Rancho Las Voces: Neil Young: Yo acuso... ahora
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martes, mayo 23, 2006

Neil Young: Yo acuso... ahora

ESTEBAN LINÉS

B arcelona, España. 22/05/2006. (La Vanguardia).- El título ya lo deja suficientemente claro, Let´s impeach the president (procesemos al presidente). Es una de las canciones del nuevo disco del rockero norteamericano Neil Young, que se pone a la venta mañana en España, Living with war (Warner), que supone el ataque más feroz de una gran estrella de la música nortearmicana contra la Administración de su país. El tema es la guerra de Iraq y la fractura, según él, producida en el seno de la sociedad estadounidense por la política del presidente Bush y su Administración.

Desde hace semanas, el disco entero se puede escuchar íntegra y gratuitamente en la red (http://www.neilyoung.com). Para encarar este enfurecido alegato, Young no tardó más de dos semanas del pasado marzo en elaborar lo que él denomina "un disco de protesta-metal-folk" y grabarlo en una sesión de toma directa en Los Ángeles durante doce horas seguidas. Nada más. Un disco urgente que el canadiense afincado en California desde hace decenios asegura que "trata de intercambiar ideas, hacer que el mensaje se propague, animar a la gente dándole una voz".

Las diez canciones de Living with war siguen un hilo monotemático y rescatan al Neil Young más eléctrico y rabioso en decenios, reduciendo al mínimo la música (musculosas guitarras eléctricas, rítmica abrupta, segundas voces y coros, y unos eventuales metales: Chad Cromwell, batería; Rick Rosas, bajo; Tommy Bray, trompeta), una cosa muy de agradecer después de un decenio errático estilísticamente.

Neil Young se sometió hace un par de meses a una surrealista entrevista en la CNN, que el músico utiliza como explicación oficial de su nueva, agitadora obra discográfica, en la que dijo que su objetivo era "acusar al presidente por haber mentido y llevado a Estados Unidos a la guerra, abusando de los poderes que los ciudadanos le habían dado (...) y también por estar espiándolos y por infringir las propias leyes estadounidenses, por meterse en los computadores y en los teléfonos".

Un disco, cuando menos, a la altura del compromiso exhibido hace dos años por Steve Earle cuando publicó The revolution begins now.A Young se le ha acusado enseguida, con similar acritud, de ser prototerrorista, antipatriota y, sobre todo, de seguir siendo ciudadano canadiense a efectos oficiales.

También es cierto que no hace muchos años, a raíz del 11-S, fue un arrojado defensor del establishment, y defendió la Patriot Act tras volcarse en términos convencidos en las víctimas de las Torres Gemelas. Y además en aquellos días aseguró: "La respuesta es necesaria; podemos aceptar algún límite a nuestras libertades, si eso supone servir al bien común; será por poco tiempo y todo volverá a ser como antes".

Mientras sigue reflexionado cuenta: "A lo largo de mi carrera he escrito otras canciones políticas, pero nunca un disco como éste. Ha nacido de manera imprevista: estaba en casa tomando un café, leía el Usa Today y en portada sacaba una foto de un avión C-130 convertido en hospital que regresaba con soldados heridos del frente iraquí. ¡Cómo nos han engañado!". Repentinos pudores aparte, Young parece trabajar al límite, haciendo bueno el título de uno de sus discos más gloriosos e ignorados, Time fades away (el tiempo se esfuma), porque hace escasamente un año superó un complicado aneurisma, se metió a grabar su anterior disco Prairie wind y por primera vez dio su visto bueno a un grandes éxitos, algo a lo que siempre se había negado y donde recuperó una ristra de obras maestras como Ohio, Southern man, Harvest moon o Hey, hey, my, my (into the black).

Con todo, este último decenio ha sido muy irregular en términos discográficos: el reciente Prairie wind supuso su regreso al amable terreno del country-rock de los grandes éxitos de Harvest, Comes a time o Harvest moon, pero antes le habían precedido los tan decepcionantes como ambiciosos Greendale y Are you passionate? o hermosos discos de consumo interno como Silver and gold o Broken arrrow. Este verano, además, Young volverá a la carretera junto a sus amigos Stephen Stills, David Crosby y Graham Nash, en una amplia gira de similar carácter político por Estados Unidos.