La actriz en 'Simón del desierto' de Luis Buñuel. (Foto: RanchoNEWS)
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iudad Juárez, Chihuahua. 28 de noviembre de 2024. (RanchoNEWS).- Silvia Pinal, la última gran diva de la época del cine de oro mexicano, que triunfó en la gran pantalla de la mano del director español Luis Buñuel y fue por largo tiempo actriz de teatro, de telenovelas y presentadora de televisión, falleció en Ciudad de México este jueves. Pinal tenía 93 años. Con ella muere un mito del cine, pero también una época de esplendor de una industria que lucha por sobrevivir en medio de los recortes públicos a las artes y la competencia de nuevas plataformas tecnológicas. Pinal, una de las primeras actrices en hacer un desnudo en el cine y romper todos los cánones, celebró a lo grande sus 93 años el pasado septiembre, cuando afirmó que se sentía «como de 18 años» y que no le temía a la muerte, reporta Carlos S. Maldonado en El País.
Silvia Pinal (Ciudad de México, 1931) comenzó su carrera cinematográfica desde muy joven, cuando debutó en 1949 en la película El pecado de Laura bajo la dirección de uno de los grandes cineastas de la época, el mexicano Julián Soler, integrante de una influyente dinastía de actores en México. Aunque aquel fue un papel secundario, le valió para abrirse paso en una industria en la que eran los grandes actores masculinos quienes marcaban las pautas de las interpretaciones: ellos tenían la potestad de escoger a sus compañeras de reparto y Pinal en varias ocasiones se enfrentó a ese tipo de adversidades para demostrar su valía como actriz. Su nombre creció en la industria en la década de los cincuenta del siglo pasado, hasta el punto de conseguir su primer premio Ariel, los reconocimientos del cine mexicano, por su actuación en Un rincón cerca del cielo (1952), dirigida por Rogelio González y protagonizada por el actor y cantante mexicano Pedro Infante, que ya gozaba de gran fama internacional.
La vida de Pinal, sin embargo, dio un giro cuando el actor Francisco Rabal le presentó al cineasta español Luis Buñuel, con quien trabajaría tres metrajes que le darían fama mundial a tal punto que ella llegó a afirmar que fue la «musa» del español. Así contó Pinal aquel primer encuentro con Buñuel. «»No nos tomaba muy en serio. Lo primero que me preguntó enfrente de Gustavo Alatriste [empresario y productor cinematográfico con quien estuvo casada] es: «¿Quién es este señor?» Le dije que era mi marido. «¿Y por qué quiere hacer cine conmigo?», me dijo. «Porque me ama, don Luis». «Es buena razón», respondió.