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Germany 04/27/2014.- Russian artist Dimitri Vrubel cleans his painting depicting Soviet leader Leonid Brezhnev kissing his East German counterpart Erich Honecker at the East Side Gallery in Berlin. Several artists along with Berlin residents and tourists cleaned paintings of the 1.3 km long section of the Berlin Wall.
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miércoles, abril 30, 2014
Fotoperiodismo / Hassan Ammar «Christ the Redeemer statue»
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Brazil 04/27/2014.- Christ the Redeemer statue seen from Santa Marta slum as surrounded by clouds, in Rio de Janeiro. The Christ the Redeemer statue Christ the Redeemer is a statue was considered the largest Art Deco statue in the world from 1931 until 2010 when it was topped by the Christ the King statue in Poland.
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Brazil 04/27/2014.- Christ the Redeemer statue seen from Santa Marta slum as surrounded by clouds, in Rio de Janeiro. The Christ the Redeemer statue Christ the Redeemer is a statue was considered the largest Art Deco statue in the world from 1931 until 2010 when it was topped by the Christ the King statue in Poland.
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Noticias / España: Enrique Vila-Matas, gana el Premio Formentor de las Letras 2014
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El escritor gana el Premio en reconocimiento al conjunto de su obra. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) ha sido galardonado con el Premio Formentor de las Letras 2014 en reconocimiento al conjunto literario de su obra. El galardón, dotado con 50.000 euros, se entregará el 30 de agosto en Mallorca. El jurado de los Premios Formentor, presidido por Basilio Baltasar y formado por Cristina Fernández Cubas, Eduardo Lago, Aurelio Major e Ignacio Vidal-Folch, ha decidido reconocer por unanimidad los méritos de la obra del escritor y concederle el premio, subrayando «la elegancia literaria con que Vila-Matas ha renovado los horizontes de la novela, dándole un ímpetu creativo que la ha situado de nuevo como gran crisol de las influencias, las voces e inspiraciones de nuestra cultura». Una nota de la redacción de El Cultural:
Según el acta redactada por el jurado, «Vila-Matas ha desmentido con su prolífica obra narrativa la supuesta decadencia de un género que sigue mostrándose como el más eficaz relato de la conciencia contemporánea. Los procedimientos narrativos inventados por el autor catalán han supuesto una enérgica contribución al vigor de la literatura escrita en español y ha sido reconocida en Europa y Estados Unidos como una de las más significadas creaciones literarias de nuestro país».
«El autor de obras tan destacadas en la reciente historia de nuestra literatura como La asesina ilustrada, Historia abreviada de la literatura portátil, Hijos sin hijos, Bartleby y compañía, El mal de Montano, Doctor Pasavento, Dublinesca, Aire de Dylan y Kassel no invita a la lógica, ha sostenido un empeño coherente que adquirió desde sus primeras creaciones en la década de los setenta una voz propia e inconfundible. Un estilo personal que ha seducido a lectores europeos y americanos, entusiasmados por una imaginación que difumina las fronteras entre realidad y ficción, autor y personaje, lectura y vida», según continúa el acta del premio.
Uno de los méritos del autor que los miembros del jurado quieren destacar es «el modo en que ha sabido abordar asuntos conflictivos y angustiosos de nuestro tiempo con una destreza literaria que ha hecho del ingenio, el humor y el espíritu lúdico un reconfortante punto de vista. Un estilo narrativo pero también una certeza filosófica que restaura la soberanía del individuo como eje moral de una existencia destinada a la plenitud, la inteligencia y el desenfado».
Según recoge el acta del jurado, «Enrique Vila-Matas es además uno de los pocos autores españoles adoptados por el público joven latinoamericano, que ha reconocido en su obra cosmopolita la negación de unas fronteras que parecían insuperables. La complicidad y simpatía con que ha sido recibida confirma el territorio estético y lingüístico inaugurado por su narrativa: un relato abierto a la imaginación libre de restricciones costumbristas y fertilizado por el incesante acontecimiento artístico contemporáneo y por las tradiciones literarias que le han precedido».
«La absorción de autores y obras desapercibidas en nuestra memoria cultural, la perspicaz integración de olvidadas contribuciones literarias, han hecho de la obra de Vila-Matas una polifonía que da a la figura del autor un nuevo significado: creador de formas narrativas inesperadas pero también heraldo de lo que había sido olvidado por la perezosa amnesia de nuestro tiempo», añaden los miembros del jurado.
El acta concluye que «la lectura de la originalísima obra de Vila Matas es también la lectura de una tradición felizmente entregada a la innovación que sólo pueden llevar a cabo los grandes creadores».
El premio Formentor se convoca para reconocer el conjunto de la obra narrativa de aquellos escritores cuya trayectoria prolonga la gran tradición literaria europea, siendo su principal objetivo contribuir a consolidar y reconocer la posición de los autores que han sabido mantener su esencia literaria. En su primera etapa (1961/1967), el Premio Formentor fue impulsado por diferentes editores europeos (Carlos Barral, Antoine Gallimard, Einaudi...). Desde 2011, con motivo de su cincuenta aniversario, se vuelve a conceder este prestigioso premio que en las tres recientes ediciones ha recaído en Carlos Fuentes (2011), Juan Goytisolo (2012) y Javier Marías (2013).
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El escritor gana el Premio en reconocimiento al conjunto de su obra. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) ha sido galardonado con el Premio Formentor de las Letras 2014 en reconocimiento al conjunto literario de su obra. El galardón, dotado con 50.000 euros, se entregará el 30 de agosto en Mallorca. El jurado de los Premios Formentor, presidido por Basilio Baltasar y formado por Cristina Fernández Cubas, Eduardo Lago, Aurelio Major e Ignacio Vidal-Folch, ha decidido reconocer por unanimidad los méritos de la obra del escritor y concederle el premio, subrayando «la elegancia literaria con que Vila-Matas ha renovado los horizontes de la novela, dándole un ímpetu creativo que la ha situado de nuevo como gran crisol de las influencias, las voces e inspiraciones de nuestra cultura». Una nota de la redacción de El Cultural:
Según el acta redactada por el jurado, «Vila-Matas ha desmentido con su prolífica obra narrativa la supuesta decadencia de un género que sigue mostrándose como el más eficaz relato de la conciencia contemporánea. Los procedimientos narrativos inventados por el autor catalán han supuesto una enérgica contribución al vigor de la literatura escrita en español y ha sido reconocida en Europa y Estados Unidos como una de las más significadas creaciones literarias de nuestro país».
«El autor de obras tan destacadas en la reciente historia de nuestra literatura como La asesina ilustrada, Historia abreviada de la literatura portátil, Hijos sin hijos, Bartleby y compañía, El mal de Montano, Doctor Pasavento, Dublinesca, Aire de Dylan y Kassel no invita a la lógica, ha sostenido un empeño coherente que adquirió desde sus primeras creaciones en la década de los setenta una voz propia e inconfundible. Un estilo personal que ha seducido a lectores europeos y americanos, entusiasmados por una imaginación que difumina las fronteras entre realidad y ficción, autor y personaje, lectura y vida», según continúa el acta del premio.
Uno de los méritos del autor que los miembros del jurado quieren destacar es «el modo en que ha sabido abordar asuntos conflictivos y angustiosos de nuestro tiempo con una destreza literaria que ha hecho del ingenio, el humor y el espíritu lúdico un reconfortante punto de vista. Un estilo narrativo pero también una certeza filosófica que restaura la soberanía del individuo como eje moral de una existencia destinada a la plenitud, la inteligencia y el desenfado».
Según recoge el acta del jurado, «Enrique Vila-Matas es además uno de los pocos autores españoles adoptados por el público joven latinoamericano, que ha reconocido en su obra cosmopolita la negación de unas fronteras que parecían insuperables. La complicidad y simpatía con que ha sido recibida confirma el territorio estético y lingüístico inaugurado por su narrativa: un relato abierto a la imaginación libre de restricciones costumbristas y fertilizado por el incesante acontecimiento artístico contemporáneo y por las tradiciones literarias que le han precedido».
«La absorción de autores y obras desapercibidas en nuestra memoria cultural, la perspicaz integración de olvidadas contribuciones literarias, han hecho de la obra de Vila-Matas una polifonía que da a la figura del autor un nuevo significado: creador de formas narrativas inesperadas pero también heraldo de lo que había sido olvidado por la perezosa amnesia de nuestro tiempo», añaden los miembros del jurado.
El acta concluye que «la lectura de la originalísima obra de Vila Matas es también la lectura de una tradición felizmente entregada a la innovación que sólo pueden llevar a cabo los grandes creadores».
El premio Formentor se convoca para reconocer el conjunto de la obra narrativa de aquellos escritores cuya trayectoria prolonga la gran tradición literaria europea, siendo su principal objetivo contribuir a consolidar y reconocer la posición de los autores que han sabido mantener su esencia literaria. En su primera etapa (1961/1967), el Premio Formentor fue impulsado por diferentes editores europeos (Carlos Barral, Antoine Gallimard, Einaudi...). Desde 2011, con motivo de su cincuenta aniversario, se vuelve a conceder este prestigioso premio que en las tres recientes ediciones ha recaído en Carlos Fuentes (2011), Juan Goytisolo (2012) y Javier Marías (2013).
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Artes Plásticas / España: La pintura italiana del Prado viaja a Australia
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Felipe II retratado por Tiziano. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Setenta óleos y treinta dibujos pertenecientes a la colección italiana del Museo del Prado, desde principios del siglo XVI hasta el XVIII, viajarán a Australia para exhibirse a partir del 16 de mayo en la Galería Nacional de Victoria (NGV) en Melbourne. Una entrega de EFE:
Rafael, Tiziano, Tiepolo, Correggio, Tintoretto o Carracci son algunos de los artistas que formarán parte de Obras maestras del arte italiano de la Corte española. Museo del Prado, en lo que supone el mayor préstamo de arte italiano que esta pinacoteca haya realizado para una sola exposición y la primera vez que estas obras salen de Europa.
Esta muestra forma parte del programas de grandes exposiciones abiertas en invierno, Melbourne Winter Masterpieces, que presenta la Galería Nacional de Victoria desde que comenzó en 2004 con la exposición de los impresionistas.
La embajadora de Australia en España, Jane Hardy, junto a los patronos de la Fundación Consejo España-Australia para el fomento de las relaciones bilaterales entre ambos países, recorrieron ayer las salas de la colección permanente del Prado y contemplaron una de las mejores colecciones, en cantidad y calidad, de pintura italiana fuera de Italia.
Organizada por el Museo del Prado en colaboración con la National Gallery of Victoria y Art Exhibitions Australia, la exposición Obras maestras de arte italiano de la Corte española, Museo del Prado será, durante tres meses, una oportunidad sin precedentes para el público australiano de disfrutar en su territorio de esta selección de obras.
Articulada en siete secciones, trazará un recorrido cronológico que abarcará desde el siglo XVI al XVIII para mostrar el desarrollo estilístico del arte italiano a través de autores como Rafael con obras de la calidad de La Virgen de la Rosa; Tiziano con Felipe II; Annibale Carracci con La Asunción de la Virgen; Luca Giordano con Cristo con la Cruz a cuestas o Tiépolo con La Inmaculada Concepción.
Esta exposición explorará ámbitos diversos y complementarios de la colección del Prado como el coleccionismo de los reyes en España, cuando Carlos V y sus cortesanos comenzaron una tradición en la adquisición de la pintura italiana, y las colecciones históricas a través del proyecto de decoración del Palacio del Buen Retiro en el que trabajaron pintores italianos como Luca Giordano.
La Fundación Consejo España-Australia, constituida en 2010, está enmarcada en la red de Fundaciones Consejo que promueve y apoya el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con el objetivo de fomentar y profundizar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Esta iniciativa representa un modelo de cooperación público-privada al servicio de la sociedad civil y de la Administración, y aúna los esfuerzos de empresas, entidades financieras y organismos de la Administración General del Estado.
Ello ha permitido que la Fundación Consejo España-Australia desarrolle desde su creación una amplia agenda de actividades tanto en España como en Australia. Entre ellas reuniones empresariales, actividades culturales y educativas, así como diversos programas de intercambio con el objetivo de impulsar el acercamiento entre ambos países.
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Felipe II retratado por Tiziano. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Setenta óleos y treinta dibujos pertenecientes a la colección italiana del Museo del Prado, desde principios del siglo XVI hasta el XVIII, viajarán a Australia para exhibirse a partir del 16 de mayo en la Galería Nacional de Victoria (NGV) en Melbourne. Una entrega de EFE:
Rafael, Tiziano, Tiepolo, Correggio, Tintoretto o Carracci son algunos de los artistas que formarán parte de Obras maestras del arte italiano de la Corte española. Museo del Prado, en lo que supone el mayor préstamo de arte italiano que esta pinacoteca haya realizado para una sola exposición y la primera vez que estas obras salen de Europa.
Esta muestra forma parte del programas de grandes exposiciones abiertas en invierno, Melbourne Winter Masterpieces, que presenta la Galería Nacional de Victoria desde que comenzó en 2004 con la exposición de los impresionistas.
La embajadora de Australia en España, Jane Hardy, junto a los patronos de la Fundación Consejo España-Australia para el fomento de las relaciones bilaterales entre ambos países, recorrieron ayer las salas de la colección permanente del Prado y contemplaron una de las mejores colecciones, en cantidad y calidad, de pintura italiana fuera de Italia.
Organizada por el Museo del Prado en colaboración con la National Gallery of Victoria y Art Exhibitions Australia, la exposición Obras maestras de arte italiano de la Corte española, Museo del Prado será, durante tres meses, una oportunidad sin precedentes para el público australiano de disfrutar en su territorio de esta selección de obras.
Articulada en siete secciones, trazará un recorrido cronológico que abarcará desde el siglo XVI al XVIII para mostrar el desarrollo estilístico del arte italiano a través de autores como Rafael con obras de la calidad de La Virgen de la Rosa; Tiziano con Felipe II; Annibale Carracci con La Asunción de la Virgen; Luca Giordano con Cristo con la Cruz a cuestas o Tiépolo con La Inmaculada Concepción.
Esta exposición explorará ámbitos diversos y complementarios de la colección del Prado como el coleccionismo de los reyes en España, cuando Carlos V y sus cortesanos comenzaron una tradición en la adquisición de la pintura italiana, y las colecciones históricas a través del proyecto de decoración del Palacio del Buen Retiro en el que trabajaron pintores italianos como Luca Giordano.
La Fundación Consejo España-Australia, constituida en 2010, está enmarcada en la red de Fundaciones Consejo que promueve y apoya el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con el objetivo de fomentar y profundizar las relaciones bilaterales entre ambos países.
Esta iniciativa representa un modelo de cooperación público-privada al servicio de la sociedad civil y de la Administración, y aúna los esfuerzos de empresas, entidades financieras y organismos de la Administración General del Estado.
Ello ha permitido que la Fundación Consejo España-Australia desarrolle desde su creación una amplia agenda de actividades tanto en España como en Australia. Entre ellas reuniones empresariales, actividades culturales y educativas, así como diversos programas de intercambio con el objetivo de impulsar el acercamiento entre ambos países.
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Noticias / Colombia: Vargas Llosa inaugura la Feria del Libro de Bogotá, Perú es el país invitado
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La ministra de Cultura de Perú y el alcalde de Bogotá. (Foto: M.D. Castañeda)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Catorce días, miles de libros, casi medio millón de lectores y Perú en el medio de todo con su Nobel de Literatura a bordo. Es el resumen de lo que sucederá en Bogotá desde este martes, cuando arranque la 27ª Feria del Libro (FILBO) en Corferias, un enorme complejo en el oeste de la capital colombiana. Todo ocurrirá en la misma ciudad que no termina de reponerse de la despedida a Gabriel García Márquez, al que sus lectores siguen dejando mensajes en papelitos amarillos en un mural ubicado en la entrada de la Biblioteca Nacional. Y la misma que ha conseguido dedicarle miles de metros cuadrados a la literatura para ganar, un poco cada vez, esa gran apuesta por democratizar el libro. Muestra de ello es que tiene una abultada programación que supera las 1.200 actividades culturales. Una nota de Elizabeth Reyes para El País:
Hace un año, la fiesta literaria más grande de Colombia y la tercera en América Latina,invitó a Portugal para descubrir su literatura, de la que poco sabía con excepciones como José Saramago, Fernando Pessoa y Antonio Lobo Antunes. Ahora, el invitado de honor es Perú - uno de sus vecinos - que trae la comitiva más grande que haya llevado ese país a una feria internacional, encabezada nada menos que por su escritor insigne, Mario Vargas Llosa, y 60 autores más además de periodistas, músicos, cineastas y gastrónomos.
La elección de Perú tiene que ver con la idea de mejorar la circulación de libros y autores latinoamericanos en la región. «Hemos visto que es muy complicado que autores, por ejemplo ecuatorianos, se conozcan en Colombia y que los colombianos circulen en Venezuela o en Brasil. Perú vino hace diez años pero desafortunadamente aún falta abrir ese mercado. Es más fácil que leamos escritores que vienen de España que lo que se produce realmente en nuestros países», dice Diana Rey, coordinadora de la FILBO.
Y la apuesta bien vale la pena por solo 7.000 pesos colombianos, menos de 4 dólares. «Más barato que entrar a cine», dice su coordinadora. El aperitivo fue en la Plaza de Bolívar, en el centro de la capital, donde hace una semana fue homenajeado García Márquez. Esta vez también Perú le rindió tributo al Nobel con el emblemático Retablo, un baile que recopila diez danzas de diversas regiones. «La muestra realmente es ambiciosa», dice Rey. El Perú de hoy es muy diferente al de hace una década. Incluso, hace solo tres años que cuentan con un Ministerio de Cultura. Su actual ministra, Diana Álvarez Calderón, quien llegó a Bogotá el sábado, explica que lo que se verá, muestra «a un Perú inclusivo y también intercultural».
Lograr traer al autor de La ciudad y los perros significó un trabajo de dos años y se concretó una vez que Perú aceptó ser el invitado de honor. La última visita del escritor a Colombia fue en 2013, cuando acudió a Cartagena de Indias para participar en el Hay Festival. Allí, Vargas Llosa habló de esa primera novela de la que se cumplían 50 años de su publicación. Esta vez, llega a Bogotá cuando recién ha terminado de escribir Los años de la peste, un libro que reúne ocho cuentos inspirados en el Decameron de Boccaccio y que tendrá una versión teatral donde posiblemente actúe el propio escritor. En la FILBO, el Nobel charlará este miércoles con el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, uno de los tres finalistas del I Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y ganador del Premio Alfaguara 2011 con El ruido de las cosas al caer.
A este tipo de encuentros los han bautizado Conversaciones que le cambiarán la vida. El nombre tiene mucho de razón porque además de Vargas Llosa intervendrán el narrador español Javier Cercas (El inquilino, El vientre de la ballena), la británica Nell Leyshon (Del color de la leche), el brasileño Paulo Lins (Ciudad de Dios) y Antonio Escohotado, uno de los grandes pensadores de estos tiempos y autor de la conocida Historia general de las drogas. También estará la argentina María Teresa Andruetto, ganadora del Premio Hans Christian Andersen 2012. Entre los autores peruanos están Santiago Roncagliolo, Daniel Alarcón, Julio Villanueva Chang e Iván Thays.
En total son 120 escritores internacionales y más de 200 colombianos. Todos, a su manera, hablarán de la memoria, el tema que atravesará los 14 días de esta fiesta de los libros. Se trata de reconocer el pasado como una posibilidad cierta de construir el presente. Es una especie de reflexión alrededor de la coyuntura que vive Colombia por cuenta de los diálogos de paz con la guerrilla de la FARC, los cuales buscan acabar con 50 años de conflicto armado. «Tenemos un país invitado que ya pasó por un proceso de conflicto y de postconflicto, que nos puede enseñar muchísimo», dice su coordinadora. De ahí que presenten la muestra Yuyanapaq: para recordar, 182 fotografías recolectadas por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que reconstruyen el conflicto peruano.
Además se realizarán homenajes a Roberto Bolaño a propósito de los 10 años de su muerte y al mexicano Octavio Paz, con una gala de poesía. Y no podría faltar otro más a García Márquez, Nobel colombiano que tendrá un pabellón dedicado a su obra. «Fue una coyuntura complicada porque aunque la FILBO no puede dejar de hacerle un homenaje a Gabo ya tenía su programación estructurada. Por eso lo que hicimos fue sumar cosas y reunirnos con sus editores», agrega Rey.
Los lectores se encontrarán con Las lecturas de Gabo, una selección de los libros y autores que más lo influyeron, de los cuales el escritor escribió sus opiniones reunidas en 148 comentarios. «Nuestro homenaje es mostrar cuál era la pasión de Gabo por la lectura y cómo a partir de ellas se convirtió en ese gran escritor», dice Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional. Uno de esos comentarios revela, por ejemplo, que fue Agatha Christie la que le dio la clave para la primera línea de El amor en los tiempos del cólera.
Por Colombia, el gran invitado es el provocador Fernando Vallejo que dará una conferencia magistral el 2 de mayo, en la cual hablará de lo divino y lo humano. Además, muchos autores colombianos aprovecharán para presentar sus libros como Juan Esteban Constaín, Ricardo Silva, Santiago Gamboa y Jorge Franco, que acaba de ganar el premio Alfaguara. Aun así, sus organizadores insisten en que no hay que ver la FILBO como un encuentro exclusivamente literario. «Los libros son como la vida misma y aquí hay de todo lo que a ti te guste».
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La ministra de Cultura de Perú y el alcalde de Bogotá. (Foto: M.D. Castañeda)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Catorce días, miles de libros, casi medio millón de lectores y Perú en el medio de todo con su Nobel de Literatura a bordo. Es el resumen de lo que sucederá en Bogotá desde este martes, cuando arranque la 27ª Feria del Libro (FILBO) en Corferias, un enorme complejo en el oeste de la capital colombiana. Todo ocurrirá en la misma ciudad que no termina de reponerse de la despedida a Gabriel García Márquez, al que sus lectores siguen dejando mensajes en papelitos amarillos en un mural ubicado en la entrada de la Biblioteca Nacional. Y la misma que ha conseguido dedicarle miles de metros cuadrados a la literatura para ganar, un poco cada vez, esa gran apuesta por democratizar el libro. Muestra de ello es que tiene una abultada programación que supera las 1.200 actividades culturales. Una nota de Elizabeth Reyes para El País:
Hace un año, la fiesta literaria más grande de Colombia y la tercera en América Latina,invitó a Portugal para descubrir su literatura, de la que poco sabía con excepciones como José Saramago, Fernando Pessoa y Antonio Lobo Antunes. Ahora, el invitado de honor es Perú - uno de sus vecinos - que trae la comitiva más grande que haya llevado ese país a una feria internacional, encabezada nada menos que por su escritor insigne, Mario Vargas Llosa, y 60 autores más además de periodistas, músicos, cineastas y gastrónomos.
La elección de Perú tiene que ver con la idea de mejorar la circulación de libros y autores latinoamericanos en la región. «Hemos visto que es muy complicado que autores, por ejemplo ecuatorianos, se conozcan en Colombia y que los colombianos circulen en Venezuela o en Brasil. Perú vino hace diez años pero desafortunadamente aún falta abrir ese mercado. Es más fácil que leamos escritores que vienen de España que lo que se produce realmente en nuestros países», dice Diana Rey, coordinadora de la FILBO.
Y la apuesta bien vale la pena por solo 7.000 pesos colombianos, menos de 4 dólares. «Más barato que entrar a cine», dice su coordinadora. El aperitivo fue en la Plaza de Bolívar, en el centro de la capital, donde hace una semana fue homenajeado García Márquez. Esta vez también Perú le rindió tributo al Nobel con el emblemático Retablo, un baile que recopila diez danzas de diversas regiones. «La muestra realmente es ambiciosa», dice Rey. El Perú de hoy es muy diferente al de hace una década. Incluso, hace solo tres años que cuentan con un Ministerio de Cultura. Su actual ministra, Diana Álvarez Calderón, quien llegó a Bogotá el sábado, explica que lo que se verá, muestra «a un Perú inclusivo y también intercultural».
Lograr traer al autor de La ciudad y los perros significó un trabajo de dos años y se concretó una vez que Perú aceptó ser el invitado de honor. La última visita del escritor a Colombia fue en 2013, cuando acudió a Cartagena de Indias para participar en el Hay Festival. Allí, Vargas Llosa habló de esa primera novela de la que se cumplían 50 años de su publicación. Esta vez, llega a Bogotá cuando recién ha terminado de escribir Los años de la peste, un libro que reúne ocho cuentos inspirados en el Decameron de Boccaccio y que tendrá una versión teatral donde posiblemente actúe el propio escritor. En la FILBO, el Nobel charlará este miércoles con el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, uno de los tres finalistas del I Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y ganador del Premio Alfaguara 2011 con El ruido de las cosas al caer.
A este tipo de encuentros los han bautizado Conversaciones que le cambiarán la vida. El nombre tiene mucho de razón porque además de Vargas Llosa intervendrán el narrador español Javier Cercas (El inquilino, El vientre de la ballena), la británica Nell Leyshon (Del color de la leche), el brasileño Paulo Lins (Ciudad de Dios) y Antonio Escohotado, uno de los grandes pensadores de estos tiempos y autor de la conocida Historia general de las drogas. También estará la argentina María Teresa Andruetto, ganadora del Premio Hans Christian Andersen 2012. Entre los autores peruanos están Santiago Roncagliolo, Daniel Alarcón, Julio Villanueva Chang e Iván Thays.
En total son 120 escritores internacionales y más de 200 colombianos. Todos, a su manera, hablarán de la memoria, el tema que atravesará los 14 días de esta fiesta de los libros. Se trata de reconocer el pasado como una posibilidad cierta de construir el presente. Es una especie de reflexión alrededor de la coyuntura que vive Colombia por cuenta de los diálogos de paz con la guerrilla de la FARC, los cuales buscan acabar con 50 años de conflicto armado. «Tenemos un país invitado que ya pasó por un proceso de conflicto y de postconflicto, que nos puede enseñar muchísimo», dice su coordinadora. De ahí que presenten la muestra Yuyanapaq: para recordar, 182 fotografías recolectadas por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que reconstruyen el conflicto peruano.
Además se realizarán homenajes a Roberto Bolaño a propósito de los 10 años de su muerte y al mexicano Octavio Paz, con una gala de poesía. Y no podría faltar otro más a García Márquez, Nobel colombiano que tendrá un pabellón dedicado a su obra. «Fue una coyuntura complicada porque aunque la FILBO no puede dejar de hacerle un homenaje a Gabo ya tenía su programación estructurada. Por eso lo que hicimos fue sumar cosas y reunirnos con sus editores», agrega Rey.
Los lectores se encontrarán con Las lecturas de Gabo, una selección de los libros y autores que más lo influyeron, de los cuales el escritor escribió sus opiniones reunidas en 148 comentarios. «Nuestro homenaje es mostrar cuál era la pasión de Gabo por la lectura y cómo a partir de ellas se convirtió en ese gran escritor», dice Consuelo Gaitán, directora de la Biblioteca Nacional. Uno de esos comentarios revela, por ejemplo, que fue Agatha Christie la que le dio la clave para la primera línea de El amor en los tiempos del cólera.
Por Colombia, el gran invitado es el provocador Fernando Vallejo que dará una conferencia magistral el 2 de mayo, en la cual hablará de lo divino y lo humano. Además, muchos autores colombianos aprovecharán para presentar sus libros como Juan Esteban Constaín, Ricardo Silva, Santiago Gamboa y Jorge Franco, que acaba de ganar el premio Alfaguara. Aun así, sus organizadores insisten en que no hay que ver la FILBO como un encuentro exclusivamente literario. «Los libros son como la vida misma y aquí hay de todo lo que a ti te guste».
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Literatura / Argentina: Presentan de «Matemagia», de Adrián Paenza
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En la sala Lugones fueron muchos los voluntarios sumergidos en cada uno de los ejercicios propuestos por Paenza. (Foto: Leandro Teysseire)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Para mostrar la octava entrega de la exitosa saga matemática, el periodista y doctor apeló una vez más a la participación del público. «Cuando uno está muy abarrotado y quiere pensar, necesita tomar distancia y pensar de otra manera», señaló. Una nota de Silvina Frieira para Página/12:
Sacar un conejo de la galera es la expresión que viene a la mente cuando se piensa en la magia. Adrián Paenza no es «el David Copperfield argentino», aunque juega con los números, con sumas y multiplicaciones que se despliegan, pericia y destreza mediante, a la improbable velocidad de la luz. Como si practicara el arte de la magia, el ilusionismo puro y duro. O eso parece. Las apariencias –se sabe– engañan. En la presentación de Matemagia (Penguin Random House Mondadori), la octava entrega de la exitosa saga matemática, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, «el profesor», como lo llama una parte de sus lectores que, lápiz y papel en mano, se entrenan y crecen resolviendo problemas, apeló una vez más a la informalidad y la participación. «No hay muchos panelistas que puedan hablar de un libro que posiblemente no han leído. O que hablen del autor como si se hubiera muerto», bromeó el matemático y columnista de Página/12. «Me interesa mostrar algo que habitualmente hacen los magos. ¿Hay alguna persona que tenga buena letra? Necesito un asistente, como todos los magos», dijo.
La pequeña Paula dio un paso al frente y comenzó a registrar en el pizarrón números de cinco cifras que fue proponiendo el público. Apenas cantado el primero –18.500–, Paenza escribió un número en un papel y se lo dio a Paula. La sumatoria de los números en cuestión dio como resultado el mismo número que había anotado Paenza en el papel.
«Por esto me odian los magos –ironizó Paenza antes de explicar por qué sucede lo que sucede, cómo en esa supuesta “coincidencia” no hay truco sino un trabajo previo de sumas y restas–. La magia tiene un montón de matemática detrás.» En la sala Leopoldo Lugones sobraban los voluntarios que aceptaron sumergirse en cada uno de los ejercicios. Algunos lo hacían desde sus asientos; otros, como en una clase, pasaban al frente. El siguiente consistió en formar con seis fósforos cuatro triángulos equiláteros. Rodrigo probó en el suelo, deslizó palitos a izquierda y derecha, intentando alcanzar la solución. Mariano se acercó a ayudarlo y le confesó a Paenza: «Casi termino tocando el timbre del Borda. Yo empecé haciendo esto. Soy un admirador suyo». El esfuerzo continuaba hasta que el matemático y periodista intervino para iluminar la razón de la dificultad. «Nunca dije que había que hacerlo en el plano. Si lo hacemos en el espacio, en la mesa, se va a ver mejor», sugirió. Entonces, claro, sobre la mesa, pudieron armar los cuatro triángulos. «Uno a priori tiene la tentación de hacerlo en el plano. En cuanto uno se corre del plano, aparece la solución. Cuando uno está muy abarrotado y quiere pensar, necesita tomar distancia y pensar de otra manera para correrse de la tentación de usar las herramientas inmediatas», explicó.
¿Por qué las «cuentas» parece que no cierran? A continuación, otro desafío. Un cliente de un banco que sacó dinero seis veces y retiró un total de mil pesos. En la columna de la izquierda tomó nota de las extracciones; en la de la derecha, el saldo remanente. La primera suma 1000, la segunda 990. Faltan 10 pesos. No es por la comisión que cobra el banco. Enrique dedujo la solución: «La columna de la derecha no tiene nada que ver con la de la izquierda». Paenza ratificó el razonamiento y agregó: «Uno cree que faltan diez pesos, pero no falta nada. Lo que hay que hacer es poner todo en duda, no importa quién lo diga». El problema de despedida fue el del ajedrez: si un caballo ubicado en la casilla inferior izquierda, haciendo los movimientos que tiene permitido hacer, puede recorrer todo el tablero, pasando por todas las casillas una sola vez de manera que llegue a la casilla que está en el extremo superior derecho. Paenza dio una ayudita y anticipó que no se podía. Todos empezaron a cooperar hasta encontrar la explicación, convencidos de que –como se advierte en Matemagia– «la matemática es indispensable para avanzar en casi cualquier campo».
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En la sala Lugones fueron muchos los voluntarios sumergidos en cada uno de los ejercicios propuestos por Paenza. (Foto: Leandro Teysseire)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Para mostrar la octava entrega de la exitosa saga matemática, el periodista y doctor apeló una vez más a la participación del público. «Cuando uno está muy abarrotado y quiere pensar, necesita tomar distancia y pensar de otra manera», señaló. Una nota de Silvina Frieira para Página/12:
Sacar un conejo de la galera es la expresión que viene a la mente cuando se piensa en la magia. Adrián Paenza no es «el David Copperfield argentino», aunque juega con los números, con sumas y multiplicaciones que se despliegan, pericia y destreza mediante, a la improbable velocidad de la luz. Como si practicara el arte de la magia, el ilusionismo puro y duro. O eso parece. Las apariencias –se sabe– engañan. En la presentación de Matemagia (Penguin Random House Mondadori), la octava entrega de la exitosa saga matemática, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, «el profesor», como lo llama una parte de sus lectores que, lápiz y papel en mano, se entrenan y crecen resolviendo problemas, apeló una vez más a la informalidad y la participación. «No hay muchos panelistas que puedan hablar de un libro que posiblemente no han leído. O que hablen del autor como si se hubiera muerto», bromeó el matemático y columnista de Página/12. «Me interesa mostrar algo que habitualmente hacen los magos. ¿Hay alguna persona que tenga buena letra? Necesito un asistente, como todos los magos», dijo.
La pequeña Paula dio un paso al frente y comenzó a registrar en el pizarrón números de cinco cifras que fue proponiendo el público. Apenas cantado el primero –18.500–, Paenza escribió un número en un papel y se lo dio a Paula. La sumatoria de los números en cuestión dio como resultado el mismo número que había anotado Paenza en el papel.
«Por esto me odian los magos –ironizó Paenza antes de explicar por qué sucede lo que sucede, cómo en esa supuesta “coincidencia” no hay truco sino un trabajo previo de sumas y restas–. La magia tiene un montón de matemática detrás.» En la sala Leopoldo Lugones sobraban los voluntarios que aceptaron sumergirse en cada uno de los ejercicios. Algunos lo hacían desde sus asientos; otros, como en una clase, pasaban al frente. El siguiente consistió en formar con seis fósforos cuatro triángulos equiláteros. Rodrigo probó en el suelo, deslizó palitos a izquierda y derecha, intentando alcanzar la solución. Mariano se acercó a ayudarlo y le confesó a Paenza: «Casi termino tocando el timbre del Borda. Yo empecé haciendo esto. Soy un admirador suyo». El esfuerzo continuaba hasta que el matemático y periodista intervino para iluminar la razón de la dificultad. «Nunca dije que había que hacerlo en el plano. Si lo hacemos en el espacio, en la mesa, se va a ver mejor», sugirió. Entonces, claro, sobre la mesa, pudieron armar los cuatro triángulos. «Uno a priori tiene la tentación de hacerlo en el plano. En cuanto uno se corre del plano, aparece la solución. Cuando uno está muy abarrotado y quiere pensar, necesita tomar distancia y pensar de otra manera para correrse de la tentación de usar las herramientas inmediatas», explicó.
¿Por qué las «cuentas» parece que no cierran? A continuación, otro desafío. Un cliente de un banco que sacó dinero seis veces y retiró un total de mil pesos. En la columna de la izquierda tomó nota de las extracciones; en la de la derecha, el saldo remanente. La primera suma 1000, la segunda 990. Faltan 10 pesos. No es por la comisión que cobra el banco. Enrique dedujo la solución: «La columna de la derecha no tiene nada que ver con la de la izquierda». Paenza ratificó el razonamiento y agregó: «Uno cree que faltan diez pesos, pero no falta nada. Lo que hay que hacer es poner todo en duda, no importa quién lo diga». El problema de despedida fue el del ajedrez: si un caballo ubicado en la casilla inferior izquierda, haciendo los movimientos que tiene permitido hacer, puede recorrer todo el tablero, pasando por todas las casillas una sola vez de manera que llegue a la casilla que está en el extremo superior derecho. Paenza dio una ayudita y anticipó que no se podía. Todos empezaron a cooperar hasta encontrar la explicación, convencidos de que –como se advierte en Matemagia– «la matemática es indispensable para avanzar en casi cualquier campo».
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Ciencia y Salud / México: Alzheimer será primera causa de muerte en México: experto
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El científico estadunindense Barry Sears durante su visita a México. (Foto: Norma Ponce)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Después de la obesidad y la diabetes, el Alzheimer es el próximo «tsunami» que arrasará con la vida de los mexicanos, alertó el científico estadounidense, Barry Sears. Una nota de Norma Ponce para Milenio:
«Predigo que en 15 años el Alzheimer será la primera causa de mortalidad para México y Estados Unidos, y no existe ningún tratamiento que pueda aliviar esta enfermedad», advirtió
La obesidad, la diabetes y el Alzheimer son enfermedades crónicas que se relacionan por el aumento de la inflamación celular silenciosa, ocasionada por un desajuste entre la dieta actual y nuestros genes, explicó.
El primer síntoma es el aumento de peso, y como efectos colaterales ocurre el envejecimiento prematuro, la ceguera y la depresión.
«México tiene el infortunio de ser vecino de los Estados Unidos y repite los mismos patrones, y cuando a los norteamericanos nos da un resfrío, a los mexicanos les da una pulmonía», dijo.
Indicó que el primer precio de la enfermedad es la obesidad, 20 años después aparece la diabetes y finalmente el Alzheimer, del cual México está muy cerca.
El bioquímico aclaró que en los últimos 15 años ha habido un cambio dramático en la dieta del humano, ya que ahora se consumen más ácidos grasos ricos en Omega 6 como el aceite de maíz, de soya y de girasol, así como carbohidratos refinados, los cuales aumentan los niveles de insulina.
Lo que sucede es que ahora se consumen muy pocos nutrientes y se ingieren más carbohidratos blancos porque son más baratos. «Es una mezcla que hace una explosión tremenda y causan más adicción que la cocaína».
«Mi más reciente estudio analizó a las ratas adictas a la cocaína, donde se les colocó un poco de azúcar blanca. En tres días las ratas prefirieron el azúcar en su cerebro. La coca como el azúcar, activan ciertos sistemas en el cerebro. Es una adicción y es una epidemia al mismo tiempo, son cosas muy difíciles de eliminar», comentó.
Mientras más alimentos blancos se consuman más inflamación se tendrá. Estos son: pan blanco, pasta, arroz, papas y azúcar refinada, los cuales son absorbidos rápidamente en el torrente sanguíneo, se convierten en azúcar e incrementan la hormona de la insulina. A juicio del investigador, los mexicanos suelen hacer «decisiones económicas», que los orilla a llevar una dieta rica en pan y refresco.
«Cuando dejas los carbohidratos blancos te sientes miserable, eso les pasa a los mexicanos. La comida es una herramienta poderosísima, que tratamos como si fuera un medicamento o una droga. La buena noticia es que la puedes usar para tu beneficio», aseguró.
Gustavo Orozco, director del Instituto de Investigación de la Inflamación en Jalisco, aseguró que México tiene dos grandes problemas nutricionales, la obesidad y la desnutrición, y en ambos extremos se genera una inflamación celular que no se está atacando debidamente.
Afirmó que no existe la disposición del Gobierno para realizar políticas de salud públicas, porque existen intereses económicos y políticos que impiden conocer el origen de los males que padece la población.
«Cuando surge una campaña de nutrición, damos a los niños desnutridos una dieta que genera más inflamación, quizá recuperen peso pero no ganan salud. La galleta fortificada es un ejemplo de ello. La Cruzada Nacional contra el Hambre debe ser rediseñada, sacudida y volteada», señaló.
Por su parte Sears, indicó que sus investigaciones realizadas en los últimos 20 años reiteran que mientras la diabetes se disminuye el Alzheimer se incrementa.
Esto significa que la inflamación puede ser transmitida y amplificada cada generación, la cual se conoce como epigenética, de tal forma que la expresión de los genes cambia.
«Estudios demuestran que cada tres generaciones la obesidad aparece y los más propensos a padecerla son los infantes de 0 a 4 años. La tercera generación puede estar muy inflamada, tonta y gorda», dijo.
En su visita a México, el investigador urgió al Gobierno a realizar una estrategia a nivel nacional para tratar la diabetes, ya que esta enfermedad consume todo el presupuesto económico en el sistema de salud.
«Es muy urgente que esta política se haga porque el año pasado los mexicanos superaron a los norteamericanos en la obesidad. El futuro de este país son los niños, lo que tenemos que hacer es que los vegetales sean gratis para toda la población, porque la gente acostumbra comer lo que es gratis», aconsejó.
Aseguró que la clave está en educar a la población con cambios en nuestra dieta a largo plazo, que sustituyan a los carbohidratos blancos por proteínas bajas en grasa, como el pescado o el pollo, vegetales y frutas.
«La solución es una dieta antiinflamatoria. Tú puedes ir a Mcdonalds y comer sano, pide un sándwich de pollo a la parrilla y una ensalada, pon la pechuga en tu ensalada, toma la mitad del pan y utilízalo como crotones.
«El Centro de Atención para los Diabéticos en Harvard ahora da estas recomendaciones. Si hacemos caso entonces podremos detener ese tsunami que se nos viene encima», dijo.
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El científico estadunindense Barry Sears durante su visita a México. (Foto: Norma Ponce)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Después de la obesidad y la diabetes, el Alzheimer es el próximo «tsunami» que arrasará con la vida de los mexicanos, alertó el científico estadounidense, Barry Sears. Una nota de Norma Ponce para Milenio:
«Predigo que en 15 años el Alzheimer será la primera causa de mortalidad para México y Estados Unidos, y no existe ningún tratamiento que pueda aliviar esta enfermedad», advirtió
La obesidad, la diabetes y el Alzheimer son enfermedades crónicas que se relacionan por el aumento de la inflamación celular silenciosa, ocasionada por un desajuste entre la dieta actual y nuestros genes, explicó.
El primer síntoma es el aumento de peso, y como efectos colaterales ocurre el envejecimiento prematuro, la ceguera y la depresión.
«México tiene el infortunio de ser vecino de los Estados Unidos y repite los mismos patrones, y cuando a los norteamericanos nos da un resfrío, a los mexicanos les da una pulmonía», dijo.
Indicó que el primer precio de la enfermedad es la obesidad, 20 años después aparece la diabetes y finalmente el Alzheimer, del cual México está muy cerca.
El bioquímico aclaró que en los últimos 15 años ha habido un cambio dramático en la dieta del humano, ya que ahora se consumen más ácidos grasos ricos en Omega 6 como el aceite de maíz, de soya y de girasol, así como carbohidratos refinados, los cuales aumentan los niveles de insulina.
Lo que sucede es que ahora se consumen muy pocos nutrientes y se ingieren más carbohidratos blancos porque son más baratos. «Es una mezcla que hace una explosión tremenda y causan más adicción que la cocaína».
«Mi más reciente estudio analizó a las ratas adictas a la cocaína, donde se les colocó un poco de azúcar blanca. En tres días las ratas prefirieron el azúcar en su cerebro. La coca como el azúcar, activan ciertos sistemas en el cerebro. Es una adicción y es una epidemia al mismo tiempo, son cosas muy difíciles de eliminar», comentó.
Mientras más alimentos blancos se consuman más inflamación se tendrá. Estos son: pan blanco, pasta, arroz, papas y azúcar refinada, los cuales son absorbidos rápidamente en el torrente sanguíneo, se convierten en azúcar e incrementan la hormona de la insulina. A juicio del investigador, los mexicanos suelen hacer «decisiones económicas», que los orilla a llevar una dieta rica en pan y refresco.
«Cuando dejas los carbohidratos blancos te sientes miserable, eso les pasa a los mexicanos. La comida es una herramienta poderosísima, que tratamos como si fuera un medicamento o una droga. La buena noticia es que la puedes usar para tu beneficio», aseguró.
Gustavo Orozco, director del Instituto de Investigación de la Inflamación en Jalisco, aseguró que México tiene dos grandes problemas nutricionales, la obesidad y la desnutrición, y en ambos extremos se genera una inflamación celular que no se está atacando debidamente.
Afirmó que no existe la disposición del Gobierno para realizar políticas de salud públicas, porque existen intereses económicos y políticos que impiden conocer el origen de los males que padece la población.
«Cuando surge una campaña de nutrición, damos a los niños desnutridos una dieta que genera más inflamación, quizá recuperen peso pero no ganan salud. La galleta fortificada es un ejemplo de ello. La Cruzada Nacional contra el Hambre debe ser rediseñada, sacudida y volteada», señaló.
Por su parte Sears, indicó que sus investigaciones realizadas en los últimos 20 años reiteran que mientras la diabetes se disminuye el Alzheimer se incrementa.
Esto significa que la inflamación puede ser transmitida y amplificada cada generación, la cual se conoce como epigenética, de tal forma que la expresión de los genes cambia.
«Estudios demuestran que cada tres generaciones la obesidad aparece y los más propensos a padecerla son los infantes de 0 a 4 años. La tercera generación puede estar muy inflamada, tonta y gorda», dijo.
En su visita a México, el investigador urgió al Gobierno a realizar una estrategia a nivel nacional para tratar la diabetes, ya que esta enfermedad consume todo el presupuesto económico en el sistema de salud.
«Es muy urgente que esta política se haga porque el año pasado los mexicanos superaron a los norteamericanos en la obesidad. El futuro de este país son los niños, lo que tenemos que hacer es que los vegetales sean gratis para toda la población, porque la gente acostumbra comer lo que es gratis», aconsejó.
Aseguró que la clave está en educar a la población con cambios en nuestra dieta a largo plazo, que sustituyan a los carbohidratos blancos por proteínas bajas en grasa, como el pescado o el pollo, vegetales y frutas.
«La solución es una dieta antiinflamatoria. Tú puedes ir a Mcdonalds y comer sano, pide un sándwich de pollo a la parrilla y una ensalada, pon la pechuga en tu ensalada, toma la mitad del pan y utilízalo como crotones.
«El Centro de Atención para los Diabéticos en Harvard ahora da estas recomendaciones. Si hacemos caso entonces podremos detener ese tsunami que se nos viene encima», dijo.
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Música / Estados Unidos: Javier Camarena hace historia en el Met de NY
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«Todas las cosas por las que estoy pasando el día de hoy son el resultado de un arduo trabajo». (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- La noche del lunes el tenor mexicano Javier Camarena repitió por segunda ocasión consecutiva un aria en la Ópera Metropolitana de Nueva York, con lo cual se consolidó como uno de solo tres intérpretes que han hecho historia al hacer una repetición del número en ese importante recinto. Una entrega de Notimex:
La noche del lunes Camarena regresó al escenario para interpretar nuevamente el aria Si, ritrovarla io giuro (Sí, juro que la encontraré), en su papel de Don Ramiro, en la ópera La Cenerentola, de Gioachino Rossini, luego de que el viernes pasado la ovación del público lo encomiara a repetir la interpretación.
Con las dos repeticiones, Javier Camarena se ubica al lado de tan solo otros dos tenores que han despertado tal reacción del público del Met: Luciano Pavarotti, quien en 1994 repitió un aria de Tosca, y el tenor peruano Juan Diego Flórez, que hizo un bis durante seis veladas en 2008 y 2012.
«Luego de lo que pasó el viernes, la gente ya venía con mucha expectativa, y yo creo que esperaban una repetición. Mi interpretación, mi ánimo, mi trabajo fueron exactamente iguales a los del viernes, y hubo la misma reacción del público. Fue algo muy emocionante», dijo Camarena, quien nació en Xalapa, Veracruz en 1976.
En entrevista, Javier Camarena apuntó que el comentario general de sus compañeros es que la repetición estaba muy bien merecida, aunque expresó que no se había comunicado con Juan Diego Flórez, a quien reemplazó solamente por tres fechas en la presentación de La Cenerentola, en el Met.
Calificado por la crítica de Nueva York como «príncipe entre los tenores» y como lo más cercano que tiene el Met a una estrella de rock, Javier Camarena acumuló con La Cenerentola tres papeles protagónicos en este foro.
El éxito de Javier Camarena, según su propio juicio, no está relacionado con nada parecido a un «talento natural», sino con la dedicación que ha mantenido durante 20 años para mejorar su técnica vocal, y por la década que tiene como cantante profesional.
«No siento tener esa parte natural, como la mencionan algunos, y como la pueden tener muchos cantantes. Todas las cosas por las que estoy pasando el día de hoy son el resultado de un arduo trabajo de muchos años», afirmó Javier Camarena.
Además de la cálida reacción en el Met, el cantante destacó además la positiva recepción que ha tenido su disco Recitales, presentado apenas el pasado 25 de abril, que incluye tanto arias de ópera como piezas clásicas del repertorio popular mexicano. «El disco es una recopilación de temas de recitales en vivo, y todo lo que se escucha es lo que el público escuchó, sin ediciones de ningún tipo», aseguró el tenor mexicano.
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«Todas las cosas por las que estoy pasando el día de hoy son el resultado de un arduo trabajo». (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- La noche del lunes el tenor mexicano Javier Camarena repitió por segunda ocasión consecutiva un aria en la Ópera Metropolitana de Nueva York, con lo cual se consolidó como uno de solo tres intérpretes que han hecho historia al hacer una repetición del número en ese importante recinto. Una entrega de Notimex:
La noche del lunes Camarena regresó al escenario para interpretar nuevamente el aria Si, ritrovarla io giuro (Sí, juro que la encontraré), en su papel de Don Ramiro, en la ópera La Cenerentola, de Gioachino Rossini, luego de que el viernes pasado la ovación del público lo encomiara a repetir la interpretación.
Con las dos repeticiones, Javier Camarena se ubica al lado de tan solo otros dos tenores que han despertado tal reacción del público del Met: Luciano Pavarotti, quien en 1994 repitió un aria de Tosca, y el tenor peruano Juan Diego Flórez, que hizo un bis durante seis veladas en 2008 y 2012.
«Luego de lo que pasó el viernes, la gente ya venía con mucha expectativa, y yo creo que esperaban una repetición. Mi interpretación, mi ánimo, mi trabajo fueron exactamente iguales a los del viernes, y hubo la misma reacción del público. Fue algo muy emocionante», dijo Camarena, quien nació en Xalapa, Veracruz en 1976.
En entrevista, Javier Camarena apuntó que el comentario general de sus compañeros es que la repetición estaba muy bien merecida, aunque expresó que no se había comunicado con Juan Diego Flórez, a quien reemplazó solamente por tres fechas en la presentación de La Cenerentola, en el Met.
Calificado por la crítica de Nueva York como «príncipe entre los tenores» y como lo más cercano que tiene el Met a una estrella de rock, Javier Camarena acumuló con La Cenerentola tres papeles protagónicos en este foro.
El éxito de Javier Camarena, según su propio juicio, no está relacionado con nada parecido a un «talento natural», sino con la dedicación que ha mantenido durante 20 años para mejorar su técnica vocal, y por la década que tiene como cantante profesional.
«No siento tener esa parte natural, como la mencionan algunos, y como la pueden tener muchos cantantes. Todas las cosas por las que estoy pasando el día de hoy son el resultado de un arduo trabajo de muchos años», afirmó Javier Camarena.
Además de la cálida reacción en el Met, el cantante destacó además la positiva recepción que ha tenido su disco Recitales, presentado apenas el pasado 25 de abril, que incluye tanto arias de ópera como piezas clásicas del repertorio popular mexicano. «El disco es una recopilación de temas de recitales en vivo, y todo lo que se escucha es lo que el público escuchó, sin ediciones de ningún tipo», aseguró el tenor mexicano.
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Fotografía / México: Grupo de fotógrafos nacionales y extranjeros prepara subasta
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Participará el fotógrafo Jorge Serratos.(Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Fotorreporteros Mx, con el apoyo de organizaciones nacionales tales como Periodistas de a Pie, Casa de los Periodistas y Prensa No Disparen e internacionales como Article 19, Reporteros Sin Fronteras y Knight Center of Journalism crearon la campaña FotoXGoyo. Una nota de la redacción de El Universal:
En este contexto, el sábado 3 de mayo realizarán una subasta de imágenes donadas por fotoperiodistas locales y extranjeros para crear un fondo de apoyo económico que será entregado a la familia de Gregorio Jiménez, periodista mexicano asesinado el 11 de febrero de 2014 en Veracruz.
El periodista Gregorio Jiménez de la Cruz fue secuestrado en Coatzacoalcos por un grupo armado, el pasado 5 de febrero, y su cuerpo fue hallado en de una fosa clandestina el martes 11 de febrero, en Las Choapas.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional y la UNESCO condenaron el asesinato del periodista e instaron a las autoridades federales y estatales a utilizar todos los recursos a su alcance para hacer una investigación diligente, completa e imparcial para enjuiciar y castigar a los responsables.
Según el comunicado de prensa de los organizadores, «Goyo», como era conocido Jiménez entre sus colegas, ganaba $20 por nota y éste era el sustento económico de su esposa y sus cinco hijos. Al no contar con seguridad social, su asesinato desampara económicamente a la familia.
México es uno de los países más peligrosos en América Latina para ejercer el periodismo, y la iniciativa surge teniendo como marco la violencia que sufre la prensa en el país. «Ningún caso ha encontrado la justicia, todos se encuentran en impunidad; el asesinato se repite todos los días». Informan que desde 2000, 77 periodistas han sido asesinados en relación con su labor periodística, citando fuentes de Artículo 19.
«Ante la falta de una respuesta eficiente por parte del Estado, la unión entre el gremio periodístico es fundamental para la exigencia y garantía del derecho a la libertad de expresión. La solidaridad se vuelve más urgente frente a un Estado que ni nos ve ni nos oye. Su participación es importante ya que el dinero recaudado, en su totalidad, será donado a la familia de Gregorio Jiménez».
En la subasta se ofertarán fotografías de destacados fotorreporteros mexicanos como Elsa Medina, José Luis Cuevas, Marco Antonio Cruz, Rogelio Cuéllar, Pedro Valtierra, Ernesto Ramírez, Fernando Villa del Ángel, Ricardo Garibay, Adrián Hernández, Luis Cortés y Jorge Serratos (estos tres últimos de EL UNIVERSAL) y extranjeros como Tomás Munita y Eduardo Verdugo entre otros.
También se podrán adquirir fotos de algunos ganadores de certámenes como el World Press Photo, es el caso de Pedro Pardo, Fernando Brito y Guillermo Arias. Las imágenes y los autores se pueden consultar en el sitio www.FotoXGoyo.jux.com.
La subasta se realizará el 3 de mayo, a partir de las 19:00 hrs en el Gimnasio de Arte (Álvaro Obregón 185, Colonia Roma).
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Participará el fotógrafo Jorge Serratos.(Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Fotorreporteros Mx, con el apoyo de organizaciones nacionales tales como Periodistas de a Pie, Casa de los Periodistas y Prensa No Disparen e internacionales como Article 19, Reporteros Sin Fronteras y Knight Center of Journalism crearon la campaña FotoXGoyo. Una nota de la redacción de El Universal:
En este contexto, el sábado 3 de mayo realizarán una subasta de imágenes donadas por fotoperiodistas locales y extranjeros para crear un fondo de apoyo económico que será entregado a la familia de Gregorio Jiménez, periodista mexicano asesinado el 11 de febrero de 2014 en Veracruz.
El periodista Gregorio Jiménez de la Cruz fue secuestrado en Coatzacoalcos por un grupo armado, el pasado 5 de febrero, y su cuerpo fue hallado en de una fosa clandestina el martes 11 de febrero, en Las Choapas.
La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional y la UNESCO condenaron el asesinato del periodista e instaron a las autoridades federales y estatales a utilizar todos los recursos a su alcance para hacer una investigación diligente, completa e imparcial para enjuiciar y castigar a los responsables.
Según el comunicado de prensa de los organizadores, «Goyo», como era conocido Jiménez entre sus colegas, ganaba $20 por nota y éste era el sustento económico de su esposa y sus cinco hijos. Al no contar con seguridad social, su asesinato desampara económicamente a la familia.
México es uno de los países más peligrosos en América Latina para ejercer el periodismo, y la iniciativa surge teniendo como marco la violencia que sufre la prensa en el país. «Ningún caso ha encontrado la justicia, todos se encuentran en impunidad; el asesinato se repite todos los días». Informan que desde 2000, 77 periodistas han sido asesinados en relación con su labor periodística, citando fuentes de Artículo 19.
«Ante la falta de una respuesta eficiente por parte del Estado, la unión entre el gremio periodístico es fundamental para la exigencia y garantía del derecho a la libertad de expresión. La solidaridad se vuelve más urgente frente a un Estado que ni nos ve ni nos oye. Su participación es importante ya que el dinero recaudado, en su totalidad, será donado a la familia de Gregorio Jiménez».
En la subasta se ofertarán fotografías de destacados fotorreporteros mexicanos como Elsa Medina, José Luis Cuevas, Marco Antonio Cruz, Rogelio Cuéllar, Pedro Valtierra, Ernesto Ramírez, Fernando Villa del Ángel, Ricardo Garibay, Adrián Hernández, Luis Cortés y Jorge Serratos (estos tres últimos de EL UNIVERSAL) y extranjeros como Tomás Munita y Eduardo Verdugo entre otros.
También se podrán adquirir fotos de algunos ganadores de certámenes como el World Press Photo, es el caso de Pedro Pardo, Fernando Brito y Guillermo Arias. Las imágenes y los autores se pueden consultar en el sitio www.FotoXGoyo.jux.com.
La subasta se realizará el 3 de mayo, a partir de las 19:00 hrs en el Gimnasio de Arte (Álvaro Obregón 185, Colonia Roma).
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martes, abril 29, 2014
Textos / «Memorias sentimentales» por Emmanuel Carballo
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El escritor. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Con motivo del fallecimiento de Emmanuel Carballo reproducimos su texto publicado por Milenio:
Mi primer acercamiento fallido al sexo ocurrió en Guadalajara en los tiempos en que estudiaba el segundo y último año de bachillerato en el Instituto de Ciencias. Habituado a que me expulsaran de algunas escuelas en las que estudié, cuando los jesuitas me pusieron de patitas en la calle estuve de acuerdo con ellos: tenían poderosas razones para actuar de esa manera. Mi buena suerte no tuvo límites: me concedieron, además de unas largas vacaciones, derecho de examen. Mamá, para que me repusiera de semejante golpe, me envió con una amiga suya que administraba en Santiago, Colima, el hotel Anita.
Allí conocí y traté superficialmente a una pareja de recién casados: Edmundo O’Gorman y la Chacha Rodríguez Prampolini. Creí ver en ellos la manera de ser y vivir (desenfadada, libérrima) de los intelectuales de la Ciudad de México. No estaba del todo equivocado. Además, pese a las excelencias, la Chacha no fue el prototipo de las mujeres que pronto empezaría a cortejar.
Semanas después me instalé en la hacienda de unos cercanos parientes míos, los González Chávez, en San Isidro Mazatepec, donde comencé a leer y escribir con cierto orden y a lo largo de varias horas todos los días.
En un ropero semiabandonado descubrí el segundo tomo de las memorias de Vasconcelos, La tormenta. Aún hoy, a muchos años de distancia, recuerdo que gocé y sufrí las alegrías y los dolores de este hombre que se entregó completamente a una mujer sin pensar en el día de mañana ni tampoco en el día de ayer. Canceló su pasado amoroso y como los lotófagos de la Odisea no quiso saber qué le pasaría al día siguiente. En 1958, un año antes de su muerte, traté con cierta intimidad a Vasconcelos: en sus mejores momentos, y acuciado por mí, el de carne y hueso se parecía al de papel y tinta.
Mis borradores de esos meses fueron abundantes en cuanto a número de cuartillas y sumamente reducidos en lo que toca a la calidad de los escritos: un resumen campanudo de mis ridículas vivencias y experiencias y versos, muchos versos que copiaban servilmente al López Velarde menos valioso.
***
Nunca me he acostado con prostitutas, casi siempre con mujeres amadas y deseadas. Para mí el sexo no ha sido solo una necesidad carnal sino una urgencia del espíritu.
Mi vida sentimental ha sido un tanto heterodoxa: comencé por el matrimonio y posteriormente practiqué el noviazgo. Me remonto a los años de mi adolescencia. A partir de entonces y durante varias décadas soporté un atolondrado complejo de Edipo. La dedicatoria que le puse a El cuento mexicano del siglo XX es elocuente: «A doña Tula que me enseñó entre otras cosas a equivocarme solo».
Acodado en el ventanal del segundo piso de la Escuela de Derecho de la Universidad de Guadalajara vi pasar, por la avenida Juárez, a la mujer más demoledoramente atractiva que conocí en mis primeros 18 años, Catalina Santana. Como pavo real desfilaba todas las tardes frente a la Escuela con un solo propósito: retar con su belleza a los alumnos y deleitarse en su fuero interno con los piropos y majaderías que le lanzábamos excitados e incontrolables.
Catalina era una mujer extraña, de asombrosos ojos verdes y cuerpo perfecto que entallaba en vestidos ajustados y llamativos. En la Facultad los estudiantes de los primeros grados tratamos de aproximarnos a ella, inaccesible y déspota. Me gustó desde la primera vez que contemplé su belleza altanera y en el fondo desprotegida. Me acerqué a ella y le dije lo que un muchacho ávido puede decir a una mujer, pocos años mayor, por la que siente un deseo creciente y una curiosidad impostergable.
Pronto nos hicimos amigos. Dejé de asistir a las clases vespertinas para acompañarla en largos paseos sin rumbo fijo. A su lado recorrí zonas enteras de la ciudad, desde el Parque de la Revolución hasta los confines de las Colonias, el sector residencial ubicado al poniente de la ciudad.
Catalina era una mujer misteriosa que no permitía a sus admiradores penetrar en su yo profundo. Se envolvía en sus complicaciones (unas verdaderas, otras ficticias) y, como una nueva Emma Bovary, nos daba como joyas sus humildes cuentas de vidrio.
No puedo decir que descubrí sus enigmas, sí que me percaté de algunas de sus complejidades: Catalina trataba sin conseguirlo de sobreponer a su verdadera personalidad (lujuriosa dentro de la más estricta castidad) una imagen devaluada de sí misma. Pese a sus aspavientos de mujer corrida era una virgen profesional. Deseaba que la viéramos no como era sino como ella se miraba a sí misma: una mujer hollada por los hombres (no en el cuerpo sino en el alma), hacia los cuales sentía un rencor bien educado e inextinguible.
Al oscurecer la acompañaba a su casa a bordo de un humilde camión de la ruta Oblatos–Colonias. Catalina habitaba en el oriente de la ciudad, en una zona pobre; ella que se sentía dueña de todo lo que abarcaban sus escandalosos ojos verdes.
***
Mi primer amor real, de carne y hueso, fue Laura Villaseñor, 11 años mayor que yo. Era una mujer bella e inteligente. Un defecto físico congénito, el de tener una pierna más corta que la otra, la hizo retraída y recelosa. Encerrada en sí misma, desconfió del pequeño mundo elegante que la rodeaba. Creía que al verla la gente se burlaba de ella, sobre todo los hombres. Por esta razón dedicó su vida al estudio: cursó una carrera universitaria y día tras día fue una formidable lectora de literatura y ciencias políticas. Enemiga de su clase, se acercó a las reuniones inacabables de la gente de izquierda. Como tantos jóvenes tapatíos de la segunda mitad de los años treinta y principios de los cuarenta se entusiasmó con los discursos, entre didácticos y artísticos, de Vicente Lombardo Toledano.
Cuando la conocí durante una fiesta informal en el consultorio de su hermano Carlos, sentí una intensa descarga eléctrica. Supe en ese momento que nuestras vidas no podían seguir, de allí en adelante, caminos diferentes. Se lo dije, y ella estuvo de acuerdo. Nuestro noviazgo formal fue breve e intenso.
Laura fue para mí, además de una revelación amorosa, una maestra de tiempo completo: a su lado fui el alumno más atento en materias como literatura, historia del arte y nociones de política.
El deseo de estar juntos las 24 horas del día nos llevó pronto a un doble matrimonio, civil y religioso; éste último celebrado en una cripta–panteón a la hora en que los parranderos apenas se dirigen a sus casas. La elección de esa hora, las 8 de la mañana, era una mofa de la sociedad en que vivíamos y de nuestras prejuiciosas familias necias.
La hermosa vida que vivimos en Guadalajara, que duró escasos dos años, de pronto se vio interrumpida por una posibilidad más o menos al alcance de la mano: obtener una beca del Centro Mexicano de Escritores, auspiciado entonces por la Fundación Rockefeller. Me concedieron la beca y nos mudamos a la Ciudad de México el 15 de septiembre de 1953. Esta ciudad fue la tumba de mis convicciones de joven provinciano y el trampolín que me impulsó a ser el que ahora soy.
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El escritor. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Con motivo del fallecimiento de Emmanuel Carballo reproducimos su texto publicado por Milenio:
Mi primer acercamiento fallido al sexo ocurrió en Guadalajara en los tiempos en que estudiaba el segundo y último año de bachillerato en el Instituto de Ciencias. Habituado a que me expulsaran de algunas escuelas en las que estudié, cuando los jesuitas me pusieron de patitas en la calle estuve de acuerdo con ellos: tenían poderosas razones para actuar de esa manera. Mi buena suerte no tuvo límites: me concedieron, además de unas largas vacaciones, derecho de examen. Mamá, para que me repusiera de semejante golpe, me envió con una amiga suya que administraba en Santiago, Colima, el hotel Anita.
Allí conocí y traté superficialmente a una pareja de recién casados: Edmundo O’Gorman y la Chacha Rodríguez Prampolini. Creí ver en ellos la manera de ser y vivir (desenfadada, libérrima) de los intelectuales de la Ciudad de México. No estaba del todo equivocado. Además, pese a las excelencias, la Chacha no fue el prototipo de las mujeres que pronto empezaría a cortejar.
Semanas después me instalé en la hacienda de unos cercanos parientes míos, los González Chávez, en San Isidro Mazatepec, donde comencé a leer y escribir con cierto orden y a lo largo de varias horas todos los días.
En un ropero semiabandonado descubrí el segundo tomo de las memorias de Vasconcelos, La tormenta. Aún hoy, a muchos años de distancia, recuerdo que gocé y sufrí las alegrías y los dolores de este hombre que se entregó completamente a una mujer sin pensar en el día de mañana ni tampoco en el día de ayer. Canceló su pasado amoroso y como los lotófagos de la Odisea no quiso saber qué le pasaría al día siguiente. En 1958, un año antes de su muerte, traté con cierta intimidad a Vasconcelos: en sus mejores momentos, y acuciado por mí, el de carne y hueso se parecía al de papel y tinta.
Mis borradores de esos meses fueron abundantes en cuanto a número de cuartillas y sumamente reducidos en lo que toca a la calidad de los escritos: un resumen campanudo de mis ridículas vivencias y experiencias y versos, muchos versos que copiaban servilmente al López Velarde menos valioso.
***
Nunca me he acostado con prostitutas, casi siempre con mujeres amadas y deseadas. Para mí el sexo no ha sido solo una necesidad carnal sino una urgencia del espíritu.
Mi vida sentimental ha sido un tanto heterodoxa: comencé por el matrimonio y posteriormente practiqué el noviazgo. Me remonto a los años de mi adolescencia. A partir de entonces y durante varias décadas soporté un atolondrado complejo de Edipo. La dedicatoria que le puse a El cuento mexicano del siglo XX es elocuente: «A doña Tula que me enseñó entre otras cosas a equivocarme solo».
Acodado en el ventanal del segundo piso de la Escuela de Derecho de la Universidad de Guadalajara vi pasar, por la avenida Juárez, a la mujer más demoledoramente atractiva que conocí en mis primeros 18 años, Catalina Santana. Como pavo real desfilaba todas las tardes frente a la Escuela con un solo propósito: retar con su belleza a los alumnos y deleitarse en su fuero interno con los piropos y majaderías que le lanzábamos excitados e incontrolables.
Catalina era una mujer extraña, de asombrosos ojos verdes y cuerpo perfecto que entallaba en vestidos ajustados y llamativos. En la Facultad los estudiantes de los primeros grados tratamos de aproximarnos a ella, inaccesible y déspota. Me gustó desde la primera vez que contemplé su belleza altanera y en el fondo desprotegida. Me acerqué a ella y le dije lo que un muchacho ávido puede decir a una mujer, pocos años mayor, por la que siente un deseo creciente y una curiosidad impostergable.
Pronto nos hicimos amigos. Dejé de asistir a las clases vespertinas para acompañarla en largos paseos sin rumbo fijo. A su lado recorrí zonas enteras de la ciudad, desde el Parque de la Revolución hasta los confines de las Colonias, el sector residencial ubicado al poniente de la ciudad.
Catalina era una mujer misteriosa que no permitía a sus admiradores penetrar en su yo profundo. Se envolvía en sus complicaciones (unas verdaderas, otras ficticias) y, como una nueva Emma Bovary, nos daba como joyas sus humildes cuentas de vidrio.
No puedo decir que descubrí sus enigmas, sí que me percaté de algunas de sus complejidades: Catalina trataba sin conseguirlo de sobreponer a su verdadera personalidad (lujuriosa dentro de la más estricta castidad) una imagen devaluada de sí misma. Pese a sus aspavientos de mujer corrida era una virgen profesional. Deseaba que la viéramos no como era sino como ella se miraba a sí misma: una mujer hollada por los hombres (no en el cuerpo sino en el alma), hacia los cuales sentía un rencor bien educado e inextinguible.
Al oscurecer la acompañaba a su casa a bordo de un humilde camión de la ruta Oblatos–Colonias. Catalina habitaba en el oriente de la ciudad, en una zona pobre; ella que se sentía dueña de todo lo que abarcaban sus escandalosos ojos verdes.
***
Mi primer amor real, de carne y hueso, fue Laura Villaseñor, 11 años mayor que yo. Era una mujer bella e inteligente. Un defecto físico congénito, el de tener una pierna más corta que la otra, la hizo retraída y recelosa. Encerrada en sí misma, desconfió del pequeño mundo elegante que la rodeaba. Creía que al verla la gente se burlaba de ella, sobre todo los hombres. Por esta razón dedicó su vida al estudio: cursó una carrera universitaria y día tras día fue una formidable lectora de literatura y ciencias políticas. Enemiga de su clase, se acercó a las reuniones inacabables de la gente de izquierda. Como tantos jóvenes tapatíos de la segunda mitad de los años treinta y principios de los cuarenta se entusiasmó con los discursos, entre didácticos y artísticos, de Vicente Lombardo Toledano.
Cuando la conocí durante una fiesta informal en el consultorio de su hermano Carlos, sentí una intensa descarga eléctrica. Supe en ese momento que nuestras vidas no podían seguir, de allí en adelante, caminos diferentes. Se lo dije, y ella estuvo de acuerdo. Nuestro noviazgo formal fue breve e intenso.
Laura fue para mí, además de una revelación amorosa, una maestra de tiempo completo: a su lado fui el alumno más atento en materias como literatura, historia del arte y nociones de política.
El deseo de estar juntos las 24 horas del día nos llevó pronto a un doble matrimonio, civil y religioso; éste último celebrado en una cripta–panteón a la hora en que los parranderos apenas se dirigen a sus casas. La elección de esa hora, las 8 de la mañana, era una mofa de la sociedad en que vivíamos y de nuestras prejuiciosas familias necias.
La hermosa vida que vivimos en Guadalajara, que duró escasos dos años, de pronto se vio interrumpida por una posibilidad más o menos al alcance de la mano: obtener una beca del Centro Mexicano de Escritores, auspiciado entonces por la Fundación Rockefeller. Me concedieron la beca y nos mudamos a la Ciudad de México el 15 de septiembre de 1953. Esta ciudad fue la tumba de mis convicciones de joven provinciano y el trampolín que me impulsó a ser el que ahora soy.
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Textos / «Emmanuel Carballo: sino y herencia del francotirador» por Alejandro de la Garza
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El escritor. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Reproducimos el texto de Alejandro de la Garza publicado en Confabulario segunda época de El Universal con motivo del fallecimiento del escritor.
El funerario contraste desplegado ante nosotros por el azar fue chocante por inevitable. Con un par de días de diferencia fallecieron Gabriel García Márquez y Emmanuel Carballo y sendas despedidas a estos hombres de letras alentaron una comparación odiosa. Sin relación con el sincero homenaje rendido al Nobel colombiano, el destino (podría escribir sino) deparó al crítico y literato jalisciense un funeral «en el total abandono», según informó la prensa. Su mujer Beatriz Espejo, su hijo Emmanuel Carballo Villaseñor, media docena de amigos y la visita de rigor de funcionarios culturales. Sino es destino, escribió Paz, y aunque el accidente de las exequias disparejas sea mera anécdota, no pude evitar reflexionar sobre el sino del crítico literario, nacido en Guadalajara en 1929, asumido en Notas de un francotirador:
«Soy en las letras mexicanas una figura molesta pero necesaria. Y es natural, el crítico es el aguafiestas, el villano… el resentido, el amargado; en pocas palabras, el que exige a los demás que se arriesguen, mientras él mira los toros desde la barrera».
Puede no coincidirse con esta visión sobre el sino de la crítica literaria en nuestro país, pero la cita describe el papel personal aceptado por este ensayista, historiador y memorialista singular de la literatura mexicana fallecido hace una semana, el domingo 20 de abril a los 84 años. Hay algo de solitariedad voluntaria, de aislamiento necesario, de distancia exigida en la lección vital dejada por Emmanuel Carballo a partir de su honestidad radical y su disposición a pagar el precio de la incomprensión y la soledad —cuando no del repudio— por la osadía crítica en un país donde hoy cualquier escritor de costumbrismo narco se ofende como si fuera Flaubert y las narradoras de novela rosa se dan aires de Sontag con sus relatos de prostitutas y teiboleras.
Al menos desde 1969, confiesa Carballo en su Diario público (2005), «cambié de piel y de manera de comportarme. Me cansaron la ‘alegre vida literaria’, la ostentación, los salones, y comencé a entrar lentamente a otro tipo de vida, más franciscana que jesuítica».
El comentario es revelador porque desde su llegada como becario al Centro Mexicano de Escritores en la ciudad de México en 1953, y por al menos dos décadas, Carballo estuvo en el centro de la vida literaria y cultural del país, fue un promotor editorial incansable y su opinión tuvo peso y profundidad para impulsar o descalificar autores. En aquel legendario club pasó dos años junto a Rulfo, Arreola, Castellanos, Carballido. Luego dos años más en El Colegio de México bajo el magisterio de Alfonso Reyes. En México en la Cultura del periódico Novedades, a cargo de Fernando Benítez, continuó el ejercicio del periodismo literario iniciado en la capital de Jalisco a través de sus revistas Ariel y Odiseo, y también por esos años (1955) apareció la RevistaMexicana de Literatura, dirigida por él y Carlos Fuentes, «siguiendo el modelo de Contemporáneos». Fue también secretario de redacción de la Gaceta del FCE y tiempo después de la Revista de la Universidad, además de colaborados del Diorama de la Cultura del Excélsior.
Antes de cumplir los 30 Carballo estaba ya junto a la plana mayor de la literatura mexicana de esos años, con los innovadores cosmopolitas, los continuadores de nuestra tradición literaria; para decirlo con el título de su libro más célebre, era un «protagonista de la literatura mexicana» en el ámbito de la investigación y los estudios de las letras de los siglos XIX y XX, y consolidaba su ensayística literaria.
Fueron años de estudio, de donde extrajo después sus bibliografías, su diccionario crítico, su antología y análisis del cuento mexicano. Destaco por igual sus balances del periodismo independentista de 1800 a 1825 y de la prensa porfirista. Para al suplemento de Benítez realizó las entrevistas publicadas en su libro Protagonistas de la literatura mexicana (1964), volumen reeditado y ampliado hasta convertirse en un texto ineludible durante los últimos 50 años, texto de necesaria lectura en todas las universidades, clases de literatura y carreras de letras, y aún continuado con Protagonistas de la literatura hispanoamericana.
Fueron también tiempos de enfrentamiento con los ortodoxos comunistas, recuerda Carballo, quienes despreciaban esa literatura «nueva» de Rulfo, Paz, Arreola, Castellanos, Fuentes, Revueltas, Garro e incluso la de Lezama, Carpentier, Borges o Cortázar por considerarla pequeñoburguesa. Hubo además confrontación con las buenas conciencias, deseosas de figuras conservadoras, de lustre y «buen gusto» como relevo generacional de los viejos ateneístas, los agotados novelistas de la Revolución y los provocadores Contemporáneos.
Como es bien sabido, la Revolución Cubana significó un impacto crucial para los escritores mexicanos y de toda Latinoamérica. Sacudida tan fuerte que alteró a muchos su rumbo político y existencial, además de polarizar de forma tajante, apunta el crítico: se estaba a favor o en contra, no había más. Él apoyó la causa cubana y empezó su aventura de estrechar relaciones con el gobierno de Fidel Castro y los escritores de la Casa de las Américas hasta llegar a ser presidente del Instituto Mexicano Cubano de Relaciones Culturales. La efervescencia política agitaba tanto a los sectores intelectuales que en 1961 varios escritores realizaron una huelga de hambre en apoyo del líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo, preso en Lecumberri desde 1959. Participaron Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, el mismo Emmanuel Carballo y, a la cabeza, Pepe Revueltas.
El admirativo apasionamiento político por el sistema cubano se diluyó en menos de una década, y para 1968 la decepción de Carballo fue evidente. En ese contexto ocurrió el affaire Reinaldo Arenas. Carballo conoció el manuscrito de la segunda novela de este notable autor pobre, homosexual y perseguido en Cuba, El mundo alucinante, en supuesto proceso de edición en la isla cuando en realidad las autoridades evitaban imprimirla. Carballo la publicó en México en su editorial Diógenes, fundada en 1966, pero el asunto acabó en una disputa porque Arenas no recibió regalías. De ello estaba bien advertido, alegó luego Carballo.
Hacia finales de los años sesenta, ya en pleno empuje del boom latinoamericano, Carballo se retiró de lo que llamó la «alegre vida literaria». En su último volumen editado en vida, Párrafos para un libro que no publicaré nunca (2013), confirma el hecho con estas palabras:
«El crítico debería vivir en algún lugar de difícil acceso, por ejemplo en una montaña. Editores y autores deberían enviarle sus nuevos títulos con un propio incorruptible. Así quizá sus juicios serían dignos de ser tomados en cuenta. Las corruptelas le estarían vedadas. Esta utopía, la crítica honrada, la he tratado de practicar en las sucesivas etapas de mi trabajo. En cada una de ellas conocí el rechazo, el silencio. Los autores enjuiciados casi siempre creyeron que minimizaba su talento por dos razones: la envidia o la ineptitud. En mi larga vida como crítico me las he visto negras. Un ejemplo, cuando me separé de la Mafia quedé solo. Perdí contactos con las editoriales, la amistad de casi toda la gente ‘famosa’».
¿Quiénes representaban entonces a «la Mafia»? Entre broma y queja así se le decía, es claro, al grupo de Benítez, Fuentes, Monsiváis, Pacheco, Cuevas (desde luego don Fernando se doblaba de risa ante el comentario). Tras el compromiso político fallido, la decepción cubana y los ataques y distanciamientos por sus afiladas críticas con frecuencia hirientes, Carballo se retiró de ese grupo, de cierta vida social, de reuniones y cofradías literarias para concentrarse en el estudio, la lectura.
A pesar del alejamiento de la farándula literaria, de su ausencia de reuniones, homenajes, cocteles y presentaciones, en los setenta su influencia se mantuvo gracias al éxito de aquella serie de rápidas autobiografías de nuevos escritores, la ampliación del catálogo de Diógenes y la difusión de más autores jóvenes. Una influencia sustentada además en sus notas y ensayos para suplementos y revistas sobre un centenar de narradores, así como por sus labores editoriales en instancias académicas y asesorías a publicaciones universitarias y de instituciones oficiales.
Acaso, como escribió el crítico Christopher Domínguez hace unos días, Carballo se dedicó a administrar su reputación. Su ingreso al Consejo de la Crónica o su designación como Cronista de Cuajimalpa entre otros tantos puestos literario-burocráticos lo distrajeron durante buena parte de los años ochenta y noventa. No obstante, continuó publicando notas misceláneas, opiniones agudas y observaciones ácidas o resentidas, lo cual profundizó la idea de su amargura y enojo ante una vida literaria banal y unas obras para su gusto insatisfactorias o de plano malas.
Al iniciarse los noventa hubo reconocimientos a su labor como crítico e historiador literario. Lo premió el gobierno de su estado e ingresó con justicia al Sistema Nacional de Creadores. En 1994 publicó Ya nada es igual, memorias (1929-1953), volumen con la narración acuciosa y bien tramada de su estirpe familiar (fue hijo de un inmigrante español), su infancia y adolescencia en Michoacán y Jalisco; pero también historia literaria y cultural de su estado y de su capital, de sus escritores, políticos, revistas culturales y novelas más importantes. Esta escritura evocativa le daría empuje para llegar al nuevo siglo y publicar en 2005 la segunda parte de esas memorias, Diario público, 1966-1968, conformada por las notas escritas en el Diorama y donde concentra, a lo largo de 600 páginas, la vida literaria mexicana de esos años transformadores. Esta narrativa recupera atmósferas culturales y ambientes periodísticos, tendencias literarias y momentos cruciales para las letras y el país con la naturalidad de una conversación suave y puntual; tupida urdimbre de acontecimientos narrados con cierta melancolía pero con fuerza y claridad, aproximación vívida a aquellos días vertiginosos, aunque el mismo Carballo confiese:
«Al releer, corregidas y vueltas a corregir, las notas que componen este Diario, a casi 40 años de distancia, me encuentro con un México nebuloso y unos personajes (yo en primer término) casi fantasmales que me cuesta esfuerzo comprender y situar en su lugar exacto».
En 2004 la UNAM publicó sus Ensayos selectos, con un prólogo y un dedicado trabajo de edición a cargo de Juan Domingo Argüelles, sobre quien Carballo ejerció el magisterio de sus enseñanzas y la influencia notable de su ejemplo de honestidad, según narra el propio Argüelles.
En estos últimos años se multiplicaron los reconocimientos para el maestro, acaso el más satisfactorio haya sido recibir, a sus 80 años, la Medalla de Bellas Artes por su trayectoria en las letras y, aunque seguía enojón, aislado, refunfuñante y crítico al punto de la corrosión, sus pares reunidos en la sala Manuel M. Ponce lo aplaudieron con sinceridad. Apenas el año pasado, el solitario crítico publicó como último libro la tercera parte de sus memorias Párrafos para un libro que no publicaré nunca.
La herencia literaria de Carballo está pues en una buena decena de libros, aportaciones a la investigación, los estudios y la historia literaria mexicana. En sus entrevistas indispensables es el mejor periodista; en los retratos, reseñas y ensayos alcanza la originalidad y profundidad de José Luis Martínez; en sus memorias es inevitable evocar la vida en México descrita por Salvador Novo, y en la crítica literaria, su valentía acaso no tenga parangón, pues al precio del aislamiento, la soledad y el distanciamiento, Emmanuel Carballo encontró independencia y honestidad para ejercerla. En su último libro, el francotirador se despide:
«Hoy puedo dar menos de lo que di ayer y, supongo, un decaimiento progresivo se apoderará de mis facultades mentales. Lentamente la vida se va apagando, te va anulando hasta que en cierto momento ya no recuerdas siquiera tu nombre».
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El escritor. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 26 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Reproducimos el texto de Alejandro de la Garza publicado en Confabulario segunda época de El Universal con motivo del fallecimiento del escritor.
El funerario contraste desplegado ante nosotros por el azar fue chocante por inevitable. Con un par de días de diferencia fallecieron Gabriel García Márquez y Emmanuel Carballo y sendas despedidas a estos hombres de letras alentaron una comparación odiosa. Sin relación con el sincero homenaje rendido al Nobel colombiano, el destino (podría escribir sino) deparó al crítico y literato jalisciense un funeral «en el total abandono», según informó la prensa. Su mujer Beatriz Espejo, su hijo Emmanuel Carballo Villaseñor, media docena de amigos y la visita de rigor de funcionarios culturales. Sino es destino, escribió Paz, y aunque el accidente de las exequias disparejas sea mera anécdota, no pude evitar reflexionar sobre el sino del crítico literario, nacido en Guadalajara en 1929, asumido en Notas de un francotirador:
«Soy en las letras mexicanas una figura molesta pero necesaria. Y es natural, el crítico es el aguafiestas, el villano… el resentido, el amargado; en pocas palabras, el que exige a los demás que se arriesguen, mientras él mira los toros desde la barrera».
Puede no coincidirse con esta visión sobre el sino de la crítica literaria en nuestro país, pero la cita describe el papel personal aceptado por este ensayista, historiador y memorialista singular de la literatura mexicana fallecido hace una semana, el domingo 20 de abril a los 84 años. Hay algo de solitariedad voluntaria, de aislamiento necesario, de distancia exigida en la lección vital dejada por Emmanuel Carballo a partir de su honestidad radical y su disposición a pagar el precio de la incomprensión y la soledad —cuando no del repudio— por la osadía crítica en un país donde hoy cualquier escritor de costumbrismo narco se ofende como si fuera Flaubert y las narradoras de novela rosa se dan aires de Sontag con sus relatos de prostitutas y teiboleras.
Al menos desde 1969, confiesa Carballo en su Diario público (2005), «cambié de piel y de manera de comportarme. Me cansaron la ‘alegre vida literaria’, la ostentación, los salones, y comencé a entrar lentamente a otro tipo de vida, más franciscana que jesuítica».
El comentario es revelador porque desde su llegada como becario al Centro Mexicano de Escritores en la ciudad de México en 1953, y por al menos dos décadas, Carballo estuvo en el centro de la vida literaria y cultural del país, fue un promotor editorial incansable y su opinión tuvo peso y profundidad para impulsar o descalificar autores. En aquel legendario club pasó dos años junto a Rulfo, Arreola, Castellanos, Carballido. Luego dos años más en El Colegio de México bajo el magisterio de Alfonso Reyes. En México en la Cultura del periódico Novedades, a cargo de Fernando Benítez, continuó el ejercicio del periodismo literario iniciado en la capital de Jalisco a través de sus revistas Ariel y Odiseo, y también por esos años (1955) apareció la RevistaMexicana de Literatura, dirigida por él y Carlos Fuentes, «siguiendo el modelo de Contemporáneos». Fue también secretario de redacción de la Gaceta del FCE y tiempo después de la Revista de la Universidad, además de colaborados del Diorama de la Cultura del Excélsior.
Antes de cumplir los 30 Carballo estaba ya junto a la plana mayor de la literatura mexicana de esos años, con los innovadores cosmopolitas, los continuadores de nuestra tradición literaria; para decirlo con el título de su libro más célebre, era un «protagonista de la literatura mexicana» en el ámbito de la investigación y los estudios de las letras de los siglos XIX y XX, y consolidaba su ensayística literaria.
Fueron años de estudio, de donde extrajo después sus bibliografías, su diccionario crítico, su antología y análisis del cuento mexicano. Destaco por igual sus balances del periodismo independentista de 1800 a 1825 y de la prensa porfirista. Para al suplemento de Benítez realizó las entrevistas publicadas en su libro Protagonistas de la literatura mexicana (1964), volumen reeditado y ampliado hasta convertirse en un texto ineludible durante los últimos 50 años, texto de necesaria lectura en todas las universidades, clases de literatura y carreras de letras, y aún continuado con Protagonistas de la literatura hispanoamericana.
Fueron también tiempos de enfrentamiento con los ortodoxos comunistas, recuerda Carballo, quienes despreciaban esa literatura «nueva» de Rulfo, Paz, Arreola, Castellanos, Fuentes, Revueltas, Garro e incluso la de Lezama, Carpentier, Borges o Cortázar por considerarla pequeñoburguesa. Hubo además confrontación con las buenas conciencias, deseosas de figuras conservadoras, de lustre y «buen gusto» como relevo generacional de los viejos ateneístas, los agotados novelistas de la Revolución y los provocadores Contemporáneos.
Como es bien sabido, la Revolución Cubana significó un impacto crucial para los escritores mexicanos y de toda Latinoamérica. Sacudida tan fuerte que alteró a muchos su rumbo político y existencial, además de polarizar de forma tajante, apunta el crítico: se estaba a favor o en contra, no había más. Él apoyó la causa cubana y empezó su aventura de estrechar relaciones con el gobierno de Fidel Castro y los escritores de la Casa de las Américas hasta llegar a ser presidente del Instituto Mexicano Cubano de Relaciones Culturales. La efervescencia política agitaba tanto a los sectores intelectuales que en 1961 varios escritores realizaron una huelga de hambre en apoyo del líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo, preso en Lecumberri desde 1959. Participaron Sergio Pitol, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, el mismo Emmanuel Carballo y, a la cabeza, Pepe Revueltas.
El admirativo apasionamiento político por el sistema cubano se diluyó en menos de una década, y para 1968 la decepción de Carballo fue evidente. En ese contexto ocurrió el affaire Reinaldo Arenas. Carballo conoció el manuscrito de la segunda novela de este notable autor pobre, homosexual y perseguido en Cuba, El mundo alucinante, en supuesto proceso de edición en la isla cuando en realidad las autoridades evitaban imprimirla. Carballo la publicó en México en su editorial Diógenes, fundada en 1966, pero el asunto acabó en una disputa porque Arenas no recibió regalías. De ello estaba bien advertido, alegó luego Carballo.
Hacia finales de los años sesenta, ya en pleno empuje del boom latinoamericano, Carballo se retiró de lo que llamó la «alegre vida literaria». En su último volumen editado en vida, Párrafos para un libro que no publicaré nunca (2013), confirma el hecho con estas palabras:
«El crítico debería vivir en algún lugar de difícil acceso, por ejemplo en una montaña. Editores y autores deberían enviarle sus nuevos títulos con un propio incorruptible. Así quizá sus juicios serían dignos de ser tomados en cuenta. Las corruptelas le estarían vedadas. Esta utopía, la crítica honrada, la he tratado de practicar en las sucesivas etapas de mi trabajo. En cada una de ellas conocí el rechazo, el silencio. Los autores enjuiciados casi siempre creyeron que minimizaba su talento por dos razones: la envidia o la ineptitud. En mi larga vida como crítico me las he visto negras. Un ejemplo, cuando me separé de la Mafia quedé solo. Perdí contactos con las editoriales, la amistad de casi toda la gente ‘famosa’».
¿Quiénes representaban entonces a «la Mafia»? Entre broma y queja así se le decía, es claro, al grupo de Benítez, Fuentes, Monsiváis, Pacheco, Cuevas (desde luego don Fernando se doblaba de risa ante el comentario). Tras el compromiso político fallido, la decepción cubana y los ataques y distanciamientos por sus afiladas críticas con frecuencia hirientes, Carballo se retiró de ese grupo, de cierta vida social, de reuniones y cofradías literarias para concentrarse en el estudio, la lectura.
A pesar del alejamiento de la farándula literaria, de su ausencia de reuniones, homenajes, cocteles y presentaciones, en los setenta su influencia se mantuvo gracias al éxito de aquella serie de rápidas autobiografías de nuevos escritores, la ampliación del catálogo de Diógenes y la difusión de más autores jóvenes. Una influencia sustentada además en sus notas y ensayos para suplementos y revistas sobre un centenar de narradores, así como por sus labores editoriales en instancias académicas y asesorías a publicaciones universitarias y de instituciones oficiales.
Acaso, como escribió el crítico Christopher Domínguez hace unos días, Carballo se dedicó a administrar su reputación. Su ingreso al Consejo de la Crónica o su designación como Cronista de Cuajimalpa entre otros tantos puestos literario-burocráticos lo distrajeron durante buena parte de los años ochenta y noventa. No obstante, continuó publicando notas misceláneas, opiniones agudas y observaciones ácidas o resentidas, lo cual profundizó la idea de su amargura y enojo ante una vida literaria banal y unas obras para su gusto insatisfactorias o de plano malas.
Al iniciarse los noventa hubo reconocimientos a su labor como crítico e historiador literario. Lo premió el gobierno de su estado e ingresó con justicia al Sistema Nacional de Creadores. En 1994 publicó Ya nada es igual, memorias (1929-1953), volumen con la narración acuciosa y bien tramada de su estirpe familiar (fue hijo de un inmigrante español), su infancia y adolescencia en Michoacán y Jalisco; pero también historia literaria y cultural de su estado y de su capital, de sus escritores, políticos, revistas culturales y novelas más importantes. Esta escritura evocativa le daría empuje para llegar al nuevo siglo y publicar en 2005 la segunda parte de esas memorias, Diario público, 1966-1968, conformada por las notas escritas en el Diorama y donde concentra, a lo largo de 600 páginas, la vida literaria mexicana de esos años transformadores. Esta narrativa recupera atmósferas culturales y ambientes periodísticos, tendencias literarias y momentos cruciales para las letras y el país con la naturalidad de una conversación suave y puntual; tupida urdimbre de acontecimientos narrados con cierta melancolía pero con fuerza y claridad, aproximación vívida a aquellos días vertiginosos, aunque el mismo Carballo confiese:
«Al releer, corregidas y vueltas a corregir, las notas que componen este Diario, a casi 40 años de distancia, me encuentro con un México nebuloso y unos personajes (yo en primer término) casi fantasmales que me cuesta esfuerzo comprender y situar en su lugar exacto».
En 2004 la UNAM publicó sus Ensayos selectos, con un prólogo y un dedicado trabajo de edición a cargo de Juan Domingo Argüelles, sobre quien Carballo ejerció el magisterio de sus enseñanzas y la influencia notable de su ejemplo de honestidad, según narra el propio Argüelles.
En estos últimos años se multiplicaron los reconocimientos para el maestro, acaso el más satisfactorio haya sido recibir, a sus 80 años, la Medalla de Bellas Artes por su trayectoria en las letras y, aunque seguía enojón, aislado, refunfuñante y crítico al punto de la corrosión, sus pares reunidos en la sala Manuel M. Ponce lo aplaudieron con sinceridad. Apenas el año pasado, el solitario crítico publicó como último libro la tercera parte de sus memorias Párrafos para un libro que no publicaré nunca.
La herencia literaria de Carballo está pues en una buena decena de libros, aportaciones a la investigación, los estudios y la historia literaria mexicana. En sus entrevistas indispensables es el mejor periodista; en los retratos, reseñas y ensayos alcanza la originalidad y profundidad de José Luis Martínez; en sus memorias es inevitable evocar la vida en México descrita por Salvador Novo, y en la crítica literaria, su valentía acaso no tenga parangón, pues al precio del aislamiento, la soledad y el distanciamiento, Emmanuel Carballo encontró independencia y honestidad para ejercerla. En su último libro, el francotirador se despide:
«Hoy puedo dar menos de lo que di ayer y, supongo, un decaimiento progresivo se apoderará de mis facultades mentales. Lentamente la vida se va apagando, te va anulando hasta que en cierto momento ya no recuerdas siquiera tu nombre».
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lunes, abril 28, 2014
Tin Tan / Recuerdan a Germán Valdés con libro y documental
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Aspecto de la presentación. Al centro José Andrés Niquet. (Foto: Notimex)
C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- A unos meses de conmemorarse su aniversario luctuoso número 41, Germán Valdés fue recordado con la presentación del libro Tin Tan y su trompabulario, así como con un documental sobre la vida del histrión, informa la agencia Notimex desde la Ciudad de México.
José Andrés Niquet, autor del texto; Armando Vega-Gil, músico y compositor; Martín Carlos Estrada, editor; y Manuel Márquez, director, hicieron un homenaje en el marco de las actividades de la séptima edición de la Feria del Libro y el DVD que se realiza en la Cineteca.
José Andrés Niquet, autor del volumen, reconoció que fue complicada la tarea de concretar el sueño de hacer un texto sobre Germán Valdés «Tin Tan» debido a que, a pesar de ser un icono de la cultura popular, no había mucho interés en el proyecto.
Así pasaron décadas en las que el autor tuvo en la mente este proyecto y años más para concretarlo y poder hacer realidad su sueño de rendir un homenaje al llamado «pachuco de oro», que lo marcó con su trabajo y su libertad de lenguaje.
Son más de 300 palabras aportadas por «Tin Tan» al vocabulario, dijo el autor quien se mostró satisfecho con lo logrado en el texto, que espera sirva para que las nuevas generaciones conozcan a este personaje que protagonizó más de 100 películas.
Armando Vega-Gil, quien fungió como moderador, también platicó algunas anécdotas del histrión, debido a que su padre era muy amigo de Germán Valdés, y aunque nunca lo conoció en persona reconoce su aportación a la cultura gracias a su juego de palabras que siempre lo caracterizó.
Al término de la presentación del volumen se exhibió la cinta Ni muy, muy… ni tan, tan… simplemente… Tin Tan de Manuel Márquez, quien estuvo presente para compartir con el público algunas impresiones.
El libro aborda la capacidad creativa e intertextual de Germán Valdés, su muy particular «trompabulario», y analiza el lenguaje pachuco y de barrio que el artista popularizó y logró que trascendiera al cine.
Además es un acercamiento completo a los elementos y simbolismos que hicieron de Germán Valdés un personaje tan cercano a la gente y a su público.
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Aspecto de la presentación. Al centro José Andrés Niquet. (Foto: Notimex)
C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- A unos meses de conmemorarse su aniversario luctuoso número 41, Germán Valdés fue recordado con la presentación del libro Tin Tan y su trompabulario, así como con un documental sobre la vida del histrión, informa la agencia Notimex desde la Ciudad de México.
José Andrés Niquet, autor del texto; Armando Vega-Gil, músico y compositor; Martín Carlos Estrada, editor; y Manuel Márquez, director, hicieron un homenaje en el marco de las actividades de la séptima edición de la Feria del Libro y el DVD que se realiza en la Cineteca.
José Andrés Niquet, autor del volumen, reconoció que fue complicada la tarea de concretar el sueño de hacer un texto sobre Germán Valdés «Tin Tan» debido a que, a pesar de ser un icono de la cultura popular, no había mucho interés en el proyecto.
Así pasaron décadas en las que el autor tuvo en la mente este proyecto y años más para concretarlo y poder hacer realidad su sueño de rendir un homenaje al llamado «pachuco de oro», que lo marcó con su trabajo y su libertad de lenguaje.
Son más de 300 palabras aportadas por «Tin Tan» al vocabulario, dijo el autor quien se mostró satisfecho con lo logrado en el texto, que espera sirva para que las nuevas generaciones conozcan a este personaje que protagonizó más de 100 películas.
Armando Vega-Gil, quien fungió como moderador, también platicó algunas anécdotas del histrión, debido a que su padre era muy amigo de Germán Valdés, y aunque nunca lo conoció en persona reconoce su aportación a la cultura gracias a su juego de palabras que siempre lo caracterizó.
Al término de la presentación del volumen se exhibió la cinta Ni muy, muy… ni tan, tan… simplemente… Tin Tan de Manuel Márquez, quien estuvo presente para compartir con el público algunas impresiones.
El libro aborda la capacidad creativa e intertextual de Germán Valdés, su muy particular «trompabulario», y analiza el lenguaje pachuco y de barrio que el artista popularizó y logró que trascendiera al cine.
Además es un acercamiento completo a los elementos y simbolismos que hicieron de Germán Valdés un personaje tan cercano a la gente y a su público.
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Poesía / Ana Gaviera: «| anatomía para dummies |»
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a p
empezar de nuevo
volver a la niñez
a las primeras clases de anatomía
reconocer el cuerpo
renombrar el vacío
sentir que la melancolía y el dolor
se esfuman y quedan los órganos
y las venas
volver a empezar
volver al cuerpo
estudiar anatomía para reconocerte
y sentirte otra
volver a empezar el viaje
con un mapa lleno de lugares
y nombres que jamás escuchaste
asistir atónita a la belleza
de los procesos
a la poesía del cáncer
porque la tiene
la rebeldía contra la muerte
la lucha por dominar el mapa de un territorio
el mal que sólo quiere sobrevivir
cambiar su historia
el mal que cambia la tuya
y aquí estás inyectada de venenos y drogas
pintando el nuevo mapa de tu existencia
tu cuerpo
tu interior, antes abismo,
ahora campo de batalla
extenso territorio con miles de caminos
que siempre llegan al corazón
corazón que no dejó nunca de amar
corazón que no cambia
inyectado por el amante
que está cerca
compartiendo la extrañeza
de esta nueva vida
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sábado, abril 26, 2014
Noticias / México: Dos presidentes honran a García Márquez
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Un admirador del escritor colombiano en el homenaje póstumo realizado en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Los presidentes Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos encabezaron en el Palacio de Bellas Artes un homenaje al escritor Gabriel García Márquez, quien es el más grande de los colombianos de todos los tiempos, según informa sipse.com.
Peña Nieto dijo que García Márquez es el más grande novelista de América Latina de todos los tiempos y que su fallecimiento es una gran pérdida, no sólo para la literatura sino también para la humanidad.
«Para orgullo de México nuestro país fue el segundo hogar de García Márquez, donde encontró el espacio y la libertad para vivir su vocación y consagrarse en la literatura. Los mexicanos vimos crecer a ese árbol eterno que es García Márquez», expuso Peña durante el homenaje luctuoso que se realiza en el Palacio de Bellas Artes al escritor, informa Milenio.
En su turno, Santos recordó las palabras de Gabo al recibir el Nobel en 1982 en Estocolmo: «Nunca es demasiado tarde para creer en la utopia, una nueva y arrasadora utopía a donde nadie puede decidir por otros hasta la forma de morir, donde deveras sea cierto el amor y sea posible la felicidad».
Así fue como México despidió y rindió homenaje al Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, cuyas cenizas reposaron por horas en el imponente Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, mientras en su natal Aracataca se hizo un sepelio simbólico.
Llevados por su familia desde su casa en el sur de la Ciudad de México, los restos del escritor colombiano fallecido el jueves de la semana pasada fueron recibidos en el máximo recinto cultural de la capital con una lluvia de aplausos, mientras la urna con sus cenizas era colocada sobre un pedestal rodeado de rosas amarillas, publica The Associated Press.
Su esposa Mercedes y sus hijos Gonzalo y Rodrigo hicieron la primera guardia de honor y de inmediato comenzó a tocar un cuarteto de cuerdas que intercaló con una orquesta para interpretar algunos fragmentos de piezas clásicas que le gustaban al escritor, del húngaro Béla Bartók al italiano Giovanni Bottesini.
También estuvieron en la primera guardia el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, Rafael Tovar y de Teresa, y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García.
Mientras decenas de invitados, entre familiares, amigos y funcionarios, hacían guardias alrededor de la urna, los admiradores del escritor pasaban a unos metros, sin poder acercarse más que para dejar algunos ramos más de flores amarillas a los pies del pedestal.
Vallenato de 400 páginas
Un trio musical se detuvo frente a la urna e interpretó una canción de vallenato, la música de la costa caribeña colombiana de donde era originario y que tanto gusta a Gabo, como cariñosamente se le decía al escritor que falleció el jueves a los 87 años en su casa en México. Algunos asistentes siguieron con aplausos el ritmo.
García Márquez dijo en algún momento que su obra cumbre, Cien años de soledad, era un vallenato de 400 páginas.
Al homenaje acudieron los escritores mexicanos Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Homero Aridjis y Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.
El amarillo era el color predilecto del escritor, y las mariposas evocan una célebre escena de su obra maestra, Cien años de soledad.
García Márquez mantuvo lazos importantes con ambos países: nació en Colombia, pero escogió México como lugar de residencia hace varias décadas y allí escribió algunas de sus obras capitales, incluida Cien años de soledad.
Sepelio simbólico en Colombia
En Aracataca, Colombia, el sepelio simbólico se realizó con residentes y visitantes que cargaron una pequeña urna de vidrio y la llevaron en procesión de la casa-museo Gabriel García Márquez hasta la iglesia San José, en el centro del pueblo, y de vuelta al museo.
Unas 3,000 personas vestidas de blanco, algunas con mariposas amarillas de papel en las solapas o flores del mismo color, caminaron por las calles del pueblo que vio nacer al escritor.
«Aracataca le dio mucho a Gabito... que aquí reposen parte de las cenizas», dijo Jorge Polo Camargo, encargado de protocolo de visitantes al sepelio simbólico.
Incierto destino de cenizas
Los restos del autor de El amor en los tiempos del cólera fueron cremados en privado, aunque su destino final aún no es claro.
El embajador colombiano en México, José Gabriel Ortiz, dijo que hay un deseo de que sus restos sean divididos entre México y Colombia, aunque todo dependerá de lo que decida la familia.
Tovar y de Teresa dijo en Milenio Televisión que el domingo habló con Mercedes Barcha, esposa del escritor, y aseguró que aún no ha tomado una decisión sobre el destino de las cenizas.
«Es una decisión muy íntima y en su momento la tomará», comentó. (Con información de Milenio y The Associated Press)
La crónica de Javier Rodríguez Labastida de CNN
México le dio el adiós al colombiano Gabriel García Márquez este lunes en una ceremonia en la que sus seguidores le quitaron solemnidad para darle un ánimo de fiesta y folclor.
El Palacio de Bellas Artes se vistió de luto. Las lonas negras que cubrían templetes, escenarios y pasamanos contrastaba con las flores y moños amarillos, además de las playeras de la selección de Colombia que portaban algunos de los asistentes.
La esencia del homenaje estuvo dividida. Al interior del recinto, la solemnidad y los trajes y vestidos negros estaban enmarcados por el silencio y la música de cámara que acompañó a las cenizas de 'Gabo'.
Al exterior del Palacio de Bellas Artes fue una fiesta a ritmo de vallenato que servía para amenizar las pausas de la lectura que un grupo de jóvenes hizo de Cien años de soledad.
Mientras miles de personas hacían una larga fila que llegaba a más de 300 metros hasta el Hemiciclo a Juárez, en el centro de la Ciudad de México, el grupo Guatapurí cantaba los temas favoritos del escritor García Márquez.
Luis Aponte, vocalista y acordeonista de este grupo colombiano, aseguró que eran uno de los grupos predilectos del escritor y la cita infaltable con él era cada 6 de marzo, día de su cumpleaños.
«Su canción favorita era El cantor de fonseca», aseguró el integrante del grupo que tiene el origen de su nombre en un río de Colombia donde se cree que nació el vallenato.
35 segundos frente a su recuerdo
A unos metros del escenario donde tocaba Guatapurí coplas que cantaban «...es Gabriel García Márquez, pero le decimos Gabo...», cientos de personas abandonaban el Palacio de Bellas Artes después de estar aunque fueran unos segundos cerca de las cenizas del escritor.
Dos de ellos fueron Diego y David, ambos de 24 años de edad y originarios de Bogotá, Colombia.
Diego, quien estudia Pedagogía en el Distrito Federal, afirmó que la muerte del Premio Nobel 1982 fue una «pérdida importante para la cultura, además de que su legado es enorme y hay dolor por ello».
David viajó desde Guadalajara para acompañar a Diego y dijo estar conmovido por el fallecimiento de Gabo, pues lo consideró un «gran hombre y una persona sencilla, cercana al pueblo».
Ambos estuvieron formados más de dos horas y media antes de ingresar por un breve espacio al interior de Bellas Artes.
El mismo tiempo estuvieron formados Ana y Amalia Romero y su amigo Enrique García, que lograron contar 35 segundos cerca de la urna color caoba que resguardaba las cenizas del escritor, quien falleció el pasado jueves en su casa en la Ciudad de México.
«Sentí mucha alegría al entrar porque pensé que no lo lograríamos, pero ya al estar frente a las cenizas fue mucha tristeza porque era un gran hombre que se fue», aseveró Ana, de 22 años de edad.
«Si quieres ser alguien culto tienes que pasar por García Márquez», completó su hermana, de 26 años de edad, y que lloró al enterarse de la muerte de 'Gabo', tras leer la noticia en Facebook.
«Mierda»
Como ocurriera el día de su muerte, el cielo se nubló y algunas gotas sobre la explanada y truenos amenazaron con lluvia, pero el ingreso de miles de personas no se detuvo.
Yango y Martín fueron otros dos jóvenes colombianos radicados en México que también acudieron a «despedir» a su paisano García Márquez, acompañados de una bandera de su país.
«El tiempo fue muy rápido y nos pedían movernos, pero no importa, era estar frente al grande y despedirlos con todos los honores que se merecía», dijo Martín.
Yango afirmó sentir «un vacío enorme en el alma y nostalgia por el legado que 'Gabo' dejó en el continente. García Márquez no es colombiano ni mexicano, es toda América Latina».
Mientras la tarde caía, salió del Palacio de Bellas Artes Miguel Ángel, de 42 años de edad, con un libro en la mano. No es de García Márquez. Los del nobel ya los leyó todos. De hecho fue con Crónica de una muerte anunciada cuando tuvo su primer interés en la lectura, hace 28 años atrás.
Dejó sus vacaciones a medias en la Huasteca Potosina para «agradecer en persona» a 'Gabo' por «su aporte en la literatura» y aprovechó algunos de los segundos que estuvo frente a la urna para recordar lo que sintió al conocer la muerte del escritor y para lo cual citó la última palabra de El coronel no tiene quién le escriba: «Mierda».
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Un admirador del escritor colombiano en el homenaje póstumo realizado en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- Los presidentes Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos encabezaron en el Palacio de Bellas Artes un homenaje al escritor Gabriel García Márquez, quien es el más grande de los colombianos de todos los tiempos, según informa sipse.com.
Peña Nieto dijo que García Márquez es el más grande novelista de América Latina de todos los tiempos y que su fallecimiento es una gran pérdida, no sólo para la literatura sino también para la humanidad.
«Para orgullo de México nuestro país fue el segundo hogar de García Márquez, donde encontró el espacio y la libertad para vivir su vocación y consagrarse en la literatura. Los mexicanos vimos crecer a ese árbol eterno que es García Márquez», expuso Peña durante el homenaje luctuoso que se realiza en el Palacio de Bellas Artes al escritor, informa Milenio.
En su turno, Santos recordó las palabras de Gabo al recibir el Nobel en 1982 en Estocolmo: «Nunca es demasiado tarde para creer en la utopia, una nueva y arrasadora utopía a donde nadie puede decidir por otros hasta la forma de morir, donde deveras sea cierto el amor y sea posible la felicidad».
Así fue como México despidió y rindió homenaje al Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, cuyas cenizas reposaron por horas en el imponente Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, mientras en su natal Aracataca se hizo un sepelio simbólico.
Llevados por su familia desde su casa en el sur de la Ciudad de México, los restos del escritor colombiano fallecido el jueves de la semana pasada fueron recibidos en el máximo recinto cultural de la capital con una lluvia de aplausos, mientras la urna con sus cenizas era colocada sobre un pedestal rodeado de rosas amarillas, publica The Associated Press.
Su esposa Mercedes y sus hijos Gonzalo y Rodrigo hicieron la primera guardia de honor y de inmediato comenzó a tocar un cuarteto de cuerdas que intercaló con una orquesta para interpretar algunos fragmentos de piezas clásicas que le gustaban al escritor, del húngaro Béla Bartók al italiano Giovanni Bottesini.
También estuvieron en la primera guardia el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, Rafael Tovar y de Teresa, y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García.
Mientras decenas de invitados, entre familiares, amigos y funcionarios, hacían guardias alrededor de la urna, los admiradores del escritor pasaban a unos metros, sin poder acercarse más que para dejar algunos ramos más de flores amarillas a los pies del pedestal.
Vallenato de 400 páginas
Un trio musical se detuvo frente a la urna e interpretó una canción de vallenato, la música de la costa caribeña colombiana de donde era originario y que tanto gusta a Gabo, como cariñosamente se le decía al escritor que falleció el jueves a los 87 años en su casa en México. Algunos asistentes siguieron con aplausos el ritmo.
García Márquez dijo en algún momento que su obra cumbre, Cien años de soledad, era un vallenato de 400 páginas.
Al homenaje acudieron los escritores mexicanos Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Homero Aridjis y Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.
El amarillo era el color predilecto del escritor, y las mariposas evocan una célebre escena de su obra maestra, Cien años de soledad.
García Márquez mantuvo lazos importantes con ambos países: nació en Colombia, pero escogió México como lugar de residencia hace varias décadas y allí escribió algunas de sus obras capitales, incluida Cien años de soledad.
Sepelio simbólico en Colombia
En Aracataca, Colombia, el sepelio simbólico se realizó con residentes y visitantes que cargaron una pequeña urna de vidrio y la llevaron en procesión de la casa-museo Gabriel García Márquez hasta la iglesia San José, en el centro del pueblo, y de vuelta al museo.
Unas 3,000 personas vestidas de blanco, algunas con mariposas amarillas de papel en las solapas o flores del mismo color, caminaron por las calles del pueblo que vio nacer al escritor.
«Aracataca le dio mucho a Gabito... que aquí reposen parte de las cenizas», dijo Jorge Polo Camargo, encargado de protocolo de visitantes al sepelio simbólico.
Incierto destino de cenizas
Los restos del autor de El amor en los tiempos del cólera fueron cremados en privado, aunque su destino final aún no es claro.
El embajador colombiano en México, José Gabriel Ortiz, dijo que hay un deseo de que sus restos sean divididos entre México y Colombia, aunque todo dependerá de lo que decida la familia.
Tovar y de Teresa dijo en Milenio Televisión que el domingo habló con Mercedes Barcha, esposa del escritor, y aseguró que aún no ha tomado una decisión sobre el destino de las cenizas.
«Es una decisión muy íntima y en su momento la tomará», comentó. (Con información de Milenio y The Associated Press)
La crónica de Javier Rodríguez Labastida de CNN
México le dio el adiós al colombiano Gabriel García Márquez este lunes en una ceremonia en la que sus seguidores le quitaron solemnidad para darle un ánimo de fiesta y folclor.
El Palacio de Bellas Artes se vistió de luto. Las lonas negras que cubrían templetes, escenarios y pasamanos contrastaba con las flores y moños amarillos, además de las playeras de la selección de Colombia que portaban algunos de los asistentes.
La esencia del homenaje estuvo dividida. Al interior del recinto, la solemnidad y los trajes y vestidos negros estaban enmarcados por el silencio y la música de cámara que acompañó a las cenizas de 'Gabo'.
Al exterior del Palacio de Bellas Artes fue una fiesta a ritmo de vallenato que servía para amenizar las pausas de la lectura que un grupo de jóvenes hizo de Cien años de soledad.
Mientras miles de personas hacían una larga fila que llegaba a más de 300 metros hasta el Hemiciclo a Juárez, en el centro de la Ciudad de México, el grupo Guatapurí cantaba los temas favoritos del escritor García Márquez.
Luis Aponte, vocalista y acordeonista de este grupo colombiano, aseguró que eran uno de los grupos predilectos del escritor y la cita infaltable con él era cada 6 de marzo, día de su cumpleaños.
«Su canción favorita era El cantor de fonseca», aseguró el integrante del grupo que tiene el origen de su nombre en un río de Colombia donde se cree que nació el vallenato.
35 segundos frente a su recuerdo
A unos metros del escenario donde tocaba Guatapurí coplas que cantaban «...es Gabriel García Márquez, pero le decimos Gabo...», cientos de personas abandonaban el Palacio de Bellas Artes después de estar aunque fueran unos segundos cerca de las cenizas del escritor.
Dos de ellos fueron Diego y David, ambos de 24 años de edad y originarios de Bogotá, Colombia.
Diego, quien estudia Pedagogía en el Distrito Federal, afirmó que la muerte del Premio Nobel 1982 fue una «pérdida importante para la cultura, además de que su legado es enorme y hay dolor por ello».
David viajó desde Guadalajara para acompañar a Diego y dijo estar conmovido por el fallecimiento de Gabo, pues lo consideró un «gran hombre y una persona sencilla, cercana al pueblo».
Ambos estuvieron formados más de dos horas y media antes de ingresar por un breve espacio al interior de Bellas Artes.
El mismo tiempo estuvieron formados Ana y Amalia Romero y su amigo Enrique García, que lograron contar 35 segundos cerca de la urna color caoba que resguardaba las cenizas del escritor, quien falleció el pasado jueves en su casa en la Ciudad de México.
«Sentí mucha alegría al entrar porque pensé que no lo lograríamos, pero ya al estar frente a las cenizas fue mucha tristeza porque era un gran hombre que se fue», aseveró Ana, de 22 años de edad.
«Si quieres ser alguien culto tienes que pasar por García Márquez», completó su hermana, de 26 años de edad, y que lloró al enterarse de la muerte de 'Gabo', tras leer la noticia en Facebook.
«Mierda»
Como ocurriera el día de su muerte, el cielo se nubló y algunas gotas sobre la explanada y truenos amenazaron con lluvia, pero el ingreso de miles de personas no se detuvo.
Yango y Martín fueron otros dos jóvenes colombianos radicados en México que también acudieron a «despedir» a su paisano García Márquez, acompañados de una bandera de su país.
«El tiempo fue muy rápido y nos pedían movernos, pero no importa, era estar frente al grande y despedirlos con todos los honores que se merecía», dijo Martín.
Yango afirmó sentir «un vacío enorme en el alma y nostalgia por el legado que 'Gabo' dejó en el continente. García Márquez no es colombiano ni mexicano, es toda América Latina».
Mientras la tarde caía, salió del Palacio de Bellas Artes Miguel Ángel, de 42 años de edad, con un libro en la mano. No es de García Márquez. Los del nobel ya los leyó todos. De hecho fue con Crónica de una muerte anunciada cuando tuvo su primer interés en la lectura, hace 28 años atrás.
Dejó sus vacaciones a medias en la Huasteca Potosina para «agradecer en persona» a 'Gabo' por «su aporte en la literatura» y aprovechó algunos de los segundos que estuvo frente a la urna para recordar lo que sintió al conocer la muerte del escritor y para lo cual citó la última palabra de El coronel no tiene quién le escriba: «Mierda».
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Obituario / Gabriel García Márquez
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El escritor colombiano en la Ciudad de México en 1961. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de abril de2014. (RanchoNEWS).- La salud del autor de Cien años de soledad se deterioró la semana pasada, cuando el autor fue internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán», donde permaneció hospitalizado nueve días, informa La Redacción de El Universal desde la Ciuad de México.
En días pasado se dio a conocer, a través de fuentes confiables de El Universal, que «Gabo» sufrió una recaída ante el cáncer linfático, del que había padecido en 1999. El cáncer invadió pulmón, ganglios e hígado.
El Nobel de Literatura fue dado de alta el 8 de abril del hospital y fue atendido por médicos de esa institución sólo para mejorar sus condiciones generales, a través de cuidados paliativos. Debido a su avanzada edad, el autor quedó fuera de todo tratamiento oncológico, por lo que se decidió trasladarlo a su residencia en la Ciudad de México, donde recibió tratamientos para mejorar su calidad de vida.
El diagnóstico se sumó a una serie de padecimientos generales del autor de El coronel no tiene quien le escriba, algunos de ellos propios de la edad. «Gabo» fue internado inicialmente en el «Salvador Zubirán» tras varias semanas de síntomas característicos de una neumonía, así como por un cuadro infeccioso y una deshidratación. Primero fue atendido en su domicilio, pero las condiciones no mejoraron y se decidió la hospitalización. Inclusive, el autor sufrió episodios derivados del mal de Alzheimer diagnosticado en 2006.
En los últimos años, las apariciones públicas de García Márquez disminuyeron. La última fue durante la inauguración de un boliche en Santa Fe, en septiembre de 2013, en donde fue fotografiado. Días después se le vio en el centro comercial Perisur, en la ciudad de México, en donde se tomó algunas fotografías con admiradores.
Hace dos años, en julio de 2012, Jaime García Márquez, hermano del escritor, reveló en una conferencia que se realizó en Cartagena, Colombia, como parte de la Ruta Quetzal BBVA, que «Gabo» padecía «demencia senil» como casi toda su familia.
Al instante de enterarse sobre la muerte de «Gabo», diversas instituciones y personajes de la vida pública de Colombia, México y el mundo expresaron su pena por la partida del Premio Nobel de Literatura 1982, autor de Cien años de soledad, una de las novelas trascendentales de las letras hispanas.
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El escritor colombiano en la Ciudad de México en 1961. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de abril de2014. (RanchoNEWS).- La salud del autor de Cien años de soledad se deterioró la semana pasada, cuando el autor fue internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición «Salvador Zubirán», donde permaneció hospitalizado nueve días, informa La Redacción de El Universal desde la Ciuad de México.
En días pasado se dio a conocer, a través de fuentes confiables de El Universal, que «Gabo» sufrió una recaída ante el cáncer linfático, del que había padecido en 1999. El cáncer invadió pulmón, ganglios e hígado.
El Nobel de Literatura fue dado de alta el 8 de abril del hospital y fue atendido por médicos de esa institución sólo para mejorar sus condiciones generales, a través de cuidados paliativos. Debido a su avanzada edad, el autor quedó fuera de todo tratamiento oncológico, por lo que se decidió trasladarlo a su residencia en la Ciudad de México, donde recibió tratamientos para mejorar su calidad de vida.
El diagnóstico se sumó a una serie de padecimientos generales del autor de El coronel no tiene quien le escriba, algunos de ellos propios de la edad. «Gabo» fue internado inicialmente en el «Salvador Zubirán» tras varias semanas de síntomas característicos de una neumonía, así como por un cuadro infeccioso y una deshidratación. Primero fue atendido en su domicilio, pero las condiciones no mejoraron y se decidió la hospitalización. Inclusive, el autor sufrió episodios derivados del mal de Alzheimer diagnosticado en 2006.
En los últimos años, las apariciones públicas de García Márquez disminuyeron. La última fue durante la inauguración de un boliche en Santa Fe, en septiembre de 2013, en donde fue fotografiado. Días después se le vio en el centro comercial Perisur, en la ciudad de México, en donde se tomó algunas fotografías con admiradores.
Hace dos años, en julio de 2012, Jaime García Márquez, hermano del escritor, reveló en una conferencia que se realizó en Cartagena, Colombia, como parte de la Ruta Quetzal BBVA, que «Gabo» padecía «demencia senil» como casi toda su familia.
Al instante de enterarse sobre la muerte de «Gabo», diversas instituciones y personajes de la vida pública de Colombia, México y el mundo expresaron su pena por la partida del Premio Nobel de Literatura 1982, autor de Cien años de soledad, una de las novelas trascendentales de las letras hispanas.
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Noticias / México: La muerte de García Márquez - Reacciones
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Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982 - Estocolmo, diciembre 8 de 1982. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- La noticia del fallecimiento del escritor colombiano Gabriel Gacía Marquez (1927-2014) generó de inmediato una reacción mundial.
Medios internacionales destacaron como nota principal en sus sitios digitales el fallecimiento del escritor, según reporta El Universal.
Diarios españoles como El País, El Mundo, y latinos como El Tiempo de Colombia informaron así la triste noticia:
El País, España: Muere Gabriel García Márquez. Desaparece uno de los grandes escritores del siglo XX. El narrador y periodista colombiano, ganador del Nobel en 1982, fue el creador de obras clásicas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada.
El Mundo, España: Fallece Gabriel García Márquez.
El escritor colombiano Gabriel García Márquez ha fallecido a los 87 años de edad en su casa de Ciudad de México después de que se agravara el estado del Premio Nobel de Literatura en los últimos días.
El Tiempo, Colombia. Murió Gabo. El nóbel de literatura colombiano falleció hoy.
La Nación, Argentina: Murió Gabriel García Márquez, el autor de la mítica Cien años de soledad.
El Mercurio, Chile: Las letras universales están de luto: A los 87 años muere Gabriel García Márquez. El autor de Cien años de soledad había estado recientemente hospitalizado a causa de una neumonía que debilitó en extremo su estado de salud, y que buscó superar en su casa de México durante los últimos días.
The Washington Post: Muere el escritor Gabriel García Márquez. Gabriel García Márquez, el premio Nobel cuyas novelas y cuentos expuestos a decenas de millones de lectores a la pasión, la superstición, la violencia y la desigualdad en América Latina, murió en su casa en la Ciudad de México en torno al mediodía, según fuentes cercanas a la familia. Tenía 87 años.
The New York Times señaló que el escritor laureado con el Premio Nobel fue considerado el «exponente supremo», si no el creador, del genero conocido como realismo mágico.
Los Ángeles Times destacó que el escritor y periodista colombiano encantó a millones de lectores alrededor del mundo y popularizó la literatura latinoamericana.
The Wall Street Journal hizo notar asimismo que García Márquez fue una figura pública que en ocasiones fue señalado por sus posiciones políticas. «Usó su fama para tratar de cambiar por la unidad de América Latina y poner fin al intervencionismo de Estados Unidos».
BBC, Reino Unido: Muere el escritor Gabriel García Márquez. García Márquez era considerado uno de los más grandes autores de lengua española, mejor conocido por su obra maestra del realismo mágico, Cien años de soledad.
El Nobel de Literatura falleció esta tarde en su hogar de la ciudad de México a los 87 años, víctima de cáncer. Esto a días de haber sido internado en el Instituto Nacional de Nutrición «Salvador Zubirán» debido a una neumonía y problemas en las vías urinarias.
Manuel Santos, presidente de Colombia
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, la muerte del escritor Gabriel García Márquez.
En su cuenta de Twiiter, el mandatario sudamericano escribió:
«Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia».
Santos había negado el miércoles que el escritor tuviera cáncer.
A una estación de radio colombiana declaró que García Márquez se recuperaba de una «neumonía», pero que ya fue «controlada».
Esto, pese a que la familia del Nobel de Literatura reconoció recientemente que la salud de Gabo es «muy frágil».
«Respaldo lo que dijo la familia, que por favor le respeten su privacidad. Y no es cierto lo que publicó un diario mexicano que se le había revivido el cáncer y que está invadido de la enfermedad. Eso no es cierto. Él sufrió una neumonía, a una avanzada edad, esa neumonía ya está controlada», dijo Santos a Radio Caracol.
Rafael Tovar y de Teresa, director de Conaculta
El director de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, lamentó la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido hoy a los 87 años en la ciudad de México víctima de cáncer.
En entrevista televisiva, expresó: «creo que la muerte de Gabriel García Márquez es algo muy doloroso para su familia, para la cultura, para México y para Colombia, país donde nació»
Tovar aseguró que la figura del colombiano es equiparable a los más grandes escritores, pues éste rompió la literatura universal. «Rompió junto con otros del boom latinoamericano la figura literaria de la época».
El director de Conaculta señaló que «sin duda, las suyas son unas de las grandes páginas escritas en América Latina» lo cual marcó su presencia en la lengua española. «Uno de sus grandes logros es haber traducido el realismo mágico latinoamericano en una verdadera realidad»
Añadió que Gabriel García Márquez tenía una gran diversidad no sólo como escritor, sino más aún como periodista y ensayista, lo que logró acercarlo con la gente.
«Recordar los libros de García Márquez es uno de los grandes gustos que puede tener alguien que guste de la literatura», aseguró Rafael Tovar
Tovar concluyó que el escritor «ha entrado a la eternidad y a la universalidad, y es una de las grandes figuras de las que nos tocó ser contemporáneos»
Shakira y Twitter
«Querido Gabo, alguna vez dijiste que la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda…», tuiteó la cantante Shakira, a pocos minutos de conocerse la noticia de la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Su mensaje es uno de los muchos que han inundado las redes sociales con pésames.
El nombre del Nobel se convirtió inmediatamente en trending topic en Twitter, así como frases relacionadas y ‘hashtags’ de su vida y obra, como: «Fallece Gabriel García Márquez», «Adiós Gabo», «#DescansaEnPazGabo», «Macondo», «Cien Años de Soledad», «Tiempos del Cólera», etcétera.
Presidentes latinoamericanos
La noticia del fallecimiento del escritor colombiano y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, trascendió sin duda a niveles internacionales, por lo que presidentes de Latinoamérica han expresado su pésame por el trágico suceso.
A través de sus cuentas de Twitter los mandatarios han emitido algunas palabras de despedida al más grande escritor de Colombia.
Estos son algunos de los tuits enviados por los presidentes:
Juan Manuel Santos (@JuanManSantos), presidente de Colombia, «Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia».
Sebastian Piñera (@sebastianpinera), ex presidente de Chile, «Ha muerto un grande de la literatura latinoamericana. Nos deja una obra prolifica e inspiradora,que seguira alimentando nuestra imaginacion».
Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH), presidente de Honduras, «Honduras entera se solidariza con Colombia y le acompaña en su tristeza ante la pérdida del ilustre Gabo».
Rafael Correa (@MashiRafael), presidente de Ecuador, «Se nos fue el Gabo, tendremos años de soledad, pero quedan sus obras y amor por la Patria Grande. ¡Hasta la victoria siempre, Gabo querido!»
Ollanta Humala Tasso (@Ollanta_HumalaT), presidente de Perú, «Latinoamérica y el mundo entero sentirán la partida de este soñador. Descansa en paz Gabriel García Marquez allá en Macondo».
Laura Chinchilla M (@Laura_Ch), presidenta de Costa Rica, «Devastador como ‘Historia de un secuestro’ o ‘Crónica de una muerte anunciada’. Inconsolable como ‘Cien años de soledad’. #RIP @ElGabo».
Dilma Rousseff (@dilmabr), presidenta de Brasil, «Fue con tristeza que me enteré de la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez».
Otto Pérez Molina (@ottoperezmolina), presidente de Guatemala, «Lamento el sensible deceso del Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, que en paz descanse».
Nicolás Maduro (@NicolasMaduro), presidente de Venezuela, «El Gabo dejó grabada su huella espiritual en la Nueva Era de nuestra América, cien años de Amor por su espíritu eterno».
Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa se enteró en Ayacucho, donde recibía la Semana Santa junto a su familia, de la muerte de Gabriel García Márquez Dijo que sus novelas sobrevivirán.
Según informó Canal N, el autor se encontraba en el Hotel Plaza de dicha ciudad cuando la prensa le dio la noticia.
Aunque personalmente, el autor no se pronunció, el mencionado canal informó que los allegados del Nobel peruano informaron que éste se encontraba «muy acongojado» y que lamentaba la partida del autor, cuyas obras destacó.
Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez fueron parte fundamental del llamado «boom latinoamericano» y protagonistas de una pelea que se hizo leyenda en las letras hispanas. (El Comercio – Perú / GDA)
Luego de enterarse en Ayacucho del fallecimiento de Gabriel García Márquez, el nobel peruano, Mario Vargas Llosa, mencionó que «ha muerto un gran escritor» al tiempo que mandó sus condolencias a la familia.
«Sus obras le dieron gran difusión y prestigio a la literatura; sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier», reprodujo la versión en línea del diario peruano El Comercio.
Plinio Apuleyo Mendoza y García Márquez en París en 1981. (Foto: Archivo)
Plinio Apuleyo Mendoza
¿Dónde nos conocimos? En un café, hace muchísimo tiempo, cuando Bogotá era todavía una ciudad de mañanas heladas, de tranvías lentos, de campanas profundas, de carrozas funerarias tiradas por caballos percherones y conducidas por cocheros de librea y sombreros de copa.
Él debía de tener unos 20 años y yo, 16.
Fue un encuentro rápido y accidental que no dejaba prever amistad alguna entre dos tipos tan distintos: un muchacho tímido, de lentes, criado por tías vestidas siempre de negro, en casas siempre glaciales, bajo cielos que a toda hora contenían una amenaza de lluvia, y un costeño que había crecido, vivido y pecado en el aire ardiente de las ciénagas y de las plantaciones de banano, a más de treinta grados a la sombra, oyendo el clamor de las chicharras en los duros mediodías, los grillos insomnes de la noche.
Aquel café, como todos los de entonces en Bogotá, es un antro sombrío, envenenado por olores rancios y el humo de cigarrillos, lleno de estudiantes y empleados que pasan horas sentados a la misma mesa.
Estoy con un amigo, Luis Villar Borda, estudiante de primer año de Derecho, cuando alguien lo saluda estrepitosamente desde lejos.
–Ajá, doctor Villar Borda, ¿cómo está usted?
Y en seguida, abriéndose paso entre las mesas atestadas, vibrando sobre el funerario enjambre de trajes y sombreros oscuros, nos sorprende el relámpago de un traje tropical, color crema, ancho de hombros y ajustado en las caderas, traje increíble que habría requerido un fondo de palmeras y quizás un par de maracas en las manos de quien lo lleva con tanto desenfado, un muchacho flaco, alegre, rápido como un pelotero de béisbol o un cantante de rumbas.
Sin pedirle permiso a nadie, el recién llegado toma asiento en nuestra mesa. Su aspecto es descuidado. Tiene una camisa de cuello mugriento, una tez palúdica, un bigote inspirado y lineal. El traje de cantante de rumbas parece flotarle sobre los huesos.
Costeño, pienso. Uno de los tantos estudiantes que vienen de la costa Caribe, cuya vida discurre en pensiones, cantinas y casas de empeño.
Villar me presenta.
Lanzando las palabras con un ímpetu vigoroso, como si fueran pelotas de béisbol, el tipo me sorprende con un inesperado:
–Ajá, doctor Mendoza, ¿cómo van esas prosas líricas?
Yo me siento enrojecer hasta la raíz del pelo. Las prosas líricas de que habla, escritas sigilosamente como se escriben los sonetos de amor del bachillerato, han sido publicadas con reprobable ligereza por mi padre en Sábado, un semanario de amplia circulación que él dirige. Inspiradas por temas tales como la melancolía de los atardeceres en la sabana de Bogotá, prefiero ahora creer que han pasado inadvertidas para todo el mundo.
Pero el costeño aquel parece haberlas leído.
No sé qué contestarle. Por fortuna, la atención del otro se ha desviado repentinamente hacia la camarera, una muchacha desgreñada y con los labios intensamente pintados de rojo, que acaba de aproximarse a la mesa preguntándole qué desea tomar.
El costeño la envuelve en una mirada húmeda, lenta y procaz, una mirada que va tomando nota del busto y las caderas.
–Tráeme un tinto –dice, sin quitarle los ojos de encima.
Luego, sorpresivamente bajando la voz hasta convertirla en un susurro cómplice, apremiante:
–¿Esta noche?
La muchacha, que está recogiendo botellas y vasos en nuestra mesa, hace un gesto de fastidio.
–¿Te aguardo esta noche? –insiste el otro, siempre con voz de susurro, a tiempo que su mano, al descuido, suave como una paloma, se posa en el trasero de ella.
–Suelte –protesta la mujer, esquivándolo malhumorada.
El recién llegado la ve alejarse con una mirada lánguida, salpicada de malos pensamientos, apreciando sus pantorrillas y el balanceo de las caderas. Inquietas cavilaciones le nublan la frente cuando se vuelve hacia nosotros.
–Debe de tener la regla –suspira al fin.
Mi amigo lo examina con agudas pupilas llenas de risa. Bogotano, la forma de ser de los costeños lo divierte sobremanera.
Yo, en cambio, empiezo a ver al tipo con una especie de horror. He oído decir que los costeños atrapan enfermedades venéreas como uno atrapa un resfrío y que en su tierra hacen el amor con las burras (y en caso de apuro, con las gallinas).
Por mi parte, soy un puritano de dieciséis años, con una libido profundamente sofocada que me hace propenso a amores tristes, sin esperanza, por mujeres tales como Íngrid Bergman, Vivien Leigh o Maureen OHara, que veo reír, temblar, besar a otros hombres en las pantallas del cine Metro, los domingos en la tarde. Jamás se me ha ocurrido poner mi mano en el trasero de una camarera.
Cuando el costeño desaparece tan inesperada, rápida y alegremente como ha venido, sin pagar su café, Villar me explica quién es.
–El Espectador ha publicado un par de cuentos. Se llama García Márquez pero en la universidad le dicen Gabito. Todo un caso. Masoquista.
Yo no he oído bien.
–¿Comunista?
–No, hombre, masoquista.
–¿Qué es esa vaina?
–Masoquista, un hombre que se complace sufriendo.
–Pues a mí me pareció un tipo más bien alegrón.
–Es un masoquista típico. Un día aparece por la universidad diciendo que tiene sífilis. Otro día habla de una tuberculosis. Se emborracha, no presenta exámenes, amanece en los burdeles.
Villar se queda contemplando taciturno el humo del cigarrillo que acaba de encender. Su tono es el de un médico que da un diagnóstico severo, irremediable.
–Lástima, tiene talento. Pero es un caso absolutamente perdido.
Muchos años después, siendo amigo irrevocable del caso perdido, habría de conocer las circunstancias duras de su vida de estudiante y de su llegada a Bogotá.
Puedo imaginar al muchacho asustado que años antes de nuestro primer encuentro se bajó del tren, verde de frío y envuelto en lanas prudentes, llevando en la cabeza las impresiones de aquel primer y largo viaje suyo a la capital: el zumbido del viejo barco de rueda que lo trajo río arriba desde la costa; la fulgurante reverberación de las aguas del Magdalena extendiéndose hacia las tórridas riberas donde a veces se escuchan algarabías de micos; el tren que ha subido resoplando con fatiga por el flanco de una cordillera de brumas para depositarlo de pronto en el crepúsculo de una ciudad yerta, con tranvías llenos de hombres vestidos como para un funeral, con luces amarillas que van encendiéndose en las calles mientras en los viejos conventos coloniales suenan las campanas llamando a rosario.
Llevado por su tutor en un taxi, el caso perdido, niño aún, se echó a llorar. Nunca había visto nada tan lúgubre.
Puedo imaginar el pueblo aquel adonde fue conducido luego, Zipaquirá, y el liceo, una especie de convento, el olor sepulcral de los claustros, las campanas dando la hora en el aire lúgubre de las tierras altas; los domingos en que, incapaz de afrontar la tristeza del pueblo, tan distante de su mundo luminoso del Caribe, se quedaba solo en la biblioteca leyéndose novelas de Salgari o Julio Verne.
Puedo imaginar también sus tardes de domingo en Bogotá, años después, cuando, estudiante de Derecho y viviendo en una pensión de la antigua calle Florián, leía libro tras libro sentado en un tranvía que recorría la ciudad de sur a norte, luego de norte a sur.
Mientras el tranvía aquel avanzaba lento en la soleada tarde de domingo, por calles que las multitudes aglomeradas en el estadio de fútbol o en la plaza de toros habían dejado vacías, el caso perdido (me lo contaría muchas veces), con sus dieciocho años maltratados por ansiedades y frustraciones ardientes, tenía la impresión de ser el único en aquella ciudad sin mujer con quien acostarse, el único sin dinero para ir a l cine o a los toros, el único que no podía beberse una cerveza, el único sin amigos ni familia.
Para defenderse de aquel mundo de hombres sombríos del altiplano andino, de ‘cachacos‘ de modales almidonados, que lo miraban con risueño desdén, el caso perdido afirmaba su desenvoltura de costeño. Entraba en los cafés, saludaba con voz fuerte, se sentaba en una mesa sin pedirle permiso a nadie, y si podía, intentaba concertar una cita nocturna con la camarera.
Sin embargo, en el fondo, era un tímido; un solitario, que prefería Kafka a los tratados de Derecho y que escribía cuentos sigilosos en su cuarto de pensión, cuentos que hablaban de su pueblo bananero, de alcaravanes de madrugada y de trenes amarillos.
En suma, el costeño aquel con traje de cantante de rumbas y zapatos color guayaba era un hermano. Pero yo no podía adivinarlo entonces.
Volví a verlo años más tarde, fotografiado en un periódico colombiano con motivo de la aparición de La hojarasca, su primera novela.
Había abandonado, al parecer, los trajes tropicales. Ahora vestía de negro, de un negro férreo y modesto, usaba una corbata de nudo ancho y triangular, y al cruzar la pierna, como lo hacía en la foto, dejaba ver un par de calcetines breves.
Tenía la meritoria corrección de un empleado de banco, de un secretario de juzgado o del reportero que era entonces.
(Uno adivinaba en la foto la caspa, los dedos manchados de nicotina, el barato paquete de cigarrillos negros al lado de la máquina de escribir).
Su aspecto y el título del libro me hicieron pensar en un primer momento en uno de esos malos novelistas llegados de la costa Caribe, que escribían entonces libros llenos de multas, de botellas de ron, de malas palabras, con diálogos imposibles, tal era el colorido empeño que mostraban en transcribir las palabras como las pronunciaban los protagonistas.
La hojarasca me fue enviada por un amigo a París, donde yo estudiaba. «Naturalmente –decía él–, con las exageraciones propias del país, aquí están hablando de un Proust colombiano».
«No, no es un pichón de Proust –pensé después de leer el libro–. Es un pichón de Faulkner». (Especial para El Tiempo/GDA)
Gabo en Bogota, 1959. (Foto: Ediciones B)
La prensa británica
Los principales medios de comunicación británicos se sumaron hoy a los homenajes al escritor Gabriel García Márquez, fallecido este jueves en la ciudad de México.
El diario británico The Guardian afirmó que García Márquez «desató el auge mundial en literatura en español con su novela Cien Años de Soledad».
El diario publicó una semblanza del Premio Nobel de Literatura 1982 en la primera plana de su edición digital y lo definió como «portador del estandarte de las letras latinoamericanas, que estableció una ruta de negociación entre las guerrillas y el gobierno colombiano y construyó una amistad con Fidel Castro».
La BBC anunció que García Márquez murió a los 87 años de edad y lo calificó como el maestro del realismo mágico con su novela Cien años de soledad, que vendió 30 millones de ejemplares.
El diario The Telegraph también publicó una semblanza en que describió a García Márquez como «el escritor en lengua española más conocido desde Miguel de Cervantes en el siglo XVII», y su obra se compara con la del estadunidense del siglo XIX Mark Twain y la del inglés Charles Dickens. (Notimex)
Fernando del Paso
El escritor Fernando del Paso expresó su pesar por el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez. Dijo que fue un gran admirador de él y que su muerte «es una enorme pérdida para la literatura latinoamericana, en particular para el realismo mágico, que yo definiría mejor como magia realista».
El autor de Noticias del Imperio recordó que fue muy amigo de García Márquez en la época en que éste escribió en México Cien años de soledad.
Cristóbal Pera, editor
«Pues fue una experiencia única, como editor trabajar con Gabriel García Márquez. Desde las memorias con las que colaboré con él como editor desde España, antes de ir a México», así inicia la charla con Cristóbal Pera, quien fuera editor del Nobel de Literatura durante ocho años.
El directivo de Penguin Random House dijo en entrevista telefónica con El Universal que «simplemente el tener su amistad, el hablar de libros, de política, fue para mí una experiencia enriquecedora que no tiene precio».
Pera compartió cómo fue la dinámica de trabajo con el escritor colombiano. «En la distancia trabajamos con el manuscrito, él estaba en Los Ángeles, yo estaba en Barcelona,y fue una experiencia increíble.
«Después ya lo conocí y me fui a México y ahí tuve la oportunidad de trabajar con él ya desde hace 8 años. Y sobre todo contar con su afecto, el de su familia y conocerlo de cerca.
«Trabajamos en el libro Yo no vengo a decir un discurso, el libro de la recopilación de sus textos para ser leídos en público, y que fue una experiencia también increíble de nuevo», puntualizó.
La anécdota
Cristóbal Pera contó que García Márquez era «un hombre muy familiar, muy afectuoso. Cuando ya empecé a ir con regularidad a su casa, su asistente me dijo un día que me llamaba entre ellos «El Librero» . Decía ‘va a venir el librero, porque como hablábamos de libros me llamaba así, era una broma entre ellos».
El legado
«El legado es su obra, como de cualquier escritor grande. El mejor recuerdo que se puede tener de él es leer su obra increíble, que como un milagro llegó a todo el mudo y ha sido una de las pocas obras que ha trascendido el español; aunque después de Miguel de Cervantes yo creo que viene él», declaró Pera.
Agregó que «su obra ha trascendido al español a un lado de William Shakespeare, de Cervantes y ha dejado una obra que se lee en la China, en Israel, en la África, se lee en todo el mundo. Sobre todo ‘Cien años de soledad’, pero todo el resto de obras que son un portento de imaginación y de creación literaria». (Daniela Díaz)
Sergio Ramírez y Gioconda Belli
Los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli expresaron hoy un sentimiento de desolación por la muerte de Gabriel García Márquez, «el héroe más grande que ha tenido América Latina».
«La lengua española ya nunca fue la misma con ´Gabo´ y nunca volverá a serlo sin ´Gabo´. Mi sentimiento es de desolación», afirmó en las redes sociales el escritor Sergio Ramírez, quien fue vicepresidente en los años 80.
«El lugar de la Mancha de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse es Macondo. De Cervantes a ´Gabo´ se extiende el arco mágico de la lengua», añadió.
La poetisa Gioconda Belli se sumó a las muestras de tristeza, porque «nos quedamos sin vos en este inmenso Macondo».
«Se murió el héroe más grande que ha tenido América Latina, hizo más por nosotros que Bolívar, Martí, Sandino: nos unió en una identidad reconocible», preciso la novelista y poetisa.
«Ave Gabo! Triste nos quedamos sin vos en este inmenso Macondo», escribió en las redes sociales la autora de «Sofía de los presagios».
Barack Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó hoy el deceso del escritor colombiano Gabriel García Márquez y pronosticó que su legado vivirá para las próximas generaciones.
«Con la muerte de Gabriel García Márquez el mundo ha perdido a uno de sus más grande escritores visionarios y a uno de mis favoritos desde que era joven», señaló Obama en una breve declaración.
Obama dijo haber tenido el honor de conocer en México al laureado escritor de Cien Años de Soledad.
«Allí me presentó con una copia de su libro autografiado, una copia que atesoro hasta este día» , escribió.
El presidente Obama destacó que García Márquez no sólo era un orgulloso colombiano sino un representante de los pueblos de América Latina, además de ser un maestro del realismo mágico.
«Les ofrezco mis pensamientos a sus familiares y amigos, de quienes espero encuentren consuelo en el hecho de que el trabajo del «Gabo» vivirá para las próximas generaciones», finalizó. (Notimex)
Peña Nieto
El presidente Enrique Peña Nieto manifestó su pesar por el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez.
El mandatario definió al autor colombiano radicado en México como «uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos».
Indicó que con su obra García Márquez hizo universal el realismo latinoamericano marcando la cultura de nuestros tiempos.
A través de su cuenta en la red social de Twitter, el presidente de la República indicó: «A nombre de México, expreso mi pesar por el fallecimiento de uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos: Gabriel García Márquez».
En un segundo mensaje señaló que «con su obra, García Márquez hizo universal el realismo mágico latinoamericano, marcando la cultura de nuestro tiempo». (Francisco Reséndiz / El Universal)
Colombia
«Si no hubiera ido a México, Gabriel Gabriel García Márquez no habría adquirido la distancia necesaria para ver cómo los mitos, los terrores colombianos, todo ese proceso de la violencia y la conformación del país se concretaban. No hubiera concretado todos esos fantasmas y pesadillas que él, con una memoria privilegiada, mantuvo calientes durante 20 años para escribir un libro u otro. México le permitió la distancia y le permitió también, en el diálogo con Álvaro Mutis, recordar los episodios y volverlos a escribir», explicó ayer desde Colombia el escritor y poeta Juan Gustavo Cobo Borda.
En Colombia se gestó la obra de Gabriel García Márquez y en México ésta maduró.
Mario Rey, escritor y editor colombiano radicado en México, comentó: «García Márquez salió de Colombia porque trabajaba en El Espectador, se tuvo que ir a París y, por la dictatura, se quedó sin trabajo. Después lo contrató Prensa Latina, agencia de la Revolución Cubana, y se fue a Nueva York, pero se acentuó la crisis de Prensa Latina… mientras se comunica constantemente con Álvaro Mutis, que lo invita a venir a México en 1961».
«Gabo –relató Cobo Borda– cuando vio que no podía seguir trabajando con los cubanos de Prensa Latina en Nueva York, cogió el bus porque quería recorrer las tierras de William Faulkner, con sólo 100 dólares, que le mandó un amigo, atravesó Estados Unidos y cuando llegó a México lo esperaba Mutis; el siempre solidario y compañero sobre aquello de ‘hablar de la vaina’ que era Mutis. Creo que lo primero que hizo fue llevarlo a los estudios de los Hermanos Barbachano Ponce. Ya sabía de Carlos Fuentes porque había publicado un cuento suyo en la Revista Mexicana de Literatura».
El colombiano se vinculó con un grupo diverso donde estaban desde el cineasta Luis Buñuel, hasta el escritor Carlos Monsiváis. México fue también la puerta a la literatura de Juan Rulfo.
«Es Mutis quien le enseña Pedro Páramo. Es un momento clave en su formación como escritor. Reconocía que era una de las obras que más admiraba», dijo Mario Rey.
El cine mexicano
Numerosos artículos periodísticos de García Márquez, que datan de los años 50, se refieren al cine de México, a sus actores, guionistas, productores. El de México era un universo que el periodista había conocido en las mismas salas de cine colombianas. Un universo que era familiar en Colombia gracias también a la música popular. Ya los dos países llevaban tiempo de un intercambio del que Gabo sería el «epítome», como lo explicó el poeta colombiano Darío Jaramillo Agudelo.
En ese intercambio entre los dos países, Jaramillo recuerda por ejemplo la llegada a Colombia en el siglo XIX del pintor Francisco Santiago Gutiérrez, que fundaría la Academia de Bellas Artes de Colombia; la estancia en México de artistas como Rómulo Rozo, Omar Rayo, Rodrigo Arenas Betancourt, Fernando Botero; la estancia en Colombia de escritores como Carlos Pellicer, José Juan Tablada, Gilberto Owen… Y en este recorrido de ida y vuelta, también vinieron de Colombia a México los escritores Porfirio Barba Jacob –periodista y poeta–, Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez y, más recientemente, Fernando Vallejo. «García Márquez es el epítome en todo, es el gran colombiano y es el gran mexicano. Llegó hace más de 50 años. Allá estaba su vida, allá crecieron sus hijos».
Una década después de que García Márquez escribiera esos artículos sobre cine, el cine lo acercó todavía más a este país, al propio Juan Rulfo, a Arturo Ripstein; a veces fue guionista e incluso llegó a tener una breve aparición.
Así lo contó Juan Gustavo Cobo Borda: «Hicieron una película experimental, participaron Rulfo, Buñuel, Monsiváis, una especie de conspiración de amigos. Buñuel hacía de cura y predicaba desde el púlpito; García Márquez estaba en la puerta del supuesto cine cobrando las entradas. [En ese grupo] encontró el espacio más propicio para muchos de sus intereses. Uno de ellos era el cine y otro era la posibilidad de que, incluso trabajando en publicidad, se podría encerrar después 18 meses, sólo recibir el whisky y el cariño de los amigos como Jomi Garcia Ascot y Álvaro Mutis, y embarcarse en la gran saga de Cien años de soledad».
«Esa época es clave en la construcción de Cien años de soledad. Contaba que iba de camino hacia Acapulco cuando se percató del tono en que quería contar su libro, entonces se regresó. Pasó en su casa 18 meses dedicados a escribir. El dinero que tenía se lo dio a Mercedes para que lo administrara», describió Mario Rey.
En aquellos primeros años también publicó con la Universidad Veracruzana Los funerales de la Mamá Grande y, como guionista con Carlos Fuentes, trabajó el texto de Juan Rulfo, El gallo de oro.
«Tuvo muchos inconvenientes por falta de dinero –dijo Rey–, pero también una convicción absoluta en lo que tenía que hacer. Eso hay que destacarlo en él: tuvo fe absoluta en su oficio, jamás trabajó en algo distinto a la escritura, como escritor y como periodista».
Para Rey, García Márquez «no sólo es uno de los grandes escritores de la lengua española y del mundo, sino un genio sólo comparable con Miguel de Cervantes; grandes en simbolismo de la obra, universalidad, lenguaje, trabajo. Lo critican por las fotos con presidentes y con la aristocracia colombiana, pero la gente no se da cuenta de que esa aristocracia se acerca a él por la dimensión que él tiene. Él representa el otro sector de Colombia, es un hombre de una familia de trabajadores, que se ha forjado y hecho toda su vida, y que ha llegado a tener dinero y poder a partir de su trabajo. Es algo muy importante porque en Colombia mucha gente no lo quiere por envidia. No lo quiere la aristocracia porque es de izquierda, y los de izquierda no lo quieren porque estaba cerca del poder pero lo hacía convencido de la necesidad de negociar, de lograr la paz».
En palabras de Darío Jaramillo: «García Márquez es el colombiano más importante que ha existido en todos los niveles. Lo que ha hecho no lo ha igualado nadie que haya existido. La suya es una grandeza llena de amor, no es la del jefe militar o jefe político. Nos sentíamos parientes de él, que él era parte de nosotros porque todo el que lo haya leído siente que tuvo muy buena compañía en la vida, que los momentos que tuvo con él fueron muy gratos. Es muy bueno para este país que el colombiano más importante de todos los tiempos sea un contador de cuentos».
Finalmente, Juan Gustavo Cobo Borda exalta el lugar de la poesía en García Márquez: «Fue un lector insaciable que, para poder escribir sus libros, asimiló a los Cronistas de Indias, todos los trabajos sobre los dictadores, todo lo referente a Simón Bolívar, y que luego lo volvió su pulso y su sangre en un estilo que es único porque es accesible a todos. Nos enseñó que si no está la aventura, la intriga, el amor, la cursilería, el infinito goce del bolero y todo eso, la gente deja el libro. Descubrió esa veta única de aquello que él decía: ‘todos queremos saber de dónde venimos, y quiénes son nuestros papás y nuestras mamás’. No se explica la trascendencia de Gabo si no es precisamente por la poesía; toda su prosa está sustentada en el Siglo de Oro español, en Pablo Neruda. Supo que toda la gente no sólo cuando es joven sino cuando es vieja, sólo recuerda los versos que le enseñaron en la casa o en la escuela, y por eso la figura central de El Otoño del Patriarca no es el dictador sino el poeta Rubén Darío». (Sonia Sierra / El Universal)
El escritor Álvaro Mutis, el pintor Fernando Botero y García Márquez, en una calle de Bogotá en 1959. (Foto: Ediciones B)
Jacobo Zabludovsky
El periodista mexicano Jacobo Zabludovsky fue una de las primeras personalidades que esta mañana acudió a la casa del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, fallecido ayer en la Ciudad de México, para dar el pésame a la familia.
Antes de entrar a la casa, el periodista dijo algunas palabras a la prensa que desde la mañana hace guardia afuera de la casa marcada con el número 144, en la calle de Fuego, en la colonia Jardines del Pedregal.
«Es un sentimiento de ausencia de uno de los hombres a los que más debemos. Es uno de esos personajes que cuando mueren dejan mejor al mundo que cuando lo encontraron al nacer», declaró.
El periodista, que llegó directamente a este lugar proveniente de un vuelo de Estados Unidos, comentó que está muy triste por el fallecimiento de uno de sus amigos. «Es un privilegio que entre los amigos que tú tengas está la persona que más admiras y ese es mi caso con García Márquez. Era un hombre bueno, inteligente y muy culto. Para mí es el escritor más importante en el mundo hasta el momento en que muere», dijo.
El también colaborador de El Universal señaló que tiene muchas anécdotas que contar de su relación con el autor de Cien años de soledad, pero por ahora, prefirió no abundar en eso y apurarse a entrar a la casa.
Al lugar también llegó el escritor y fotógrafo colombiano Guillermo Angulo, aunque no quiso dar declaraciones. (Abida Ventura)
Carmen Balcells
La agente literaria Carmen Balcells afirmó hoy que cree que con la muerte en el día de Jueves Santo del escritor colombiano Gabriel García Márquez «nace una nueva religión: El Gabismo».
La agente literaria más famosa del mundo latino, que tiene en su cartera los derechos de autor de escritores de la talla de García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar o Pablo Neruda, declaró que cuando apareció Gabo en los años 60 pensó que «su presencia podía ser una revolución».
Balcells, de 83 años, subrayó que será una ferviente seguidora de la nueva religión que ella misma bautizó con el nombre de «Gabismo».
«A ver si la vida me alcanza para adorarlo y disfrutar de los primeros milagros. Seguro que hará cosas extraordinarias. Yo prometo avisarles si la primera cosa que le he pedido esta madrugada me la concede. Si hay fe, sale», recalcó la agente literaria, que no desveló la petición.
En algunas entrevistas recientes, Balcells explicaba que en su despacho de Barcelona tiene una inscripción escrita de puño y letra por Gabriel García Márquez en la que el Nobel colombiano declara que algún día él querría montar una agencia literaria… si tuviera un autor como él. (EFE)
Los reyes de España
Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, expresaron hoy sus condolencias por la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, con un mensaje a su viuda Mercedes Barcha.
Fuentes oficiales informaron que los miembros de la casa real enviaron un telegrama en el que expresaron su dolor y pesar por el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura 1982, ocurrido el jueves en su casa de la ciudad de México a los 87 años de edad. (Notimex)
La Cepal
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) expresó hoy su pesar por el fallecimiento del escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, ocurrido el jueves en la ciudad de México, donde residía.
En una carta dirigida a Mercedes Barcha Pardo, Rodrigo García Barcha y Gonzalo García Barcha, viuda e hijos del escritor, la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, expresó el sentimiento de pesar de todos quienes laboran en ese organismo por el deceso del también periodista.
«Reciban nuestro cariño y solidaridad, sentimos propia la pérdida que los embarga, propia también la certeza que lo que hoy somos los latinoamericanos, lo que mañana seremos, tiene en Gabo, en su obra y en su vida, uno de sus cimientos germinales» , subrayó.
«Es con profundo dolor que nos ha alcanzado la triste noticia del fallecimiento de vuestro esposo y padre, Gabriel García Márquez, patrimonio colectivo de la identidad de un continente que encontró en sus letras el reflejo de un espejo que retrató nuestros colores, nuestros tonos, nuestras luces y sombras» , enfatizó.
Bárcena destacó que García Márquez «no sólo le dio en el mundo voz propia a la narrativa latinoamericana» .
Sino que «su paternidad fecunda está patente en el esfuerzo por formar a los que a través de la imagen en movimiento también querían contar nuestras historias, desde la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños» , Cuba.
«También está su semilla fértil en el alumbramiento de generaciones de nuevos cronistas y reporteros al amparo de la Fundación Gabriel García Márquez para el nuevo Periodismo Iberoamericano» , afirmó Bárcena, tras destacar «su preocupación por el devenir político y social de nuestro continente».
La secretaria ejecutiva de la Cepal indicó que esa preocupación «develó siempre la sensibilidad comprometida de un hombre de convicciones igualitarias y justicieras, rebelde ante la iniquidad y el abuso». (Notimex)
La Unesco
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, rindió hoy homenaje al fallecido escritor Gabriel García Márquez y dijo que es muerte es «una grandísima pérdida para la cultura universal».
En un comunicado, la responsable de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) calificó a «Gabo» de «uno de los escritores más importantes del siglo XX».
«Cualquiera que haya leído Cien años de soledad guardará para siempre ese sentimiento de gran impacto artístico y humanista», aseguró Bokova, quien señaló que el colombiano lega «una obra inmensa en forma de canto de amor a la realidad desmesurada de América Latina y el Caribe».
Para la directora general de la Unesco, el colombiano encarnó, junto a Borges y Neruda «el poder de la literatura para explorar la realidad, sus fantasmas y mitos».
«La Unesco se une a todos los amantes de la literatura, en su ciudad natal de Aracataca, en Colombia y en todo el mundo, que lloran hoy su desaparición», agregó.
Bokova rindió homenaje «a la memoria de este grandísimo escritor y periodista, militante apasionado de los derechos humanos y de la libertad de información como fuerza impulsora de la emancipación y la democracia». (EFE)
El presidente español
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, expresó hoy su afecto y admiración por Gabriel García Márquez, «el escritor imprescindible más universal de la literatura en español de la segunda mitad del siglo XX».
El mandatario español envió este viernes un telegrama al embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo, por el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura 1982, por lo que extendió su pésame a la familia del escritor y al pueblo de Colombia.
«García Márquez es el creador de todo un mundo y de una geografía literaria donde la fantasía y el mito, lo verdadero e irreal, se mezclan con la vida cotidiana para atrapar al lector en un espacio de reflexión, imaginación e inquietud», aseveró Rajoy en su telegrama.
Expuso que la obra de «Gabo», «espejo del alma latinoamericana y de lo hispano, ha dado lugar, por el contrario, a un lenguaje universal que ha influido en varias generaciones de escritores de todas las lenguas y en literaturas lejanas».
«García Márquez ha contribuido decisivamente a situar a América Latina y a la literatura en español en la vanguardia internacional de las letras y de la cultura, inspirando una herencia y valores comunes, integradores y diversos a la vez, a ambos lados del Atlántico que colombianos y españoles compartimos con orgullo», agregó. (Notimex)
La prensa árabe
La prensa árabe recogió hoy la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el jueves en México, destacando su relevancia internacional y su gran contribución a las letras españolas.
«Mago del cuento» y «padre del realismo mágico», son los términos usados por algunos diarios de Oriente Medio para describir al premio nobel de literatura.
El periódico internacional árabe Al Hayat publica en portada en su versión digital la noticia del fallecimiento del «novelista de América Latina y su mago».
Al Hayat explica que García Márquez fue «uno de los escritores más respetados e influyentes de su generación».
Otro de los rotativos de prestigio de la región, Al Sharq al Ausat, hace hincapié en que el colombiano «no sólo ha dejado su huella en la literatura hispánica sino también en la mundial».
Por su parte, el diario estatal egipcio Al Ahram, el de mayor tirada, y el independiente Al Masry al Yum recuerdan que es «uno de los principales exponentes de la escuela del realismo mágico».
El segundo rotativo egipcio, que acompaña su noticia con una fotografía de Gabo despidiéndose, destaca que la obra Cien años de soledad es la más representativa de esta corriente literaria.
Toda la prensa libanesa también se hace eco del fallecimiento del afamado novelista. El diario en lengua francesa L’Orient-le Jour afirma por ejemplo en portada que «los gigantes nunca mueren».
Otros medios titulan con «Partida de Márquez: mago del cuento» (As Safir) o con un escueto «Adiós Gabo» (Al Akbar).
García Márquez falleció ayer a los 87 años en su residencia de la capital mexicana, donde vivió durante los últimos años.(EFE)
La prensa europea
Los diarios europeos despiden hoy al escritor colombiano Gabriel García Márquez, «el maestro del realismo mágico» y el «catalizador del boom de la novela latinoamericana» y destacan, al recordar su trayectoria, su obra «Cien años de soledad».
Gabriel García Márquez falleció ayer a los 87 años en su residencia de la capital mexicana, donde vivió durante los últimos años.
En el Reino Unido, el periódico The Guardian apunta hoy que el premio nobel ayudó con Cien años de soledad «a impulsar el ‘boom’ de la literatura latinoamericana», y The Daily Telegraph recuerda al escritor como uno de los mejores del siglo XX y como un «exponente claro de la ‘Escuela del realismo mágico’ de América Latina».
El canal público BBC apuntó hoy que «con sus libros, revivió el encanto de Latinoamérica a las mentes de millones de personas».
En Francia, el diario Libération titula «García Márquez, soledad eterna» y le dedica una de sus portadas monográficas, mientras Le Figaro, en su suplemento literario, le considera «el patriarca», padre del realismo mágico.
«Muere un gigante de la literatura», indica Le Parisien, que señala que el colombiano «lleva en sus obras todo el alma de América Latina», y en su página web, el vespertino Le Monde informa de la muerte de «uno de los principales escritores del siglo XX».
En Alemania, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, en su edición digital, afirma: «Es verdad que gracias al idioma español buena parte del mundo era su público. Pero el que Gabriel García Márquez fuera el escritor más conocido de nuestra época se debe ante todo a su fuerza narrativa y a su fantasía».
El «Süddeutsche Zeitung» de Múnich destaca que la obra de García Márquez marcó la imagen de Sudamérica que tuvieron muchas generaciones.
En Italia, el diario La Repubblica dedica tres páginas que hacen un repaso de su vida y sus obras, y en las que el también escritor colombiano Santiago Gamboa, colaborador ocasional de este medio, escribe una rotunda afirmación: «Cien años de soledad es sin duda la obra literaria más importante en español después de El Quijote».
Il Corriere della Sera destaca la «obstinada fidelidad» del colombiano al líder cubano Fidel Castro, lo que le valió el veto al ingreso en Estados Unidos hasta que el expresidente estadounidense Bill Clinton, quien le llegó a considerar su «héroe literario», levantase esta prohibición en 1994.
El rotativo La Stampa abre con la fórmula «Cien años de soledad sin Márquez» y la ilustra con una fotografía del escritor colombiano leyendo su último ensayo, «Yo no vengo a dar un discurso», publicado en 2010.
El diario belga Le Soir afirma que «su obra va más allá de las letras suramericanas, de las que es uno de sus principales representantes», mientras La Libre Bélgique afirma: «Gabriel García Márquez, una inmensa pluma que ha partido».
El diario económico L’Echo señala que García Márquez «encarnó el alma del realismo mágico, una corriente literaria testigo de un continente agitado», y el diario flamenco De Standaard destaca que la inspiración del maestro colombiano llegó en buena parte del pasado familiar.
En Suiza, el rotativo Le Temps, afirma en su edición digital que «es uno de los escritores que han marcado la segunda mitad del siglo XX», mientras Le Matin, dice que «está considerado como uno de los grandes escritores de la historia de la literatura en lengua española
Los rotativos La Tribune de Genève y Le Matin destacaron que, para marcar la importancia de Gabo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha decretado tres días de duelo nacional.
En Grecia, el diario «Ta Nea» titula «Mil años de soledad y tristeza», y «Murió el patriarca del realismo mágico», encabeza a su vez el portal informativo In.gr.
En Albania, el diario Shekulli escribe en la portada: «Se ha extinguido a edad de 87 años el genio de las letras, Gabriel García Márquez», mientras que el diario Mapo también lamenta la muerte del «gigante mundial de las letras en lengua española». (EFE)
China
El Gobierno chino destacó hoy la «grandeza» del legado que deja Gabriel García Márquez y transmitió su pésame a la familia del premio Nobel de la Literatura colombiano.
Así lo aseguró hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa en Pekín, en la que también dijo que el Gobierno de la potencia asiática «tiene constancia de sus obras y del gran tesoro que ha dejado a la humanidad, y que tiene con gran seguimiento en China».
«Lamentamos su muerte y enviamos nuestras condolencias a todos los miembros de su familia», agregó la portavoz.
La obra de García Márquez cuenta con un gran seguimiento en el país asiático, y prueba de ello es que Cien Años de Soledad, traducido al mandarín, superó el millón de ejemplares vendidos en 2011, apenas meses después de estar disponible en las librerías chinas.
Numerosas personalidades del mundo de las letras de la segunda economía mundial transmitieron hoy su pesar por la defunción del escritor, quien inspiró especialmente al también Nobel de la Literatura chino Mo Yan, como él mismo reconoció al recoger el galardón en 2012. (EFE)
La prensa estadounidense
Gabriel García Márquez introdujo al mundo en las poderosas corrientes del realismo mágico creando un estilo literario que mezcló realidad, mito, amor y pérdidas, afirmó hoy el diario The Washington Post en un artículo sobre la muerte del escritor colombiano.
«Conocido cariñosamente en toda América Latina como Gabo, García Márquez fue periodista, novelista, guionista, dramaturgo, memorialista y un estudioso de la historia política y la literatura modernista», añadió el artículo.
Por la «fuerza de su obra se convirtió en un ícono cultural que atrajo un vasto público y que a veces atrajo críticas por su indeclinable apoyo para el caudillo cubano Fidel Castro» , según el Post.
En relación con la muerte de García Márquez, el diario conservador The Washington Times se limitó a publicar una reseña de reacciones mundiales preparada por agencias de noticias, el mismo material que usaron las mayores cadenas de televisión como ABC y CBS.
El diario The Wall Street Journal, en un artículo de su corresponsal en Bogotá, Juan Forero, recordó que la obra más famosa de García Márquez, Cien años de soledad se tradujo a decenas de idiomas y vendió treinta millones de ejemplares.
«El libro se considera el ejemplo en literatura del realismo mágico y generó incontables imitaciones además de inspirar a una generación de escritores en América Latina y más allá» , apuntó el diario.
El diario The Angeles Times señaló que «el autor de siete novelas y numerosos relatos breves y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 llenó sus páginas con las vidas de soñadores, mujeriegos, anarquistas, ladrones y profetas, hombres y mujeres guiados por sus apetitos y a menudo aislados por sus tonterías» .
«Por muy fantásticas que fueran sus ficciones los personajes jamás estuvieron demasiado lejos de la realidad», añadió. (EFE)
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Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982 - Estocolmo, diciembre 8 de 1982. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de abril de 2014. (RanchoNEWS).- La noticia del fallecimiento del escritor colombiano Gabriel Gacía Marquez (1927-2014) generó de inmediato una reacción mundial.
Medios internacionales destacaron como nota principal en sus sitios digitales el fallecimiento del escritor, según reporta El Universal.
Diarios españoles como El País, El Mundo, y latinos como El Tiempo de Colombia informaron así la triste noticia:
El País, España: Muere Gabriel García Márquez. Desaparece uno de los grandes escritores del siglo XX. El narrador y periodista colombiano, ganador del Nobel en 1982, fue el creador de obras clásicas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada.
El Mundo, España: Fallece Gabriel García Márquez.
El escritor colombiano Gabriel García Márquez ha fallecido a los 87 años de edad en su casa de Ciudad de México después de que se agravara el estado del Premio Nobel de Literatura en los últimos días.
El Tiempo, Colombia. Murió Gabo. El nóbel de literatura colombiano falleció hoy.
La Nación, Argentina: Murió Gabriel García Márquez, el autor de la mítica Cien años de soledad.
El Mercurio, Chile: Las letras universales están de luto: A los 87 años muere Gabriel García Márquez. El autor de Cien años de soledad había estado recientemente hospitalizado a causa de una neumonía que debilitó en extremo su estado de salud, y que buscó superar en su casa de México durante los últimos días.
The Washington Post: Muere el escritor Gabriel García Márquez. Gabriel García Márquez, el premio Nobel cuyas novelas y cuentos expuestos a decenas de millones de lectores a la pasión, la superstición, la violencia y la desigualdad en América Latina, murió en su casa en la Ciudad de México en torno al mediodía, según fuentes cercanas a la familia. Tenía 87 años.
The New York Times señaló que el escritor laureado con el Premio Nobel fue considerado el «exponente supremo», si no el creador, del genero conocido como realismo mágico.
Los Ángeles Times destacó que el escritor y periodista colombiano encantó a millones de lectores alrededor del mundo y popularizó la literatura latinoamericana.
The Wall Street Journal hizo notar asimismo que García Márquez fue una figura pública que en ocasiones fue señalado por sus posiciones políticas. «Usó su fama para tratar de cambiar por la unidad de América Latina y poner fin al intervencionismo de Estados Unidos».
BBC, Reino Unido: Muere el escritor Gabriel García Márquez. García Márquez era considerado uno de los más grandes autores de lengua española, mejor conocido por su obra maestra del realismo mágico, Cien años de soledad.
El Nobel de Literatura falleció esta tarde en su hogar de la ciudad de México a los 87 años, víctima de cáncer. Esto a días de haber sido internado en el Instituto Nacional de Nutrición «Salvador Zubirán» debido a una neumonía y problemas en las vías urinarias.
Manuel Santos, presidente de Colombia
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, la muerte del escritor Gabriel García Márquez.
En su cuenta de Twiiter, el mandatario sudamericano escribió:
«Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia».
Santos había negado el miércoles que el escritor tuviera cáncer.
A una estación de radio colombiana declaró que García Márquez se recuperaba de una «neumonía», pero que ya fue «controlada».
Esto, pese a que la familia del Nobel de Literatura reconoció recientemente que la salud de Gabo es «muy frágil».
«Respaldo lo que dijo la familia, que por favor le respeten su privacidad. Y no es cierto lo que publicó un diario mexicano que se le había revivido el cáncer y que está invadido de la enfermedad. Eso no es cierto. Él sufrió una neumonía, a una avanzada edad, esa neumonía ya está controlada», dijo Santos a Radio Caracol.
Rafael Tovar y de Teresa, director de Conaculta
El director de la Comisión Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, lamentó la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido hoy a los 87 años en la ciudad de México víctima de cáncer.
En entrevista televisiva, expresó: «creo que la muerte de Gabriel García Márquez es algo muy doloroso para su familia, para la cultura, para México y para Colombia, país donde nació»
Tovar aseguró que la figura del colombiano es equiparable a los más grandes escritores, pues éste rompió la literatura universal. «Rompió junto con otros del boom latinoamericano la figura literaria de la época».
El director de Conaculta señaló que «sin duda, las suyas son unas de las grandes páginas escritas en América Latina» lo cual marcó su presencia en la lengua española. «Uno de sus grandes logros es haber traducido el realismo mágico latinoamericano en una verdadera realidad»
Añadió que Gabriel García Márquez tenía una gran diversidad no sólo como escritor, sino más aún como periodista y ensayista, lo que logró acercarlo con la gente.
«Recordar los libros de García Márquez es uno de los grandes gustos que puede tener alguien que guste de la literatura», aseguró Rafael Tovar
Tovar concluyó que el escritor «ha entrado a la eternidad y a la universalidad, y es una de las grandes figuras de las que nos tocó ser contemporáneos»
Shakira y Twitter
«Querido Gabo, alguna vez dijiste que la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda…», tuiteó la cantante Shakira, a pocos minutos de conocerse la noticia de la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Su mensaje es uno de los muchos que han inundado las redes sociales con pésames.
El nombre del Nobel se convirtió inmediatamente en trending topic en Twitter, así como frases relacionadas y ‘hashtags’ de su vida y obra, como: «Fallece Gabriel García Márquez», «Adiós Gabo», «#DescansaEnPazGabo», «Macondo», «Cien Años de Soledad», «Tiempos del Cólera», etcétera.
Presidentes latinoamericanos
La noticia del fallecimiento del escritor colombiano y premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, trascendió sin duda a niveles internacionales, por lo que presidentes de Latinoamérica han expresado su pésame por el trágico suceso.
A través de sus cuentas de Twitter los mandatarios han emitido algunas palabras de despedida al más grande escritor de Colombia.
Estos son algunos de los tuits enviados por los presidentes:
Juan Manuel Santos (@JuanManSantos), presidente de Colombia, «Mil años de soledad y tristeza por la muerte del más grande colombiano de todos los tiempos! Solidaridad y condolencias a la Gaba y familia».
Sebastian Piñera (@sebastianpinera), ex presidente de Chile, «Ha muerto un grande de la literatura latinoamericana. Nos deja una obra prolifica e inspiradora,que seguira alimentando nuestra imaginacion».
Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH), presidente de Honduras, «Honduras entera se solidariza con Colombia y le acompaña en su tristeza ante la pérdida del ilustre Gabo».
Rafael Correa (@MashiRafael), presidente de Ecuador, «Se nos fue el Gabo, tendremos años de soledad, pero quedan sus obras y amor por la Patria Grande. ¡Hasta la victoria siempre, Gabo querido!»
Ollanta Humala Tasso (@Ollanta_HumalaT), presidente de Perú, «Latinoamérica y el mundo entero sentirán la partida de este soñador. Descansa en paz Gabriel García Marquez allá en Macondo».
Laura Chinchilla M (@Laura_Ch), presidenta de Costa Rica, «Devastador como ‘Historia de un secuestro’ o ‘Crónica de una muerte anunciada’. Inconsolable como ‘Cien años de soledad’. #RIP @ElGabo».
Dilma Rousseff (@dilmabr), presidenta de Brasil, «Fue con tristeza que me enteré de la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez».
Otto Pérez Molina (@ottoperezmolina), presidente de Guatemala, «Lamento el sensible deceso del Premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, que en paz descanse».
Nicolás Maduro (@NicolasMaduro), presidente de Venezuela, «El Gabo dejó grabada su huella espiritual en la Nueva Era de nuestra América, cien años de Amor por su espíritu eterno».
Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa se enteró en Ayacucho, donde recibía la Semana Santa junto a su familia, de la muerte de Gabriel García Márquez Dijo que sus novelas sobrevivirán.
Según informó Canal N, el autor se encontraba en el Hotel Plaza de dicha ciudad cuando la prensa le dio la noticia.
Aunque personalmente, el autor no se pronunció, el mencionado canal informó que los allegados del Nobel peruano informaron que éste se encontraba «muy acongojado» y que lamentaba la partida del autor, cuyas obras destacó.
Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez fueron parte fundamental del llamado «boom latinoamericano» y protagonistas de una pelea que se hizo leyenda en las letras hispanas. (El Comercio – Perú / GDA)
Luego de enterarse en Ayacucho del fallecimiento de Gabriel García Márquez, el nobel peruano, Mario Vargas Llosa, mencionó que «ha muerto un gran escritor» al tiempo que mandó sus condolencias a la familia.
«Sus obras le dieron gran difusión y prestigio a la literatura; sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier», reprodujo la versión en línea del diario peruano El Comercio.
Plinio Apuleyo Mendoza y García Márquez en París en 1981. (Foto: Archivo)
Plinio Apuleyo Mendoza
¿Dónde nos conocimos? En un café, hace muchísimo tiempo, cuando Bogotá era todavía una ciudad de mañanas heladas, de tranvías lentos, de campanas profundas, de carrozas funerarias tiradas por caballos percherones y conducidas por cocheros de librea y sombreros de copa.
Él debía de tener unos 20 años y yo, 16.
Fue un encuentro rápido y accidental que no dejaba prever amistad alguna entre dos tipos tan distintos: un muchacho tímido, de lentes, criado por tías vestidas siempre de negro, en casas siempre glaciales, bajo cielos que a toda hora contenían una amenaza de lluvia, y un costeño que había crecido, vivido y pecado en el aire ardiente de las ciénagas y de las plantaciones de banano, a más de treinta grados a la sombra, oyendo el clamor de las chicharras en los duros mediodías, los grillos insomnes de la noche.
Aquel café, como todos los de entonces en Bogotá, es un antro sombrío, envenenado por olores rancios y el humo de cigarrillos, lleno de estudiantes y empleados que pasan horas sentados a la misma mesa.
Estoy con un amigo, Luis Villar Borda, estudiante de primer año de Derecho, cuando alguien lo saluda estrepitosamente desde lejos.
–Ajá, doctor Villar Borda, ¿cómo está usted?
Y en seguida, abriéndose paso entre las mesas atestadas, vibrando sobre el funerario enjambre de trajes y sombreros oscuros, nos sorprende el relámpago de un traje tropical, color crema, ancho de hombros y ajustado en las caderas, traje increíble que habría requerido un fondo de palmeras y quizás un par de maracas en las manos de quien lo lleva con tanto desenfado, un muchacho flaco, alegre, rápido como un pelotero de béisbol o un cantante de rumbas.
Sin pedirle permiso a nadie, el recién llegado toma asiento en nuestra mesa. Su aspecto es descuidado. Tiene una camisa de cuello mugriento, una tez palúdica, un bigote inspirado y lineal. El traje de cantante de rumbas parece flotarle sobre los huesos.
Costeño, pienso. Uno de los tantos estudiantes que vienen de la costa Caribe, cuya vida discurre en pensiones, cantinas y casas de empeño.
Villar me presenta.
Lanzando las palabras con un ímpetu vigoroso, como si fueran pelotas de béisbol, el tipo me sorprende con un inesperado:
–Ajá, doctor Mendoza, ¿cómo van esas prosas líricas?
Yo me siento enrojecer hasta la raíz del pelo. Las prosas líricas de que habla, escritas sigilosamente como se escriben los sonetos de amor del bachillerato, han sido publicadas con reprobable ligereza por mi padre en Sábado, un semanario de amplia circulación que él dirige. Inspiradas por temas tales como la melancolía de los atardeceres en la sabana de Bogotá, prefiero ahora creer que han pasado inadvertidas para todo el mundo.
Pero el costeño aquel parece haberlas leído.
No sé qué contestarle. Por fortuna, la atención del otro se ha desviado repentinamente hacia la camarera, una muchacha desgreñada y con los labios intensamente pintados de rojo, que acaba de aproximarse a la mesa preguntándole qué desea tomar.
El costeño la envuelve en una mirada húmeda, lenta y procaz, una mirada que va tomando nota del busto y las caderas.
–Tráeme un tinto –dice, sin quitarle los ojos de encima.
Luego, sorpresivamente bajando la voz hasta convertirla en un susurro cómplice, apremiante:
–¿Esta noche?
La muchacha, que está recogiendo botellas y vasos en nuestra mesa, hace un gesto de fastidio.
–¿Te aguardo esta noche? –insiste el otro, siempre con voz de susurro, a tiempo que su mano, al descuido, suave como una paloma, se posa en el trasero de ella.
–Suelte –protesta la mujer, esquivándolo malhumorada.
El recién llegado la ve alejarse con una mirada lánguida, salpicada de malos pensamientos, apreciando sus pantorrillas y el balanceo de las caderas. Inquietas cavilaciones le nublan la frente cuando se vuelve hacia nosotros.
–Debe de tener la regla –suspira al fin.
Mi amigo lo examina con agudas pupilas llenas de risa. Bogotano, la forma de ser de los costeños lo divierte sobremanera.
Yo, en cambio, empiezo a ver al tipo con una especie de horror. He oído decir que los costeños atrapan enfermedades venéreas como uno atrapa un resfrío y que en su tierra hacen el amor con las burras (y en caso de apuro, con las gallinas).
Por mi parte, soy un puritano de dieciséis años, con una libido profundamente sofocada que me hace propenso a amores tristes, sin esperanza, por mujeres tales como Íngrid Bergman, Vivien Leigh o Maureen OHara, que veo reír, temblar, besar a otros hombres en las pantallas del cine Metro, los domingos en la tarde. Jamás se me ha ocurrido poner mi mano en el trasero de una camarera.
Cuando el costeño desaparece tan inesperada, rápida y alegremente como ha venido, sin pagar su café, Villar me explica quién es.
–El Espectador ha publicado un par de cuentos. Se llama García Márquez pero en la universidad le dicen Gabito. Todo un caso. Masoquista.
Yo no he oído bien.
–¿Comunista?
–No, hombre, masoquista.
–¿Qué es esa vaina?
–Masoquista, un hombre que se complace sufriendo.
–Pues a mí me pareció un tipo más bien alegrón.
–Es un masoquista típico. Un día aparece por la universidad diciendo que tiene sífilis. Otro día habla de una tuberculosis. Se emborracha, no presenta exámenes, amanece en los burdeles.
Villar se queda contemplando taciturno el humo del cigarrillo que acaba de encender. Su tono es el de un médico que da un diagnóstico severo, irremediable.
–Lástima, tiene talento. Pero es un caso absolutamente perdido.
Muchos años después, siendo amigo irrevocable del caso perdido, habría de conocer las circunstancias duras de su vida de estudiante y de su llegada a Bogotá.
Puedo imaginar al muchacho asustado que años antes de nuestro primer encuentro se bajó del tren, verde de frío y envuelto en lanas prudentes, llevando en la cabeza las impresiones de aquel primer y largo viaje suyo a la capital: el zumbido del viejo barco de rueda que lo trajo río arriba desde la costa; la fulgurante reverberación de las aguas del Magdalena extendiéndose hacia las tórridas riberas donde a veces se escuchan algarabías de micos; el tren que ha subido resoplando con fatiga por el flanco de una cordillera de brumas para depositarlo de pronto en el crepúsculo de una ciudad yerta, con tranvías llenos de hombres vestidos como para un funeral, con luces amarillas que van encendiéndose en las calles mientras en los viejos conventos coloniales suenan las campanas llamando a rosario.
Llevado por su tutor en un taxi, el caso perdido, niño aún, se echó a llorar. Nunca había visto nada tan lúgubre.
Puedo imaginar el pueblo aquel adonde fue conducido luego, Zipaquirá, y el liceo, una especie de convento, el olor sepulcral de los claustros, las campanas dando la hora en el aire lúgubre de las tierras altas; los domingos en que, incapaz de afrontar la tristeza del pueblo, tan distante de su mundo luminoso del Caribe, se quedaba solo en la biblioteca leyéndose novelas de Salgari o Julio Verne.
Puedo imaginar también sus tardes de domingo en Bogotá, años después, cuando, estudiante de Derecho y viviendo en una pensión de la antigua calle Florián, leía libro tras libro sentado en un tranvía que recorría la ciudad de sur a norte, luego de norte a sur.
Mientras el tranvía aquel avanzaba lento en la soleada tarde de domingo, por calles que las multitudes aglomeradas en el estadio de fútbol o en la plaza de toros habían dejado vacías, el caso perdido (me lo contaría muchas veces), con sus dieciocho años maltratados por ansiedades y frustraciones ardientes, tenía la impresión de ser el único en aquella ciudad sin mujer con quien acostarse, el único sin dinero para ir a l cine o a los toros, el único que no podía beberse una cerveza, el único sin amigos ni familia.
Para defenderse de aquel mundo de hombres sombríos del altiplano andino, de ‘cachacos‘ de modales almidonados, que lo miraban con risueño desdén, el caso perdido afirmaba su desenvoltura de costeño. Entraba en los cafés, saludaba con voz fuerte, se sentaba en una mesa sin pedirle permiso a nadie, y si podía, intentaba concertar una cita nocturna con la camarera.
Sin embargo, en el fondo, era un tímido; un solitario, que prefería Kafka a los tratados de Derecho y que escribía cuentos sigilosos en su cuarto de pensión, cuentos que hablaban de su pueblo bananero, de alcaravanes de madrugada y de trenes amarillos.
En suma, el costeño aquel con traje de cantante de rumbas y zapatos color guayaba era un hermano. Pero yo no podía adivinarlo entonces.
Volví a verlo años más tarde, fotografiado en un periódico colombiano con motivo de la aparición de La hojarasca, su primera novela.
Había abandonado, al parecer, los trajes tropicales. Ahora vestía de negro, de un negro férreo y modesto, usaba una corbata de nudo ancho y triangular, y al cruzar la pierna, como lo hacía en la foto, dejaba ver un par de calcetines breves.
Tenía la meritoria corrección de un empleado de banco, de un secretario de juzgado o del reportero que era entonces.
(Uno adivinaba en la foto la caspa, los dedos manchados de nicotina, el barato paquete de cigarrillos negros al lado de la máquina de escribir).
Su aspecto y el título del libro me hicieron pensar en un primer momento en uno de esos malos novelistas llegados de la costa Caribe, que escribían entonces libros llenos de multas, de botellas de ron, de malas palabras, con diálogos imposibles, tal era el colorido empeño que mostraban en transcribir las palabras como las pronunciaban los protagonistas.
La hojarasca me fue enviada por un amigo a París, donde yo estudiaba. «Naturalmente –decía él–, con las exageraciones propias del país, aquí están hablando de un Proust colombiano».
«No, no es un pichón de Proust –pensé después de leer el libro–. Es un pichón de Faulkner». (Especial para El Tiempo/GDA)
Gabo en Bogota, 1959. (Foto: Ediciones B)
La prensa británica
Los principales medios de comunicación británicos se sumaron hoy a los homenajes al escritor Gabriel García Márquez, fallecido este jueves en la ciudad de México.
El diario británico The Guardian afirmó que García Márquez «desató el auge mundial en literatura en español con su novela Cien Años de Soledad».
El diario publicó una semblanza del Premio Nobel de Literatura 1982 en la primera plana de su edición digital y lo definió como «portador del estandarte de las letras latinoamericanas, que estableció una ruta de negociación entre las guerrillas y el gobierno colombiano y construyó una amistad con Fidel Castro».
La BBC anunció que García Márquez murió a los 87 años de edad y lo calificó como el maestro del realismo mágico con su novela Cien años de soledad, que vendió 30 millones de ejemplares.
El diario The Telegraph también publicó una semblanza en que describió a García Márquez como «el escritor en lengua española más conocido desde Miguel de Cervantes en el siglo XVII», y su obra se compara con la del estadunidense del siglo XIX Mark Twain y la del inglés Charles Dickens. (Notimex)
Fernando del Paso
El escritor Fernando del Paso expresó su pesar por el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez. Dijo que fue un gran admirador de él y que su muerte «es una enorme pérdida para la literatura latinoamericana, en particular para el realismo mágico, que yo definiría mejor como magia realista».
El autor de Noticias del Imperio recordó que fue muy amigo de García Márquez en la época en que éste escribió en México Cien años de soledad.
Cristóbal Pera, editor
«Pues fue una experiencia única, como editor trabajar con Gabriel García Márquez. Desde las memorias con las que colaboré con él como editor desde España, antes de ir a México», así inicia la charla con Cristóbal Pera, quien fuera editor del Nobel de Literatura durante ocho años.
El directivo de Penguin Random House dijo en entrevista telefónica con El Universal que «simplemente el tener su amistad, el hablar de libros, de política, fue para mí una experiencia enriquecedora que no tiene precio».
Pera compartió cómo fue la dinámica de trabajo con el escritor colombiano. «En la distancia trabajamos con el manuscrito, él estaba en Los Ángeles, yo estaba en Barcelona,y fue una experiencia increíble.
«Después ya lo conocí y me fui a México y ahí tuve la oportunidad de trabajar con él ya desde hace 8 años. Y sobre todo contar con su afecto, el de su familia y conocerlo de cerca.
«Trabajamos en el libro Yo no vengo a decir un discurso, el libro de la recopilación de sus textos para ser leídos en público, y que fue una experiencia también increíble de nuevo», puntualizó.
La anécdota
Cristóbal Pera contó que García Márquez era «un hombre muy familiar, muy afectuoso. Cuando ya empecé a ir con regularidad a su casa, su asistente me dijo un día que me llamaba entre ellos «El Librero» . Decía ‘va a venir el librero, porque como hablábamos de libros me llamaba así, era una broma entre ellos».
El legado
«El legado es su obra, como de cualquier escritor grande. El mejor recuerdo que se puede tener de él es leer su obra increíble, que como un milagro llegó a todo el mudo y ha sido una de las pocas obras que ha trascendido el español; aunque después de Miguel de Cervantes yo creo que viene él», declaró Pera.
Agregó que «su obra ha trascendido al español a un lado de William Shakespeare, de Cervantes y ha dejado una obra que se lee en la China, en Israel, en la África, se lee en todo el mundo. Sobre todo ‘Cien años de soledad’, pero todo el resto de obras que son un portento de imaginación y de creación literaria». (Daniela Díaz)
Sergio Ramírez y Gioconda Belli
Los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli expresaron hoy un sentimiento de desolación por la muerte de Gabriel García Márquez, «el héroe más grande que ha tenido América Latina».
«La lengua española ya nunca fue la misma con ´Gabo´ y nunca volverá a serlo sin ´Gabo´. Mi sentimiento es de desolación», afirmó en las redes sociales el escritor Sergio Ramírez, quien fue vicepresidente en los años 80.
«El lugar de la Mancha de cuyo nombre Cervantes no quiso acordarse es Macondo. De Cervantes a ´Gabo´ se extiende el arco mágico de la lengua», añadió.
La poetisa Gioconda Belli se sumó a las muestras de tristeza, porque «nos quedamos sin vos en este inmenso Macondo».
«Se murió el héroe más grande que ha tenido América Latina, hizo más por nosotros que Bolívar, Martí, Sandino: nos unió en una identidad reconocible», preciso la novelista y poetisa.
«Ave Gabo! Triste nos quedamos sin vos en este inmenso Macondo», escribió en las redes sociales la autora de «Sofía de los presagios».
Barack Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó hoy el deceso del escritor colombiano Gabriel García Márquez y pronosticó que su legado vivirá para las próximas generaciones.
«Con la muerte de Gabriel García Márquez el mundo ha perdido a uno de sus más grande escritores visionarios y a uno de mis favoritos desde que era joven», señaló Obama en una breve declaración.
Obama dijo haber tenido el honor de conocer en México al laureado escritor de Cien Años de Soledad.
«Allí me presentó con una copia de su libro autografiado, una copia que atesoro hasta este día» , escribió.
El presidente Obama destacó que García Márquez no sólo era un orgulloso colombiano sino un representante de los pueblos de América Latina, además de ser un maestro del realismo mágico.
«Les ofrezco mis pensamientos a sus familiares y amigos, de quienes espero encuentren consuelo en el hecho de que el trabajo del «Gabo» vivirá para las próximas generaciones», finalizó. (Notimex)
Peña Nieto
El presidente Enrique Peña Nieto manifestó su pesar por el fallecimiento del escritor Gabriel García Márquez.
El mandatario definió al autor colombiano radicado en México como «uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos».
Indicó que con su obra García Márquez hizo universal el realismo latinoamericano marcando la cultura de nuestros tiempos.
A través de su cuenta en la red social de Twitter, el presidente de la República indicó: «A nombre de México, expreso mi pesar por el fallecimiento de uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos: Gabriel García Márquez».
En un segundo mensaje señaló que «con su obra, García Márquez hizo universal el realismo mágico latinoamericano, marcando la cultura de nuestro tiempo». (Francisco Reséndiz / El Universal)
Colombia
«Si no hubiera ido a México, Gabriel Gabriel García Márquez no habría adquirido la distancia necesaria para ver cómo los mitos, los terrores colombianos, todo ese proceso de la violencia y la conformación del país se concretaban. No hubiera concretado todos esos fantasmas y pesadillas que él, con una memoria privilegiada, mantuvo calientes durante 20 años para escribir un libro u otro. México le permitió la distancia y le permitió también, en el diálogo con Álvaro Mutis, recordar los episodios y volverlos a escribir», explicó ayer desde Colombia el escritor y poeta Juan Gustavo Cobo Borda.
En Colombia se gestó la obra de Gabriel García Márquez y en México ésta maduró.
Mario Rey, escritor y editor colombiano radicado en México, comentó: «García Márquez salió de Colombia porque trabajaba en El Espectador, se tuvo que ir a París y, por la dictatura, se quedó sin trabajo. Después lo contrató Prensa Latina, agencia de la Revolución Cubana, y se fue a Nueva York, pero se acentuó la crisis de Prensa Latina… mientras se comunica constantemente con Álvaro Mutis, que lo invita a venir a México en 1961».
«Gabo –relató Cobo Borda– cuando vio que no podía seguir trabajando con los cubanos de Prensa Latina en Nueva York, cogió el bus porque quería recorrer las tierras de William Faulkner, con sólo 100 dólares, que le mandó un amigo, atravesó Estados Unidos y cuando llegó a México lo esperaba Mutis; el siempre solidario y compañero sobre aquello de ‘hablar de la vaina’ que era Mutis. Creo que lo primero que hizo fue llevarlo a los estudios de los Hermanos Barbachano Ponce. Ya sabía de Carlos Fuentes porque había publicado un cuento suyo en la Revista Mexicana de Literatura».
El colombiano se vinculó con un grupo diverso donde estaban desde el cineasta Luis Buñuel, hasta el escritor Carlos Monsiváis. México fue también la puerta a la literatura de Juan Rulfo.
«Es Mutis quien le enseña Pedro Páramo. Es un momento clave en su formación como escritor. Reconocía que era una de las obras que más admiraba», dijo Mario Rey.
El cine mexicano
Numerosos artículos periodísticos de García Márquez, que datan de los años 50, se refieren al cine de México, a sus actores, guionistas, productores. El de México era un universo que el periodista había conocido en las mismas salas de cine colombianas. Un universo que era familiar en Colombia gracias también a la música popular. Ya los dos países llevaban tiempo de un intercambio del que Gabo sería el «epítome», como lo explicó el poeta colombiano Darío Jaramillo Agudelo.
En ese intercambio entre los dos países, Jaramillo recuerda por ejemplo la llegada a Colombia en el siglo XIX del pintor Francisco Santiago Gutiérrez, que fundaría la Academia de Bellas Artes de Colombia; la estancia en México de artistas como Rómulo Rozo, Omar Rayo, Rodrigo Arenas Betancourt, Fernando Botero; la estancia en Colombia de escritores como Carlos Pellicer, José Juan Tablada, Gilberto Owen… Y en este recorrido de ida y vuelta, también vinieron de Colombia a México los escritores Porfirio Barba Jacob –periodista y poeta–, Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez y, más recientemente, Fernando Vallejo. «García Márquez es el epítome en todo, es el gran colombiano y es el gran mexicano. Llegó hace más de 50 años. Allá estaba su vida, allá crecieron sus hijos».
Una década después de que García Márquez escribiera esos artículos sobre cine, el cine lo acercó todavía más a este país, al propio Juan Rulfo, a Arturo Ripstein; a veces fue guionista e incluso llegó a tener una breve aparición.
Así lo contó Juan Gustavo Cobo Borda: «Hicieron una película experimental, participaron Rulfo, Buñuel, Monsiváis, una especie de conspiración de amigos. Buñuel hacía de cura y predicaba desde el púlpito; García Márquez estaba en la puerta del supuesto cine cobrando las entradas. [En ese grupo] encontró el espacio más propicio para muchos de sus intereses. Uno de ellos era el cine y otro era la posibilidad de que, incluso trabajando en publicidad, se podría encerrar después 18 meses, sólo recibir el whisky y el cariño de los amigos como Jomi Garcia Ascot y Álvaro Mutis, y embarcarse en la gran saga de Cien años de soledad».
«Esa época es clave en la construcción de Cien años de soledad. Contaba que iba de camino hacia Acapulco cuando se percató del tono en que quería contar su libro, entonces se regresó. Pasó en su casa 18 meses dedicados a escribir. El dinero que tenía se lo dio a Mercedes para que lo administrara», describió Mario Rey.
En aquellos primeros años también publicó con la Universidad Veracruzana Los funerales de la Mamá Grande y, como guionista con Carlos Fuentes, trabajó el texto de Juan Rulfo, El gallo de oro.
«Tuvo muchos inconvenientes por falta de dinero –dijo Rey–, pero también una convicción absoluta en lo que tenía que hacer. Eso hay que destacarlo en él: tuvo fe absoluta en su oficio, jamás trabajó en algo distinto a la escritura, como escritor y como periodista».
Para Rey, García Márquez «no sólo es uno de los grandes escritores de la lengua española y del mundo, sino un genio sólo comparable con Miguel de Cervantes; grandes en simbolismo de la obra, universalidad, lenguaje, trabajo. Lo critican por las fotos con presidentes y con la aristocracia colombiana, pero la gente no se da cuenta de que esa aristocracia se acerca a él por la dimensión que él tiene. Él representa el otro sector de Colombia, es un hombre de una familia de trabajadores, que se ha forjado y hecho toda su vida, y que ha llegado a tener dinero y poder a partir de su trabajo. Es algo muy importante porque en Colombia mucha gente no lo quiere por envidia. No lo quiere la aristocracia porque es de izquierda, y los de izquierda no lo quieren porque estaba cerca del poder pero lo hacía convencido de la necesidad de negociar, de lograr la paz».
En palabras de Darío Jaramillo: «García Márquez es el colombiano más importante que ha existido en todos los niveles. Lo que ha hecho no lo ha igualado nadie que haya existido. La suya es una grandeza llena de amor, no es la del jefe militar o jefe político. Nos sentíamos parientes de él, que él era parte de nosotros porque todo el que lo haya leído siente que tuvo muy buena compañía en la vida, que los momentos que tuvo con él fueron muy gratos. Es muy bueno para este país que el colombiano más importante de todos los tiempos sea un contador de cuentos».
Finalmente, Juan Gustavo Cobo Borda exalta el lugar de la poesía en García Márquez: «Fue un lector insaciable que, para poder escribir sus libros, asimiló a los Cronistas de Indias, todos los trabajos sobre los dictadores, todo lo referente a Simón Bolívar, y que luego lo volvió su pulso y su sangre en un estilo que es único porque es accesible a todos. Nos enseñó que si no está la aventura, la intriga, el amor, la cursilería, el infinito goce del bolero y todo eso, la gente deja el libro. Descubrió esa veta única de aquello que él decía: ‘todos queremos saber de dónde venimos, y quiénes son nuestros papás y nuestras mamás’. No se explica la trascendencia de Gabo si no es precisamente por la poesía; toda su prosa está sustentada en el Siglo de Oro español, en Pablo Neruda. Supo que toda la gente no sólo cuando es joven sino cuando es vieja, sólo recuerda los versos que le enseñaron en la casa o en la escuela, y por eso la figura central de El Otoño del Patriarca no es el dictador sino el poeta Rubén Darío». (Sonia Sierra / El Universal)
El escritor Álvaro Mutis, el pintor Fernando Botero y García Márquez, en una calle de Bogotá en 1959. (Foto: Ediciones B)
Jacobo Zabludovsky
El periodista mexicano Jacobo Zabludovsky fue una de las primeras personalidades que esta mañana acudió a la casa del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, fallecido ayer en la Ciudad de México, para dar el pésame a la familia.
Antes de entrar a la casa, el periodista dijo algunas palabras a la prensa que desde la mañana hace guardia afuera de la casa marcada con el número 144, en la calle de Fuego, en la colonia Jardines del Pedregal.
«Es un sentimiento de ausencia de uno de los hombres a los que más debemos. Es uno de esos personajes que cuando mueren dejan mejor al mundo que cuando lo encontraron al nacer», declaró.
El periodista, que llegó directamente a este lugar proveniente de un vuelo de Estados Unidos, comentó que está muy triste por el fallecimiento de uno de sus amigos. «Es un privilegio que entre los amigos que tú tengas está la persona que más admiras y ese es mi caso con García Márquez. Era un hombre bueno, inteligente y muy culto. Para mí es el escritor más importante en el mundo hasta el momento en que muere», dijo.
El también colaborador de El Universal señaló que tiene muchas anécdotas que contar de su relación con el autor de Cien años de soledad, pero por ahora, prefirió no abundar en eso y apurarse a entrar a la casa.
Al lugar también llegó el escritor y fotógrafo colombiano Guillermo Angulo, aunque no quiso dar declaraciones. (Abida Ventura)
Carmen Balcells
La agente literaria Carmen Balcells afirmó hoy que cree que con la muerte en el día de Jueves Santo del escritor colombiano Gabriel García Márquez «nace una nueva religión: El Gabismo».
La agente literaria más famosa del mundo latino, que tiene en su cartera los derechos de autor de escritores de la talla de García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar o Pablo Neruda, declaró que cuando apareció Gabo en los años 60 pensó que «su presencia podía ser una revolución».
Balcells, de 83 años, subrayó que será una ferviente seguidora de la nueva religión que ella misma bautizó con el nombre de «Gabismo».
«A ver si la vida me alcanza para adorarlo y disfrutar de los primeros milagros. Seguro que hará cosas extraordinarias. Yo prometo avisarles si la primera cosa que le he pedido esta madrugada me la concede. Si hay fe, sale», recalcó la agente literaria, que no desveló la petición.
En algunas entrevistas recientes, Balcells explicaba que en su despacho de Barcelona tiene una inscripción escrita de puño y letra por Gabriel García Márquez en la que el Nobel colombiano declara que algún día él querría montar una agencia literaria… si tuviera un autor como él. (EFE)
Los reyes de España
Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, y los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, expresaron hoy sus condolencias por la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, con un mensaje a su viuda Mercedes Barcha.
Fuentes oficiales informaron que los miembros de la casa real enviaron un telegrama en el que expresaron su dolor y pesar por el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura 1982, ocurrido el jueves en su casa de la ciudad de México a los 87 años de edad. (Notimex)
La Cepal
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) expresó hoy su pesar por el fallecimiento del escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, ocurrido el jueves en la ciudad de México, donde residía.
En una carta dirigida a Mercedes Barcha Pardo, Rodrigo García Barcha y Gonzalo García Barcha, viuda e hijos del escritor, la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, expresó el sentimiento de pesar de todos quienes laboran en ese organismo por el deceso del también periodista.
«Reciban nuestro cariño y solidaridad, sentimos propia la pérdida que los embarga, propia también la certeza que lo que hoy somos los latinoamericanos, lo que mañana seremos, tiene en Gabo, en su obra y en su vida, uno de sus cimientos germinales» , subrayó.
«Es con profundo dolor que nos ha alcanzado la triste noticia del fallecimiento de vuestro esposo y padre, Gabriel García Márquez, patrimonio colectivo de la identidad de un continente que encontró en sus letras el reflejo de un espejo que retrató nuestros colores, nuestros tonos, nuestras luces y sombras» , enfatizó.
Bárcena destacó que García Márquez «no sólo le dio en el mundo voz propia a la narrativa latinoamericana» .
Sino que «su paternidad fecunda está patente en el esfuerzo por formar a los que a través de la imagen en movimiento también querían contar nuestras historias, desde la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños» , Cuba.
«También está su semilla fértil en el alumbramiento de generaciones de nuevos cronistas y reporteros al amparo de la Fundación Gabriel García Márquez para el nuevo Periodismo Iberoamericano» , afirmó Bárcena, tras destacar «su preocupación por el devenir político y social de nuestro continente».
La secretaria ejecutiva de la Cepal indicó que esa preocupación «develó siempre la sensibilidad comprometida de un hombre de convicciones igualitarias y justicieras, rebelde ante la iniquidad y el abuso». (Notimex)
La Unesco
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, rindió hoy homenaje al fallecido escritor Gabriel García Márquez y dijo que es muerte es «una grandísima pérdida para la cultura universal».
En un comunicado, la responsable de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) calificó a «Gabo» de «uno de los escritores más importantes del siglo XX».
«Cualquiera que haya leído Cien años de soledad guardará para siempre ese sentimiento de gran impacto artístico y humanista», aseguró Bokova, quien señaló que el colombiano lega «una obra inmensa en forma de canto de amor a la realidad desmesurada de América Latina y el Caribe».
Para la directora general de la Unesco, el colombiano encarnó, junto a Borges y Neruda «el poder de la literatura para explorar la realidad, sus fantasmas y mitos».
«La Unesco se une a todos los amantes de la literatura, en su ciudad natal de Aracataca, en Colombia y en todo el mundo, que lloran hoy su desaparición», agregó.
Bokova rindió homenaje «a la memoria de este grandísimo escritor y periodista, militante apasionado de los derechos humanos y de la libertad de información como fuerza impulsora de la emancipación y la democracia». (EFE)
El presidente español
El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, expresó hoy su afecto y admiración por Gabriel García Márquez, «el escritor imprescindible más universal de la literatura en español de la segunda mitad del siglo XX».
El mandatario español envió este viernes un telegrama al embajador de Colombia en España, Fernando Carrillo, por el fallecimiento del Premio Nobel de Literatura 1982, por lo que extendió su pésame a la familia del escritor y al pueblo de Colombia.
«García Márquez es el creador de todo un mundo y de una geografía literaria donde la fantasía y el mito, lo verdadero e irreal, se mezclan con la vida cotidiana para atrapar al lector en un espacio de reflexión, imaginación e inquietud», aseveró Rajoy en su telegrama.
Expuso que la obra de «Gabo», «espejo del alma latinoamericana y de lo hispano, ha dado lugar, por el contrario, a un lenguaje universal que ha influido en varias generaciones de escritores de todas las lenguas y en literaturas lejanas».
«García Márquez ha contribuido decisivamente a situar a América Latina y a la literatura en español en la vanguardia internacional de las letras y de la cultura, inspirando una herencia y valores comunes, integradores y diversos a la vez, a ambos lados del Atlántico que colombianos y españoles compartimos con orgullo», agregó. (Notimex)
La prensa árabe
La prensa árabe recogió hoy la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez, fallecido el jueves en México, destacando su relevancia internacional y su gran contribución a las letras españolas.
«Mago del cuento» y «padre del realismo mágico», son los términos usados por algunos diarios de Oriente Medio para describir al premio nobel de literatura.
El periódico internacional árabe Al Hayat publica en portada en su versión digital la noticia del fallecimiento del «novelista de América Latina y su mago».
Al Hayat explica que García Márquez fue «uno de los escritores más respetados e influyentes de su generación».
Otro de los rotativos de prestigio de la región, Al Sharq al Ausat, hace hincapié en que el colombiano «no sólo ha dejado su huella en la literatura hispánica sino también en la mundial».
Por su parte, el diario estatal egipcio Al Ahram, el de mayor tirada, y el independiente Al Masry al Yum recuerdan que es «uno de los principales exponentes de la escuela del realismo mágico».
El segundo rotativo egipcio, que acompaña su noticia con una fotografía de Gabo despidiéndose, destaca que la obra Cien años de soledad es la más representativa de esta corriente literaria.
Toda la prensa libanesa también se hace eco del fallecimiento del afamado novelista. El diario en lengua francesa L’Orient-le Jour afirma por ejemplo en portada que «los gigantes nunca mueren».
Otros medios titulan con «Partida de Márquez: mago del cuento» (As Safir) o con un escueto «Adiós Gabo» (Al Akbar).
García Márquez falleció ayer a los 87 años en su residencia de la capital mexicana, donde vivió durante los últimos años.(EFE)
La prensa europea
Los diarios europeos despiden hoy al escritor colombiano Gabriel García Márquez, «el maestro del realismo mágico» y el «catalizador del boom de la novela latinoamericana» y destacan, al recordar su trayectoria, su obra «Cien años de soledad».
Gabriel García Márquez falleció ayer a los 87 años en su residencia de la capital mexicana, donde vivió durante los últimos años.
En el Reino Unido, el periódico The Guardian apunta hoy que el premio nobel ayudó con Cien años de soledad «a impulsar el ‘boom’ de la literatura latinoamericana», y The Daily Telegraph recuerda al escritor como uno de los mejores del siglo XX y como un «exponente claro de la ‘Escuela del realismo mágico’ de América Latina».
El canal público BBC apuntó hoy que «con sus libros, revivió el encanto de Latinoamérica a las mentes de millones de personas».
En Francia, el diario Libération titula «García Márquez, soledad eterna» y le dedica una de sus portadas monográficas, mientras Le Figaro, en su suplemento literario, le considera «el patriarca», padre del realismo mágico.
«Muere un gigante de la literatura», indica Le Parisien, que señala que el colombiano «lleva en sus obras todo el alma de América Latina», y en su página web, el vespertino Le Monde informa de la muerte de «uno de los principales escritores del siglo XX».
En Alemania, el Frankfurter Allgemeine Zeitung, en su edición digital, afirma: «Es verdad que gracias al idioma español buena parte del mundo era su público. Pero el que Gabriel García Márquez fuera el escritor más conocido de nuestra época se debe ante todo a su fuerza narrativa y a su fantasía».
El «Süddeutsche Zeitung» de Múnich destaca que la obra de García Márquez marcó la imagen de Sudamérica que tuvieron muchas generaciones.
En Italia, el diario La Repubblica dedica tres páginas que hacen un repaso de su vida y sus obras, y en las que el también escritor colombiano Santiago Gamboa, colaborador ocasional de este medio, escribe una rotunda afirmación: «Cien años de soledad es sin duda la obra literaria más importante en español después de El Quijote».
Il Corriere della Sera destaca la «obstinada fidelidad» del colombiano al líder cubano Fidel Castro, lo que le valió el veto al ingreso en Estados Unidos hasta que el expresidente estadounidense Bill Clinton, quien le llegó a considerar su «héroe literario», levantase esta prohibición en 1994.
El rotativo La Stampa abre con la fórmula «Cien años de soledad sin Márquez» y la ilustra con una fotografía del escritor colombiano leyendo su último ensayo, «Yo no vengo a dar un discurso», publicado en 2010.
El diario belga Le Soir afirma que «su obra va más allá de las letras suramericanas, de las que es uno de sus principales representantes», mientras La Libre Bélgique afirma: «Gabriel García Márquez, una inmensa pluma que ha partido».
El diario económico L’Echo señala que García Márquez «encarnó el alma del realismo mágico, una corriente literaria testigo de un continente agitado», y el diario flamenco De Standaard destaca que la inspiración del maestro colombiano llegó en buena parte del pasado familiar.
En Suiza, el rotativo Le Temps, afirma en su edición digital que «es uno de los escritores que han marcado la segunda mitad del siglo XX», mientras Le Matin, dice que «está considerado como uno de los grandes escritores de la historia de la literatura en lengua española
Los rotativos La Tribune de Genève y Le Matin destacaron que, para marcar la importancia de Gabo, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha decretado tres días de duelo nacional.
En Grecia, el diario «Ta Nea» titula «Mil años de soledad y tristeza», y «Murió el patriarca del realismo mágico», encabeza a su vez el portal informativo In.gr.
En Albania, el diario Shekulli escribe en la portada: «Se ha extinguido a edad de 87 años el genio de las letras, Gabriel García Márquez», mientras que el diario Mapo también lamenta la muerte del «gigante mundial de las letras en lengua española». (EFE)
China
El Gobierno chino destacó hoy la «grandeza» del legado que deja Gabriel García Márquez y transmitió su pésame a la familia del premio Nobel de la Literatura colombiano.
Así lo aseguró hoy la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, en una rueda de prensa en Pekín, en la que también dijo que el Gobierno de la potencia asiática «tiene constancia de sus obras y del gran tesoro que ha dejado a la humanidad, y que tiene con gran seguimiento en China».
«Lamentamos su muerte y enviamos nuestras condolencias a todos los miembros de su familia», agregó la portavoz.
La obra de García Márquez cuenta con un gran seguimiento en el país asiático, y prueba de ello es que Cien Años de Soledad, traducido al mandarín, superó el millón de ejemplares vendidos en 2011, apenas meses después de estar disponible en las librerías chinas.
Numerosas personalidades del mundo de las letras de la segunda economía mundial transmitieron hoy su pesar por la defunción del escritor, quien inspiró especialmente al también Nobel de la Literatura chino Mo Yan, como él mismo reconoció al recoger el galardón en 2012. (EFE)
La prensa estadounidense
Gabriel García Márquez introdujo al mundo en las poderosas corrientes del realismo mágico creando un estilo literario que mezcló realidad, mito, amor y pérdidas, afirmó hoy el diario The Washington Post en un artículo sobre la muerte del escritor colombiano.
«Conocido cariñosamente en toda América Latina como Gabo, García Márquez fue periodista, novelista, guionista, dramaturgo, memorialista y un estudioso de la historia política y la literatura modernista», añadió el artículo.
Por la «fuerza de su obra se convirtió en un ícono cultural que atrajo un vasto público y que a veces atrajo críticas por su indeclinable apoyo para el caudillo cubano Fidel Castro» , según el Post.
En relación con la muerte de García Márquez, el diario conservador The Washington Times se limitó a publicar una reseña de reacciones mundiales preparada por agencias de noticias, el mismo material que usaron las mayores cadenas de televisión como ABC y CBS.
El diario The Wall Street Journal, en un artículo de su corresponsal en Bogotá, Juan Forero, recordó que la obra más famosa de García Márquez, Cien años de soledad se tradujo a decenas de idiomas y vendió treinta millones de ejemplares.
«El libro se considera el ejemplo en literatura del realismo mágico y generó incontables imitaciones además de inspirar a una generación de escritores en América Latina y más allá» , apuntó el diario.
El diario The Angeles Times señaló que «el autor de siete novelas y numerosos relatos breves y ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982 llenó sus páginas con las vidas de soñadores, mujeriegos, anarquistas, ladrones y profetas, hombres y mujeres guiados por sus apetitos y a menudo aislados por sus tonterías» .
«Por muy fantásticas que fueran sus ficciones los personajes jamás estuvieron demasiado lejos de la realidad», añadió. (EFE)
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