Rancho Las Voces: Crónica / Carlos Reviriego: «El concierto de Bob Dylan en Madrid»
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jueves, junio 08, 2023

Crónica / Carlos Reviriego: «El concierto de Bob Dylan en Madrid»

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Bob Dylan Man vs Myth. (Foto: Sam Kirk)

C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de junio de 2023. (RanchoNEWS).- Amenazó la lluvia todo el día con aguar la fiesta. El que se antojaba como el mejor de los escenarios posibles, el de los Jardines del Botánico de la Complutense, se volvía en su contra ante los caprichos climatológicos de un mes de junio pasado por agua. Expecting Rain lleva por nombre uno de los foros dylanófilos de mayor tradición y predicamento. Y, efectivamente, el pronóstico era lluvioso. Muy lluvioso, publica Reviriego en El Cultural.

En la hora previa señalada para el inicio del concierto, bajo rigurosa puntualidad (primera regla de Bob Dylan), el público asistente a la inauguración de las Noches del Botánico buscaba el espejismo de un resguardo contra la tormenta bajo las ramas de los árboles o en las escasísimas zonas cubiertas a la entrada del recinto. Allí mismo, antes incluso de entrar, era obligado dejar el paraguas en consigna («El artista no quiere paraguas en su concierto», segunda de las normas), que amablemente te trocaban por un chubasquero azul. En un momento dado, todo era chubasqueros azules en el indolente paisanaje.

A escasos minutos de la hora señalada, sin que el aguacero diera señales de escampar, nadie apostaba por que aquello pudiera empezar puntual, máxime cuando –tercera de las normas impuestas por Dylan– se interponía otra obligación entre la entrada y la butaca: precintar el móvil en una funda de cierre magnético. Pero la promotora Riff Music cumplió su deber bajo el exigente contrato del artista. Y como Dylan ya sabemos que debe tener algún pacto secreto con las misteriosas fuerzas (o los simples giros) del destino, el músico y su cuadrilla arrancaron apenas 15 minutos después, afinando sus instrumentos, bajo el cielo grisáceo de nubes que, milagrosamente, ya parecían haber descargado todo lo que debían. Y la fiesta no se aguó.