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lunes, noviembre 15, 2004


En una cueva de una remota isla de Indonesia, arqueólogos desenterraron lo que parece ser una especie de humanos "pequeños". (Foto: Especial)
EL UNIVERSAL
Lunes 15 de noviembre de 2004




00:00 En recientes excavaciones efectuadas en una cueva ubicada en una remota isla de Indonesia, arqueólogos desenterraron lo que parece ser una nueva especie de humanos -ya extinta- sin parecido a ninguna conocida a la fecha. Se trata de personas de talla muy pequeña cuya estatura apenas alcanzaba un metro de altura. Sus cabezas no eran más grandes que una toronja y sus ojos eran abultados. Los investigadores creen que este "hermano menor" del ser humano contemporáneo pudo haber vivido hace unos 18 mil años.
Asimismo, los científicos dicen que esta gente pequeña vivía en comunidades dentro de cuevas. Lo interesante del caso es que aun cuando esta especie de homínido existió al mismo tiempo que los humanos modernos a la fecha no se sabe que hubieran tenido contacto entre sí.
Los expertos afirman que el hallazgo es la primer evidencia de que las especies humanas confinadas en islas remotas, con recursos limitados para sobrevivir, redujeron su talla, un fenómeno común en otros mamíferos pero hasta ahora desconocido en primates. Además este encogimiento va en contra de la naturaleza evolutiva del ser humano, cuya característica ha sido el incremento de talla acompañada por cerebros más grandes y complejos.
El hallazgo, realizado por un equipo multinacional coordinado por el investigador de la Universidad de Nueva Inglaterra en Australia, Peter Brown, fue catalogado por la revista Nature como uno de los más sobresalientes en el ramo de la paleontología en los últimos 50 años.
"Se trata de un espléndido ejemplo de la evolución humana que ojalá pudiera ver Charles Darwin", dijo Tim White, paleoantropólogo de la Universidad de California, en Berkeley, cuyos descubrimientos en África han hecho que el árbol genealógico de la humanidad se haya reescrito en diversas ocasiones.
Los investigadores llamaron a la especie homo floresiensis, debido a que sus restos fueron encontrados en la remota Isla de Flores, ubicada entre Bali y Timor, en Indonesia. El descubrimiento es de tal importancia para el conocimiento del desarrollo de la raza humana que ha venido a cambiar todo el panorama de la historia, pues "se supone que la gente de esa talla se extinguió hace alrededor de tres millones de años, pero en términos evolutivos podría decirse que el homo floresiensis vivió el día de ayer", dijo Brown.
En la cueva donde se efectuó el hallazgo, llamada Liang Bua, los científicos encontraron el cráneo y partes del esqueleto de una mujer adulta de unos 30 años de edad, que falleció por causas desconocidas, así como también huesos pertenecientes a otros siete "mini-humanos".
Anticipando posibles escepticismos, Brown y su equipo señalaron que tienen suficiente evidencia para asegurar que no se trata de una aberración, dado que "todos los restos que encontramos pertenecen a gente muy pequeña". Pero además el equipo de investigadores revisó de manera concienzuda las condiciones médicas de los restos, en búsqueda de evidencias que pudieran explicar la talla de sus dueños. Los resultados arrojados por las pesquisas indican que de manera muy clara el tamaño de esta gente obedeció a su calidad de aislamiento.
Los científicos proponen que la mujer de Liang Bua pertenece a una nueva especie, debido a que tanto sus restos como los encontrados a su alrededor son muy distintos de los de otros humanos, en términos de su tamaño y forma corporal, que no tienen parecido con los hallados hasta ahora. Para White, "este descubrimiento muestra que los humanos han sido afectados por las mismas fuerzas evolutivas que otros grandes mamíferos en islas".
Según la teoría de Brown, "los ancestros de la mujer de Liang Bua quedaron atrapados allí, de tal suerte que sus descendientes fueron disminuyendo de talla a fin de sobrevivir con los escasos recursos que tenían". El especialista afirma que este fenómeno, denominado "Efecto Isla", consistente en que animales más grandes que un conejo tienden a reducir su tamaño, en tanto que los más pequeños que una rata tienden a agrandarse, se ha encontrado en otros mamíferos a lo largo de la historia, sin embargo, "jamás se había encontrado en ningún tipo de primate".
Dentro de la caverna, el equipo de investigadores encontró también huesos de estegodón, una versión primitiva de elefante enano.
También halló evidencia de cortes en los huesos, así como miles de hojuelas de piedra y puntas. Dado que no se espera encontrar un estegodón en una caverna, los especialistas conjeturan que podrían haber sido cazados por estos seres con herramientas de piedra fabricadas por ellos mismos, pues no se ha encontrado evidencia de otros homínidos en la isla.
Para Peter Brown ello significa que estos seres, quienes poseían un cerebro de menor tamaño que el de los humanos contemporáneos, tenían la capacidad para hacer herramientas de piedra muy sofisticadas, que hasta hoy habían sido asociadas a los humanos modernos, lo cual también sugiere que, a pesar de que sus cerebros eran incluso más pequeños que los de un chimpancé, la organización de los mismos y la forma en que sus neuronas estaban conectadas era más cercana a la humana que a la de los monos. En otras palabras: eran capaces de pensar, aprender y comportarse de una forma más compleja que la de otros homínidos.
Lo importante del caso es que los habitantes de la isla ilustran el surgimiento de nuevas especies que evolucionan en su propia dirección, incluso alejadas de sus ancestros, cuando sus poblaciones son aisladas. "Pero ¿quién habría pensado que el genoma humano podría haber creado una línea de gente tan pequeña como ésta?", cuestiona el científico.
(Con información de Nature y Scientific American) Posted by Hello