Blue, Green and Brown / Mark Rothko
Aquel día en Ui-dong
caía el aguanieve
y mi cuerpo, compañero de mi alma,
temblaba con cada lágrima derramada.
Sigue tu camino.
¿Dudas?
¿Qué sueñas, flotando así?
Casas de dos pisos encendidas como flores,
a su abrigo aprendí la agonía
y hacia una tierra de alegría aún inexplorada
extendí la mano como una tonta.
Sigue tu camino.
¿Qué sueñas? Sigue caminando.
Hacia recuerdos que se formaban sobre una farola, caminé.
Allí miré hacia arriba y dentro de la pantalla de luz
había una casa negra. Una negra
casa de luz.
El cielo estaba oscuro y en aquella oscuridad
aves residentes
volaron librándose del peso de sus cuerpos.
¿Cuántas veces habría de morir para volar así?
Nadie podría sostener mi mano.
¿Qué sueño es tan hermoso?
¿Qué recuerdo
brilla con tal fulgor?
El aguanieve, como las yemas de los dedos de mi madre,
recorre mis cejas despeinadas
golpea mejillas heladas y de nuevo
acaricia ese mismo lugar.
(A partir de una traducción de Eva Gallud basada en las versiones inglesas de Sophie Bowman) / poetica2puntocero.com