C iudad Juárez, Chihuahua. 11 de septiembre de 2014. (RanchoNEWS).- Donde hoy se levanta un muro, antes fue territorio kumiai. De aquel pueblo, que ocupó desde lo que es el extremo sudoeste de Estados Unidos al noroeste de México, apenas queda medio centenar de hablantes. «Cuando no había fronteras, cuando no había muros, cuando no había línea, todo pertenecía al pueblo kumiai. Abarcaba a la redonda, ¿no sé?, cientos de kilómetros», dice el artista Álvaro Blancarte (Culiacán, Sinaloa, 1934). Una nota de Luis Carlos Sánchez para Excélsior:
Como una suerte de recordatorio de que aquellos hombres fueron los primeros en llegar ahí y que esas tierras desérticas y rocosas eran libres y no se distinguían fronteras entre ellas, Blancarte pintará Ancestros/Tipei Ñakor Yaak, un mural de 60 metros cuadrados (unos cinco por 15 metros de superficie) que estará ubicado en la entrada de la nueva garita de El Chaparral, en Tijuana, justo en el lugar al que todos voltean cuando regresan de San Ysidro a México.
«La idea de hacerlo ahí es un poco en el sentido de decir que todo esto que vemos ahora era nuestro, era de los kumiai. Es romper un poco con el sentido de las bardas, de las líneas, con el sentido negativo que tiene esta zona, darle aire de libertad.
«Es decir esta zona es libre, es de nosotros y también de ustedes porque somos iguales. Con el mural quiero hacer una resignificación de una zona que no pertenece a nadie, sino que pertenece a todos», explica.
Ancestros comenzará a ser pintado in situ, en diez días, después de que el artista regrese de un viaje a Colombia, con la ayuda de dos ayudantes, y se espera que su elaboración tarde un mes y medio.
La presencia del mural forma parte de las actividades que conforman el II Festival Cultural Internacional El Gran Mexico, las culturas mexicanas más allá de las fronteras, que organiza El Colegio de la Frontera Norte (Colef), junto con otras instituciones federales y locales.
La idea del encuentro, que coordina el investigador José Manuel Valenzuela, es analizar y poner de relieve los diferentes modos de ver y entender la frontera y su gente, ese conjunto de individuos que suma varios millones y que ha dejado de sentirse de un sólo lado (el mexicano o el estadunidense) para considerarse transterritoriales. Es decir, que ya sea desde aquí o de allá para acá, conforman una comunidad bien definida culturalmente.
«Los migrantes salen de la nación, pero la nación no sale de ellos», dijo ayer durante la primera jornada del festival el director del Centro Cultural Tijuana (Cecut), Pedro Ochoa Palacio, al referirse a los más de 34 millones de latinos que viven en Estados Unidos y que se estima llegarán a más de 130 millones a mediados de esta centuria. «Esos millones exigen una forma diferente de ser considerados», afirmó.
Tonatiuh Guillén, director del Colef, agregó que el nombre del festival El Gran México... alude a eso.
«Es una frase que condensa el nuevo perfil de la nación mexicana, cada vez más acentuado. México es ya una nación transterritorial, esta profunda transición ha dejado muy atrás la visión predominante que la definió como una nación contenida en sus fronteras y que ignoró y excluyó todo aquello que surgía y evolucionaba fuera del territorio.
«El Gran México... es la idea esencial que nos permite extender la mirada y avanzar al reconocimiento de la nueva estructura de la nación mexicana, un reconocimiento que hoy todavía es inconcluso y no valorado en su plena y excepcional magnitud. Hemos transitado de un México que se concebía a sí mismo contenido en su territorio, a un México que se ha desplegado más allá de las fronteras, pero que aún no lo reconocemos de manera suficiente, aún no medimos ni vislumbramos las poderosas consecuencias de esta profunda transición, no obstante sus efectos», consideró.
La diputada Amalia García, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, señaló por su parte que «para algunos gobiernos, las fronteras es lo que divide, incluso se construyen muros, incluso hay quien plantea que deben seguirse construyendo; pero hay otra visión de la frontera como un lugar de encuentro, eso es lo que quisiéramos que fueran las fronteras, el espacio de encuentro, de crecimiento».
El coloquio que se realizará hasta este sábado, día en que se clausurará, incluye conciertos, presentaciones de libros y proyecciones de cine, así como un intenso programa académico dividido en diferentes mesas, que abarcan temas como la literatura y las culturas mexicanas y chicanas tanto en México como en Estados Unidos.
También será presentada la exposición de un Taller Fronterizo, y otra sobre la obra fotográfica de David Bacon, quien se ha dedicado a captar imágenes de trabajadores mexicanos en la Unión Americana.
Cuatro doctorados más
El Colegio de la Frontera Norte (Colef) buscará crecer académicamente hacia el doctorado. El director de la institución, Tonatiuh Guillén, informó que a finales del año quedará lista la construcción de un nuevo edificio que será destinado a ampliar la oferta académica al ritmo de dos doctorados por año.
«Estamos haciendo un nuevo edificio complementario del que tenemos ya de posgrado. Éste nos va permitir que el próximo año tengamos dos doctorados y en 2016 otros dos más, de tal manera que el nivel de doctorado sea progresivamente el nivel de mayor capacidad de enseñanza».
El edificio, que se espera quede listo, junto con su equipamiento, en el primer trimestre del próximo año, busca darle más presencia al doctorado. «Ya tenemos un doctorado y seis maestrías, pero las que han sido muy exitosas, como la de estudios culturales, la de medio ambiente o población, son las primeras que van a girar hacia programas de doctorado, aunque no las vamos a dejar de ofrecer como maestrías».
Adicionalmente, explicó, se lleva cabo la construcción de otro edificio en Tijuana, en el Ecoparque, que estará dedicado al estudio y desarrollo de la sustentabilidad ambiental. «Es un lugar que nació hace 20 años como un espacio demostrativo de tecnologías alternativas con respecto al procesamiento de aguas urbanas y generación de materiales secundarios».
«Ahora tendremos una infraestructura mucho mayor, un edificio donde la función es que tenga un efecto de divulgación».
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