.Aspecto del montaje en México. (Foto: El Porvenir)C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de junio de 2011. (RanchoNEWS).- Por el proyecto En un estado fallido, hoy México obtuvo la Medalla de Oro dentro de la categoría Arquitectura Teatral, en la Cuadrienal de Praga de Diseño y Espacio Escénico 2011, que se lleva a cabo en la República Checa, informa desde Praga la agencia Notimex:Está distinción recayó en la compañía mexicana Teatro Ojo, que dirigen Héctor Bourges y Karla Rodríguez, la cual renueva la práctica artística partiendo de la experimentación, lo que permite indagar en la fisura por donde se adentra el instante.La agrupación mexicana mostró a través de
En un estado fallido cuatro proyectos que hablan de la modernidad de la arquitectura de la Ciudad de México mediante representaciones teatrales, donde los espectadores son una parte fundamental al ser entes activos.
Por su diseño escénico innovador Teatro Ojo fue seleccionada de un total de 199 proyectos (99 de escenografía y diseño espacial, 56 de vestuario, 27 de iluminación y 17 de arquitectura teatral) de los cuales se eligieron 26 para la representación de México en Praga, informó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
En el acto de entrega de la Medalla de Oro asistieron Fernando Serrano Migallón, secretario Cultural y Artístico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), y Elena Cepeda, secretaria de Cultura del Gobierno del Distrito Federal.
Posterior a los resultados, el escenógrafo Sergio Villegas, procurador y responsable de la participación de México para esta edición, explicó vía telefónica desde Praga que en los proyectos de
En un estado fallido intervienen calles, plazas, edificios, canchas de fútbol, plazas comerciales y otros espacios abiertos de la capital del país para analizar sus contextos económico, político y social.
Aseguró que este certamen es considerado como unas «Olimpiadas del teatro», donde participan 62 países, por lo que es un mérito destacable que México obtenga esta medalla de oro, ya que durante el encuentro sólo se entregan siete.
«El reconocimiento es muy importante, pues significa que México debe seguir participando en la Cuadrienal de Praga y en este tipo de concursos porque es constante la obtención de premios; es la tercera vez en los últimos años que asistimos y hemos traído medallas a México y la segunda que traemos de oro», refirió Sergio Villegas.
Con gran emoción, compartió que para los artistas mexicanos significa que su trabajo está a la altura de los mejores del mundo, y destacó en especial las reflexiones generadas con esta propuesta acerca de los intérpretes, los espectadores y los espacio escénicos.
Por otra parte, mencionó que México está participando en todas las secciones de la Cuadrienal de Praga, y aunque el pabellón de este país no fue premiado en sí, ya que el galardón lo obtuvo Brasil, ha sido, definitivamente, el más visitado por el público, la prensa y los críticos checos.
Estimó que todos los artistas mexicanos que han acudido a la Cuadrienal de Praga este año han estado muy activos, pues participan en conferencias, talleres, charlas, donde exponen su trabajo y ponen en alto el nombre de México.
Respecto al certamen, informó se realiza cada cuatro años y participan más de 60 países con el propósito de explorar a fondo el teatro y el diseño escénico contemporáneos, así como generar encuentros e intercambios entre profesionales del teatro, estudiantes y espectadores.
Agregó que las disciplinas consideradas dentro del certamen son el diseño de vestuario, la escenografía, la iluminación y el sonido, así como la arquitectura teatral.
El Contexto español: Praga se convierte en una monumental escenografíaPraga, 21 de junio de 2011. (Julio Bravo /
ABC).- El arte de la escenografía tiene en Praga, cada cuatro años, su más importante cita internacional: la Cuatrienal, una exposición con cerca de cinco décadas de vida que toma el pulso a una de las actividades escénicas con mayor desarrollo y evolución. No es extraño que sea la patria de uno de los grandes renovadores de la escenografía, Josef Svoboda, la que acoja esta muestra. Más de sesenta países están presentes en esta muestra, abierta hasta el próximo domingo, y que divide sus ámbitos expositivos en tres apartados: Escenografía, Arquitectura Teatral y Estudiantes. Se suma en esta ocasión, además, una muestra de Vestuario Extremo, en el que se pueden ver varios figurines de diseño singular. La Cuatrienal, además, entrega una serie de premios, considerados los Oscar de la escenografía.
Tras el incendio del recinto ferial que la albergaba tradicionalmente, la Cuatrienal de Praga se ha trasladado en esta ocasión al Veletrzni Palace, una antigua factoría automovilística de Skoda donde cada país instala su «stand», con propuestas de muy distinto signo tanto en lo estético como en lo conceptual. Entre los espacios más destacados figuran los de México, con un interesante apartado interactivo; Serbia, con unas preciosas proyecciones sobre agua en 3D; Estados Unidos, una llamativa y colorista cabaña de fast-food escenográfico; Turquía, que recrea un vagón del Orient Express; Austria, dedicada al siempre monumental festival de Bregenz; Brasil, donde los colores vivos son su principal seña de identidad; o Canadá, que dedica su sobrio y ordenado espacio a Cameron Porteous, autor de, entre otros montajes, «La Celestina» que dirigió Robert Lepage.
Ayer se celebró el Día de España, que acude a la Cuatrienal de Praga desde 1987, cuenta este año con el comisariado del diseñador Ramón Ivars, que ejerciera ya la misma labor en la pasada edición. Bajo el lema «Después del diseño», Ivars ha puesto la mirada en la artesanía vinculada al espectáculo teatral. En un pabellón de 56 metros cuadrados, con un suelo curvo como la cubierta de un barco, presidido por una gran mesa de madera –al tiempo obrador, altar, lugar donde compartir una comida e incluso escenario–, se muestra en unos libros de fotografías realizadas por Víctor Moreno el trabajo de catorce talleres: Antiqua Escena, Castell Planas, Clap, Sastrería Cornejo, Cube.bz, Dream Factory, Eskenitek, Justo «El Salao», Manolo García, Odeón, Sarandaca, La tía Norica y Ras Artesanos. En ellos están representados desde los «constructores» del vestuario –así le gusta definir su trabajo a Humberto Cornejo, tercera generación de una ilustre saga de sastres– hasta los creadores de efectos de iluminación o los realizadores de los decorados. Ivars ha incluido también a Justo «El Salao», especializado en batas de cola, por considerarlo una artesanía especial dentro del mundo del espectáculo, y al maestro fallero Manolo García. Catorce grandes, creadas por cada uno de los talleres participantes, se alzan sobre la mesa como símbolo de la base de la creación en un mundo, el de la industria tradicional de la escenografía, que está desapareciendo, según palabras de Ivars.
La Iglesia de Santa Ana acoge las muestras de la sección de arquitectura, en la que se presentan los trabajos de rehabilitación de edificios de distinta procedencia convertidos en espacios escénicos. Cada uno de los países participantes cuenta con una mesa de 1,80 x 0,75 metros (o el espacio equivalente) para su propuesta. Ivars ha creado una suerte de expositor de postales para mostrar en fotografías los seis proyectos elegidos: la Alhóndiga de Bilbao (2010), el Centro Párraga de Murcia (2005), Coma Cross de Salt, en Gerona (2006), las Naves del Español de Madrid (2006), el teatro del Mercado de Navalmoral de la Mata, en Cáceres (2011) y las Naves de Sagunto, en Valencia (2004).
La participación española en la Cuatrienal, coordinada por el Ministerio de Cultura, se completa con dos pequeñas exposiciones en el Instituto Cervantes de Praga, una de la Resad de Madrid y otra del Institut del Teatre de Barcelona. También estudiantes de las escuelas de Arte Dramático con la especialidad de escenografía (Barcelona, Córdoba, Madrid, Sevilla y Vigo) presentan sus trabajos en esta Cuatrienal.
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