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sábado, marzo 19, 2016

Música / España: El punk nació, sin querer, en Perú

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Imagen del grupo de rock de Perú Los Saicos. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 18 de marzo de 2016. (RanchoNEWS).-En el Perú de 1965 la sensación musical eran cuatro chavales limeños que se hacían llamar Los Saicos (derivación fonética de la palabra inglesa para «psicópata») y cantaban -gritaban, más bien- frases como «Echemos abajo la estación de tren/ Demoler, demoler, demoler». Lo que en la España de la época hubiera sido considerado subversivo y poco menos que terrorista, en el país sudamericano fue un single de éxito. Una nota de Darío Manrique para El Mundo.

«Hubo gente que se puso nerviosa, pero nosotros siempre explicábamos que era una broma», recuerda Erwin Flores, compositor y la garganta que se desgañitaba en Demolición. Hoy Flores, de 70 años, se encuentra en Madrid para participar en el homenaje que la web de información rockera He Reunido a la Banda brinda con la actuación de Mujeres, Los Bengala y The Phantom Keys, tres grupos españoles que consideran a los peruanos una influencia, como muchos otros a lo largo del globo. «Son la primera banda de punk de la Historia», decía Martí Gallén, de los barceloneses Mujeres, hace unos años en una entrevista.

«El punk es una cosa más cruda que lo nuestro. Creo que hay elementos que compartimos con el punk, pero no hay mucha relación», opina Flores. «Pero borra eso: Papi [César Castrillón, bajista y el otro miembro superviviente] me ha hecho prometer que siempre voy a decir que sí, que somos los precursores del punk», acaba entre risas, reconociendo que no escucha punk (revela, sin embargo, que va a producir unos temas de reggaetón de autoría propia en su estudio casero).

Ciertamente, aunque en lo musical haya puntos en común, falta la actitud, digamos, política que debe acompañar al punk. Pero entonces, ¿cómo llegaron unos chicos de la clase media-alta de Lima a grabar salvajadas como Demolición, Camisa de fuerza o El entierro de los gatos?

«Yo andaba muy frustrado en esa época», explica Erwin Flores: «Estaba estudiando agronomía porque mi familia tenía cafetales, pero la guerrilla los quemó y perdí todo aliciente para seguir en ese mundo para mí extraño del campo».

Ni siquiera escuchaban a grupos norteamericanos como The Sonics o The Kingsmen, con un sonido crudo parecido al suyo: «Qué va, nuestro ídolo era Elvis. Si yo gritaba era porque no sabía cantar».

Los Saicos gozaron de éxito a escala nacional, incluso tuvieron un programa de televisión, pero en 1966 se separaron. Flores marchó a estudiar Física en EE UU, donde ha hecho cosas tan diversas como cantar en restaurantes latinos («Raphael y cosas así») o trabajar en la NASA, antes de convertirse en empresario residente en Washington.

La obra de Los Saicos se reduce a seis singles con sus respectivas caras B, 12 canciones que el sello madrileño Munster reeditó a principios de siglo, un hecho fundamental para su reivindicación mundial. Su vuelta a los escenarios se produjo en 2010 en nuestro país, en el Dracula Funtastic Festival de Benidorm. Pero tras la muerte del batería Pancho Guevara hace un año, Erwin Flores da por imposible otra gira bajo el nombre de Los Saicos: «No tengo los ánimos de hacerlo», reconoce.

El cantante llegó a Madrid el pasado domingo, y en algún momento de esta semana ha ensayado con los grupos del homenaje, «aunque los he visto en Internet y son buenísimos», señala, «no tendría ningún problema en subirme con ellos al escenario sin ensayar».



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