Detrás de la muerte de un
soldado siempre hay algo turbio
soldado siempre hay algo turbio
José Carlos Becerra
Afuera llueve. Ciento veinte minutos de agonizar el mar sobre la tierra seca. Ciento veinte minutos el frío discurso de la lluvia diciéndome lo mismo. Adentro, se yergue un cementerio de silencios como una bofetada blanca. Rondan los epígrafes que no se atreven, las voces que de por sí tienen los muertos, cuyo pasar de largo sin pronunciar mi nombre, inauguran sobre el mármol, la secreta figura del olvido.
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