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«Ellos fueron los primeros en hacer un llamado al movimiento revolucionario, por tanto son ‘precursores’. » Claudio Lomnitz, historiador. (Foto: Mateo Reyes)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de mayo de 2016. (RanchoNEWS).- El retrato más fiel de Ricardo Flores Magón (1873-1922) podría ser el de una antorcha humana, como aquel personaje que aparece en el mural El hombre en llamas, de José Clemente Orozco, donde un cuerpo que se incendia, camina contra su propia adversidad. Ésa podría ser la síntesis del revolucionario puro cuya vida fue intensa, breve, pasional y contradictoria. Juan Carlos Talavera reporta desde la Ciudad de México para Excélsior.
Aunque del otro lado estuvo el rostro del hombre paranoico, con una visión sin salida, que subsistió la mayor parte de sus últimos 15 años en prisión, un personaje duro y rabioso que llevó su vida y sus ideas hasta las últimas consecuencias, un hombre impasible que llegó a ser terrible contra los traidores de la causa liberal.
Así lo perfila el historiador y antropólogo Claudio Lomnitz en su libro El regreso del camarada Ricardo Flores Magón, una investigación minuciosa que explora la historia de Jesús, Ricardo y Enrique Flores Magón, su familia, amigos, los aliados en la construcción del Partido Liberal Mexicano (PLM) y el camino para construir Regeneración, el periódico que los llevaría al exilio.
En este libro, publicado por Ediciones Era, el autor también aborda el apoyo que este grupo encontró en Estados Unidos y la influencia que ejerció en el movimiento chicano, su mejor momento como opositor único del régimen porfirista a principios del siglo XX y un panorama completo de la familia Flores Magón, donde se aclara el origen mitológico de esta familia.
Uno de los aspectos que Lomnitz destaca de la investigación es el nacimiento de esa escritura hecha en la precariedad, es decir, la prosa irónica y retórica que alcanzó Ricardo Flores Magón. «Para Ricardo el periódico fue el centro de su existencia, así que en él coincidió su actividad revolucionaria con la palabra y esa especie de escritura retórica que a la postre se convirtió en su respiración».
¿Coincide en que el movimiento liberal de los hermanos Flores Magón no impactó directamente en la Revolución Mexicana?, se le inquiere. «Muchos historiadores –como Alan Knight– han descrito que este movimiento tuvo muy poco impacto en la Revolución y se limita su importancia a los años de 1901 a 1908.
Este movimiento, que salió de México a Estados Unidos en 1904, perfiló dos revoluciones en 1906 y 1908, organizadas desde San Luis Misuri y Los Ángeles, las cuales fallaron rotundamente y redundaron en el encarcelamiento de sus principales integrantes, algunos en San Juan de Ulúa y otros en prisiones estadunidenses. A partir de ese momento la influencia del liberalismo magonista se consideró como discutible, por lo que esos magonistas sólo son vistos como precursores de la Revolución.
Sin embargo, ése no es mi punto de vista. Pienso que deben ser vistos cabalmente como revolucionarios, como gente que participó en toda la Revolución. Ellos fueron los primeros en hacer un llamado al movimiento revolucionario, por tanto son ‘precursores’, pero también estuvieron activos a lo largo de la Revolución».
Relaciones de poder
Aunque este libro no tiene por objeto escribir una biografía de Ricardo Flores Magón, Lomnitz aclara que al integrar los pasos de esta red liberal, debió seguir los pasos de Ricardo, el hombre que renunció a ser caudillo o jefe revolucionario.
«Podemos especular que se debió a su mala salud o a su pésima vista, pero Ricardo sabía que no habría sido un jefe revolucionario exitoso. Se sabía ideólogo, aunado a que en el movimiento liberal se veía con sospecha a los caudillos revolucionarios», comenta.
¿Incluso a los caudillos como Zapata? «Efectivamente, a pesar de que Zapata fue, sin duda alguna, el caudillo más cercano e influenciado por ellos, pues sus ideólogos formaron parte de su grupo. Ricardo tenía la idea de que los caudillos revolucionarios sin ideología estaban destinados a ser asimilados por las relaciones de poder. En el fondo no estaba tan equivocados, aunque sabemos que ésa era una idea controvertida».
¿Cuál fue el panorama del PLM en 1910? «Para en 1910 los liberales mexicanos pensaban que el inicio de la misma Revolución sería el momento en que su ideología regresaría a México, pero el PLM no tuvo la suficiente fuerza para encabezarla cuando estalló, por lo que perdió fuerza».
En ese punto, explica Lomnitz, la mayoría de los líderes estaban activos pero desde una situación marginal. «Sin embargo su influencia estaba presente en Texas, Arizona y California, espacio fronterizo que era parte del espacio revolucionario; es un error bastante común imaginar que todo el proceso revolucionario sólo sucedió al sur de la frontera».
TÍTULO:
El regreso del camarada Ricardo Flores Magón
AUTOR:
Claudio Lomnitz
EDITORIAL:
Ediciones Era, México, 2016, 718 pp
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