Para el director Emilio García la pieza busca la disolución de las categorías más duras de lo teatral. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua, 3 de abril, 2008. (RanchoNEWS).- Buscando las premisas del teatro griego y partiendo de una pieza de Artuad, con actores mexicanos, se presenta este montaje en el que no hay nada predecible, situándolo en Juárez porque se ha convertido en uno de los mayores «paradigmas de la violencia de género». Una nota de Xavier Quirarte para Milenio:
Con una propuesta multidisciplinaria, Emilio García Wehbi pretende «recuperar la dimensión ritual del trabajo escénico, utilizando el cuerpo como soporte, para inquietar y provocar al espectador». Invitado al Festival de México en el Centro Histórico, el director argentino se pondrá al frente de un grupo de actores, músicos, performanceros y otros artistas mexicanos para montar El matadero.6: Ciudad Juárez.
En conferencia de prensa, García Wehbi dijo que tomando como punto de partida la pieza radiofónica de Antonin Artaud Para terminar con el juicio de Dios, hace un teatro de hibridación donde «los diferentes formatos de las artes puedan cruzarse en una situación vivencial. Tomamos lo mejor de cada universo –de lo teatral, de las artes visuales, la música, la poesía, la historia, la literatura– para tratar de producir un hecho escénico-estético que sea irrepetible y no transite por los carriles del teatro convencional».
En el montaje no hay nada predecible «que ponga al público en una predisposición del aquí y el ahora», aseguró el director que realizará su trabajo en coordinación con la compañía mexicana Artillería Producciones. Más bien busca «retomar algunas de las categorías que el teatro, a medida que se hizo contemporáneo, fue perdiendo lo que era la idea de circo y misa, las premisas del teatro griego».
García Wehbi se considera artaudiano en el sentido de un teatro total, «donde el cruce de disciplinas» se enfrenta al concepto «de textocracia, es decir allí donde el texto es lo que ordena una pieza teatral. No nos vamos a acercar a una experiencia teatral convencional, sino que va a haber una especie de disolución de las categorías más duras de lo teatral y de lo artístico en general en pos de una relación con el público».
El director pretende que esta relación sea más vivencial y que, en cierta forma, «es riesgosa, antiexitosa –en el mejor y en el peor de los sentidos–, porque divide al público y no lo masifica, genera un espectador subjetivado, por lo tanto alguien puede opinar lo contrario de quien está al lado. Es un tipo de experiencia bastante contraria al signo de los tiempos, donde el éxito es lo que domina las expresiones artísticas en general».
Añadió que El matadero.6: Ciudad Juárez trata de oponer «nociones de normalidad versus anormalidad, salud contra enfermedad, esto es lo que va ordenando, en términos conceptuales, el performance». La obra que se presentará en el Ex Convento de San Lorenzo Mártir (Belisario Domínguez 22, col. Centro) del 10 al 13 de abril, tratará la cuestión de los feminicidios en Ciudad Juárez como «un tema más en situaciones de dominación». Si eligió este sitio es porque se ha convertido en uno de los mayores «paradigmas de la violencia de género».
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