C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de agosto de 2016. (RanchoNEWS).- Es profesor de literatura de la Universidad de Antioquia, pero dice que cada vez ve menos a sus alumnos. El autor colombiano Pablo Montoya (53) poco a poco deja la academia para dedicarle más tiempo a su obra. Ayer, por teléfono, habló con la mayoría de los integrantes del jurado que le dieron por unanimidad el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, tras el anuncio realizado en la sede de Santiago de la U. de Talca, escribe Javier García desde Santiago de Chile para La Tercera.
Su nombre fue elegido por su «vasta y variada producción de carácter disruptivo e innovador», señaló Horst Nitschack, académico de la U. de Chile, quien presidió el jurado integrado también por Diana Klinger, de la U. Federal Fluminense de Brasil; Monica Marinone, de la U. Nacional de Mar del Plata, Argentina; Rory O’Bryen, de la U. de Cambridge, de Reino Unido y Raquel Arias, de la U. Autónoma de Madrid, España.
Nacido en Barrancabermeja, en 1963, Montoya ha publicado desde los 90 libros de poesía, cuentos, ensayos y novelas. El año pasado alcanzó visibilidad en el continente al obtener el premio Rómulo Gallegos por su novela Tríptico de la infamia.
«Donoso forma parte de mis lecturas iniciales. Recuerdo con gran impacto El lugar sin límites, pero más aún el impacto inquietante de El obsceno pájaro de la noche, que a mi juicio es una de las grandes novelas de América Latina», dijo Montoya.
Este miércoles, el profesor Nitschack, resumió sus cuatro novelas: «La sed del ojo (2004) es un policial erótico; Lejos de Roma (2008) recrea el exilio del poeta Ovidio condenado al destierro; Los derrotados (2012) es sobre la lucha independentista y la guerrilla colombiana en el siglo XX, y Tríptico de la infamia (2014) es una visión original de la conquista de América a través de la producción de tres pintores en el siglo XVI».
Montoya, quien recibirá el galardón en octubre en la Feria del Libro de Santiago, afirma que la literatura colombiana está «muy influenciada por el periodismo. Una impronta dejada por García Márquez». A pesar de ello valoró el trabajo de autores como Fernando Vallejo, Tomás González y Juan Gabriel Vásquez. Y recordó las polémicas cuando escribió negativamente sobre aspectos de la obra de Roberto Bolaño, en momentos que todos lo elogiaban. «Es una relación que parte con mucha admiración, que luego se reduce, pero es un extraordinario escritor. Lo que puse énfasis en algunos artículos es que dije que hay alguno de sus libros que son para jóvenes más que para adultos, y que hay una parte de su obra que es un poco extensa, maratónica y repetitiva. Pero considero que Nocturno de Chile, La literatura nazi en América, Estrella distante y 2666 son libros memorables».
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