lunes, febrero 28, 2005
viernes, febrero 25, 2005
Neil Folberg
Oleg Klimov
jueves, febrero 24, 2005
Desiree Dolron
Dennis Dailleux
The French photographer Denis Dailleux has, as he himself admits, a love affair with Cairo. He is fascinated by its atmosphere, the variety of colours and the beauty of the residents of Egypt's capital city. He discovered the city as a child and since then can be found there regularly. In LE CAIRE he provides an image of daily life in Cairo. In warm, bright colours and deep contrasts in black and white, he reports on his encounters in the streets and cafes, at weddings and in barbershops. His photographic ode to Cairo has been collected in the book Le Caire, with which he won the Fuji Film Prize at the Biarritz photo festival in 2001.
Denis Dailleux (b. France, 1958) specialises in portraits, and in 2000 took the first prize in that category at World Press Photo. He has been a member of the French photo agency VU since 1995
miércoles, febrero 23, 2005
Muere Simone Simon, rostro felino del cine francés
La actriz falleció hoy a los 93 años de edad; será recordada por su larga trayectoria fílmica, en la que destacan cintas como Cat People y All That Money Can Buy
La actriz Simone Simon, el rostro felino del cine francés, que saltó a la fama gracias a su personaje en La bete humaine (1938) y al papel de mujer-pantera en Cat People (1942), murió hoy a los 93 años de edad, informaron fuentes de su entorno.
Nacida el 23 de abril de 1911 en Bethune, en el norte de Francia, Simone Simon creció en Marsella y llegó a París en 1930, donde trabajó como modelo y diseñadora de moda antes de lanzarse al cine, en 1931.
Ese año, Simone rodó cinco cintas: La petite chocolatiere y Mam'zelle Nitouche, de Marc Allégret; Le chanteur inconu, de Victor Tourjansky; Durand contre Durand, de Léo Joannon; y Pour vivre heureux, de Claudio de La Torre.
Las dos primeras películas supusieron también el debut en el cine de Allégret, el mismo que descubriría años después a la actriz Brigitte Bardot, uno de los grandes símbolos eróticos del siglo XX.
Precisamente, Simone Simon anticipó ese ideal de mujer inocente y fuertemente sensual que décadas más tarde explotaría Bardot.
Su frescura, su sonrisa y mirada felina y su pequeña talla, en la que destacaba un curioso rostro triangular y una pizpireta nariz, fueron reveladas también en Lac aux Dames (1934) y Les beaux jours (1935), que grabó de nuevo de la mano de Allégret.
Además de esas cintas, Simon actuó en otras siete películas antes de que en 1935 la industria cinematográfica estadounidense la tentase con un contrato, que firmó con los estudios Fox, lo que la propulsó como una de las primeras actrices francesas en Hollywood.
Su primer trabajo en Estados Unidos fue Girls' Dormitory (1936), de Irving Cummings, al que siguieron cuatro filmes más durante ese año y el siguiente, pero sin mucho relumbre, salvo Seventh Heaven (1937), de Henry King.
Fue Jean Renoir quien salvó su carrera al ofrecerle en 1938 un papel en La bete humaine, en el que dio la réplica a Jean Gabin y que le supuso la invitación del director y productor William Dieterle para interpretar a la heroína de All That Money Can Buy (1941).
Su interpretación en este último film le sirvió, entre otras cosas, para que el productor Val Lewton le ofreciera el papel de su vida, en Cat People (1942), de Jacques Tourneur, que la marcó definitivamente a ojos del público estadounidense.
Antes de dejar Hollywood, Simone Simon rodó Mademoiselle Fifi, Johnny Doesn't Live Here Anymore y The Curse of the Cat People (1944) y Temptation Harbour (1946).
Terminada la II Guerra Mundial, la actriz regresó a Europa, donde aún trabajó en obras de renombre, como Petrus(1946), de Allégret; La ronde (1950), de Max Ophuls; Olivia (1951), de Jacqueline Audry; y Le plaisir (1952), de nuevo con Ophuls.
La última aparición en escena de Simone Simon data de 1967, cuando actuó en La courte paille, de Jean Meyer, en el teatro de la Potiniere, de París.
Queremos ir más allá de la rebeldía infantil: Villarreal
Hijo de un antiguo editor de la región de La Laguna, Rogelio Villarreal emprende una nueva aventura con Replicante, revista a la que define como contracultural pero disponible en Sanborn's. Las ideologías son puestas en la picota, abundan las ilustraciones y se vapulea a López Obrador.
Replicante es una revista "respondona", señala su director editorial Rogelio Villarreal. Pero al mismo tiempo trata de distanciarse de las revistas contraculturales "que confunden las posiciones contestatarias con una rebeldía in- fantil". Lo que ha faltado "en este tipo de revistas", subraya Villarreal, "es precisamente reflexión y pensamiento crítico", sin dejar de lado "la burla y la ironía ante un país deshecho por el doble lenguaje y la doble moral".
-El primer número de Replicante apareció sin publicidad. Ahora hay dos anuncios institucionales: uno de la UNAM y otro del ITESO. ¿Puede funcionar una revista así sin publicidad?
-Estamos buscando publicidad, por supuesto. Compañías editoriales, universidades, galerías de arte... Si conseguimos un anuncio de Coca-Cola, estu- pendo. Lo que determina la calidad de una revista es su contenido. También queremos dejar atrás las taras de las revistas marginales. Realmente nos agotábamos en nosotros mismos. Circulábamos entre algunos cuantos y no se sabía cuándo aparecería el siguiente número. Por el momento el tiraje es modesto, pero queremos ampliarlo.
-En el editorial del número dos de Replicante ustedes aseguran que, contrario a lo que se piensa, sí interesan las revistas para lectores. ¿Cuál es su apreciación?
-Sabemos que no vamos a llegar a un gran público como el de TV-no- velas. Pero sí podemos hacer un nicho de mercado con todo un público lateral que está perdido en Veracruz, en Tijuana, en San Luis Potosí o en Mérida. Esto pasaba también con publicaciones que yo dirigí como La Pus Moderna y La Regla Rota. Se vuelven revistas de convocatoria. Te leen, te escriben y hasta te mandan fotos o textos. Es gente que apenas tiene cabida en revistas estudiantiles o fanzines. Replicante apela a ese público. Es un fanzine más elaborado, digamos. Hay unos criterios de calidad, por supuesto, pero tambiém entablamos un diálogo con quienes nos envían colaboraciones por la libre. No es una revista vertical o que no escuche. Sin querer establecer comparaciones, no me imagino a otras revistas ya establecidas dialogando con sus lectores. Hay secciones de correspondencia pero el tono siempre es distante, vertical, alejado. El interlocutor de esas revistas es el Estado. Nosotros buscamos la comunicación fluida y horizontal con los lectores.
-De cualquier manera, se resalta la participación de los nombres conocidos: Roger Bartra, García Canclini, González de Alba, el canciller Rodríguez Araujo...
-Tenemos a Marcos López, a Clément, el dibujante; las reseñas son bastantes cáusticas. Incluso los textos de los académicos comparten espacio con gente poco conocida. Es el caso del primer número donde aparece Roger Bartra junto a Heriberto Yépez, de Tijuana, o Héctor Villarreal, prácticamente desconocido, quien interpela a Samuel Huntington, a Enrique Krauze, a la directiva de la revista Nexos. A lo mejor lo leen y lo discuten, pero en el mejor estilo priista ni nos ven ni nos oyen. Han de decir: ¿y éstos quiénes son? Ellos siguen una tradición un poco mesiánica. Acá no. Decimos que hay que pensar, que hay que burlarse...
-¿Replicante le va a seguir apostando al cómic en la tradición del difunto, por extenuación, Gallito Cómics?
-Por supuesto. Creemos en una cultura generosa, amplia, que incluye al cómic. Estamos apostando por Clément, pero también por otros que están empezando.
-En este número se van contra López Obrador. ¿Replicante forma parte del complot denunciado por el jefe de gobierno del Distrito Federal?
-Nos vamos contra López Obrador, contra la ultra- izquierda, contra la ultraderecha y contra el presidente Fox, también. No son nuestros interlocutores, no nos representan, no creemos en ellos. Más bien nuestra consigna sería como la de los argentinos hace tres años: que se vayan todos... Si desafueran a López Obrador me parecería algo totalmente na- tural. Está jugando sucio.
-En el ensayo intitulado "El dilema de Bukowski: de la revolución proletaria a la rebelión globalifóbica", que forma parte de un libro que va a empezar a circular, Rogelio Villarreal se pronuncia por la sociedad occidental y por la democracia. ¿Esa democracia es con adjetivos o sin adjetivos?
-Creo que fue un acierto de Enrique Krauze hablar de la democracia sin adjetivos. Yendo un poco más allá diría que la democracia es sólo un mecanismo en el que pueden participar todas las corrientes. Es algo que se puede vigilar y mejorar constantemente.
-En la portada del número de Replicante aparece un Fidel Castro que parece más bien una máscara michoacana...
-Es una puesta en escena del fotógrafo argentino Marcos López. De la misma manera que retratamos a Castro como un ser grotesco, absurdo, anacrónico, mostramos a un Bush igualmente ridículo.
-Este número está dedicado a dos escritores fallecidos recientemente: Susan Sontag y Derridá. ¿Pero realmente hay algo que entenderle a este señor Derridá? Incluso Noam Chomsky dice que no le entiende nada y que cuando le entiende algo a los posmodernos, en general resulta una babosada.
-Cada quien sus lecturas y sus gustos. Yo lo leo desde las primeras traducciones que hizo Jorge Juanes en la revista Desfiladero. No hay que desechar a un autor tan fácilmente.
-Finalmente, ¿Replicante recurrirá al manido recurso de las becas del Conaculta?
-No vamos a someternos esta vez a los premios y las becas. Hay que dejar atrás estas etapas adolescentes. Lo hicimos alguna vez. Ya no. Son premios mezquinos de consolación. No te ayudan siquiera a pagar los gastos de papel.
martes, febrero 22, 2005
Andreas Feininger (b. France, 1906-1999)
Robert ParkeHarrison
Ralph Gibson
Nickolas Muray (b. Hungary, 1892-1965)
Tina Modotti (b. Italy, 1896-1942)
George Krause
Mark Krastof
David Heath
Ralph Eugene Meatyard (1925-1972)
Exhuman obra de Jesús H. Abitia para exhibirla en Bellas Artes
Cultivó tres temas: el movimiento de 1910, la cultura popular y el paisaje urbano del país
ARTURO JIMENEZ
Si la exposición Jesús H. Abitia. Arquitectura e historia. Memoria e imagen desata las repercusiones esperadas y se toma como un punto de partida para la reivindicación de ese fotógrafo de la Revolución y la posrevolución mexicanas, pronto se le podrá mencionar al lado de creadores de la época nacionalista como Manuel Alvarez Bravo, en la fotografía, o Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros en la pintura.
Una especie de ''exhumación" de Abitia (Batuchic, Chihuahua, 1881-ciudad de México, 1960) ha sucedido con la ubicación de parte de su archivo fotográfico en manos de un coleccionista privado, quien con la condición de permanecer en el anonimato lo facilitó para una investigación que duró nueve meses, la cual derivó en esa exposición que hoy se inaugura a las 19:30 horas en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes y concluirá el 3 de abril.
Seguidor primero de Madero, a quien fotografió y hospedó en su casa en Hermosillo, y después de Obregón, con quien fue a la primaria y rencontró en plena lucha armada, la obra fotográfica y cinedocumental de Abitia comprende tres grandes temas:
La Revolución Mexicana, la cultura popular -con personajes anónimos o famosos como Tin Tan o Tongolele- y el paisaje urbano de México y otras ciudades del país, que abarca de 1911 a 1950 y de donde parte la muestra.
Tras la muerte de Abitia -también laudero, inventor de instrumentos de cuerdas, explorador del sonido 13, junto con Julián Carrillo, y violinista-, su acervo y su estudio fotográfico pasó a manos de su hijo, llamado como su padre.
Pero luego del fallecimiento de su hijo, en 1997, la familia decidió vender lo bastante que aún quedaba tras los dos incendios que afectaron el par de estudios que Abitia mantuvo en vida y que causaron pérdidas irreparables de fotogra-fías y material fílmico.
La Fundación Carmen Toscano compró el material sobre la Revolución Mexicana y una parte del de cultura popular, y el coleccionista anónimo, la parte restante y todo el de arquitectura.
Cercanía con el poder
Las fotografías y otros materiales que ese coleccionista facilitó a la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA fueron alrededor de 350, de las cuales se seleccionó un centenar, entre las que destacan imágenes del Monumento a la Revolución, del propio Palacio de Bellas Artes o panorámicas de la ciudad de México, 10 de ellas ampliadas a gran formato.
Según información del museo, Abitia, ''usufructuando su calidad de veterano revolucionario, logró consolidar su carrera cerca de los dueños del poder y continuó registrando aquello que éstos deseaban quedara impreso como legado del movimiento político y social que decían personificar.
''La vasta obra de reconstrucción, de adaptación de edificios antiguos a las necesidades recientes, de instalación de infraestructura material, o de edificación de modernos inmuebles para uso y gloria del 'nuevo régimen' constituyeron, por supuesto, una veta tan atractiva como abundante para Abitia."
La muestra incluye, además, objetos como la cámara fotográfica y el fusil 30-30 que utilizó Abitia durante las campañas militares al lado de Obregón, así como fotografías del propio documentalista. En una zona de la exposición, que constará de cuatro capítulos, también se proyectará la película documental Epopeyas de la Revolución.
En toda esta ''exhumación" de Jesús H. Abitia, como la llamó Xavier Guzmán, titular de la Dirección de Arquitectura del INBA, destaca sobremanera la investigación de los historiadores Carlos Silva y Luis Moguel, quienes reconstruyeron vida y obra del considerado documentalista ''oficial" de Alvaro Obregón y de los primeros regímenes revolucionarios.
Durante el anuncio de la muestra, ayer, se adelantó que se prepara un catálogo de la exposición con textos de autores como Vicente Leñero y Carlos Monsiváis.
Muere en el exilio en Londres el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante
Londres (Agencias). En el exilio en el que vivió los últimos 40 años de su vida, tras romper con el régimen de Fidel Castro y abandonar su país natal Cuba, murió ayer aquí el escritor Guillermo Cabrera Infante, "última leyenda de la literatura cubana del siglo XX".
Su muerte, a los 75 años de edad, fue atribuida inicialmente a una septicemia (envenenamiento de la sangre), aunque su esposa, la actriz Miriam Gómez, dijo que Cabrera se contagió de estafilococo dorado debido a las malas condiciones de higiene prevalecientes en el centro médico donde fue internado el 16 de febrero tras una caída en el baño de su casa, que le provocó fractura en la cadera.
El escritor, además, era tratado de una neumonía y padecía diabetes. El año pasado le fue practicada una operación bypass , que lo obligó a estar convaleciente varias semanas.
Autor de medio centenar de libros, Cabrera Infante se opuso frontalmente al régimen de Castro, con el que colaboró en la primera etapa de la Revolución de 1959, y decidió exiliarse en Londres.
El cine, el erotismo y La Habana fueron sus tres pasiones en la vida. Nacido en Gibara, provincia del Oriente de Cuba, el 22 de abril de 1929, en 1941 se trasladó con su familia a La Habana para estudiar medicina. A los 18 años empezó a escribir colaboraciones.
En 1952, dos años después de haber ingresado a la Escuela de Periodismo, fue detenido y multado a causa de la publicación de un cuento que contenía "profanidades en inglés", según las autoridades cubanas. Fue en esa época en que se reveló como un acérrimo opositor al régimen de Batista, postura que lo llevó a prisión.
En 1954 comenzó a escribir crítica de cine bajo el seudónimo de G. Caín, en el semanario Carteles , del que tres años más tarde sería nombrado redactor jefe. La pasión por el séptimo arte lo convirtió en el primer escritor latinoamericano que llegó a Hollywood como profesional.
Además de su actividad periodística, participó activamente en la vida intelectual de su país: en 1951 fundó la Cinemateca de Cuba, organismo que dirigió hasta 1956 y poco después fue designado director del magazine cultural cubano Lunes de revolución .
Tras el derrocamiento de Batista y la llegada de Castro al poder, en 1959, Cabrera fue nombrado agregado cultural de Cuba en Bruselas, cargo que ocupó desde 1962 hasta 1965, porque "no aguantaba estar en La Habana... No soportaba verme convertido en un apestado".
En 1968 criticó abiertamente al gobierno de La Habana en una entrevista concedida a la revista argentina Primera Plana , por lo que fue requerido "a consultas". En respuesta, Cabrera abandonó su cargo diplomático y pidió asilo político en el Reino Unido, donde se nacionalizó británico y fijó su residencia.
Actualmente sus libros están prohibidos en Cuba, aunque circulan clandestinamente. Tal es el caso de La Habana para un infante difunto (1979) y Cuerpos divinos (1985), ambos autobiográficos.
En 1964, el manuscrito sin publicar de la novela Tres tristes tigres (1967) lo hizo acreedor al Premio Biblioteca Breve.
En 1991 publicó el volumen Mea Cuba , en el que recoge todos sus escritos políticos.
En 1997 obtuvo el Premio Cervantes, el principal galardón en letras hispanas.
lunes, febrero 21, 2005
Se suicida el escritor Hunter S. Thompson
El autor de Fear and Loathing in Las Vegas y creador del llamado periodismo "gonzo" murió a los 67 años por una herida de bala autoinfligida, según reportes policiales
AP
El Universal online
Aspen, Colorado, EU
Lunes 21 de febrero de 2005
Hunter S. Thompson, un escritor que popularizó una forma de periodismo en el cual el cronista es una parte esencial de la historia que está narrando, se suicidó. Thompson fue hallado muerto el domingo en su hogar de la zona de Aspen, con una herida de bala autoinfligida, dijeron funcionarios policiales. Tenía 67 años. Anita, la esposa de Thompson, había salido antes que el periodista se suicidara. En 1972 Thompson publicó su clásico Fear and Loathing in Las Vegas (Miedo y odio en Las Vegas). También escribió Fear and Loathing: On the Campaign Trail '72' (Miedo y odio: en plena campaña electoral, 1972). El personaje central en esas sátiras era un "Doctor Thompson", un observador y participante en eventos, adicto a las drogas y al alcohol. Se atribuye a Thompson haber contribuido a lanzar la idea del Nuevo Periodismo con Tom Wolfe y Gay Talese, discípulos, a su vez, del Truman Capote de A sangre fría y del Norman Mailer de ¿Por qué estamos en Vietnam? y de Miami y el sitio de Chicago. En todos los casos, la idea era convertir al narrador en un factor esencial de la historia. Thompson, cuyos primeros escritos aparecieron en la revista Rolling Stone, en muchas ocasiones indicó que estaba totalmente borracho o alucinado por drogas, cuando escribía sobre figuras políticas como Jimmy Carter, Richard Nixon y Bill Clinton. "La ficción se basa en la realidad, a menos uno sea un narrador de cuentos de hadas", dijo Thompson en el 2003. "Uno debe obtener conocimiento de la vida en alguna parte, uno debe conocer el material sobre el que está escribiendo antes de modificarlo". Thompson también escribió relatos y crónicas recolectados en los libros Generation of Swine (La generación del cerdo) y Songs of the Doomed (Cantos de los condenados). Su primera novela, The Rum Diary, escrita en 1959, fue publicada recién en 1998. Thompson fue un ícono de la contracultura durante la época del escándalo Watergate. En una ocasión dijo que Richard Nixon representaba "ese costado sombrío, venal, e incurablemente violento del carácter estadounidense". "Tal vez murió relativamente joven, pero lo compensó con calidad, si no en cantidad de años", dijo Paul Krassner, un veterano periodista radical y ex editor de Thompson, en declaraciones desde su vivienda en el sur de California. Nacido el 18 de julio de 1937, en Kentucky, Hunter Stocton Thompson estuvo dos años en la Fuerza Aérea, donde fue editor de un periódico deportivo.