Rancho Las Voces: Literatura / México: (1914-1976) un siglo de José Revueltas
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jueves, noviembre 20, 2014

Literatura / México: (1914-1976) un siglo de José Revueltas

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Hoy se conmemora el centenario del natalicio de una de las figuras esenciales de la literatura y el pensamiento político de México.  (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de noviembre de 2014. (RanchoNEWS).- El escritor José Revueltas será homenajeado con dos exposiciones fotográficas, una en el Archivo General de la Nación y otra en la Cámara de Senadores, las cuales incluirán algunas imágenes inéditas aportadas por Gilda Cruz Revueltas, nieta del autor de Los muros de agua, como parte de los festejos por el centenario de su nacimiento que se cumple hoy. Reporta desde la ciudad de México para Excélsior Juan Carlos Talavera

También se adelantó que serán colocadas dos placas conmemorativas, una en el AGN y otra en las Islas Marías, dedicadas al escritor duranguense; y, en entrevista con Excélsior, Cruz Revueltas detalló que será hasta abril de 2015 cuando el Conaculta y el INBA organizarán una magna exposición que incluirá sus cartas, objetos personales, fotografías y fragmentos inéditos de sus películas resguardadas en la Universidad de Texas, en Austin.

De forma paralela, editorial Era publicó la obra completa de José Revueltas en siete tomos, revisados y corregidos por el narrador Eduardo Antonio Parra; y Ediciones Cal y Arena lanzó Revueltas en la hoguera, de Álvaro Ruiz Abreu, y la reedición de José Revueltas. Los muros de la utopía, considerada la biografía más completa dedicada al autor de Los errores. Y aún se espera la aparición de José Revueltas. Iconografía, del Fondo de Cultura Económica.

Las exposiciones fotográficas fueron coordinadas por la pintora y documentalista Gilda Cruz Revueltas, con el apoyo de Marco Barrera, curador de Bellas Artes; la primera comenta que es importante hacer un homenaje a la trayectoria de su abuelo, ya que siempre se le ha hecho a un lado. «Así que éste es el momento de conocer su grandeza, porque en verdad era un tipazo».

La muestra montada en la Cámara de Senadores, La palabra rebelde, está integrada por una veintena de imágenes, dibujos, carteles y, en esencia, es un recorrido por su vida, su familia y su producción literaria.

Por su parte, la exposición del AGN llevará por título José Revueltas: palabra de tierra y agua, será inaugurada este sábado y ha sido organizada por el Conaculta y el INBA.

La importancia de esta exhibición reside en que el espacio que hoy ocupa el AGN fue anteriormente la Penitenciaría de la Ciudad de México, conocida como el Palacio Negro de Lecumberri, donde estuvo preso el novelista, cuentista, ensayista, teórico y crítico.

La muestra incluye cien fotografías y documentos de la vida pública y privada del autor, de su obra, sus encarcelamientos y su participación en la época de oro del cine mexicano.

Unas cien fotografías conformarán esta exposición, en la que se podrá apreciar las diversas etapas en la vida de Revueltas, a partir de imágenes de la familia Revueltas Sánchez en su natal Durango, alrededor de 1920, donde se observa a su hermano Silvestre tocando el violín, a la actriz Rosaura Revueltas y a Fermín, el pintor de la familia.

La exhibición también dará cuenta del matrimonio entre José y Olivia Peralta, así como de su hija Andrea, del tiempo que pasó recluído en las Islas Marías y en el Palacio de Lecumberri, con fotografías que detallan la huelga de hambre que sostuvo en 1970.

Se echa luz a la época en que Revueltas estuvo al lado de la que fue su mujer por más de 25 años, su segunda esposa, María Teresa Retes, y su hijo Román Revueltas Retes, quien actualmente es un destacado músico. Entre otros testimonios gráficos con Pablo Neruda, Andrés Henestrosa y Efraín Huerta.

Pero, además, el público verá fotografías del sepelio del autor en el Panteón Francés en 1976, así como carteles de películas en las que participó como guionista, entre las que destacan La diosa arrodillada, En la palma de tu mano y El apando.

Posponen magna exposición

Fue pospuesta la muestra que sería montada en el Metro Bellas Artes, dijo a Excélsior Gilda Cruz Revueltas. «Entonces, como se pospuso, señalamos que mi abuelo también merecía ser honrado en el Palacio de Bellas Artes y propusimos una magna muestra para abril de 2015, porque pensamos que mi abuelo se merece el Palacio, igual que Octavio Paz, porque (las autoridades culturales) lo querían confinar al Metro».

Dicha exposición en el Palacio de Mármol incluirá una selección de objetos personales, como su escritorio y sus anteojos, así como obra pictórica de Fermín Revueltas, algunas piezas de Silvestre Revueltas y una amplia muestra con fragmentos inéditos que fueron hallados en la Filmoteca de la UNAM.

«Ya estuve trabajando con los curadores que iban a montar en el Metro Bellas Artes, pero como se canceló de última hora, porque se acabaron el presupuesto con la exposición de Octavio Paz, junté firmas para que fuera en el Palacio de Bellas Artes», explicó.

Nuevas ediciones

Como parte de las celebraciones por el centenario de Revueltas, Era ha publicado siete tomos con sus obras más destacadas en el campo de la narrativa, la dramaturgia, el guión cinematográfico, la crónica, la autobiografía y el ensayo.

Ediciones Cal y Arena publica Revueltas en la hoguera, con los artículos críticos sobre el escritor duranguense; y la reedición ampliada y corregida de José Revueltas. Los muros de la utopía.

Paralelamente, hoy se llevarán a cabo dos mesas de reflexión en el Centro Nacional de las Artes, a partir de las 17:00 horas, donde participarán Eduardo Lizalde, Álvaro Ruiz Abreu, José Luis Musi y Javier Aranda, así como Rosa Beltrán, Edith Negrín, Vicente Quirarte, Eduardo Antonio Parra y Evodio Escalante, entre otros.

Se realizarán también lecturas en voz alta y se develará una placa conmemorativa en el complejo penitenciario de Islas Marías, donde estuvo recluido el Premio Xavier Villaurrutia 1967.

Las actividades continuarán mañana, a las 17:00 horas, con un ciclo en la Cineteca Nacional integrado por cintas consagradas de la cinematografía nacional, en las que destaca la faceta como guionista del escritor.

El ciclo concluirá el domingo 23 de noviembre, a las 12:00 horas, en la Sala Manuel M. Ponce, donde se presentará la obra reunida de Revueltas; mientras que en el Cenart, la Orquesta Sinfónica de Alientos de la Policía Federal realizará el estreno mundial de una obra de Dmitri Dudin, compuesta ex profeso para este aniversario.

El silencio rodea su tumba

Silencio. Ésa es la palabra que rodea la tumba del escritor mexicano José Revueltas (1914-1976) en el Panteón Francés de la Piedad, ubicado en la colonia Buenos Aires de la Ciudad de México, donde yacen sus restos mortales, mientras su familia y las autoridades culturales organizan un puñado de eventos y celebraciones, entre conciertos, mesas de reflexión, exposiciones fotográficas, lecturas en voz alta y placas conmemorativas.

Silencio es también el efecto bajo el que permanece el epitafio inscrito en la tumba del novelista y también activista social, con una docena de palabras bordadas sobre mármol blanco, mientras a la cabeza aparece la urna que contiene las cenizas de su hija Andrea Revueltas Peralta, hija de Olivia Peralta, quien falleciera el 20 de febrero de 2010 y con quien sostuvo una larga correspondencia durante los últimos años de su vida.

«Gris es toda teoría. Verde es el árbol de oro de la vida», dice aquel epitafio. Palabras que sintetiza su paso por la Tierra y que lo mismo sirven para recordar el peso de su obra y las críticas que dedicó a aliados y detractores, palabras que hoy podrían ser recordadas en algún momento de las celebraciones por el centenario de su nacimiento, que justo hoy se conmemora.

Pero silencio es también el adjetivo que sirve para describir a aquel anónimo que, en algún momento del día, llegó ayer hasta la Avenida 21 fosa 305, para depositar un montón de recortes amarillentos con fragmentos de El luto humano y Las evocaciones requeridas, a la sombra de unas plantas de ornato, con un trozo de papel donde está escrita la frase: «Ofrenda al maestro Revueltas».

Escritor comprometido y solidario

En la sesión solemne conmemorativa del Centenario del Natalicio de José Revueltas, el presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, reivindicó ayer la defensa que el escritor hizo de la protesta social y de la libertad de expresión, como derechos legítimos que «por ningún motivo» deben ejercerse sobrepasando los límites de las leyes.

«Necesitamos una sociedad más crítica, pero también una más propositiva, y además debemos responder al llamado de esta sociedad que exige de sus gobernantes que, ante todo, hablen con la verdad para recuperar la confianza, que honren su responsabilidad y que actúen con sensatez y que dignifiquemos el servicio público», expuso el legislador del PRD.

Aureoles Conejo recordó al ensayista, novelista y cuentista, a quien consideró como un intelectual que en su momento fue el más solidario y comprometido con su realidad.

«No cejó en ningún momento de su vida en protestar y en señalar lo que no estaba bien y ése es el mensaje que hay que rescatar en el marco de este homenaje a José Revueltas. No aceptemos lo que está mal y cambiemos para ser mejores», agregó el presidente de San Lázaro.

En la ceremonia ante el pleno de los diputados, la presidenta de la Comisión de Cultura y Cinematografía, la legisladora del PAN Margarita Saldaña Hernández, consideró que la obra del escritor es tan vigente como los problemas sociales que padece este México de la segunda década del siglo XXI.

«Estamos ante uno de los escritores mexicanos más comprometidos, no sólo con su dolor, con el dolor humano, con el arte y la política, sino también con las angustias, con los despojados, con el ignorante y con los presos. Nuestro homenajeado vivió o combatió la injusticia a través de su punzante pluma», afirmó la diputada federal.

Un amigo entre la revolución y la literatura

Después del 2 de octubre de 1968, el movimiento estudiantil en México continuó. Con menos bríos que antes de los acontecimientos de Tlatelolco, en noviembre los integrantes del Consejo Nacional de Huelga accedieron a la demanda de los espartaquistas para que José Revueltas asistiera a sus reuniones. «Habíamos defendido que sólo podían estar estrictamente los representantes de cada escuela, siempre fuimos muy estrictos, pero el clima un poco de desbandada hizo que no nos opusiéramos a la presencia de Revueltas, que era un poco simbólica y decorativa», recuerda Marcelino Perelló.

«El único problema –agrega- era que nos teníamos que chutar sus rollos en las asambleas, rollos que nos decían pocas cosas, que no nos ayudaban a resolver los problemas a los que nos enfrentábamos. Él andaba por las nubes, era demasiado axiomático, demasiado teórico y poco pragmático». Una razón encuentra el colaborador de Excélsior: «creo que Revueltas no pudo diferenciar entre la práctica de la revolución y la literatura, estaba instalado en la ficción, incluso cuando hacia política».

Para muestra trae a la memoria una anécdota: cuando el escritor fue detenido ese mismo mes (a pesar de que «no era un elemento peligroso para el régimen»), encarcelado y condenado, se confesó culpable de todo el movimiento y su organización. «No sé si era una broma o si era un gesto de soberbia extrema, creo que fue algo de las dos cosas. Nosotros nos reímos, dijimos pinche viejo, pero creo que fue un desplante que puede incluso ser elegante, distinguido si se toma con buen sentido del humor».

Así, viviendo en la ficción, pero también como un bohemio incomparable, cantador bien entonado, contador de chistes y buen conversador, además de generoso, hombre al que le gustaba el alcohol y bebía vino blanco en una taza, es recordado el autor de El luto humano. «Era muy cordial con todos, un hombre generoso, un hombre bueno, ayudaba a sus compañeros, tenía mucha fe en los jóvenes, creía que podían cooperar ampliamente en un proceso revolucionario. Creo que como persona era impecable, intachable, sus problemas en todo caso eran de orden político», dice el escritor René Avilés Fabila, quien lo conoció desde que era pequeño.

«Tanto José como su primera esposa Olivia eran amigos de mis padres», dice. A él, fue al primer escritor que se acercó para enseñarle sus cuentos iniciales. «Me dio algunos consejos, después trabajaba en la SEP y me pidió que escribiera un pequeño libro. Lo seguí frecuentando a lo largo de mi vida, cuando estaba en Lecumberri yo estaba en París, cuando regresé ya estaba fuera y lo volví a ver, lo visitaba con su esposa Emma, quien lo enterró y pasó con él sus últimos días, en un departamentito pequeño en Insurgentes».

Avilés Fabila dice que Revueltas «hablaba muchísimo sobre política, más que de literatura» y que el haber pertenecido a los que «empezaron a notar que el culto a la personalidad en la Unión Soviética era bastante preocupante y que la Unión Soviética no era el paraíso prometido», le costó vivir enfrentado contra quien no pensaba como él.

«Pepe ya tenía una idea muy clara de que había que buscar un marxismo leninismo con características diferentes a las que tenía el Partido Comunista Mexicano», añade.

Elena Poniatowska también lo frecuentó. «Lo conocí porque lo fui a ver a Lecumberri muchas veces, tenía un compañero de celda que era Martín Dosal, él lo veía escribir, lo veía dormir, dice que dormía y siempre tenía pesadillas, en la noche de repente empezaba a templar y él le tenía que decir ‘ya cálmate, cálmate’».

La escritora dice que los jóvenes de la época «lo consideraban una conciencia crítica, un intelectual, un líder y un hombre desinteresado, un hombre que daba la vida por su país y era muy crítico de la izquierda. Yo lo conocí como amigo, era medio borracho, pero era un amigazo, leía mucho, te decía lee esto, lee lo otro, lee a Dostoievski. Él era un poco el Dostoievski mexicano, era el gran novelista mexicano».


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