Rancho Las Voces: Arquitectura / México: Eric Owen habla sobre la megabiblioteca
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jueves, mayo 03, 2007

Arquitectura / México: Eric Owen habla sobre la megabiblioteca

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Vistas del interior de la Biblioteca Vasconcelos, en la propuesta arquitectónica de Eric Owen Moss. (Foto: Despacho Owen Moss)

M éxico. 3 de mayo, 2007. (Mónica Mateos-Vega/La Jornada).- La construcción de la Biblioteca Vasconcelos «era menos un problema arquitectónico, que la oportunidad de brindar nuevos accesos, nuevas herramientas, nueva energía, un nuevo momento, una nueva sociología a la cultura mexicana», afirma el arquitecto estadunidense Eric Owen Moss (Los Angeles, 1943).

Al frente de un equipo de cinco colaboradores, Owen Moss obtuvo el segundo lugar en el concurso internacional de diseño convocado para la megabiblioteca.

Perdió ante la propuesta de Alberto Kalach, «apenas por un voto, según tengo entendido».

En entrevista con La Jornada, el autor de proyectos como el memorial y museo de Auschwitz (1999), la Opera House de Oslo, Noruega (2000), y el Museo de Arte de Queens, Nueva York (2001), explica que la intención fundamental de la biblioteca que diseñó para México fue, en primer lugar, «reconocer el colosal pedigrí de la arquitectura y el arte que corre desde hace varios miles de años en ese país».

Y agregó: «claro, no enfocándome específicamente en Teotihuacán o Chichén Itzá (o en Siqueiros, Orozco, Rivera, Kahlo, Barragán o Legorreta) para copiarlos, sino entendiendo la fuerza, el poder, el espíritu, la originalidad y la convicción de este espectacular linaje cultura»l.

Asegura que su propuesta habría requerido unos 18 meses para edificarse. Es decir, si hubiera empezado a construirse a principios de 2005, como ocurrió con el diseño de Kalach, tampoco habría estado lista sino mucho después del día en que Vicente Fox inauguró la megabiblioteca de Buenavista, el 20 de mayo de 2006.

Vocación educativa y cultural

Owen Moss dice que su proyecto no intentó recurrir al modernismo contemporáneo: «Es ineficaz, desde mi punto de vista; muy frágil, poco original».

Y agrega: «era más importante, en mi propuesta, sólo insinuarlo, tanto en lo arquitectónico como en lo operativo, esto es, proponer nuevos sistemas de información, disponibles y convincentes para una nueva generación de mexicanos».

«Esta es una de las razones por las que me encantó la idea de una biblioteca en una estación de trenes, suponiendo que se tendrán 300 mil personas diarias yendo y viniendo a la ciudad en tren, las cuales entrarían en contacto con los servicios del nuevo recinto», dice.

Vistas del exterior de la Biblioteca Vasconcelos, en la propuesta arquitectónica de Eric Owen Moss. (Foto:Despacho Owen Moss)

«Pero lo más importante: la construcción de la Biblioteca Vasconcelos era menos un problema arquitectónico, que la oportunidad de brindar nuevos accesos, nuevas herramientas, nueva energía, es decir, un nuevo momento, una nueva sociología a la cultura mexicana, la cual es potente, tanto en retrospectiva como en su prometedor futuro», añade.

«Por eso, la pregunta esencial que me plantee al desarrollar este proyecto fue: ¿qué es una biblioteca contemporánea? No existe una respuesta final y sencilla, sino una mezcla de varios factores». dice.

«La vocación de la Biblioteca Vasconcelos debía ser educativa, ofrecer actos culturales para personas de todas las edades, tanto nuevos como sofisticados, simples y tradicionales, en un ambiente que lo mismo sirviera para llevar a cabo espectáculos escénicos o funciones de cine, con un parque y agua alrededor», agrega.

Presupuesto más que suficiente

Para diseñar su proyecto, Owen Moss contó con la colaboración de Michael Keller, profesor de la Universidad de Stanford, California, especialista en mecánica robotizada, quien ha trabajado en diversas bibliotecas universitarias.

«Fue nuestro asesor y, de haber resultado ganadores, habría sido una oportunidad excepcional para Keller, quien hubiera podido unir en este trabajo sus dos pasiones: sus conocimientos en nuevas tecnologías y su tradicional amor por los libros de México», dice.

El arquitecto Eric Owen considera que los casi 120 millones de dólares que hasta la fecha ha costado la megabiblioteca habrían sido «más que suficientes» para la construcción de su diseño, y «dados los importantes propósitos públicos del proyecto, así como la durabilidad que se requería, ese presupuesto se justifica».

Concluye que «si un político tiene la oportunidad para impulsar un proyecto semejante, el cual contribuirá a la educación, a la cultura y al poderoso lenguaje del arte mexicano y arquitectónico, esa persona debería hacer una contribución duradera para el desarrollo intelectual de su país. Un proyecto como éste es siempre bienvenido y casi siempre esencial su construcción».

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