Portada del libro. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de marzo de 2013. (RanchoNEWS).-Resulta lamentable que (a la fecha) muchos de los más importantes promotores culturales que ha tenido en su larga historia el país permanezcan en cierto olvido. La justicia tarda en llegar. Una nota de Mauricio Flores para Milenio:
Así pasa con Francisco Javier Gamoneda (Asturias, 1873-México, 1953), quien para fortuna de todos el investigador Xabier F. Coronado recupera en la obra Gamoneda bibliógrafo, librerías, archivos y bibliotecas, del Fondo de Cultura Económica.
¿Quién fue Gamoneda?
Un bibliógrafo singular que realizó una labor sin precedentes en el campo de la biblioteconomía y la creación de archivos y bibliotecas (contesta Coronado). Tarea que se efectuó en 50 años de vida profesional, tras la llegada del personaje de su natal Cangas de Tineo, donde nació en el seno de una familia de abolengo y linaje.
A Gamoneda se le deben la conformación de bibliotecas y acervos como los pertenecientes a la Secretaría de Hacienda, del Ayuntamiento de la Ciudad de México y del Congreso de la Unión. Empresas (de suyo valiosísimas) que extendió con la edición de boletines y obras ensayísticas y de ficción, la difusión cultural, la enseñanza y la organización de ferias del libro.
«Labor que pretendía alcanzar el ideal solidario de popularizar el conocimiento para que no fuera patrimonio de unos pocos privilegiados», subraya Coronado.
Gamoneda había organizado ya en la década de los 20 el llamado Grupo Ariel (al lado de Jesús Ibarra, Daniel Galindo y José Zavala) y dos décadas después tres ferias del libro en años consecutivos, donde se calculaba asistían a diario unas 12 mil personas.
Pocos días después de su muerte el 29 de julio del 53, su colega José Ignacio Mantecón publicó (en El Nacional) un emotivo homenaje a quien «prefería ser objeto de la crítica por su creaciones que crítico él mismo7 y adelantaba tiempos en que se le daría «el puesto y nombre que su abnegado trabajo le ha ganado en la historia de la cultura en México».
De entre los registros biográficos y anécdotas recuperadas por Coronado (Gamoneda en Asturias, Gamoneda en Filipinas —donde aún joven le sorprendieron los levantamientos independentistas y la guerra contra Estados Unidos—, Gamoneda en Madrid y en México) destaca la conservación de parte de su legado bibliográfico, si bien mucho se perdió, en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada de la calle República de El Salvador.
Ahí, en la contraportada de algún añejo libro bien resguardado, se puede descubrir el ex libris de este gran difusor con la leyenda: Eruditum inter prospera ornamentum, inter adversa refugium (La erudición es ornamento en la prosperidad y en la adversidad refugio).
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