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La mujer de Tlailotlacan. (Foto: Archivo)
C iudad Juárez, Chihuahua. 7 de julio de 2016. (RanchoNEWS).- Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) estudian el entierro de una mujer que vivió hace más de mil 600 años en Teotihuacan y presenta deformación craneal, modificación dental y una prótesis de serpentinita en forma de incisivo inferior. Una entrega de Notimex.
Se trata de uno de los personajes con mayor cantidad de modificaciones corporales registrados hasta el momento en la metrópoli teotihuacana, informó el INAH en un comunicado.
«La mujer de Tlailotlacan» como ha sido llamada por los investigadores, fue una persona única que falleció alrededor de los 35-40 años de edad y cuyo entierro fue hallado en 2014, informó el antropólogo físico Jorge Archer Velasco.
Detalló que la cabeza de esta mujer debió lucir alargada, porque su cráneo muestra una modificación del tipo tabular erecta que se logró mediante una compresión fronto-occipital muy extrema.
Se trata, agregó, de un tipo de deformación cultural que no fue propia de esta región del Altiplano Central mexicano donde se localiza Teotihuacan, sino del sur de Mesoamérica.
Además cuenta con un par de redondas incrustaciones de pirita que tiene en los incisivos centrales; al respecto, el antropólogo físico explicó que para realizar esto «se tuvo que hacer un taladrado en el esmalte, una técnica que se tiene reportada en la zona maya, en la región del Petén y Belice».
Al mismo tiempo los incisivos inferiores se remplazaron por una prótesis hecha de serpentinita, que tiene forma de un incisivo y que al parecer es de factura foránea, también se tomó evidencia de que fue utilizada por un largo periodo ya que se halló formación de sarro.
A la par, se realiza un «análisis para saber si esta pieza se fijó mediante algún tipo de cementante o usando una fibra que la sujetara a la mandíbula», explicó el experto.
En su oportunidad, la arqueóloga Verónica Ortega informó que el entierro se encontró durante las excavaciones que se realizaron en un predio de la colonia El Mirador, en el poblado San Juan Evangelista, ubicado en Teotihuacan.
En este mismo sitio pero en la época prehispánica estuvo situado el Barrio Oaxaqueño o conocido como Tlailotlacan, que significa el de la «gente de tierras lejanas».
La directora del proyecto refirió que estos son los primeros resultados de los análisis en torno a la osamenta, a los que se suman el que se realiza en los laboratorios de Arqueología Experimental del Museo del Templo Mayor, donde el doctor Emiliano Melgar analiza la prótesis dental de piedra verde a fin de conocer su técnica de manufactura y su procedencia.
Subrayó que el proyecto de investigación ha permitido hacer una labor más sistemática en el sector poniente de Teotihuacan, luego de los trabajos hechos en diferentes momentos por los arqueólogos John Paddock, Evelyn Rattray y Michael Spence.
Indicó que ahora existe información suficiente para difundirla en un museo comunitario en el poblado de San Juan Evangelista que, curiosamente, tiene una importante población oaxaqueña.
La sala de exposiciones que ya está edificada, albergará principalmente fotografías, aunque desde su amplio ventanal, los visitantes podrán observar un basamento con su tumba y una plaza que los arqueólogos consolidarán una vez garantizada la seguridad del espacio.
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