Como presuntos responsables del contrabando de ropa, sorprendido ayer en el carro-comedor ‘Chocagua’, fueron detenidos el cocinero del carro Francisco Escobar; su ayudante Antonio Armando Rosas y el mesero Jacinto Barroso; integrantes de la tripulación del tren número Siete que iba a salir al sur del país. Pie de grabado original publicado en El Fronterizo el jueves 26 de noviembre de 1953. (Foto: RanchoNEWS) C iudad Juárez, Chihuahua. 30 de junio de 2011. (RanchoNEWS).- El lunes 4 de junio de 2001 el periódico vespertino policial El Mexicano comenzó a publicar una sección histórica denominada «El Fronterizo: episodios históricos juarenses» a cargo del escritor Rubén Moreno Valenzuela, que reproducía en una página completa eventos de nuestro pasado tomados de la hemeroteca de El Fronterizo, el diario más importante de Ciudad Juárez del siglo XX. La sección, patrocinada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, fue publicada durante cinco años.
El episodio, que presentamos a continuación, tenía la siguiente cabeza:
Noviembre de 1953
Descubren contrabando en el tren
El miércoles 25 de noviembre de 1953 celadores de la aduana fronteriza encontraron un cuantioso contrabando en el tren de la corrida No. 7 con destino a la ciudad de México.La mercancía ilegal consistía en ropa femenina de manufactura estadounidense con un valor calculado en 20 mil pesos
El cargamento iba oculto en el carro-comedor y fueron detenidos tres empleados de Ferrocarriles Nacionales de México como presuntos responsables.La nota omite la manera en que los oficiales de la aduana se enteraron del contrabando y del lugar exacto donde fue escondido.
En el carro «Chocagua»
El Fronterizo. Jueves 26 de noviembre de 1953:
Minutos antes de que saliera ayer el tren rumbo al sur, 2 celadores del Resguardo Fronterizo, por instrucciones del comandante Edmundo Herrera, efectuaron una inspección en el carro comedor «Chocagua», descubriendo en uno de los ventiladores, hábilmente ocultos, más de 65 bultos, cada uno de los cuales contenía debidamente empaquetados 4 o más vestidos para mujer, todos ellos de magnífica calidad.
Este frustrado contrabando, formado en su mayoría por prendas de vestir femeninas, piezas de nylon y mantelería, se cree que tiene un valor de más de 20 mil pesos e iba consignado a México, seguramente a una negociación que se dedica a adquirir prendas de vestir fabricadas en Estados Unidos y pasadas de contrabando a nuestro país para posteriormente ser vendidas al menudeo.
Los arrestos
Los celadores Sergio González, Sebastián Gaytán Zendejas y el cabo Rogelio Adrián Pérez, que descubrieron el contrabando, arrestaron como presuntos responsables de internar este fraudulenta importación, al cocinero del carro Francisco Escobar; a su ayudante, Antonio Armando Rosas y al mesero Jacinto Barroso, que formaban parte de la tripulación del número Siete que ayer iba a salir rumbo al sur.De la estación de los ferrocarriles estos individuos fueron conducidos a la comandancia del Resguardo Fronterizo, a disposición del Administrador, general Marcelo Caraveo.
Se requiere una hora
Tanto Escobar como su ayudante y el mesero aseguraron a uno de nuestros reporteros que ignoran quiénes son los contranbandistas o dueños de la mercancía que se decomisó, asegurando que ayer, minutos antes de las 2, el carro «Chocagua», fue puesto a disposición de ellos, cuando ya se encontraba formando parte del convoy general y estacionado frente a la estación.
Agregan los detenidos que en el lugar en donde se encontraba estacionado, el carro comedor, no tuvieron ninguna oportunidad de meter los bultos a la ventila en donde se localizó, pues para efectuar esa maniobra se requiere más de una hora, dada la instalación del ventilador y que ni siquiera ese lapso transcurrió desde el momento en que pararon el carro frente a la estación y la hora en que se descubrió el contrabando.
«La casas redonda»
Los detenidos aseguraron que una maniobra de esa naturaleza sólo puede efectuarse en la «La casa redonda», en donde todos los carros de pasajeros y comedores permanecen más de 24 horas, sometiéndolos a pequeñas reparaciones o trabajos de aseo.
En esta forma los detenidos tratan de desvirtuar la responsabilidad que pueda recaer sobre ellos, pero el personal de la aduana sabemos que insistirá en que ellos son culpables y dueños de contrabando descubierto, pues no se explican cómo el cocinero, su ayudante y el mesero, siendo los responsables del carro, pudieran llevar hasta México esa mercancía sin que se dieran cuenta de la existencia en un ventilador que sirve para controlar la temperatrua del vehículo.
Estos individuos, mientras se investiga su responsabilidad, quedarán detenidos en los separos de la aduana, hasta su consignación en la sección de juicios de la misma dependencia y posteriomente al agente del Ministerio Público Federal.
Otro contrabando
En la misma edición del periódico (26/XI/1953) se reproduce ula noticia de otro caso de contrabando, que a continuación transcribimos:
Haciendo su habitual recorrido de vigilancia, el comandante del Resguardo, Juan Félix Alemany, acompañado del comandante Eduardo Herrera Orozco y los celadores Salvador Sosa de la Olla y Edmundo Contreras Márquez, a la altura del Kilómetro 6 de la Carretera Panamericana, en un entronque con un camino vecinal, descubrieron un vehículo, cuyos tripulantes apenas apercibieron a la volanta, rápidamente trataron de huír.
La persecución se prolongó por varios mi
nutos. Encontraron el vehículo misterioso, en la cercanías de San Lorenzo D. B., cuando ya sus tripulantes lo habían abandonado. En su interior descubrieron un cuantioso contrabando de muebles de procendencia extranjera.No tardanron en dar alcance, a casi 2 kilómetros de distancia del sitio dondefue detenida la camioneta pick up Chevrolet placas K-45112, al automóvil Chrysler placas K-6227, conducido por Jesús Llorente, donde también fue encontrado otra partida de muebles norteamericanos.
Minutos después se lograba detener un automóvil Buick placas Texas PT-1785, dentro del cual se encontraban Alejandro Meza Franco y Baldomerio Campos Carrillo, los cuales fueron detenido y conducidos al cuerpo de guardia.
La camioneta placas K-4512 fue plenamente identificada como de la propiedad de Alejandro Meza Franco, la cual ha sido utilizada en la comisión de actos delictuosos en ocasiones anteriores.
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