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Reinaldo Pérez Rayón en el Centro Cultural Jaime Torres Bodet. (Foto: Francisco Olvera)
C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de junio de 2015. (RanchoNEWS).- Luego de 70 años de trabajo, Reinaldo Pérez Rayón se dice congruente con los principios de la arquitectura moderna: funcionalidad, internacionalidad y, sobre todo, economía, expresa el artífice de la Unidad Profesional Zacatenco, a propósito de la exposición en torno a su obra que ayer se inauguró. Reporta desde la ciudad de México para La Jornada Reyes Martínez Torrijos.
La muestra, montada en el vestíbulo A del Centro Cultural Jaime Torres Bodet del Instituto Politécnico Nacional (IPN), rinde homenaje al artista.
Reúne más de 40 planos, la mayoría originales de la unidad Adolfo López Mateos, el Planetario Luis Enrique Erro y la casa del arquitecto, además de fotografías de gran formato, maquetas, reconocimientos y otros documentos.
En charla con La Jornada, Pérez Rayón (DF, 1918) refuta que la arquitectura sea la creación de un artista genial: «Es un trabajo serio, metódico, riguroso con un equipo interdisciplinario. Y es como he hecho mi obra, por eso siempre digo que el mérito lo tengo que compartir con mi equipo».
Subraya el reto del proyecto de Zacatenco. «Aplicar los principios de la arquitectura moderna: funcionalidad, internacionalidad, en el momento en que la vida era cada vez más semejante en el mundo, pero sobre todo economía».
Lo anterior, menciona, en contra de lo dado: «La arquitectura que prevalecía era la de los poderosos. Los templos y palacios, que admiramos por su grandiosidad y magnificencia eran para ellos, pero ¿dónde estaban las casas para las personas comunes?, ¿dónde las escuelas? »
La arquitectura, satisfactor social
Un grupo de arquitectos encabezados por Juan O’Gorman, muy entusiastas y talentosos, egresados de la Universidad se enamoraron de la arquitectura moderna y fueron acogidos en la Escuela Superior de Construcción, que luego se integraría al Politécnico.
«La arquitectura, consideraron, es un satisfactor social. Y con el tiempo se fue perdiendo ese espíritu. Se fueron perdiendo esos principios: tenía que ser funcional, internacional, pero sobre todo, económica, no barata; es decir, emplear los recursos en la mejor forma posible, hacer lo más con lo menos. Tuve el privilegio de formarme en ese momento y he sido terco en mantener esos principios y éstos han normado toda mi obra».
Para Reinaldo Pérez Rayón, Zacatenco «se ha defendido de las modas, que salvo algunas cosas, algunos errores incluso absurdos, en general ha funcionado como se previó. Fue difícil porque se conocían las necesidades del momento, pero no cuáles iban a ser las del futuro y cuáles las necesidades de un país que comenzaba a transformarse y la arquitectura moderna quedaba vinculada al desarrollo del país.»
Concluye que en su carrera de 70 años «mi mayor logro ha sido la congruencia de toda mi obra, grande, chica, importante o no, alguna modesta, con los principios de la arquitectura moderna que me formaron y que yo tercamente he defendido, porque subsisten las mismas circunstancias. Sigue existiendo la gente pobre que no tiene para una casa.»
La exposición Reinaldo Pérez Rayón: ideas y obras se puede visitar en el vestíbulo A del Centro Cultural Jaime Torres Bodet del IPN (avenida Wilfrido Massieu, casi esquina con avenida Instituto Politécnico Nacional, colonia Zacatenco). Concluirá el 31 de julio. Entrada libre.
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