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Cadó 2002, Batey, La Romana, República Dominicana. (Foto: Carmen Ballvé)
C
iudad Juárez, Chihuahua. 19 de diciembrede 2013. (RanchoNEWS).- Carmen Ballvé elige sus fotografías con tanto cuidado como sus palabras. Sigue disparando en película en blanco y negro y documentando con estas herramientas «la dignidad con las que viven ciertas comunidades», «y la belleza que encuentro siempre en los rostros y en su manera de existir, que no siempre es tan distinta a lo que estamos acostumbrados los demás». Una nota de Esther Alvarado para El Mundo:
Eso es lo que necesita un proyecto para que esta fotógrafa madrileña lo haga suyo y se vuelque en él hasta que consigue radiografiar su alma. Parte de su trabajo puede contemplarse en las 21 fotografías de formato medio que expone hasta finales de diciembre en Bazar Nicolás (Costanilla de San Andrés, 18, Madrid. De martes a viernes de 11.00 a 19.00 horas y sábados y domingos, de 11.00 a 14.00 horas).
«La exposición está compuesta por tres proyectos. Uno de ellos es fruto de los 10 años que viví en la República Dominicana. Allí visité los bateyes o poblados de la caña de azúcar», explica Ballvé. «Cuando me meto en un tema me gusta dedicarle tiempo, volver, conocer a la comunidad, involucrarme...», añade la fotógrafa que sólo ha podido exhibir seis de los 8.000 negativos que guarda de su trabajo en estos asentamientos. «Grabé un documental en vídeo, y espero poder publicar un libro que estoy haciendo con Mauricio d'Ors».
El segundo de los proyectos que ilustra la muestra llegó a través de su contacto con la ONG americana The Denan Project, con base en Etiopía, Perú, Mongolia y Burkina Faso. Y el tercero, mediante su colaboración con el musicólogo Polo Vallejo, que trabaja con la comunidad de los wagogo en Tanzania.
Imágenes mejor que palabras
A la artista le resulta difícil explicar con palabras qué tienen sus imágenes para destilar esa belleza antigua y esa dignidad inagotable. «Es obvio que yo me expreso mejor con imágenes», comenta entre risas, y asegura que, aunque hace tiempo que no revela sus propias fotos, tiene ganas de volver «a la magia y el romanticismo del laboratorio y el negativo».
Carmen Ballvé nació en Madrid en 1960. En 1981 se graduó en Pedagogía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Estudió fotografía en el ICP (International Center of Photography) de Nueva York entre 1982 y 1984. Ha colaborado en numerosos periódicos y revistas españolas, como Magazine (donde publicó durante dos años la foto del personaje de la penúltima página) y su obra ha sido expuesta en Nueva York y Madrid.
En 1998 fijó su residencia en la República Dominicana, donde desarrolló su proyecto fotográfico Batey. Paralelamente a este trabajo realizó un vídeo documental sobre los braceros haitianos que viven y trabajan en los bateyes y en los campos de caña de azúcar, que ya ha sido exhibido en varios festivales. Su trabajo ha sido seleccionado para formar parte de la exposición que con motivo del Taylor Wessing Photographic Portrait Prize 2013 se exhibirá en la National Portrait Gallery de Londres.
De ella ha escrito la escultora Esperanza d'Ors que «la primera característica que destaca en sus imágenes es que parecen no tener fecha, estar emancipadas del tiempo. Sus criaturas nos hablan insistentemente desde la profundidad de los ojos, que la medicina nos dice son la misma cosa que el cerebro, y desde las manos, portadoras misteriosas de la laboriosidad de la vida».
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