagógico. Creo que es mejor que ese dinero el ministerio lo destine a lo que le parezca. Ojalá lo destinaran a las bibliotecas publicas, que han recibido un presupuesto de cero euros para 2013, lo cual me parece escandaloso (...)
«En estos momentos la cultura es una de las esferas que más ha sido perjudicada por el actual gobierno, por no hablar del IVA o de que el cine es considerado un espectáculo y el futbol no. Si este dinero que no percibiré es destinado a alguna biblioteca me parecerá bien, pero no es asunto mío destinarlo. El hecho de aceptarlo y donarlo a la biblioteca de Guadalajara, por ejemplo, me habría parecido demagógico. Prefiero directamente no aceptar».
El galardón, dotado con 20 mil euros, lo más probable es que quede desierto. O más bien quedará el nombre de Javier Marías y su novela Los enamoramientos, pero el autor no recogerá el galardón ni asistirá a ningún acto oficial organizado con ese motivo.
Es mejor no aparecer en la lista
Javier Marías reconoció que desde joven, cuando veía que ni su padre ni otros grandes escritores eran reconocidos con estos premios nacionales, se planteó que quizá como escritor era mejor no recibirlos. «Desde que se dan premios nacionales, ha habido grandes autores que los han recibido con todo merecimiento, pero creo que en muchos aspectos han dejado que desear. Que el de Ensayo nunca lo recibiera mi padre, quien vivió 95 años, y publicó montones de libros… que nunca ninguno de sus ensayos fuera considerado el mejor de ese año era llamativo. Pensé que si él no mereció ese premio, a lo mejor yo tampoco era merecedor», reconoció.
Citó, por ejemplo, a Juan Benet, a Juan García Hortelano y a Eduardo Mendoza, entre otros. «Fueron maestros míos y si ellos no lo recibieron, quizá pensaba en por qué habría de merecerlo yo. Pensé: tal vez es mejor estar en la lista de los que no. Aunque luego lo hayan recibido escritores como Ferlosio o Muñoz Molina; también lo han recibido algunos muy malos. Todo esto ayudó a que tomara la decisión».
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Arqueología / Guatemala: Hallan tumba maya; data de 700 a 400 años a. c.
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En el lugar, descanso de un gobernante de aquella época, se encontraron joyas de jade. (Foto: Ap)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Arqueólogos descubrieron en Guatemala la tumba de un antiguo gobernante maya, repleta de joyas de jade y otros artefactos que arrojan luz sobre esa largamente desaparecida civilización. Una entrega de Ap:
El entierro de este gobernante podría representar uno de los lugares donde inició la cultura maya, indicó el arqueólogo del proyecto Miguel Orrego Corzo.
«Según el análisis carbón 14 corresponde de 700 a 400 años antes de Cristo y representa indudablemente a un importante gobernante maya», señaló en una entrevista a The Associated Press.
El arqueólogo dijo que se trata de la tumba más antigua encontrada en el Parque Arqueológico Nacional Tak'alik Ab'aj, cuyos orígenes remontan a mil 200 años antes de Cristo. Fue localizada en un agujero orientado norte-sur de un sitio donde se realizaban excavaciones hace varios años.
Para Jeff Kowalski, profesor de arte en la Universidad de Illinois del Norte en DeKalb que se especializa en civilizaciones mayas, el hallazgo posiciona a Tak'alik Ab'aj como un centro de liderazgo político vinculado a la civilización olmeca ubicada en la costa pacifica del golfo.
«La presencia de jade en esta tumba nos dice que el ocupante era de un estatus prominente», dijo Kowalski a la AP. Además, «Tak'alik Ab'aj fue un centro importante regional con extensa comunicación con redes de comercio que resultaron en iconografía, símbolos que reflejan una visión común (de ambas civilizaciones)».
Según Orrego, dentro de la tumba encontraron asombrosas miniaturas de jade azul y verde cosidas sobre tela y bordadas en muñequeras. No presentó huesos conservados y contiene relativamente pocas vasijas. También encontraron un taparrabo bordado con jade y un collar con un pendiente que retrata una figura humana con cabeza de un buitre que puede representar una versión temprana del titulo «ajaw» o gobernante.
«Este símbolo le da mayor importancia a este entierro. Este jeroglífico dice que es uno de los gobernantes de esa época de 700, de los gobernantes más tempranos de Tak'alik Ab'aj», señaló Orrego.
Para la profesora de antropología en la Universidad de la Florida en Gainesville, Susan Gillespie, no se trata de la tumba más antigua porque ya se habían encontrado otros entierros de personajes elites similares más antiguos con piezas de jade que remontan a 900 B.C. en los sitios Chapa de Corzo en Chiapas, La Venta en Tabasco y Chalcatzingo en Morelos, México.
Sin embargo, calificó el hallazgo como significativo ya que consideró la proliferación de las perlas de jade y la utilización de estos ornamentos para adornar el atuendo como inusual, lo cual indicaría una producción local de esta región.
«Este descubrimiento nos proveerá información importante sobre las tecnologías del jade en este periodo, los cuales se pueden comparar con otros sitios de Mesoamérica», dijo Gillespie. «Tak'alik Ab'aj esta cerca de la fuente una importante fuente de jade en el valle de Motagua, donde seguramente participó en comercio costal pacifico».
Pese a esto, Orrego afirmó que el descubrimiento marcaba una nueva etapa dentro del entendimiento de la cultura mesoamericana ya que el hallazgo es inédito para esta zona de Guatemala.
«No sería nada extraño en Petén y otros regiones (al norte del país) como si lo maya solo fuera allá en estas zonas más reconocidas. Encontrar un entierro con estas características no se esperaba encontrar en la parte sur del país», explico Orrego. «Significa que la cultura maya estuvo presente en la boca costa del pacifico de Guatemala y también en Chiapas».
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En el lugar, descanso de un gobernante de aquella época, se encontraron joyas de jade. (Foto: Ap)
C iudad Juárez, Chihuahua. 25 de octubre de 2012. (RanchoNEWS).- Arqueólogos descubrieron en Guatemala la tumba de un antiguo gobernante maya, repleta de joyas de jade y otros artefactos que arrojan luz sobre esa largamente desaparecida civilización. Una entrega de Ap:
El entierro de este gobernante podría representar uno de los lugares donde inició la cultura maya, indicó el arqueólogo del proyecto Miguel Orrego Corzo.
«Según el análisis carbón 14 corresponde de 700 a 400 años antes de Cristo y representa indudablemente a un importante gobernante maya», señaló en una entrevista a The Associated Press.
El arqueólogo dijo que se trata de la tumba más antigua encontrada en el Parque Arqueológico Nacional Tak'alik Ab'aj, cuyos orígenes remontan a mil 200 años antes de Cristo. Fue localizada en un agujero orientado norte-sur de un sitio donde se realizaban excavaciones hace varios años.
Para Jeff Kowalski, profesor de arte en la Universidad de Illinois del Norte en DeKalb que se especializa en civilizaciones mayas, el hallazgo posiciona a Tak'alik Ab'aj como un centro de liderazgo político vinculado a la civilización olmeca ubicada en la costa pacifica del golfo.
«La presencia de jade en esta tumba nos dice que el ocupante era de un estatus prominente», dijo Kowalski a la AP. Además, «Tak'alik Ab'aj fue un centro importante regional con extensa comunicación con redes de comercio que resultaron en iconografía, símbolos que reflejan una visión común (de ambas civilizaciones)».
Según Orrego, dentro de la tumba encontraron asombrosas miniaturas de jade azul y verde cosidas sobre tela y bordadas en muñequeras. No presentó huesos conservados y contiene relativamente pocas vasijas. También encontraron un taparrabo bordado con jade y un collar con un pendiente que retrata una figura humana con cabeza de un buitre que puede representar una versión temprana del titulo «ajaw» o gobernante.
«Este símbolo le da mayor importancia a este entierro. Este jeroglífico dice que es uno de los gobernantes de esa época de 700, de los gobernantes más tempranos de Tak'alik Ab'aj», señaló Orrego.
Para la profesora de antropología en la Universidad de la Florida en Gainesville, Susan Gillespie, no se trata de la tumba más antigua porque ya se habían encontrado otros entierros de personajes elites similares más antiguos con piezas de jade que remontan a 900 B.C. en los sitios Chapa de Corzo en Chiapas, La Venta en Tabasco y Chalcatzingo en Morelos, México.
Sin embargo, calificó el hallazgo como significativo ya que consideró la proliferación de las perlas de jade y la utilización de estos ornamentos para adornar el atuendo como inusual, lo cual indicaría una producción local de esta región.
«Este descubrimiento nos proveerá información importante sobre las tecnologías del jade en este periodo, los cuales se pueden comparar con otros sitios de Mesoamérica», dijo Gillespie. «Tak'alik Ab'aj esta cerca de la fuente una importante fuente de jade en el valle de Motagua, donde seguramente participó en comercio costal pacifico».
Pese a esto, Orrego afirmó que el descubrimiento marcaba una nueva etapa dentro del entendimiento de la cultura mesoamericana ya que el hallazgo es inédito para esta zona de Guatemala.
«No sería nada extraño en Petén y otros regiones (al norte del país) como si lo maya solo fuera allá en estas zonas más reconocidas. Encontrar un entierro con estas características no se esperaba encontrar en la parte sur del país», explico Orrego. «Significa que la cultura maya estuvo presente en la boca costa del pacifico de Guatemala y también en Chiapas».
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